Entre la doctrina de la Iglesia y la ley civil
Está siendo noticia estos días la persecución contra D. Claudio Ballester por una homilía de hace algunas fechas. Para nada voy a meterme en el contenido de la misma, pero sí necesito reflexionar sobre algo que tenemos ya sobre la mesa. Se trata de qué hacer cuando se produce un conflicto abierto entre la doctrina de la Iglesia y la ley civil.
Dos frentes tenemos abiertos y lo que se nos viene encima. Uno, evidente, el del aborto, que será legal de acuerdo con nuestro ordenamiento jurídico, pero que es del todo inmoral con la doctrina de la Iglesia en la mano.
El otro frente es el de la ideología de género y las leyes que la amparan, entre las cuales está le conocida como “ley Cifuentes” de la comunidad de Madrid que entre otras cosas, castiga con severísimas penas cualquier expresión que se entienda de discriminación, incitación al odio o menosprecio a personas con identidades y prácticas sexuales propias.
Dicho esto, y a modo de ejemplo, nos podemos encontrar con comisarios morales que se dediquen a vigilar nuestros templos para comprobar que en ellos no se dice nada que contravenga las leyes. Porque, hete aquí, que servidor un día, en la homilía, diga, explicando por ejemplo la carta de san pablo a los Romanos y siguiendo el catecismo, que las relaciones íntimas entre personas del mismo sexo son depravaciones graves, que la Tradición ha declarado siempre que “los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados”, y que son contrarios a la ley natural, que cierran el acto sexual al don de la vida, no proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual y no pueden recibir aprobación en ningún caso.
Con la ley Cifuentes en la mano, saben que puedo ser condenado a penas graves, con multa importante y esperemos que nada más.
Imaginen que un servidor, en una homilía, afirma que el aborto es el asesinato de un ser humano y que todo aquellos que lo promueven, ejecutan y aprueban han de ser considerados asesinos y cómplices de una gran maldad. La condena puede ser de las serias.
No es ciencia ficción. Es lo que hay y con lo que hemos de acostumbrarnos a lidiar.
¿Respuesta? Hay una facilita, que es la de dejar de hablar de ciertos asuntos para no ser molestos y no tener problemas. Pero, claro, uno se encuentra con el problema de que su obligación es instruir y formar a sus fieles y de manera especial en ciertos temas que hoy están en la actualidad y en la sopa.
Lo más sencillo es ir omitiendo todo aquello que pueda ser conflictivo en aras de una supuesta paz social que, en el fondo, no es más que sutil forma de bajada de pantalones. Tenemos la ley del aborto ampliamente aceptada por los políticos y una parte importante de la ciudadanía. Tenemos la ley de ideología de género y nos viene a marchas forzadas la eutanasia. No hablamos del matrimonio como sacramento por no ofender a los que han decidido vivir juntos sin más e incluso afirmando que tampoco está tan mal.
Yo advierto desde ahora que seguiré llamando asesinato al aborto y a la muerte provocada por más que se camufle bajo el nombre de “muerte dulce”. Pienso seguir diciendo que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados y una depravación grave. Que desde hoy acepto las multas que me vengan y que recurriré siempre que pueda, y que si toca cárcel, cárcel. Y lo digo por escrito. Si vienen las condenas, morales ya están, y penales se esperan, Dios me cuidará y el Socio me defenderá. Amén.
54 comentarios
El clero que se arrodilla ante Dios y el que se arrodilla ante el mundo.
El padre Custodio y el padre Ángel (por poner dos ejemplos antagónicos)
Cada uno podrá elegir con quien se alía,
Que el Señor nos de la gracia de estar con los primeros.
Una doble moral y una doble forma de vida que no lleva a ningún sitio excepto a la esquizofrenia
¡¡¡ Grande es vd. !!!
Segundo. Seguro que al padre CUSTODIO Ballester, le dará la risa cuando vea que le ha llamado Claudio... dirá Claudio... como el gallo aquel de los dibujos que estaba tarumba... hacia unas locuras... siempre saliéndose del relato ordinario.
Tercero. Nos haga el favor, de llegado el caso, que la coletuda Cifuentes le aperciba con multa administrativa, de hacernos sabedores de tal lujuria, digo injuria, (es que esta cifuentes) que montemos una cuestación.... porque D. Jorge... su cruz es nuestra cruz, aunque vd. lleve el madero gordo... y nosotros sólo ayudemos como silenciosos Cirineos.
Estos no quieren ni buscan el arrepentimiento ni la misericordia de Dios, lo cual es mucho más grave que el acto homosexual en si y es este desprecio a la misericordia de Dios lo que los enfila hacia el infierno.
desprecian la misericordia de Dios, lo cual es un pecado más grave que los propios actos homosexuales y conduce al infierno.
Advertir de este riesgo es caridad.
Dejarles en la duda sobre la gravedad de esta conducta es inmisericorde.
Decir que la homosexualidad es pecado es invitar al odio?
Invitamos al odio a los ladrones si decimod que robar es pecado?
Y a los adulterios? Y a los asesinos, etc?
Pienso que la mejor arma doctrinal para combatir la ideología de género son las catequesis de. san Juan Pablo II sobre la Teología del Cuerpo.
Y ante el totalitarismo imaginación.
Buenos días.
Y gracias padre Jorge
Una vez más, gracias, D. Jorge, por no abdicar.
Un abrazo y mis oraciones.
Al homosexual hay que decirle: si eres casto y vives las virtudes cristianas serás feliz y puedes ser santo, y no: deja de "ser" homosexual o te condenas en el infierno.
Eso si, a ver cuando se atreven a mandar a un comisario de esos a una mezquita y a poner al imán de turno en un banquillo.
Me gustaría una foto, de esas agresivas, de los tan orgullosos gays en la puerta de la mezquita de Madrid, por ejemplo.
Y qué casualidad que todos esos periodistas, micrófono en mano, haciendo preguntas sobre el Orgullo Gay no hayan encontrado a ningún queridísimo refugiado o refugiada musulmán para preguntarles qué piensan al respecto. Sería genial la experiencia.
Aplaudo su testimonio.
Durante el franquismo ningún sacerdote podía casar de nuevo a dos bautizados si se había casado previamente por lo civil alguno de ellos: el matrimonio civil era admitido (no el divorcio). Las normas del Estado preponderaban a las de la Iglesia por el Concordato (la confesionalidad era sui generis). Sé que algunos lo hicieron de escondidas... En las fachadas de las Iglesia se imponía como mínimo el nombre de José Antonio Primo de Rivera pintado, lo cual no encajaba demasiado...
Y es importante, que el sacerdote siempre se abra al Espíritu Santo, para hablar. También los Santos en su tiempo, fueron demasiados incomprendidos por personas que no buscaban la conversión del corazón. Los sacerdotes que predican homilías desde el púlpito, su deseo es el bien y salvación de las almas. Pero sucede, que ni siquiera muchos que escuchaban a Jesús cuando predicaba, cuando denunciaba el pecado, la corrupción, ya sabemos los terribles padecimientos que tuvo que soportar, por obediencia al Padre Celestial. Le crucificaron.
Un sacerdote por Cristo tiene que sufrir mucho; pero esta vida temporal no es el paraíso, sino que inmediatamente después de la muerte, cuando se ha sido fiel y perseverante en el Señor, entra en la Vida eterna.
Los que codician el dinero de los pobres, por las multas, también su tiempo en este mundo es muy breve.
De cualquier manera, mientras la Constitución siga vigente, no tendría que haber conflicto, dado que reconoce la libertad religiosa, de expresión y el derecho de los padres a educar a sus hijos. Si salimos a la calle y nos rebelamos contra la dictadura que nos quieren imponer, podremos conseguir mucho. De momento, contamos con el P. Ballester, los de Hazte Oir y parece que también con Socio ¡¡¡ÁNIMO!!!
Durante el franquismo, todos nos casábamos en el juzgado (matrimonio civil), con una firmfa delante de la ventanilla del funcionario y a los 4 o 5 días, celebrábamos la boda religiosa (es decir, el Sacramento).
Hoy en día, a todos los que se casan en la iglesia, (unos, simplemente en la Iglesia, y otros por la Iglesia) y el matiz es importante pastoralmente hablando, es la parroquia, la que cursa el expediente al juzgado, para que se reconozca, como matrimonio civil y al cabo de unos 15 días, van a recoger el Libro de Familia, según los Acuerdos con la Santa Sede.
Este es uno de los motivos, por los que los viudos/as mayores, no se casan, (algunos desde la fe, lo hacen en secreto), porque de lo contrario pierden la "pensión"...
Otros muy "modernos", forman parejas de "hecho", imitando a los jóvenes, porque, claro, "los tiempos han cambiado"... y la fe queda aparcada, es secundario... Así nos va. Pero las cosas como son.
Una foto donde se le ve en procesión con la Virgen, que dentro de poco constituirá delito de Incitación a la Violencia de los no Creyentes.
Otra donde está en el confesionario como si le hubiera sido concedido el perdonar los pecados, cuando esto sólo lo puede hacer Alá (aunque él sea más de matanzas y masacres que de perdones) delito clarísimo de islamofobia.
Una imagen suya con una Biblia en la mano; ese libro homófobo, misógino y fascista. A los que salimos a la calle vestidos únicamente con chanclas fucsias, tanga de leopardo, gorra de la Gestapo, y como complementos unas gigantescas pestañas y una porra de policía que chupamos continuamente, nos parece que ese libro ataca la dignidad de nuestra imagen.
Hablamos con Putin para rehabilitar un Gulag en Siberia para gente como usted, pero nos dijo cosas inapropiadas y ofensivas. Así que estamos construyendo uno en Teruel, que en invierno se parece mucho a Siberia, Se llamará Gulag Carcico, en homenaje a Carmena, Cifuentes y Colau, y si no me obedece, lo va a estrenar.
JO, JO. JO JOO
(Perdón; quise decir Jiiiiiiiii, Jiiiiiiiiii,Jiiiiiii.)
A ver si te enteras de una vez que el que tu no entiendas algo no quiere decir que sea irracional o ininteligible, sencillamente eres intelectualmente muy limitado. O mala persona, pero me niego a creerlo
Y por cierto hoy día en mi país cuando los grupos homosexualistas o pro-aborto (muchos de estos grupos apoyados economicamente por la Cooperacion Española) piden en sus obscenas marchas "tolerancia y respeto" y los gruñidos en contra de "la homofobia" o del rechazo al aborto de nuestra sociedad por parte de los columnistas del periodico local pagado por Open Society Foundation de George Soros solo me rió sarcásticamente de conocer cual es el "premio" que recibiremos por ceder ante estos.
Y respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
Pues este pasaje es perfectamente aplicable a la situacion que Vd. describe,D.Jorge.
Pero se echan de menos voces que lo digan alto y claro¡¡
Sería muy aleccionador y didáctico para esta panda de deficientes, el saber que a un potente manantial no lo frenas con tres corchos de botella de vino.
Gracias por expresarse de forma tan clara. Ante alguna adversidad por causa del Evangelio, sus amigos no le dejaríamos en la estacada.
Con humor le expreso, que Socio estaría encantado de estar con vos en la cárcel, de lo contrario igual se muere de pena.
Que el Señor le bendiga.
Las pavadas que llevan diciendo los curas en sus homilías, muchos de ellos evitando conscientemente temas controvertidos y dejando una oportunidad única para evangelizar, las venimos sufriendo todos los fieles mucho, mucho tiempo.
Esto no es nuevo, es otra vuelta de tuerca en ese espacio que deliberadamente hemos entregado, los curas los primeros a la SANTA CORRECCIÓN POLÍTICA...
Y siempre, siempre, siempre "Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres"
Por eso, el problema es que si sólo unos pocos se manifiestan como Ud, Padre, lo que va a ocurrir está claro. pero si fueran muchos, y todos los fieles -y las personas de buena fe en general- nos movilizásemos con firmeza, esta genta daría marcha atrás. porque son mucho más cobardes de lo que parece. Tienen intereses, no convicciones.
Sólo una movilización general les hará parar. Si no, veremos aún más normas liberticidas y la libertad de religión, de pensamiento y de expresión habrán desaparecido de hecho en poco tiempo.
Que este silencio al caso más dice del qué y cómo otorgar más que negar.
Don Jorge, tarde o temprano todos morimos; y unos, por necios la mayoría, se van al infierno y otros en minoría, si perseveramos en nuestra fe sin complejos, iremos a ver a Dios.
Todo es cuestión de saber escoger y no engañarse a sí mismo ya sea por miedo o por necedad. Que el final, en el último suspiro, todo ser, hasta el animal quisiera racional
Gracias por su ejemplo, D. Jorge.
De ahora en adelante a los católicos nos va a temblar el bolsillo porque entre pagar multas de curas, sostener a la Iglesia con nuestro peculio y demás fruslerías vamos a tener que dejar de templar gaitas y concentrarnos en lo nuestro, como hacían los primeros cristianos. Porque no hay que olvidar que éstos se sostenían ellos mismos pero no les daba para poder sostener además a los sacerdotes del culto de Mitra, a los gnósticos, a los judíos minín expulsados de la sinagoga y a otros que andaban por allí. Mientras fuimos muchos dimos a todos, en el momento que seamos pocos tendremos que priorizar y, créame, usted está el primero de mi lista.
Con el dinero de los pobres, Cáritas, para ¿dárselo a los ricos? Me parece que no es una solución acertada.
Lo que tenemos que hacer, es aumentar el tiempo de nuestra oración, de nuestros encuentros con el Señor en la iglesia, en el sagrario. Puesto que la mayoría de los cristianos han dejado de orar, el mal sigue creciendo como un cáncer incurable. La solución es comenzar a orar en espíritu y verdad.
Esto tiene toda la pinta de que pronto proclamar públicamente la moral católica, tal cual es, costará multa e incluso cárcel. Pero bueno, primero en el Harmagedón y finalmente en la batalla contra Gog y Magog, todas las fuerzas democráticas laicistas anticatólicas serán arrojadas al lago de fuego y azufre. Solo el que gana la última batalla gana la guerra Non prebalevunt..
Pues ya hemos llegado al epítome y cénit del estado liberal, don Jorge. Y ya ha implantado el control de la Iglesia.
Un sacerdote que en una homilía o en una catequesis diga que, según la Moral Católica, el aborto o la sodomía, por ejemplo, son pecados gravísimos o graves desórdenes morales, está amparado por tales Acuerdos. Y ello no puede ser calificado sin más de homofobia ni de abortofobia ni de delito de odio, ya que es un derecho reconocido a la Iglesia por el Estado el predicar y exponer la Moral Católica.
En virtud de dichos Acuerdos se puede decir que los predicadores católicos están hasta ahora asistidos por la Ley. Pero cuando se derogen tales acuerdos (lo cual ya está en mente de los partidos políticos) la cosa se pondrá aún más cruda. Ya veremos en qué para la cosa.
Dejar un comentario