De los sufragios a las misas homenaje
Ayer lo he vuelto a escuchar. Falleció José María Iñigo y ya tenemos a algún sacerdote más bueno, evidentemente que los demás, proclamando “santo súbito”. Mejor, no “santo súbito”, sino “ya es santo”. Porque si el clérigo en cuestión afirma tajantemente que el finado ya está en el cielo, es lo que está diciendo: que ya es santo.
Eso, tan bueno, tan consolador, tan amable, tan maravilloso y tan memo, se parece a la doctrina de la Iglesia no como un huevo a una castaña, que algo de semejanza se podría encontrar, sino como un huevo a las tres pirámides de Egipto. Podría vales la comparación si entendemos castaña en su acepción de “cosa aburrida, fastidiosa o de mala calidad”. Porque afirmar de cualquiera que se ha muerto que ya está en el cielo, es una castaña teológica, usease, una m. pinchada en un palo, que siendo servidor niño era lo más bajo que se podía caer.
La doctrina de la Iglesia, justo la que los sacerdotes estamos especialmente obligados a predicar y proclamar, es ciertamente otra. Los novísimos, que yo sepa, no están derogados ni descatalogados, y según ellos, lo del cielo va por otro camino. Lo del cielo va por el camino del juicio particular, y en caso de ser positivo, muy posiblemente pasando por el purgatorio.
La Iglesia, que esto lo ha enseñado siempre, lo que hace, al ocurrir una defunción, con recepción previa de sacramentos o no, porque del interior de la persona y su arrepentimiento solo sabe y juzga Dios, es ofrecer sufragios por el alma del difunto en forma de funeral, oraciones, limosnas y misas, pidiendo a Dios que perdone todas sus culpas y lo admita definitivamente en la gloria.
Pero claro, esto lo decimos los carcas, los antiguos, los inmisericordes, los que nos apoyamos para la reflexión teológica en cosas tan fuera de lugar como el concilio de Trento o incluso el Catecismo de la Iglesia Católica. Todos equivocados: los concilios de Florencia y Trento, San Juan Crisóstomo, San Gregorio Magno, Santo Tomás, los libros litúrgicos. Todos errados hasta que te llega un curita más misericordioso que nadie afirmando que toda la tradición católica sobre la justificación es falsa, y de paso privando al difunto de unos sufragios que, en definitiva, como ya está en el cielo, no necesita, y si los necesita que los tome de ese tesoro de oraciones por los difuntos que harán o haremos seguramente los curas come niños.
El difunto, ya en el cielo, no necesita ni misas ni oraciones por su eterno descanso. El problema es que una misa siempre es algo que queda bien y un detalle que se agradece. Es de buen gusto que el amigo, el conocido cura, se ofrezca a celebrar una misa que, evidentemente no puede ser en sufragio por un alma que ya está en el cielo, así que se convierte en misa homenaje a Fulano en la que contar sus glorias y escuchar relatos emotivos que proclaman, entre sollozos, sus deudos en el ambón.
La doctrina sobre la justificación, a hacer puñetas. Pero no pasa nada. NUNCA PASA NADA. Por cierto, espero que el P. Aberasturi siga ben.
26 comentarios
Para subir a los cielos como Jesucristo que en buen ejemplo nos dio; -bien que Él nació sin carga de pecado original- primero hay que morir; después si se es digno resucitar; Y entonces sí, cumplida la misión de cada cual en este mundo, libres de esa vestimenta, tal mal conocida pero tanto sentida y temida que llamamos oscuridad y muerte; entonces sí; como en espíritu de angel ascender a los cielos.
De la Virgen María y su singular circunstancia de libre de Pecado Original es otro asunto. Pues Ella sí que una vez cumplida su misión en la Tierra, ascendió a los cielos... - Como era para todo hijo de Dios antes del Pecado original-
Don Jorge los novísimos no han muerto, ciertamente que no, pero para los muertos de esta vida que son muchos, es como si lo fueren.
Aquí hay mucho teólogo de manga ancha que dispone del beneficio de Dios porque a él no le cuesta es dar y tirar de lo que no es suyo.
De lo que no cuesta se llena la cesta, dice el refrán español
Otra cosa sería que estos teologuillos tuvieran que perdonar la propia ofensa. Sino a qué tanto correr y esconderse cuando el enemigo viene a por ellos.
¿Acaso no es un privilegio de Dios el morir como mártir por su ideal religioso?
En cuanto a la moda, de "beatificar" al fiambre en su funeral, creo que es por la contaminación ideológica de las películas anglosajonas en las que salen funerales protestantes.
Le rezo su Avemaría y no se me olvida que el próximo día 12 tendrá su adoración del Santísimo en Braojos y yo en Lourdes haré un turno de adoración, uniéndome en espíritu con ustedes.
En cambio el otro, el "de pueblo"¨, buscará el bien de las almas por encima de cualquier otro menester.
Pero ¿ Qué piensa el pueblo de todo esto ? Pues que donde esté lo sentimental, que prime por encima de lo espiritual.
Y luego hay algunos que dicen que el pueblo, en tiempos pretéritos, se le negó el conocimiento de la biblia. Hay que fastidiarse con J.
Ruego a quien me lea que me corrija si hubiera error en mis palabras.
Ave María, llena eres de gracia...
Cuenta la leyenda que había fallecido un caballero en un pueblo cuyas costumbres eran non sanctas, el Cura del lugar no estaba en oportunidad de la Misa de difuntos y lo suplía un sacerdote que andaba por ahí y que no conocía a nadie. En la Misa habló tantas maravillas del difunto que en un momento la viuda le pidió a uno de sus hijos que se acercara al cajón para ver si el que estaba allí era su marido.
Santos son todos los bienaventurados, canonizados o no. Es lo que rezamos en el Credo cuando decimos "la comunión de los santos".
Sin embargo, hay una cuestión práctica: Sólo podemos afirmar que una persona ha alcanzado la bienaventuranza cuando ya ha sido canonizado.
Así resulta que genéricamente santos son todos los bienaventurados; pero en forma individual sólo podemos llamar santo al ya canonizado.
Desde hoy, nuestros lectores podrán leer los análisis más certeros del sacerdote, que compatibilizará el blog de InfoVaticana con otras ventanas pastorales.
José Luis Aberasturi, sacerdote, nacido en Menorca, se suma al elenco de blogueros de InfoVaticana, una de las comunidades de blogs católicos más activas de internet. Desde hoy mismo, los lectores pueden acceder al blog con los escritos de José Luis Aberasturi, sacerdote, filólogo, filósofo y teólogo-moralista. y sus certeros análisis.
El comentario tiene que ver con la última línea del artículo, aunque no con el artículo en sí. Puesto que habla de la competencia, no es necesario que lo publiques. Aprovecho para enviarte un cariñoso abrazo.
Pot Íñigo:
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc et in hora mortis nostrae. Amen
Salvaciones eternas, buenas, bonitas y baratas.
Para aquellos que no han perforado cráneos por falta de oportunidad, luego son sant@s.
Para el político corrupto y ladrón; para el sodomita embadurnado de eso mismo; para el cura renegado con barragana que blasfema desde portales digitales; para los ideólogos que incitan al asesinato; para los palanganeros de satán.
¡Me las quitan de las manos!
Ni por 8 ni por 4 ni por 2.Por nada.
Las doy misericordiosamente gratis.
El modernismo y neoprotestantismo, asume las mismas tesis soteriológicas que Lutero, es decir, el hombre corrompido por el pecado original, está constreñido a pecar, negando así el libre albedrío católico,
el pecado ya no es un acto libre y voluntario, sino una "debilidad" humana, algo de lo que el hombre no puede desprenderse. Así las cosas se crean a un Dios papá Noel bonachón, que envía a su Hijo a la tierra, para que con su sólo sacrificio gane el cielo para todos.
Como los pecados no son pecados sino "debilidades", y tenemos el cielo asegurado, no hay purgatorio, ni reparación por los pecados, ni infierno, el demonio no existe, es una simple "idea" del mal en el mundo. No tienen razón de ser las indulgencias, la Iglesia Jerárquica ni el Papa, el culto a la Santísima Virgen, santos y ángeles. No tienen sentido la Tradición, los Dogmas ni la doctrina de los padres de la Iglesia. Basta la "sola Escritura", como única fuente de revelación y autoridad, interpretada según cada cual.
Por tanto en muchísimos funerales católicos al igual que en los protestantes, el finado ya ha ido a la "casa del Padre" y "Jesús" ha ido a su encuentro. El funeral entonces como en el protestantismo, es un homenaje al difunto, donde se exaltan sus "méritos" y "virtudes", se le leen "poemas"..y resulta una feliz despedida, pues "ya está gozando en compañía de "Jesús", en ese "hotelazo de lujo", que es la "casa del Padre".
Al final, del modernismo y neoprotestantismo, como en el protestantismo puro y duro, está la doctrina de la nueva Era, donde el hombre construye un Dios, que se acomoda a sus gustos y caprichos, y donde no hay Cruz, ni sacrificio, ni redención.
Y por si no fuera poco las fuentes de la Revelación, el Magisterio unánime y constante de la Iglesia y la doctrina de los Padres de la Iglesia, últimamente tenemos la Revelación Privada, donde se nos dice lo mismito:
(Extracto de los mensajes del Jesús el Buen Pastor, a un mensajero suyo en Colombia, que podéis encontrar
en:"www.mensajesdelbuenpastorenoc.org")
ABRIL 23 2018 1: 20 P.M.
LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL BUEN PASTOR A SU REBAÑO
Rebaño mío, la cultura pseudoreligiosa de la Nueva Era que le sirve a mi adversario, está haciendo perder a gran parte de la humanidad. La Nueva Era busca a través de su filosofía y corriente religiosa, divinizar al hombre colocándolo a la misma altura de Dios. Cultura de soberbia que está llevando a muchos a la oscuridad y a las tinieblas. Esta humanidad ingrata y pecadora se niega a cargar la cruz de la redención, busca en la Nueva Era el dios de sus antojos y caprichos; acomodándose en una cultura donde no hay compromisos ni mandatos; donde el hombre es considerado como un dios que todo lo puede hacer y crear, con base en el poder de su mente. Esta cultura pseudoreligiosa del dios light, sólo conduce a la muerte eterna.
Todas las técnicas y parafernalia de la llamada cultura de la Nueva Era, son una puerta abierta para la entrada de los demonios en el alma de aquellos que la practican. ¡Cuidado ovejas de mi grey de caer en este engaño de la Nueva Era! Acordaos que este mundo está en poder de las tinieblas que busca por todos los medios de hacer perder el mayor número de almas. Mis ovejas conocen mi Voz y me siguen, porque saben que soy su Pastor, y van detrás de Mí, llevando cada una la cruz de la redención. Dios light, no hay, si queréis ser mis discípulos, debéis de cargar con vuestra cruz a imitación mía; de lo contrario no sois de mi rebaño. No os dejéis engañar por los emisarios del mal que os ofrecen un paraíso sin calvario, porque esto es vana ilusión. Sin sufrimiento no hay purificación ni redención.
Dentro de la carrera de Teología hay una asignatura llamada Escatología en la cual se supone que se tratan de estas cosas. Si los pastores que presiden las comunidades parroquiales no tienen claras estas cosas, pues que se puede pensar; y uno se pregunta si los que se ordenan tienen una confusión doctrinal sobre estas materias, pues es algo que se tenían que hacer ver los formadores.
(Y por favor, que esto no se trata de que si carcas, de que si progres, ni etiquetas de estas).
Juanestella, dixit.
Esto era un grupo de viudas que añoraban mucho -eso decían- a sus maridos. La una se lamentaba porque en vida de su Pepe, nunca había tenido que llamar a un fontanero. Otra, que en vida de su Manolo nunca tuvo necesidad de un electricista. Otra, que nunca necesitó un persianero con su Cándido en casa. Hasta hubo una que dijo que nunca había entrado en su casa el de las bombonas de gas. Y así una y otra iba añadiendo cualidades a sus extintos maridos, pues todos ellos rivalizaban en cuanto a manitas. Hasta que una tal Graciela, muy dispuesta ella, cortó por lo sano: pues chicas, desde que mi Afonso se fue al cielo, ¡yo es que estoy en la gloria!.
En la web de Infovaticana se indica lo siguiente: "Incorporamos tres nuevas firmas invitadas al plantel de colaboradores de Adoración y Liberación. Por una parte, hemos fichado (sin que él lo sepa) al Padre Jose Luis Aberasturi. Ya sabéis en que circunstancias y porqué vamos a publicar sus artículos para el bien de las almas."
https://youtu.be/5MXsFbVsdZc
Hay todavia esperanza.
Dejar un comentario