Este es nuestro sistema para que no nos roben la custodia con el Santísimo
Ya pueden imaginarse que la principal preocupación a la hora de abrir la capilla de adoración perpetua de la parroquia fue la de garantizar que no se produjese una profanación de la Eucaristía.
La primera idea fue la de preparar una urna súper blindada y colocar dentro de ella la custodia con el Santísimo Sacramento. Pero esta idea nos la desaconsejó el P. Justo Lofeudo, promotor de cientos de capillas de adoración perpetua por todo el mundo. Su idea es que el Santísimo no debe estar “secuestrado” en una urna, sino lo más cercano posible a los fieles.
Visto esto, he de decir que lo que más nos preocupa no son los ladrones profesionales, porque si a la capilla llega alguien con herramientas, una radial y dos pistolas no es que se lleve al Santísimo, se lleva la custodia, el Santísimo, a los adoradores y hasta al señor cura párroco. Más nos quitan el sueño los descuideros, esa gente que te llega a la capilla, agarra la custodia y sale corriendo por las buenas.