Espectacular misericordia o misericordia espectacular
Las palabras se queman, y una vez quemadas producen un cierto empacho. Servidor ha decidido vacunarse en la medida de lo posible, y he decidido, por la cosa de la salud verbal, que en los próximos meses voy a intentar evitar en la medida de lo posible dos palabras, una por lo civil y otra por lo eclesiástico.
En lo civil, jamás volveré a pronunciar la palabra ESPECTACULAR. Porque estoy hasta ese moño que no tengo de encontrarme con una catarata espectacular, un discurso espectacular, un peinado espectacular, un gol espectacular y una chorrada espectacular. Es que se pone de moda una palabreja y todos como bobos. Hace no demasiado, ante una catarata de las buenas uno alucinaba en colores o incluso llegaba a alucinar pepinillos en vinagre. Hoy no alucina nadie. Pero la cosa adquiere categoría de espectacular. Qué quieren que les diga. Servidor difícilmente acudiría a un espectáculo a contemplar el sombrero de Pepita, salvando por supuesto las carreras de Ascot.