Frases solemnes rellenas de nada(II): "fiel a sí mismo"
Es el gran argumento de todo tránsfuga. Cada vez que un político cambia de chaqueta lo hace por fidelidad a sí mismo. Salvo rarísimas excepciones, suele pasar de concejal sin cartera a teniente de alcalde, concejal de urbanismo, de gobierno o de hacienda. Rarísimo que por fidelidad a sus principios un concejal deje una concejalía sustanciosa para ir a la oposición y ser la nada. Fiel a sí mismo. A sus principios. Es decir, a los suyos, y como son suyos, como Groucho Marx, los cambia cuando quiere.
Yo tengo mis reticencias a la gente fiel a sí misma. Pongo algún ejemplo. Si un hombre decide casarse con una mujer, le pido que sea fiel a su mujer, a su proyecto de vida, a su compromiso. No a sí mismo. A ella evidentemente le pediría lo mismo. Otro ejemplo. Si me llega a la parroquia alguien y se me ofrece como catequista y se presenta como alguien fiel a sí mismo, directamente le digo no. En la parroquia no quiero catequistas fieles a sí mismos sobre todo si no me lo explican muy bien. Quiero catequistas fieles a Cristo, a la iglesia, y al compromiso adquirido con la formación de los niños. Y un servidor, que en la ordenación sacerdotal prometió servir fielmente a la gente y además obedecer a su obispo, lo que tiene que hacer es ser fiel a sus promesas. Yo no sé distinguir entre fidelidad a mí mismo, a Cristo y a la iglesia. Es más, yo soy fiel a mí mismo cuando estoy a disposición de mi obispo y cuido de mi parroquia tal y como me pide la iglesia.
¿Y eso no es renunciar a la libertad, a la conciencia, a los principios? En absoluto. Libremente prometí obedecer. Libremente acepté ser sacerdote como me pide la iglesia. Libremente asumí compromisos. Y para siempre. Y eso para mí no es revocable. Y cuanto más obedezco, más estoy siendo fiel a mi libertad. Es como un trabalenguas, pero real.
Cuesta el compromiso y más definitivo. Los políticos se cambian de chaqueta. Los principios se mudan sin problema. Y al final el peligro es el de convertirse cada uno en su propia medida. Y ser uno juez y parte está muy feo. Y peligroso. La grandeza del ser humano está en comprometerse libremente con las cosas que merecen la pena. Y saber mantener ese compromiso por encima de todo.
Para mí fiel a sí mismo es el que mantiene la fidelidad a sus compromisos libremente adquiridos. El que cambia de opiniones, el que evoluciona hacia la concejalía que más calienta, el que sabe estar siempre junto al sol que más calienta, el que cambia el discurso según las circunstancias, no es fiel a sí mismo… es un chaquetero, alguien de quien no fiarse. Y no es lo mismo. Aunque lo disfrace aprovechando que estamos en un carnaval permanente.
25 comentarios
Gracias por compartir su fidelidad.
El que le obedece a Él no se equivoca nunca y una vez dada la fidelidad, porque por nuestra libertad nos da la gana, es para siempre con la ayuda de su gracia.
En el día de San Vicente de Paul, Dios con nosotros.
Los políticos, sean ateos o no, se supone están obligados a lo que su partido defiende porque un político, como un cristiano, pertenece a una colectividad bien definida.
La fidelidad a sí mismo solo es posible en el caso de un Robinson Crusoe ateo, porque el de la novela tenía una Biblia y eso ya implica otro tipo de fidelidad incluso estando solo, porque la idea del bien y del mal, de lo que podía o no podía hacer, no le venía de sus ocurrencias sino de la moral a la que se había adscrito antes de llegar a la isla.
Ser fiel a sí mismo equivale a decir que uno se ha echo a sí mismo; y que por ende está por encima del bien y del mal.
Nadie como el Demonio por hacerse a sí mismo, en imagen y semejanza a lo que es la oscuridad y la muerte, es fiel a sí mimo.
-Te quejas porque te someten; Si tú sometes a otro:¿No serás tú igual que ellos?
-Tú te quejas porque te someten por la espada y por el fusil; y tú pretendes someter a otros con armas mayores. ¿Acaso no serás tú peor que ellos?
-Si entras ahí no saldrás nunca jamás? - me aseguró.
Y viéndome así, yo acorralado, impotente y postrado por aquel decir en ser y no ser; y poder y no poder: reclamé airado hacia aquel quien así me hablara:
-¡Yo quiero hacer ley nueva!: mas si puedo y no puedo: ¿qué debo de hacer?
Y me dijo: Levántate y cuádrala.
Y, ciertamente, he de decir que gracias a Dios, yo no entré en eso de la política que hoy día consiste en: Legalizar el divorcio y el aborto; considerar como generosa práctica de caridad lo de la eutanasia; Desde niño, imponer a la sociedad, la Ideología de Género como beneficiosa práctica de la sexualidad etc. etc.
- Y por ser fiel a lo que de mi mismo, Dios, esperaba de mi, me dijo y me hizo ver y comprender el porqué y para qué los caminos y los planes de, Él, no eran los caminos y los panes de los hombres.
Aunque es distinta, la expresión "hecho a sí mismo" no es tan contradictorio, pero sí irreal. No hay absolutamente nadie así, "hecho a sí mismo". Tampoco Trump, ni Jesús Gil, ni mi abuelo paterno que lo tenía a gala, en mala hora...
Buen artículo padre, Dios le guarde.
Y sin embargo se usa mucho
Cuando mis dos únicas neuronas se pusieron de acuerdo, decidí que fiel sólo hay que serlo a Dios Santísima Trinidad y a su Palabra (aunque con magros resultados) y que el "a mí mismo" se podía arrinconar en el desván junto con las figuritas de los chinos que te regalan las solteronas y que tú agradeces con caritativa sonrisa.
El desconfiar de mí mismo, se afianzó en mí al reconocer que me levanto a las dos de la mañana para robar el dinero de mi propia cartera, para enviarme anónimos con amenazas de muerte y cantar endechas a la desaparición de Martín Lutero, ese testigo del Evangelio.
En la ciudad donde paso temporadas donde hay muchos homosexuales es llamativo que muchas parejas sean como réplicas el uno del otro. El otro día en un concierto veía dos cabezas a la misma altura, dos cogotes con el mismo corte, sobresalían dos gafas de perfil de la misma marca, dos pantalones iguales y dos chaquetas conjuntadas. La repetición de este fenómeno: misma estatura, misma complexión, mismo peinado y mismo atuendo ya me está mosqueando. ¿Buscan a otra persona o se buscan a si mismos? Porque aquí el "ser fiel a si mismo" podría tener sentido si el simismo es la réplica que está al lado.
Los homosexuales, que por mucho que insistan siguen siendo el 1% de la población, se refuerzan unos a otros con sus señas de identidad, eso les da un sentimiento de comunidad, de no estar solos, incluso de que son muchos.
Espero que tenga usted sentido de la ironía. Un saludo.
Que nadie vaya a pensar otra cosa, porque después de todo los que mudan de parecer son los demás, no ellos que son de una sola pieza como el oro macizo.
Esta lealtad sorprendente me recuerda una vieja polémica de nunca acabar, porque mientras algunos dicen que los legisladores que abandonan su partido para irse con el vecino son traidores dado que la banca no es de ellos sino del partido que los llevó en su boleta, ellos retrucan lo más campantes que la banca no es del partido sino de ellos porque los eligió la gente.
Sea como fuere la cosa está visto que la democracia da para cualquier cosa, porque mientras los políticos y los partidos se echan culpas mutuamente a ver quién es más traidor de los dos, lo único cierto es que ellos siempre se las ingenian para vivir como reyes de los impuestos que paga la gente mientras la gente cada día vive peor.
"Y cuanto más obedezco, más estoy siendo fiel a mi libertad" (...más libre me siento), no puedo dejar de oír los sones de una canción, de la que, por ser un poco gamberra, no daré más datos (seguro que una de la dos neuronas de Haddock ya se ha puesto a investigar...:¿pistas?, moteros...).
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