Con su sotana colorá
Qué éxito las nuevas sotanas de los monaguillos de la parroquia. Rojas y con roquete. Ahí es nada. Teníamos una especie de túnicas que más que devoción daban lástima y que en lugar de convertir a los monaguillos en ministrillos del Señor los trocaban en pordioseros venidos a menos. Así que decidimos reconvertirlas en trapos para los cristales y hacer una pequeña inversión en dignidad.
Si les digo que fue estrenarlas y una avalancha de chavales que quieren ser monaguillos.
Ya. Ya me sé lo de los puristas: bah, vienen solo por la sotana. Pues para ellos la perra gorda.
Todos hemos conocido los tiempos de la liturgia desnuda. Esos de curas sin revestir, cruces sin Cristo, platos y vasos de cristal o de papel. Liturgia sin imágenes y procesiones, iglesias sin retablos, paredes lisas y nada que oliera ni remotamente a iglesia católica. Los resultados, catastróficos. Claro, porque las personas necesitamos signos, símbolos, cosas que nos emociones, un pelín de estética, belleza, armonía, misterio. Un poco de todo.
Quizá haya gente tan llena del misterio de Dios que no necesite nada de nada. Ha llegado al culmen de la contemplación y está por encima de cualquier materialidad. No es lo general. A los demás, a los corrientitos, nos viene bien tener una imagen, cuidar los ornamentos, agarrarnos al misal e incluso encender las velas con elegancia. Debe ser cosa de nuestra falta de fe y nuestra pecadora condición.
Pues si los mayores tenemos dificultades para la abstracción total ante la divinidad, imaginen los críos. Necesitan más que nadie símbolos, signos, vestiduras, campanillas, cirios y saberse importantes. Qué caramba, son niños y no vamos a pretender que tengan la madurez de la hermana Encarnación, Encarni, que se agarra una piedra y puede meditar dos días. Son muchos años de virtud.
Los críos de la parroquia se han lanzado a lo de ser monaguillos. No cabe duda de que en un primer momento puede ser que deslumbrados por la sotana y ese roquete más chulo que un ocho. Un pequeñajo que me había ayudado a misa alguna vez y que este verano decidió cortarse la coleta, al ver las nuevas sotanas volvió después de misa: “que me lo voy a pensar”. Pues claro. ¿O es que Dios no puede llamar como le dé la gana?
Están aprendiendo y no es cosa de agobiarse, pero saben salir perfectamente, no se mueven demasiado (es que son niños), acompañan al sacerdote con velas durante la lectura del evangelio, acercan las cosas desde la credencia al altar y empiezan a ser duchos en el manejo de la vinajera, se manejan perfectamente con el lavabo, se lo pasan pipa tocando la campanilla en la consagración y disfrutan con la bandeja en la comunión, aunque alguno especialmente celoso es capaz de rebanar algún gaznate.
Misas de domingo. Chavalillos. Monaguillos siempre pillos. Y más chulos que un ocho con su sotana “colorá”. Cosas.
35 comentarios
Pero está claro que si tenemos posibilidades económicas de regalarle ese anillo a la chica que queremos y que nos quiere, le regalamos un cristal de esos que se nota a cinco quilómetros que es falso, lo más seguro es que nos lo tire a la cabeza. Y no arreglaremos el desaguisado diciendo: "Cariño, no importa que no sea una piedra autentica; lo que importa es la intención."
Si nuestro barrio fuera visitado por un jefe de estado, no quedaríamos mal si lo adecentamos y lo ponemos bonito. Pues igual pasa con las cosas de la iglesia.
Pero hay gente que, desde hace demasiados años, se empeñan en que "lo que importa es la buena voluntad", dirán algunos.
De todas formas, si esas personas quieren predicar con el ejemplo, pueden probar a ir a un curandero "con muy buena voluntad", en lugar de ir al cirujano que les quitará la apéndice que les puede matar si no es extirpada a tiempo.
Espero que esta "lluvia" de monaguillos pueda transformase en un "goteo" de seminaristas y futuros sacerdotes.
Me interesa saber como gestiona esto en su parroquia padre, como están las cosas como están...pues es por saber.
Cuidamos la estética en el vestir, en la decoración del hogar, el coche bien limpio y reluciente, en el trabajo pagamos a un diseñador para una nueva imagen corporativa, vamos al gimnasio a quitarnos los kilillos de mas.... Pero es entrar "en sagrado" y ¡¡¡AVANTI LA CUTREZ!!!
En femenino, dado que viene de "sobrepelliza", señor corregidor.
Y para el caso, no hace falta ser Obispo para usar roquete: cualquier canónigo puede hacerlo. Finalmente, en la cultura popular hispánica se admite el llamar "roquete" a las sobrepellices de monaguillos.
Saludos cordiales.
También se logró retirar las monaguillas, y que solo sean chicos (como tiene que ser)
Aquí se ha logrado avanzar para bien
Estas pequeñas cosas ayudan mucho. A Dios le gusta lo pequeño.
No sea tan irónico, no es para tanto.
El roquete es una especie de sobrepelliz cerrada y con mangas.
Paz y Bien.
El resto de las órdenes menores igual. Pensemos que es tarea del lector instituido proclamar las lecturas, pero son cuatro gatos los que, no siendo seminaristas, piden la institución en el ministerio a su Obispo.
Si con la sotana se han animado más niños a ser monaguillos, haga la prueba de tener acólitos, bien formados, sirviendo en la Tridentina. Es tal la maravilla litúrgica, que a los niños se les quedan los ojos a cuadros, es como un iman. Los adultos ya menos y en general los viejos nada o muy poco, porque quienes se dejan maravillar son los corazones mas puros, los niños (que no hayan sido ya litúrgicamente maleados en colegios dizque catolicos)
Yo empecé a los 16 años cuando a todos les daba vergüenza y ya se notaban los efectos de los malentendidos achacados al Vaticano II.
Querido D. Jorge, para los que el Señor no nos llamó al sacramento del Orden, es una maravillosa gracia asistir a la Misa al lado del altar rodeado por los ángeles, y hay que dar gracias a los que me enseñaron a ayudar y a los celebrantes que me aguantaron los inicios.
Y sigo siendo monaguillo en mi parroquia, aunque afortunadamente a mi párroco no se le ocurrirá pasar de la talla 40, para recuperar todas las Santas Misas en las que no pude estar en silla de ring durante mi infancia.
in Domino.
Un mentalmente sano monaguillo (diminutivo de monachus; monacha propiamente nunca ha existido) si tiene la suerte de ayudar a un ejemplar y buen sacerdote, siempre guardará un cierto respeto hacia las cosas de la Iglesia. De haber potenciado debidamente esto, nos habríamos ahorrado una guerra civil , la ignorancia rampante en nuestros políticos barriobajeros y los 2.000 comentarios semanales de columnistas y tertulianos que desconocen la Iglesia tanto como a su padre real..
¡Olé, D. Jorge!
Al verlas el día del estreno, uno de los monaguillos soltó: "Uhala! De monaguillo de verdad!"
Prueben.
¡Bendiciones!
Mejor dentro de la iglesia que algo se recibe sin duda que estar fuera
La iglesia católica no le va mucho a la zaga. ¿Por qué el papa y los obispos han de llevar un "gorro faraón". ¿Los fieles necesitamos que nuestros pastores parezcan ridículos? Entiendo la devoción a una imagen o a un cristo o un icono. Se presta para el recogimiento. Pero un papa con sombrero de punta....
Perdón si me salgo del tema, pero siempre me ha llamado la atención esto. Le aseguro que le sigo con admiración, y es por esto que me he atrevido a hacerle este comentario.
En su descripción de los monaguillos he visto a mis hijos, que lo fueron no hace muchos años, también con sotana colorá y roquete, hasta ser demasiado grandes y cambiar el atuendo por un alba. A los niños les sienta estupendamente ser monaguillos: atienden más en Misa, se enteran de lo que pasa, se esfuerzan en no moverse ni dormirse,...
Así que si quieren ser monaguillos por la ropa, pues que sea por la ropa!, lo importante es que quieran.
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