El dinero de la iglesia es para evangelizar y ayudar a los pobres
“El dinero público no es de nadie”. La frase la pronunció en su momento Carmen Calvo, que fue ministra de cultura y secretaria de igualdad con el PSOE. También eso nos lo debemos pensar en la Iglesia, que el dinero no es de nadie y por tanto los administradores podemos hacer con él básicamente lo que nos dé la gana.
Tenemos sobre la mesa el asunto de los abusos y las multimillonarias indemnizaciones que se están pagando a las víctimas de las que se hace responsable subsidiaria a la iglesia a través de las respectivas diócesis. Pues bien, hace no mucho algunos fieles se mostraban indignados con el hecho de que las limosnas que con generosidad y sacrificio entregan para el anuncio del evangelio y la ayuda a los pobres se estén empleando en indemnizaciones a víctimas de las tropelías de sacerdotes, obispos y hasta algún cardenal. Dicen, y no les falta razón, que es muy sencillo agarrar el cepillo de las limosnas y dedicarse a reparar entuertos. Malversación de fondos llegan a llamarlo.
Lo que dicen esos fieles, y yo con ellos, es que las indemnizaciones habría que sacarlas de otros lugares. Por ejemplo, comenzar por el propio patrimonio personal, aunque sea escaso, de cada uno de los delincuentes, para después seguir por el de los encubridores y negligentes, y cuando aún se necesite más, bastante más, que eso repercuta no en la peor atención a los pobres o una deficiente acción pastoral, sino en la vida de los responsables.
Por ejemplo. Diócesis de A. Tantos sacerdotes condenados por abusos. Indemnizaciones de tales cantidades marcadas por la justicia. Primero, tirar del patrimonio personal de los condenados. Segundo, tirar del patrimonio personal de consentidores y encubridores así declarados por la justicia. Y el resto, que salga de vender las oficinas de la diócesis, la residencia del obispo y cosas similares.
Es que, si no, nos encontramos con la paradoja de que unos cometen el delito, otros tapan o no se enteran, pero todos siguen viviendo igual y lo que se resiente es lo que toca directamente a los fieles que son los que, en definitiva, ponen el dinero.
Otro gallo nos cantara a los curas también si tuviésemos que responder con nuestro propio patrimonio de algunas barbaridades. Mira que somos caprichosos en ocasiones: altar nuevo, obras de no sé qué, arreglos en la casa parroquial, gastos para tal… Vamos, que en pocos años la parroquia endeudada. En esto, como en lo otro, soy claro. Deudas contraídas con licencia del obispo, la diócesis responsable. Deudas contraídas por el señor cura párroco por su cuenta, las pague él.
El dinero que se maneja en la Iglesia, en una pequeña parroquia, en una gran diócesis o en el mismísimo Vaticano, es fruto de la generosidad, en casos heroica, de los fieles, y no somos quienes, por muy curas, obispos o cardenales que seamos, para administrarlo de cualquier manera. Si lo hemos hecho mal, caiga la responsabilidad sobre nuestras costillas.
Oiga, que el cura de mi parroquia no tiene patrimonio para responder de sus tropelías. No pasa nada. De momento, se quede sin coche, sin teléfono, sin ordenador, sin nómina y sin luz y calefacción en la casa parroquial. Luego se irá viendo.
Anda que no íbamos a espabilar.
19 comentarios
Pero, cuidado, que el párroco no es (o no debe de ser) el que maneja a su gusto el dinero de la parroquia, dinero que no es de su propiedad, sino de las donaciones, suscripciones de los fieles o del fondo común diocesano.
Y para ello debe haber un consejo pastoral parroquial y una junta de economía donde se debate, evalúa y estudia que hacer y como utilizar el dinero (por supuesto, que el párroco tiene una voz importante, pero no la única).
Y que se informe a la feligresía de una forma clara de la economía parroquial : ingresos, gastos, estado actual, etc.
Si no se hacen así las cosas, pues malo.
Una buena idea, D. Jorge!
Dios te salve Maria.....
Así me parece que pasa. ¿ Es que la caja no es una caja "única" ? Si se vende la casa del señor obispo ¿ Con qué dinero se sufragará la compra de una nueva o su alquiler ?
Por otra parte. El tema de ir contra el patrimonio de los responsables primarios y secundarios: ya entiendo yo que en las sentencias, primero se condena al pago de la indemnización al responsable directo y subsidiariamente a la ICAR.
Lo único que veo, de lo que vd. comenta, que puede tener más sentido, es ir contra los responsables del responsable. Difícil asunto si no hay condena judicial por medio a estos responsables indirectos y más teniendo en cuenta, que según cuenta el propio vicario judicial de Murcia, en impropia entrevista en el diario El País, el Rvdmo. Sr. D. Gil José Sáez, el mirar para otro lado, con traslado incluido, ha sido práctica común (admitida) en la ICAR desde siempre. Faltaría saber: 1. Si en vez de la entrevista, hubiera sido mejor que los cristianos nos pegáramos un tiro en el pie y 2. Si esa práctica común continúa pero ahora, con más sigilo que nunca antes.
Cordial saludo.
Otrosí, me consta que acusaciones de inocentes también se lo pensarían si no hubiera indemnizaciones millonarias. Delitos perpetrados por civiles quedan sin indemnización o, en su caso, muy reducidas.
Sería un tema para estudio y meditación la subsidiaridad de la Iglesia en casos de delitos de cualquier tipo.
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum, benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc et in hora mortis nostrae. Amen.
Dicho esto, me parece acertadísimo el post de D.Jorge. Desazona un poco el que los que amamos a la Iglesia y damos al año unos euricos para ella,que éstos se empleen para disimular la inmundicia que tenía que haber sido erradicada desde más altas instancias sin necesidad de gastar dinero; para los mármoles del ático de Bertone, para financiar el portal porno-teológico del cura renegado con barragana que todos conocemos.
Me creo generoso y tengo dinero. Pero los prelados tibios, los Cardenales masónicos, los que hicieron del Derecho Canónico (me refiero al de 1917 y anteriores, no al saldo de 1983) un cómic de Mortadelo y Filemón, me inhiben a la hora de ser más participativo a la hora de colaborar.
A nadie se le ocurre que el Corte Inglés indemnice por los abusos de sus empleados.
Como UD dice debe indemnizar el responsable y nadie mas
En Chile se dice que van a condenar a la iglesia pagar 580.000 euros a 3 victimas de abusos.
Esto lo único que fomenta son las denuncias falsas como sucede en USA
Me viene a la cabeza lo de que no se puede servir a 2 amos, a Dios y al dinero. Tal vez el problema radica no en pagar indemnizaciones por los abusos, si no en que haya para exigir esas indemnizaciones, si la Iglesia fuese realmente pobre, nadie le exigiría esas responsabilidades subsidiarias. San Francisco no tenía ese problema, no tenía con qué pagar nada...
Es posible que muchos terminemos pensando que nuestra obligación es de "ayudar a la Iglesia en sus necesidades" no de pagar por las necedades de la Iglesia (o de sus integrantes) y terminemos llegando a esa Iglesia pobre (que tanto nos han recomendado) a base de restringir las aportaciones...
Ave Maria, gratia plena...
José María, la Iglesia debe ser rica en recursos económicos que le garanticen la necesaria libertad frente a los poderes mundanos y para poder llevar a cabo su misión de la manera más eficaz.
Sería una forma eficaz de acabar con tanto escándalo.
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