Lo que mejor funciona en la parroquia lo hace sin apenas reuniones
Es lo que hay, aunque haya gente que no se lo crea.
En la parroquia donde trabaja este su seguro servidor, hay dos cosas que son privilegio, lujo, gracia de Dios y las grandes joyas de la corona. Son, por este orden, la capilla de adoración perpetua y el economato solidario de Cáritas.
Curiosamente, son las dos obras parroquiales que exigen menos reuniones. La capilla de la adoración perpetua lleva funcionando desde hace cuatro años y medio sin que el Santísimo haya estado solo NI UN INSTANTE. El grueso de su funcionamiento lo llevan cuatro coordinadores de turnos que llevarán sin una reunión formal más de un año. Están en continua comunicación por medio de correo, teléfono y WhatsApp y lo mismo conmigo. Eso sí, hablamos bastante porque nos vemos, nos encontramos. Pero reuniones oficiales, un año sin tenerlas.