Nos acaban de hacer una auditoría en la parroquia
El arzobispado de Madrid, en aras de una mayor transparencia y el deseo de gestionar los bienes de la archidiócesis de una manera más eficaz, ha decidido dar paso a unos auditores externos que, en primer lugar, han llevado a cabo un amplio estudio de las cuentas de la curia, estudio que en su día se nos presentó a los sacerdotes y que deja las cosas en bastante buen lugar. Se pueden mejorar aspectos, pero, en general, nos damos por razonablemente satisfechos.
Para empezar, he de decir que lo de las auditorías me parece una buena cosa, y una muestra de respeto sobre todo hacia las personas que apoyan a la Iglesia Católica con sus donativos. La gente es buena, y se fía de sus sacerdotes y de los consejos parroquiales de economía, pero si además de esto, hay auditores profesionales que lo certifican, mejor para todos.
Tras la auditoria de las cuentas diocesanas, se nos dijo que, poco a poco, nos tocaría a las parroquias. Una de las primeras, la de un servidor, que se ha ido llevando a cabo sobre todo en el segundo trimestre del curso, y que ha concluido en junio con el informe que se ha hecho llegar a la parroquia y al arzobispado.
Agradecido por ello. La verdad es que te da mucha seguridad y mucha tranquilidad el que unos profesionales, en este caso PwC, lleguen a la parroquia, pidan papeles, revisen contabilidades, documentos bancarios y todo lo que sea menester, y al final te digan que perfecto, que todo correcto, y hagan pequeñas sugerencias para mayor eficacia del trabajo.
Tengo que reconocer que la parroquia dispone de un consejo económico de lujo. La persona encargada de llevar directamente la contabilidad es auditor de profesión y uno de los miembros del equipo, por citar uno, es catedrático de economía y miembro del comité de expertos que ha realizado para el gobierno el gran informe sobre financiación autonómica.
“Nos van a hacer una auditoría”, les dije. Respuesta: pues perfecto, así ven cómo se llevan las cosas, y podrán darnos pistas por si se hace necesario mejorar algo. Hoy están contentos y satisfechos como yo.
Ahora tocaría llevar a cabo también auditorías pastorales. Es facilito y no hay ni que avisar. Se acude a cualquier parroquia, por sorpresa, y se evalúan datos simples: número de sacerdotes con cargo pastoral, misas en laborables y festivos, horarios de apertura del templo, despacho, Cáritas, confesiones. Esto se puede hacer sin pisar el templo. Otra forma muy interesante para ver cómo funciona la parroquia es la de llamar en distintos momentos del día y de la noche a ver si alguien contesta al teléfono.
En una segunda fase, se va al templo y se comprueba que, efectivamente, esos horarios se cumplen. Luego tocaría revisar si se celebra según el misal, la predicación es conforme al catecismo, la catequesis se hace con textos aprobados, los enfermos son atendidos, los libros parroquiales están al día.
Porque claro, si una parroquia tiene bien las cuentas, y ya es algo, pero apenas hay misas, no se confiesa, el despacho está cerrado, nadie contesta al teléfono (¿y si hay una enfermo grave?) y se forma a los niños con el catecismo de la señorita Pepis, pues no hacemos nada. Mucho más importante la auditoría pastoral. Ahí queda la idea.
28 comentarios
Si controlar el dinero me parece bien (ya se sabe que el manejo de éste sin control, suele traer problemas, naturaleza humana vaya), parece a veces que la Iglesia se ha convertido en una ONG en el peor sentido de la palabra.
Es decir, Cáritas está bien, pero si bien Cáritas es Iglesia, la Iglesia no és Cáritas. No sé si me explico.
Parece que hemos olvidado que es de la evangelización y seguimiento de Jesucristo, de donde después derivan todas las obras de caridad que la Iglesia hace. No al revés. Y la Iglesia no es una empresa de centros educativos, ni de fomento de la cultura, ni de creación de hospitales, ni de atención a necesitados...¿suena eso de "id y haced discípulos"?
Y seamos sinceros...salvando casos individuales ¿alguien se preocupa de ver si esto se hace o no se hace? Será que en la tele eso no viste...
Da gusto ver, que "desde dentro" también hay quien se da cuenta. A veces, como simple laico me pregunto si es que desde el vicario, hasta el obispo, pasando por los párrocos etc... no les importan algunas cosas.
Gracias D.Jorge.
Siempre me ha sorprendido que muchos párrocos extraordinariamente preocupados por los pobres tengan los mejores coches y las vacaciones más caras. Y, ojo, que tiro de lista.
Salut
¿ Contabilidad financiera o de costes o ambas ?
¿ Cuentas Anuales ?
¿ Estados de flujo de efectivo ?
¿ Qué normativa se aplica estatal, eclesial o ambas ?
Un auditor en el consejo económico... Ya le pueden a vd. tirar con munición de calibre, que tiene para parar el golpe... jajajaja
Porque en el fondo es vd. un buenazo, sino nos habría contado qué cosas vió su auditor del consejo económico que no fueron bien auditadas... jeje
Habría que transformar la pregunta del niño dirigida a muchos consagrados:¿Tú ejerces por vocación y amor a Jesucristo, o, haces que trabajas para tener la vida resuelta porque no sabes hacer otra cosa?
Tiene enjundia la pregunta del niño.
Es cierto que la auditoría le cuesta dinero al arzobispado. pero eso es una respuesta a corto plazo. A largo plazo, todo lo que sea profesionalizar la gestión de las entidades eclesiásticas (y hacer auditorías periódicas es profesionalizar la gestión), supone grandes ahorros de dinero y de tiempo, porque este se debe emplear para la pastoral y no para tapar desaguisados. Si no hay auditorias, tarde o temprano aparecerán desaguisados, eso es seguro.
¿Quieres un ejemplo? Lo que está ocurriendo en el IOR. Si hace veinte años PwC u otra hubiera hecho auditorías, la Santa Sede hoy se habría ahorrado bastante dinero, tiempo y a nosotros nos hubiera ahorrado mucha vergüenza.
¿Quieres otro ejemplo? El robo del Codex Callistinus de hace unos años. Si la gestión del patrimonio se hubiera llevado profesionalmente, eso no habría ocurrido.
mano.
Iré acompañado de mi antiguo equipo de rugby; eso sí, todos de traje negro, corbata y gafas de sol.
Prometo grandes mejoras pastorales.
Gran idea lo de la auditoría pastoral. Pero cuidado.
Una auditoría de ese tipo funcionará si se dan ciertas condiciones precias:
Uno, si los superiores tienen interés en que se hagan y con una finalidad concreta: asegurar que se trabaja de forma "eficiente" y dedicada por el bien de las almas. Las auditorías contables existen porque los superiores (Las autoridades) tienen un interés concreto. asegurar que se cumple con las obligaciones fiscales y con el deber de información a los accionistas.
Dos, que se apliquen criterios claros, estables y objetivos. En el caso de las auditorías contables es así y los criterios se actualizan de vez en cuando en función de la experiencia acumulada.
Tres, que los católicos entiendan, sin diferencias importantes de fondo, que esto es importante y bueno para todos. Una vez más, así ocurre en el caso de las auditorias contables. Todo el mundo entiende su valor.
- ¿Cuántas veces en sus cartas parroquiales ha citado al Papa Francisco?
- ¿Ha usado correctamente las fórmulas "Iglesia en salida", "periferias", "opción preferencial", "olor a oveja", "fariseismo conservador", etc?
- ¿Fotos con inmigrantes compartidas en Religión Digital?
- ¿Ha dejado claro que lo importante es la alegría y no la salvación?
- ¿Ha dejado claro que da igual en qué se crea, todos nos salvamos?
Perfecto. Siguiente.
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