A ver qué podríamos hacer
Muchas veces me callo. ¿Por comodidad? Pues muy posiblemente, qué quieren que les diga.
Uno, aunque se chupó sus buenos seis años de estudios eclesiásticos básicos y después su licenciatura, en el fondo, lo que se dice en el fondo, sigue siendo de ciencias. La verdad es que no sé si hoy me defendería bien con una división con decimales o con una raíz cuadrada, no digo nada de cosas más complejas, pero lo cierto es que un bachillerato por ciencias deja la cabeza bastante bien organizada.
Aquí es donde ese tan común “a ver qué podríamos hacer” me suele dejar descolocado, perplejo y hasta abatido. Comenzar por ahí es presagio de infortunios y camino seguro para el fracaso total.
La pregunta clave es dónde queremos llegar, y mientras no la tengamos clara, el resto es marear a la pobre perdiz, que lleva años que ya no sabe cómo salirse de esta. Si se atreven, preguntemos a sacerdotes, padres, catequistas, obispos y al papa si quieren por nuestro objetivo final. Me apuesto una de yemas de San Leandro a que no nos ponemos de acuerdo.
Anda que no tengo escuchado veces eso de que lo que importa es que los chicos compartan, que se lo pasen bien, que no se aburran, que sean solidarios, se conozcan. Aquel cura tan contento porque ¡por fin! había conseguido que los niños y los no tan niños en misa presentaran sus preces de forma espontánea en voz alta.
Pondremos, yo el primero, el objetivo en la solidaridad, el compañerismo, que hagan cosas en misa, como si hacer cosas fuera participar, que dialoguen, que hablen, que también me lo tengo aprendido eso de que lo importante es que los chicos hablen mucho en los grupos.
Sigo. Que hablen, que participen, que vayan al encuentro de tal, a la catequesis de cual, que colaboren con Cáritas y sean catequistas. Momento… MOMENTOOOOOOO!
¿Dónde queremos ir? Que nos seguimos quedando en cosas solo intermedias. Lo primero: que se conviertan a Jesucristo, que vivan en todo como cristianos y después lleguen al cielo. Esto somos los de ciencias. Objetivo bien formulado, una doctrina clara, la que contiene el catecismo, y a partir de ahí vamos a ver el cómo.
No es tan sencillo. Que si lo del cielo es volver a lo de antes, que si el catecismo bueno, según y depende, que los mandamientos hoy no dicen nada, que hay que comprender cómo está el mundo y que no es tan sencillo (evidente).
¿Y entonces? Pues que a ver que se nos ocurre. Mal negocio el ver qué se nos ocurre si resulta que no tenemos claro el qué, el para qué y el cómo. Algo se nos ocurrirá. Algo. Sí, volver a sacar de la jaula a la pobre perdiz que la pobre, encima, no tiene culpa de nada.
13 comentarios
Jesucristo si sufrió una dolorosa pasión fue por y para algo, no lo olvidemos.
Ave María.
Cuando un juglar celebra misa solemne con alba y estola hablando de solidaridad, palabra ésta que no aparece en toda la Biblia, cuando habla de Dios padre y madre, con monaguillas que hacen peticiones, me viene a las mientes que (a+b) al cuadrado es a al cuadrado +2ab+b al cuadrado, y que este cura está más desorientado que Pedro Sánchez en una biblioteca.
¿Cuántos de esos que usted dice que dicen que lo importante es que los chicos lo pasen bien, y compartan, tienen verdadera vocación? ¿Cuántos de ellos no acabaron de curas, porque no tenían otra salida mejor? Yo conozco chicos jóvenes que están estudiando para ser sacerdotes, y lo tienen muy claro, no tienen esos problemas, y saben que los mandamientos están ahí, y que antes pasara el cielo y la tierra que las palabras de Cristo.
Eso que usted dice le pasa a la mayoría de los curas mayores u obispos, unos sin verdadera vocación, que han acabado ahí porque no valían o no podían hacer otra cosa y casi por inercia, y realmente no saben ni porque están, pero desde luego no por verdadera vocación. Y otros prelados sencillamente se han corrompido. Han sustituido las enseñanzas del evangelio por una "espiritualidad" fácil, acorde a los tiempos, que no exige apenas, y que hace que durante algunos años los jóvenes canten en misa y asistan a algunas actividades, pero que indefectiblemente al no tener fondo verdadero no acaban siendo un vivero de vocaciones. Si una actividad pastoral es buena, al final es vivero de vocaciones.
Por otro lado, tampoco seamos maniqueos, se puede ser un gran "activista" en temas más relacionados con la piedad, los rezos y la devoción. Ya denunció Jesús a aquellos que repiten constantemente oraciones mundanas.
Ave María y oración a San José.
Ah! Y ya le mandaré una cajita de yemas de San Leandro, que tengo el convento donde las hacen cerca de casa!, porque la apuesta la gana si o si!! 😀😀
Tu tienes la gracia de hacer esto posible P.Jorge como ministro de Dios que eres.
Nosotros en cambio como laicos que somos no nos queda màs remedio que rezar y batallar con los sacerdotes para cambiar las cosas.
Haber si consigo que en mi parroquìa se haga exposiciòn del Santìsimo aunque sea una vez a la semana.
Ayer sin màs fuì a la parroquìa a confesarme. Me dice el sacerdote. Hoy no puedo atenderte, tengo luego una reuniòn.
Aunque me lo dijo de buenas maneras cosa que se agradece un montòn. Por otra te quedas pensando.
Por las mañanas la parroquìa esta cerrada y por las tardes en el rato que abre y el dìa que tu puedes asistir, no pueden atenderte y te quedas sin recibir algo tan grande y valioso como es un sacramento y a la vez tan necesario como es el de la reconciliaciòn.
¿Qué sentido tiene entonces la Iglesia y el sacerdocio del ministro?
¿Estamos descuidando la atenciòn de nuestros fieles?
Para terminar la Iglesia siempre nos dice a los laicos que tenemos que formarnos y evangelizar a la sociedad.
Pero a la hora de la verdad no recibimos ningùn tipo de apoyo econòmico de parte del obispado.
A ello se nos une nuestra situaciòn personal.
Que en muchos casos se asemeja a la realidad que viven muchas personas cercanas como es la de no tener trabajo.
Estoy realizando una campaña que se llama Apoyo a un futuro Diàcono.
Quisiera proseguir con mis estudios de Ciencias Religiosas para en un futuro ordenarme Dìàcono si Dios quiere.
El diaconado es el primer grado de las ordenes sagradas dentro del sacramento del Orden Sacerdotal.
El diácono se encarga de asistir a los sacerdotes y obispos en el altar. Bendecir, proclamar el santo evangelio, presidir los ritos del bautismo y el matrimonio asì como distribuir la sagrada comunidad entre otras muchas funciones.
Diàcono viene (del griego διακονος, diakonos, y luego del latín diaconus, que significa «servidor»).
Estamos llamados a ser servidores a ejemplo de nuestro Señor Jesucristo. Quien no vino para ser servido, si no para servir.
Que la Virgen María nuestra madre ejemplo y modelo de vida nos ayude a decirle Si al Señor cada día.
Recen por mi, yo rezo por ustedes.
[email protected] tengo aprobado casi el primer curso me quedan solo 4 asignaturas. Voy cogiendo las materias que puedo 1 o 2 por trimestre.
Por eso es difícil que se nos ocurra nada. Ya se nos ocurrió al poner en manos de todos los católicos un excepcional documento para mostrar las líneas no rebasables como es el Catecismo, pero en estos momentos se predica un nuevo límite que cada cual lo pone en, como no, la Misericordia del Padre.
Dios les bendiga a todos nuestros pastores y les ilumine para que continuen celebrando la Eucaristía desde una profunda Fe, Esperanza y Caridad.
Ahora parece que sí.
Este post me ha recordado el excelente libro Dios en un espejo.
Las preguntas clave son: ¿Por qué y para qué?
Para hablar de Historia sagrada y del Evangelio sólo hace falta pasión y conocimiento, nada de montar un circo con extravangancias ni de "sobornar" a los asistentes. Lenguaje claro, sencillo y apasionado y todos se enganchan fijo.
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