No os quiero buenos, os quiero santos
Cada semana ofrecemos a los fieles una hojita litúrgica en las celebraciones dominicales. En ella pueden encontrar las lecturas bíblicas del domingo, los cantos para la celebración, una pequeña reflexión de un servidor y las noticias más destacadas de la semana.
Creo que la hojita, para que sea útil, debe decir las cosas claras y aportar ideas concretas para crecer en la vida cristiana. Digo yo que una hojita semanal para dedicarse a hablar de alteridad, corazón abierto a las miserias del universo y la necesidad de sumergirse en la infinitud de lo alto no dejaría de ser una memez y una pérdida de tiempo.
Acabo de enviar los textos para la hojita de este próximo domingo al voluntario encargado de su maquetación, voluntario, por cierto, cosas de internet, que ahora mismo se encuentra viviendo en California, USA.
Sin más, les dejo lo que aparecerá este domingo en la hojita litúrgica parroquial:
UN PLAN PARA LA SANTIDAD
Claro. Porque aquí no se trata de ser buena gente, sino de ser santos, que es mucho más. Pues sepan que hay gente que me pide la receta… Y resulta que recetas no hay. Dicho esto, me atrevo a sugerir algunas pistas:
1. Oración. Ahí tenemos la capilla de la adoración perpetua que debería ser de visita diaria obligada, aunque solo fueran unos minutos para saludar al Señor.
2. Meditación de la escritura. Cinco minutos diarios para empezar. Tan facilito como leer el evangelio dos minutos y meditarlo tres.
3. Un propósito diario de vivir en todo siguiendo los mandamientos de Dios y de la Iglesia.
4. Confesión frecuente. Porque necesitamos revisar nuestra vida, la gracia del sacramento y sobre todo, porque llegado el caso no podemos estar ni un momento con la carga de un pecado grave en la conciencia.
5. Misa dominical imprescindible, y muy aconsejable diaria.
6. Devoción a la Virgen. Si añadimos el rosario, avanzamos no a pasos sino a zancadas.
Para empezar, ya tenemos bastante.
ES UN RETO QUE LES DEJO. Tenemos que ser una parroquia de santos, no solo de buenas personas.
¿Se animan a intentarlo?
CONTRAPORTADA:
Los Diez Mandamientos de la Ley de Dios son:
1º Amarás a Dios sobre todas las cosas.
2º No tomarás el Nombre de Dios en vano.
3º Santificarás las fiestas.
4º Honrarás a tu padre y a tu madre.
5º No matarás.
6º No cometerás actos impuros.
7º No robarás.
8º No dirás falso testimonio ni mentirás.
9º No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
10º No codiciarás los bienes ajenos.
Los cinco mandamientos de la santa madre Iglesia:
1º - Oír Misa entera los domingos y fiestas de guardar.
2º - Confesar los pecados mortales al menos una vez al año, y en peligro de
muerte, y si se ha de comulgar.
3º - Comulgar al menos por Pascua de Resurrección.
4º - Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre
Iglesia
5º - Ayudar a la Iglesia en sus necesidades
26 comentarios
Al final seguro que vendrá un devocionario.
Puede cada semana añadir una de esas oraciones y devociones olvidadas.
De poco sirven los buenos propósitos si no se tiene fuerza de voluntad para llevarlos a cabo. Y es que me parece que estamos formando una juventud "blandita".
¿Y de dónde sacas la fuerza de voluntad? o ¿por qué dices que estamos formando una juventud blandita? anda dile a un podemita que crea en Dios que te va a razonar mucho.
NO. Siento no estar más en desacuerdo. Misa diaria imprescindible para ser santo. Para ser cumplir con el precepto, solo dominical.
Esto es lo que dijo en su día magisterialmente el Papa San Pio X:
"El deseo de Jesucristo y de la Iglesia de que TODOS los fieles se acerquen DIARIAMENTE al sagrado convite se cifra principalmente en que los fieles, unidos con Dios por medio del sacramento, tomen de ahí fuerza para reprimir la concupiscencia, para borrar las culpas leves que diariamente ocurren, y para precaver los pecados graves a que la fragilidad humana está expuesta".
Para ser santo la tradición de la Iglesia ha definido una serie de medios que Vd. cita, pero no están todos en el mismo orden de importancia y efectividad.
Los medios principales son la recepción de los sacramentos y la vida de oración. Medios secundarios son todos los demás.
Ya supongo que Vd. no va a discrepar mucho de esto, pero llevo años viendo como la asistencia a misa diaria es la gran olvidada de todos los planes de nueva evangelización, reeevangelización, apostolado, espiritualidades y como cada uno lo quiera llamar. Y no se trata de dar opiniones al respecto, es que la Iglesia enseña que el medio fundamental para la unión por Dios pasa por la Eucarístia si o si. Y si no hay obstáculos graves, diaria.
A partir de esa asistencia diaria, se puede construir todo lo demás. Si no, habrá una carencia de alimento espiritual insustituible que le impedirá crecer lo que debiera.
12. La libertad interior, Jacques Philippe
dices: "su artículo recoge lo que necesitamos los católicos, nada más ni nada menos que evangelización clara y santa".
Pero no, eso no es evangelización, hacer catequesis no es evangelización, hacer misas no es evangelitzación, etc. Eso es ya para el crecimiento de los cristianos.
Evangelitzación es para los que no creen.
Ambas cosas son deber nuestro.
No es obligado, hacer todos estos terminos para ser santos, mejor diria que si eres santo, haras todas esas cosas con deseo y por añadidura.
Equilicuá. No en un artículo. Se podría desarrollar esta frase en una enciclopedia mayor que la Espasa-Calpe.
Además de todo lo que comentáis y sugerís sobre qué hacer para estar en ello, yo creo que también hay que leer y meditar todo, todo, todo el Nuevo Testamento una y otra vez un poquito cada día. Aunque creemos que lo sabemos seguiremos aprendiendo. La Palabra nos cambia la mente y el corazón, se renueva y nos renueva con la ayuda del Espíritu Santo. Leer la Biblia entera siguiendo un plan anual también conviene porque se nos revela Dios como El es y cómo cada uno lo necesitamos. Tratar con Dios es orar, leer, escuchar y recibir. Hay que orar sin cesar y vivir en la presencia de Dios mientras hacemos nuestro trabajo y actividades, de una manera natural como respirar, caminar, descansar...Nos ayuda mucho hacer la liturgia de las horas porque nos distraemos con tantas actividades y eso nos vuelve al Señor a lo largo de las horas del día.
En realidad para ser santos el trabajo importante lo ha hecho el Señor por nosotros, solo tenemos que dejarnos llevar, El nos facilita todo lo malo de vivir en este mundo si hacemos lo que El dice.Tenemos que dejarnos mover por El pase lo que pase y duela lo que duela. Es como llegaremos a ser santos y felices después de todo.
De todas formas, confieso que estoy "harta" de escuchar que nuestra obligación es ser santos y siempre tengo la sensación de que es un traje demasiado grande para mi, que no llego a ese nivel
Parafraseando: " Si permanecéis en mi amor guardaréis mis mandamientos".
¿ Y quién nos puede separar del amor de Dios,más que nosotros mismos?
Los católicos no aportan diezmos a la iglesia y se han acostumbrado al todo gratis, se quejan cuando se les pide una pequeña aportación en bodas o ceremonias particulares y critican "las riquezas" de la Iglesia sin tener conocimiento de lo que es en realidad.
El evangelio dice que hay que ayudar a los pobres dando prioridad a los hermanos en la fe, a la propia familia, a los de la parroquia y demás, y por supuesto atender al mantenimiento de sacerdotes y templos. Estos temas tampoco se predican ni se informan como es conveniente, solo se pide para el seminario, las misiones y la gente pasa de aportar el sobre cómo si no fuera con ellos. Hay muchos detalles de estos que deberíamos copiar de los protestantes en lugar de sus errores y teologías no católicas.
"Desde luego una hoja parroquial legalista, que no sale al encuentro y con cierto aroma preconciliar, mas pendiente de la ley que del espiritu. En la hoja no ha aparecido ni una vez las palabras amor, migrantes o pobres, pilares fundamentales del mensaje de Francisco. No va acorde a los nuevos tiempos de apertura y diálogo.".
Saludos agradecidos de Jose Luis Martinicorena
Las reclamaciones al Autor de los 10 Mandamientos. Si te parecen pocos o poco para ser santo supongo que te escuchará encantado.
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