El progresismo como auto justificación del vago
Piénsenlo y verán como tengo mucha razón.
El progresista no necesita conocer, leer ni estudiar. Las cosas son como él piensa, cree y opina, Jesucristo lo haría o no lo haría así, lo importante es el espíritu del concilio, hay que ser libres a la hora de opinar y todo lo que suene a otra cosa es fascismo clerical y vuelta a la inquisición. Citar ante un progre el catecismo, los documentos del concilio a la letra, misales o rituales es simplemente acabar siendo tachado de intolerante, rígido, cavernícola, ultramontano e infocatólico.
Para un progre confesar individualmente no tiene sentido. Horas de confesionario que se ahorra. No merece la pena multiplicar misas, ya que Jesucristo no dijo más que una en toda su vida, y de paso menos trabajo aún.
Los papeles son eso, papeles. Ya está bien de tanto papel, tanto expediente, mantener libros parroquiales, archivar documentos, llevar la contabilidad al día con responsabilidad. Cristo no andaba con papeles y para las cuentas bastaba la bolsa de Judas. Menos horas de trabajo.
Los horarios coartan la libertad y nos hacen convertir el evangelio en puro funcionariado. No tiene sentido, pues, mantener horarios de despacho o de apertura de templos. Si alguien quiere algo que lo diga y ya se verá cómo responder.
El progre, aparentemente, abomina del maldito parné. La economía de la parroquia no es su fuerte. No es que no pida una colaboración a los fieles, es que directamente les dice no hace falta. Total, para su nómina y sus gastos se lo da el obispado correspondiente gracias a esas parroquias conservadoras y peseteras de las que, evidentemente, abomina.
Los laicos son clave en la vida de la Iglesia. Por eso tiene colaboradores para todo: para abrir y cerrar el templo, sacar adelante los cuatro papeles imprescindibles, impartir las catequesis por supuesto con total confianza por parte del sacerdote, atender Cáritas, limpiar la iglesia, preparar las misas.
Cáritas sí es importante. Y lo deben llevar los laicos, que ya es hora de superar el clericalismo.
Es decir, que gracias a la opción por la modernidad no hace falta estudiar, celebraciones las justas, los laicos trabajando y el señor cura… ¿qué hace el señor cura?
En estos casos el señor cura hacer, lo que se dice hacer, hace más bien poco. Es un ser libre que se dedica, eso dice, a estar con la gente, conocer el barrio, pastorear como Cristo, eso vende. Y, por supuesto, se dedica de vez en cuando a hacer experiencias y solidarizarse con los oprimidos, para lo cual no le queda más remedio que asistir a cursos y cursillos y viajar algunas veces pero no por capricho, sino impulsado por una exigencia interior de conocer a los más débiles y sentirse más solidario con su causa.
Es una caricatura, y como toda caricatura, imperfecta. No se lo tomen de otra manera. Por cierto, durante el tiempo este de más de dos meses de confinamiento, ¿qué ha pasado? De todo. Pero piensen en parroquias y en actividades y saquen sus propias conclusiones. Evidentemente los curas más progres y concienciados decidieron ser más responsables que nadie, cerrar los templos a cal y canto y suprimir cualquier posible actividad. Todo sea por la salud de sus fieles.
Insisto, que es pura caricatura sin otra pretensión que el ánimus iocandi. Cualquier parecido con la realidad, pura coincidencia.
49 comentarios
Le rezo su Avemaría, pero le pido que encomiende a mi padrino que hoy le operan a corazón abierto. Se llama Jaime.
Claro que si, pero esa prerrogativa la tiene los progres exclusivamente, si alguien opina lo contrario.... se arma la gorda.
Desde que hay laicos ministros de la comunión, son ellos los que llevan el Viático.
No sé si la cita será cierta o no, pero se dice que Cristóbal Colón presumía de que, en toda su vida, solamente un pecado capital le fue siempre extraño: el de la pereza.
Algunos de los que usted retrata presumirían de lo contrario. De los siete pecados capitales, estuvieron atrapados solamente por uno, el de la pereza.
Rezo su Ave María.
Las parroquias que han permanecido abiertas en mi diócesis en el confinamiento son las más"carcas", jejejejej. Chapó.
Y curiosamente coinciden con las que tienen más actividades antes y durante la pandemia, las que más conversiones tienen, más pujanza... Las de curas con clerygman, vaya.
Las de progres, languidecen, aunque algunas fueron históricamente muy importantes. Es entrar la progresía y arruinar todo. Derribo puro y duro. Sin piedad.
No dejemos de rezar por la Iglesia, y por los sacerdotes.
Habrà que pedirle un sueldo al obispo, ya que a parte de trabajar ocho horas, atender a nuestra familia tambièn hacemos el trabajo de los curas jeje.
Ave María grátia plena Dóminus tecum.
No me satisfacen las explicaciones simplistas que tratan de asimilarlo a una mera lucha de poder. Realmente hay un cierto humanismo en el progresismo. En él se da un concepto de hombre, de justicia individual y social, de libertad, de responsabilidad, de compromiso con el otro (siendo ese "otro" en verdad multitud de objetos: el pobre, el planeta, el débil sea cual sea la razón de su debilidad -el homosexual, la mujer, el minusválido, el migrante, el racializado...-, etc.) y la globalización como gran consecuencia final y natural de esos compromisos.
Frente a ello, ¿qué existe? A nivel individual o personal, principalmente (y todavía) la familia; a nivel social, la sociedad de mercado; a nivel moral, el liberalismo individualista, y un casi extinto cristianismo, ya muy mundanizado por el progresismo y el liberalismo moral; a nivel político, la idea de nación y la defensa de sus intereses y su identidad.
Entender el cambio de discurso del progresismo desde posturas puramente marxistas hasta este globalismo laico y ateo, en apariencia éticamente aséptico y aseado, como mero producto de búsqueda de una nueva identidad revolucionaria, de un gran estrategia de lucha por obtener el poder, es verlo de un modo reduccionista. Tampoco comparto las teorías más o menos conspirativas que hacen responsable en la sombra de toda esta evolución al Soros, al Rockefeller, al Gates o al Kissinger nonagenario de turno, unidos en comandita con los neomarxistas de todo pelaje que compartirían sus intereses transnacionales. Algo de verdad hay en ello, eso es indudable, pero no es toda la verdad, ni siquiera probablemente la verdad principal.
Más allá de cínicos y oportunistas de toda hora, el progresismo es un planteamiento ante todo moral acerca del hombre y de su acción, de su poder y de su capacidad para transformar nuestras condiciones de vida; no es un mero engaño de dominio de grandes magnates malévolos. Si planteamos así las cosas no entenderemos bien lo que está ocurriendo.
El hecho es que, ante este debate moral, qué planteamos nosotros, los que no nos encuadramos en el progresismo. El mero liberalismo moral o económico, o el discurso patriótico no es suficiente para contraponer una alternativa fuerte o, al menos, atractiva a la humanidad occidental del siglo XXI. Para un católico, está claro: no hay mayor fuente ni más poderosa de justicia, de realización humana y de auténtico progresismo que volver a la Verdad de Dios, a sus propuestas morales y sociales, a su antropología. Pero hoy, y para ese progresismo globalista, todo ello se haya asociado a la ignorancia, a la explotación del débil, al engaño. Por ello, el desesperado buenismo en el que ha entrado Roma, con Francisco como adalid destacado, por el cual la misericordia de Dios se presenta como una realidad asimilable a los contenidos de la ética progre. Caricaturizando, podríamos decir que Dios es amor porque es progre.
Hay que volver a recuperar y a poner en valor que la ética del esfuerzo, del mérito no es algo que vaya contra la justicia o contra los menos dotados de la sociedad; que la fe y la razón son dimensiones humanas de nuestra naturaleza perfectamente complementarias; que volver al realismo de lo que las cosas son no aplasta nuestra libertad, sino que la expresa y la potencia, etc. Pero para ello, lo primero es que los conservadores trasciendan sus planteamientos chatamente mercantilistas o utilitaristas, expresen que las identidades nacionales no suponen realidades conflictivas o excluyentes de otras, y que los cristianos dejemos de ser seres mundanizados, y demostrarlo con palabras y obras desde nuestra fe, nuestra antropología y desde nuestra moral. Es decir, que debemos expresar con absoluta claridad aquello de que la economía no es todo, o de que "no es la economía, estúpido".
[Perdonen el sermón y su longitud].
Pero si los subestimamos, y caemos en el error de ellos, en una falsa superioridad, perderemos la guerra. Y entonces lo del coronavirus nos parecerá un juego de niños en comparación con la catástrofe que advendrá.
Recuerda que "Ten la mente abierta, pero no tanto como para que se te caiga el cerebro".-Gilbert Keith Chesterton-
También conocí a otro sacerdote de una orden en descomposición, que con 84 tacos dijo que él no quería que la iglesia se cerrase, y quedó él solo viviendo en el gran edificio. Celebraba todos los días (los domingos mañana y tarde) y si ibas con tiempo, sabías que estaría esperando en el confesionario. Al final se lo llevaron porque vendieron el terreno y ahora hay unas casa horribles. Ya habrá muerto. Tan mayor, tan héroe, influyó mucho en mi manera de entender qué es un auténtico sacerdote.
Se conoce que la sagrada vocación no la entienden todos de la misma manera.
Saludos cordiales.
El NOM tiene un devenir ideológico que procede de una evolución de siglos. Por así decir, es un fenómeno de sedimentación o de aluvión de muchas "conquistas" previas. Soros y cía. hacen su función, sin duda, pero son tan solo los representantes de (anti)valores seculares de ya muy largo recorrido.
Entiendo que tengan que acudir a las juntas de evaluación, por otro lado.
Señor Jesús, Buen Pastor, fórmalos a la medida de tu Corazón y protégelos con tu Amor!
María Santísima, Reina de las vocaciones, cúbrelos con tu manto!
San Juan María Vianney, intercede por ellos!
Vale que a mi edad: genio y figura hasta la sepultura. Y que como a estos curas progres, ellos saben que tiene el oficio in eternum, que ya no les pueden echar a la calle aganarse su pan, les importa un bledo lo que digan de ellos y su su vagancia, su falta de fe o que si se ganan o no se ganan lo que cobran, pues, ya no me escandalizan. Simplemente me dan pena, profunda pena.
El pasado 26 de junio, uno de estos curas progresistas hablaba en un programa local de COPE para afirmar que “ hace mucho tiempo , en 1971, una instrucción pastoral de la Pontificia Comisión para los Medios de Comunicación Social decía que:“ Las autoridades correspondientes han de cuidar pues de que el intercambio de las legítimas opiniones se realice en la Iglesia con libertad de pensamiento y expresión”.
A continuación levantó la voz para proclamar: “¡Que no se nos olvide!”
He encontrado la instrucción pastoral en la página del Vaticano y la frase está en el punto número 116, pero al padre Genestal se le olvidó que comienza diciendo: “116. Es necesario, pues, que los católicos sean plenamente conscientes de que poseen esa verdadera libertad de expresar su pensamiento, que se basa en la caridad y en "el sentido de la fe". En ese sentido de fe que es despertado y mantenido por el Espíritu de verdad, de tal manera que el pueblo de Dios, guiado por el Sagrado Magisterio, y en fiel seguimiento del mismo, adhiere indefectiblemente a la fe confiada en el principio a los creyentes, penetra más plenamente en ella con juicio recto y la aplica más plenamente a la vida (52); y en la caridad, a cuya luz, la misma libertad es elevada a la categoría de comunión en la libertad de Cristo, quien librándonos de las ataduras del pecado, nos hizo capaces de juzgar libremente según su voluntad”.
Es decir, que, si no lo entiendo mal, para ejercer esa libertad legítima de opinión en la Iglesia, los católicos hemos de ser plenamente conscientes de que la hemos de ejercer con caridad, con sentido de fe, con Espíritu de verdad y guiados por el Sagrado Magisterio y en comunión con Cristo. El texto está junto al que él menciona. Se le pasó.
Acaba su exposición diciendo: “Y hasta el curso próximo si quieres y quieren porque ya sabes que yo soy de la opinión de que Dios siempre quiere”.
No comparto la opinión de este Doctor en Teología. Yo creo que Dios ama la Creación porque es obra de sus manos, aunque haya sufrido un deterioro por el pecado original, y quiere todo lo bueno que con Su gracia hace el hombre. Pero no quiere que hagamos el mal, aunque lo consiente y al consentirlo se cumple Su voluntad.
Cuando este sacerdote dice en una entrevista: “ Yo tengo muchas manías; una de ellas es no hacer ni decir lo que no creo. Yo por ejemplo, nunca diré públicamente ni privadamente a nadie expresiones tales como que “la Virgen te proteja”, o que “Dios te conceda tal o cual cosa”. Yo no podría creer en un Dios así. Respeto a quien así piensa. Yo sigo estudiando, leyendo y formándome porque necesito responder a preguntas que yo me hago”.
Y hablando de Queiruga: “Es un hombre que intenta hacer compatible fe y ciencia, y esa es una bella aventura, porque si fe y ciencia fueran incompatibles yo no podría ser cristiano”.
¿Quiere Dios que un sacerdote, un alter Christus, aunque sea hemianalphabetus, piense y diga que“si fe y ciencia fueran incompatibles yo no podría ser cristiano”? Dios nunca quiere eso porque no es bueno.
Comparto lo de que no podemos ser simplistas en la explicación del progresismo, pero no comparto lo de que hay cierto humanismo. Perdoneme la expresión, pero yo en el progresismo mas que humanismo encuentro mucha tontería. A la hora de la verdad son abortistas y cínicos. Es un humanismo de postureo. Cuando llega la realidad, huyen como conejos del compromiso.
En cuanto a lo de no menospreciarlos por considerarlos idiotas, diría que hay dos tipos de progres, los analfabetos, generalizando para entendernos, y aquellos progres estudiados con dos carreras y tres idiomas, que son muy inteligentes en todo menos en ciertas cosas. ¿Como es posible que un tipo muy inteligente sea progre? Yo conozco varios, y todos presentan la misma patología. Tienen un trauma infantil, de complejo de inferioridad. Normalmente nacieron en familias con pocos recursos, y tienen una especie de envidia u odio a veces contra aquellos que no tenían que pasar sus estrecheces, eso les lleva a prescindir de cualuquier analisis racional, y a moverse politicamente en base a sus sentimientos. Luego utilizan su su inteligencia para justificar a veces brillantemente en el regate corto sus presupuestos. Y esto no lo digo como insulto a los pobres. Realmente hay que ser como retrasado mental para ser progre, pero no es un insulto, es que es un hecho. Veamos un ejemplo concreto. En España cada vez que el PSOE coge el gobierno deja el país destrozado. Es un axioma como la ley de la gravedad. Y tienen que venir los maricomplejines del PP a arreglar la economía despues. Y la gente sigue votando PSOE. Si lo viera un marciano diría que son como gilipollas pero sin el como. No es que sean tontos, pero en esa faceta no emplean el intelecto sino el corazón de sus prejuicios. En cualquier caso consideración hacia los progres ninguna, son culpables de muchos de nuestros males.
Estoy hablando del poder político internacional que representa el DINERO con mayúsculas.
Por eso Pedro Sánchez se entrevista regularmente con el hijo de Soros, y en algunas felices ocasiones llega a conversar con el mismo Soros en persona, nada menos.
Saludos cordiales.
Precisamente lo malo está en que ni son estúpidos (aunque entre ellos haya una infinidad de estúpidos, no menos que entre nosotros), ni es una simple campaña de marketing ni incluso de ingeniería social: a mucha gente, estúpida o no, engañada o no, manipulada o no, le encanta este Nuevo Orden Mundial. Por ejemplo, ¿son los más de siete millones de españoles que votaron en las últimas elecciones generales a Pedro Sánchez una sarta de necios? ¿Lo eran los que entronizaron a ZP en la Presidencia del país por dos veces? Sin la crisis económica del 2008 es probable que hoy aquel canalla seguiría gobernándonos (aún lo hace, dado que tanto su visión del mundo como la legislación que implantó siguen plenamente vigentes). Entre ellos, ya digo, muchos lo son; pero otros muchos, no. A la mayoría de la gente (es cierto que mucho menos de lo que parece) les encanta este mundo de nuevos "derechos". Unos creen en ello con el fervor del imbécil; pero otros, no pocos, es su modo responsable y maduro de ver el mundo. Los imbéciles, precisamente por serlo, estarán como los cínicos en cualquier bando, pues lo que les fascina es el brillo de lo que se les propone (a los cínicos será la tajada que pueden obtener). Los peligrosos ante los que debemos debatir y a los que derribar son los que se muestran orgullosos del mundo que están construyendo con plena y fría racionalidad. Esos son los peligrosos, tengan dinero o no (si lo tienen, tanto más peligrosos).
La noticia llegó a Infovaticana que emprendió una campaña feroz contra nuestros sacerdotes y al final el obispo- cobardemente -los destituyó y mandó a estudiar y nos mandó un administrador parroquial -mayor y operado 5 veces de cáncer- y luego otro que aprovechando el coronavirus cerró la iglesia a cal y canto y ahora se celebra una sola misa tras la cual se cierra de nuevo.
No es que sean necios, es que son gilipollas. Y pueden ser gilipollas en dos carreras o tres y en dos idiomas o tres. El cociente intelectual y aprobar examenes no libra de la estupidez. Y luego estan los que son analfabetos funcionales que esos tienen menos culpa. Pero son todos unos cretinos.
Esto no es una defensa del insulto, es la demostración de cómo actúan la gente de estas características, que imitan las del demonio, y con las que Dickens suele obsequiarnos en casi todas sus novelas: Untuosos, relamidos, falsos, humildes de pega, manipuladores de las palabras de Cristo y siempre muy recompuestos que no pueden evitar, como es natural, un punto de cinismo. Miguel es un troll de la peor clase.
Ahora bien, preséntale a San Luis Gonzaga y se quitará la careta porque lo importante no es como "apacigua" a los coléricos sino cómo intenta rebajar a los verdaderamente buenos.
"Señor Nadie! Necios, gilipolas, estúpidos, analfabetos... Más respeto en su forma de hablar, por favor. Son nuestro prójimo. Nuestros hermanos. Hijos de Dios! Las normas del foro previene los insultos, no lo olvide😇"
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Vengaaaaaa.......un poco de caridad con los lectores y no sueltes topicazos tan aburridos. Juan Nadie no insulta, constata.
¡Pero si están siempre reunidos, no paran!
¿Quién paga el sueldo a los sacerdotes?
Algunos obispos dicen que las paga el obispado, pero llevo viendo desde hace tiempo partidas presupuestarias que salen directamente de las parroquias para pagar los sueldos de los sacerdotes, y no son pequeñas precisamente.
Pero otras no las reflejan.
¿Qué pasa con este tema?
Hay iglesias progres que tienen un activismo tremendo. Un cura que no se pierde ni una reunión, multitud de grupos, que tienen dos o incluso tres misas diarias, y hasta cinco el domingo. Dónde la iglesia está abierta todo el día. Dónde se preparan excursiones y convivencias para chavales cada dos por tres. Dónde el tema económico va que te mueres y el templo está muy bien mantenido. Y la doctrina que dan es nefasta.
Y luego también hay progres como los que Vd cita. Pero los primeros irán con su artículo al obispo o al corrillo de turno a ridiculizarle, a tacharle de mentiroso y envidioso, como se suponen son todos los de su (tu) cuerda, y artículos como este, por su imprecisión les seguirán dando soporte a los progres.
Los curas conservadores, o presuntamente conservadores, o los de "un poquito a aquí y allá", también tienen ojos y orejas, y aprenden lo que no es bueno. Y aunque dicen con la boca una cosa, no pocos luego hacen otra, porque es más cómodo, o lo que es peor, porque en realidad no le dan importancia. No es vagancia, es una jeta de fliparlo.
Muchos gustan de hacerse una idea rápida de la gente. De catalogar en A o en B. Vd. mismo, para mi estupor, ha alabado con solo un par de contactos a gente que conozco de años.
Mi zona, libre de progresía herética, tiene a sacerdotes conservadores, algunos incluso de los que se creen con la misión de salvar a la Iglesia. Bien, no hay misa el domingo por la tarde en km a la redonda. Una sola misa a diario, aunque de tarde en tarde se quita sin problemas. El templo usualmente cerrado la inmensa mayor parte del día. Los domingos también. La pastoral la llevan los laicos, algunas veces sin que el cura tenga alguna idea de lo que se hace.
La comunión se lleva solo a personas muy puntuales y días puntuales. Otros esfuerzos particulares como ir a dar la extremaunción al hospital o ir a confesar a casa de alguien en el confinamiento no se hacen. Algún cura incluso hace mucho que se negó a dar su teléfono para que no le llamaran. Bautizos que se juntan con la única misa del domingo. Pedir una misa especial para la participación de un grupo parroquial es mal recibido. Cura que tiene que suplir a otro en una misa, y no aparece dejando a los feligreses sentados esperando. Confesiones para los chavales en domingo que no le vienen bien al cura y no las quiere hacer.
¿Seguimos?
Son siempre los mismos los que se mueven en esos círculos o relacionados con siempre los mismos.
Saludos cordiales.
Te has mojado mucho y no has dado un solo dato. A ver, empieza el listado ya que tus afirmaciones son tan rotundas.
Menos con el nuncio, he hablado con mucha gente y no se hace nada nunca.
Por el contrario, el malo de la película es el que destapa, que luego acaba marginado de todos, por los afectados primero, y por casi todo el resto de la parroquia, grupo, etc.. (los que quedan) que apoyan al cura, obispo o superior mayormente por un tema de conciencias mal formadas o simple obstinación por amistad.
Los que reconocen el percal, simplemente se suelen ir, no quieren líos, pasan de todo...
Además que Dios no nos manda ir de Quijotes. Eso lo he tardado en comprender, pero con lo mío tengo suficiente. Eso si, en persona ya me corto pocas veces.
Además, lo peor de todo es que las cosas se saben. Pero se tapan - perdón, se disculpan, que disculpar siempre es de cristianos santos y buenos - porque ese vicio ya está instaurado hasta la médula en la Iglesia en su conjunto. Se puede denunciar y se aplaude mucho, a los contrarios ideológicamente, pero a los que supuestamente son de mi bando, nunca jamás. Eso es murmurar y es pecado, ¿comprende?.
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