Encima querrán que vengamos a la iglesia
En estas últimas semanas creo que son tres o cuatro las personas que me han amenazado con eso de que “encima querrán que vengamos a la iglesia”, como si lo de acudir a la parroquia fuera favor personal que le hacen al señor cura.
El primer caso, no hace mucho, fue en vísperas de primeras comuniones. Una mamá, que vive justo en la otra punta de Madrid, y cuyo arrapiezo con diez añazos iba a hacer su primera comunión en una parroquia vecina. El problema es que el niño estaba sin bautizar y en la parroquia donde hacía su catequesis celebraban el bautizo de los niños que iban a hacer su primera comunión en una celebración conjunta. Y mamá que no, que su niño solito por si se reían de él. Y que en esta parroquia. Pues mire, no… Ni son de esta parroquia, ni hace la comunión aquí, ni yo sé cómo está preparado el niño. Pues eso, que “encima querrán que vengamos a la iglesia”, a lo que añadió que “iba a llamar a telemadrid”. Va una.