Las cardenalas de Braojos
En Braojos estamos haciendo este año la novena a la Inmaculada que culminará el próximo lunes, día 7, con el rezo del día noveno y una solemne eucaristía de vigilia. Ayer viernes, cuando llegué a Braojos después de haber celebrado misa en Piñuécar, nevaba con ganas y la temperatura era la que se pueden imaginar. A las siete de la tarde, que es cuando comenzamos el rosario y la novena, que acabamos cada día con la santa misa, no apetecía para nada salir de casa, y menos pensando que nuestra iglesia estaría fresquita.
Seamos claros. Hubiera entendido perfectamente que no acudiera nadie al templo y más cuando entre las habituales hay incluso alguna bisabuela. Mujeres mayores, nieve, frío y cuestas para llegar a la iglesia. Lo sensato era que se quedasen en casa, que total seguro que la Virgen lo comprendía perfectamente.
El caso es que abrí la iglesia, di un par de toques de campana y dejé todo preparado para la misa y la novena, sin demasiado convencimiento. Poca fe que tiene uno, porque al rato escuché abrirse la puerta de la iglesia y luego alguna vez más. Finalmente, cinco fieles rezando a María en su Inmaculada Concepción.
Muchas veces he pensado que si la Iglesia católica se mantiene es gracias a esta gente que, con frío, nieve y heladas, o con calores y asfixias de algunos días veraniegos, ahí están celebrando, viviendo y manteniendo la fe de todo un pueblo, porque acudir en verano o el día de la fiesta patronal está bien, pero lo hace cualquiera. Lo que tiene mérito es ponerse delante de la Virgen en un día de nieve, hielo y frío en un templo como un congelador y rezar por ellos y por todos.
Hace unos días, con motivo del último consistorio, leía que “el término «cardenal» viene del latín y significa «bisagra», es decir, son el gozne sobre el que gira la Iglesia”. Vamos, que los cardenales son gente importante que sostiene y mantiene viva y anclada en la fe y la caridad a la Iglesia de Cristo. En las fotos vi a sus eminencias con sus distinguidos ropajes, me los imaginé tratando asuntos de vital importancia para la Iglesia universal y con papeles reservados bajo pena de excomunión en los que se decide la vida de la cristiandad. Y me dio la risa.
¿Risa? Sí… Risa. A ver, que si el santo padre y la santa madre Iglesia dicen que los cardenales son cardo, bisagra, y gente imprescindible para el buen gobierno de la catolicidad, no seré yo quien lleve la contraria. Pero entiendan que cuando uno ve a sus feligresas con gorro, bufanda y buen bastón desafiando las inclemencias para rezar a la Virgen, acabe diciendo que estas sí que son unas buenas cardenalas, y que si la Iglesia católica pervive y se mantiene en la fe y la confianza en Dios Nuestro Señor y en María Santísima es mucho más por mis cardenalas y otras parecidas que por los cardenales al uso, algunos realmente cardo, pero borriquero.
Me han preguntado muchas veces que si merece la pena acudir a cualquiera de mis templos a celebrar la misa para cuatro gatos. Para cuatro gatos no, para cardenales de andar por casa, ya lo creo. Ayer, nevando, cinco en Piñuécar y otros tantos en Braojos. Esta mañana, dos en La Serna. Esta tarde, que anuncian más frío y más nieve, ya veremos.
¿Y si un día no acude nadie? Pues ese día celebraré la misa con especial devoción pidiendo a Dios por ellos para que su fe no flaquee, porque si en la Iglesia católica un día acabaran los cardenales no pasaría gran cosa, pero si acabaran las cardenalas sería el fin.
29 comentarios
¡Que si hace frío en la Sierra! No hace falta que lo jure, he salido esta mañana y casi me congelo, en esta ciudad de tan privilegiado clima.
Benditas sean.
Ave María.
Ave María grátia plena, Dóminus tecum...
Gracias, Padre Jorge
De tus cardenalas siempre hubo y vieron a Cristo, por ejemplo "Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, ya muy avanzada en años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda hasta los ochenta y cuatro; no se apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones noche y día. Presentándose en aquel momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén".
Que Nuestro Señor Jesucristo le siga bendiciendo. Le rezo su Ave María
Lo explicas muy bien, Raurel, creo que tienes toda la razón.
Lo que pasa es que las cardenalas que el P. Jorge pone como ejemplo santificador para toda la iglesia, cardenales y obispos incluidos, normalmente no salen en los medios y este cura polivalente es una bendición para esos pueblos serranos, y nos esta enseñando a todos, las riquezas de sus archivos parroquiales y la sencilla y grande santidad, sin espavientos, de esos pueblos.
Muchas gracias P. Jorge, muchos somos los que queremos que siga hablando que "no se calle ni debajo del agua", que se falta más por omisión que por hacer, aun a riesgo de no hacerlo siempre a la perfección. Que en su caso ya le daremos caña, unos u otros que para eso nunca falta quien lo haga.
Lo de polifacético es que es un cura que ha funcionado bien en la gran ciudad, en pueblos medianos y pequeños. Que construye iglesias de la que forman los fieles y de las que se hacen con hormigón. De estas ha construido dos que yo sepa, y más de una ha reparado. Es capaz de organizar una capilla de Adoración Permanente y un economato casi gratis para gente con muy pocos recursos. Bueno la verdad es que el economato no lo organizó solo él, pidió ayuda y la consiguió de unos muchachos con síndrome de Down de un centro ocupacional cercano a la parroquia. Casi nada.
Como muy bien dice Raurel, también son cardenales (bisagras, goznes sobre los que gira la iglesia) los curas de los pueblos. Cardenales fundamentales, importantísimos en la iglesia. Que debemos conocer, que debemos dar a conocer, porque son un ejemplo de santidad, de la santidad sin espavientos.
El Jueves también hacia frio en Madrid, en Peñagrande, en la parroquia del P. Jorge de hace muchos años. Todo germina. Cuatro viejecitas salían a las 21 horas de "Una hora con el Señor". Cuatro cardenalas de la Santa Iglesia. El futuro de la iglesia esta en los jóvenes, seguro. Pero el presente, necesario para el futuro esta en las cardenalas de la sierra, de Madrid... y en los cardenales.
Pienso como tu Raurel.
Y, a propósito, la etimología cardenalicia que lo deriva de cardo (quicio), generalizada por algunos, no es adecuada. Ha sido un recurso, siempre hay dispuestos a las fantasmadas, para engrandecer y dar “pedigrí” a una figura de difícil encaje eclesiologico. Pero entrar en ello nos derivaría por derroteros que no son del caso. Lo repito, GRACIAS y ENHORABUENA.
Leo a diario las reflexiones de don Jorge, solo eso; la de hoy es de quitarse el sombrero... Remedo al autor del Mio Cid: ¡ Dios, que buen vasallo.....!.
Ahora, don Jorge, solo puedo rezarle solo, pues a mi esposa se la llevó el Señor hace mes y medio; ! a poco más de quince días de que nuestro quinto hijo (ingeniero industrial) fuera ordenado sacerdote y oficiara su primera misa...!. Pero ella desde arriba y yo desde abajo, seguimos encomendándole al Señor de la vida. Juanestella.
Que sean ejemplo de muchas sras que lamentablemente se dejan llevar por la moda. Y si la ancianidad es un don de Dios porque no todos llegan a la ancianidad, Y una persona que se viste a la moda modernosa es como la mona, por más ropa de negocios exitosos y artículos miniatura en telas plásticas, más ridícula queda. Pero los del negocio de reventa, contentos. Que lindo el oficio de los sastres y modistas.
No quedan bien las sras, sobre todo mayores, en pantalones.
No me gustó que una sra. pase a leer la Palabra de Dios con un vestido rojo. Aunque era de buena hechura y tela. Eso es escándalo.
La foto de la sra. que pidió la eutanasia (que salió en las noticias) dista mucho de estas señoras, que son un remanso y acervo para toda su comunidad.
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