Encima querrán que vengamos a la iglesia
En estas últimas semanas creo que son tres o cuatro las personas que me han amenazado con eso de que “encima querrán que vengamos a la iglesia”, como si lo de acudir a la parroquia fuera favor personal que le hacen al señor cura.
El primer caso, no hace mucho, fue en vísperas de primeras comuniones. Una mamá, que vive justo en la otra punta de Madrid, y cuyo arrapiezo con diez añazos iba a hacer su primera comunión en una parroquia vecina. El problema es que el niño estaba sin bautizar y en la parroquia donde hacía su catequesis celebraban el bautizo de los niños que iban a hacer su primera comunión en una celebración conjunta. Y mamá que no, que su niño solito por si se reían de él. Y que en esta parroquia. Pues mire, no… Ni son de esta parroquia, ni hace la comunión aquí, ni yo sé cómo está preparado el niño. Pues eso, que “encima querrán que vengamos a la iglesia”, a lo que añadió que “iba a llamar a telemadrid”. Va una.
Fallece la abuelita. Funeral en la parroquia. Pues vale. Unos días antes aparecen en el despacho dos nietas, provenientes de antiguo grupo parroquial, con todo organizado. Mire, las lecturas estas, y en las peticiones de perdón saldrán mis primos, las peticiones son estas, que ya he preparado, y con las ofrendas presentaremos tales cosas. Al final mi madre y mi tío leerán unas cosas de la abuela y queremos acabar repartiendo flores. Por cierto, nos gustaría que en la homilía hablase de… Pues va a ser que no. Las lecturas y preces del ritual, ofrendas de pan y vino, y al final, como mucho, un minuto agradeciendo a los asistentes la presencia y la oración. Pues nos vamos, vaya parroquia, y encima querrán que vengamos a la iglesia. Dos.
Correo recibido hace unos días: “Me gustaría que no se me enviasen más correos desde esta parroquia, ya que desde hace un tiempo no me siento en absoluto identificada ni con su gestión ni con su comportamiento hacia los que van a SU parroquia. Han cambiado muchas cosas y no me apetece ser informada sobre ustedes, gracias” (sic). Es decir, ni un saludo, ni una forma, ni un atentamente. No sé si viene… Tres.
Una persona en el despacho. Buenas, ¿no está D. Fulano? Pues no… Vaya… ¿Porque usted es nuevo, verdad? Nosotros somos del barrio, sabe usted, de toda la vida, nos gusta mucho la parroquia, venimos bastante… Pues es que hemos tenido un nieto y nos hemos dicho que aunque mis hijos viven fuera, como conocemos tanto a D. Fulano, y venimos mucho por la parroquia, qué mejor que bautizarlo aquí. Pues miren, mejor bautizar en la parroquia de los padres. Ya , pero como venimos tanto por aquí… Sí, tanto que llevo once años de párroco y no me conocen. Mejor en su parroquia… Pues eso, que encima nos echan de la iglesia. Cuatro.
Hace aún no mucho alguien me dijo, una vez más, no solo que iba a llamar a Telemadrid, que es la moda, sino que iba a escribir al mismo obispo. Hágalo, le dije. Pero respóndame antes a algunas preguntas:
¿En esta parroquia se celebra misa, se hace según manda la iglesia? ¿Se predica en contra de la fe católica? ¿Se puede confesar? ¿Facilidades para rezar? ¿Se atiende a los pobres? ¿Hay catequesis? ¿Se expone la fe correctamente? ¿Se celebran los sacramentos? ¿Dudas con la administración de fondos? ¿Algún escándalo? ¿Están los sacerdotes disponibles? Nada que objetar en eso… ¿Entonces?
Pues eso. Que algunas personas qué querrán. Por cierto, a la persona del correo la he respondido así: “Tomamos nota de su petición. Atentamente, P. Jorge”.
18 comentarios
Saludos cordiales.
Quizas esté diciendo una tonteria, pero creo que no se saben los mandamientos, y sobre todo el primero ni lo huelen. Eso de "amarás al Señor tu Dios................" ni saben lo que significa, ni tampoco se lo han explicado. Y en lo de la explicacion tienen mucho responsabilidad algunos clerigos religiosos , obispos y demás familia. Creo que ya me entiende.
Un saludo y adelante.
Lo que está claro es que el cura está para lo que está, y la esclavitud está prescrita en nuestro ordenamiento jurídico, por lo que contra el vicio de pedir...la virtud de no dar.
Contaré una anécdota que me ha sucedido hoy. He ido a misa. El salmo hablaba justamente de lo que estaba pensando: "mi alma tiene sed de Dios, como tierra reseca, sedienta de agua... Cuándo podré ver el rostro del Señor". Pero para mi sorpresa, la homilia versó sobre ¡el Brexit! y la proximidad de las vacaciones.... Triste. Cuándo podré ver el rostro del Señor...
PD: insisto en que no le doy ni quito razón, Padre Jorge, pero que cuatro personas se enfaden con usted en un mismo día no es jocoso.
Saludos
Por cierto que el cúmulo de estas situaciones tensionantes, a toda hora y todos los días, produce un DESGASTE que solo Dios lo sabe.
Entonces no hay trato porque esa gente viene buscando una religión a su gusto y medida, (van a la parroquia como si fueran a un restaurante)
como pagan son "clientes", que están en su "derecho", de exigir una religión a su gusto y medida, y si no les hacen caso, entonces "reclaman" a su "jefe", es decir reclaman al obispo, y que les apoye Telemadrid y el mismísimo demonio si fuera necesario.
Ven a los sacramentos como una mercancía más, que se compra y se vende, como son una mercancía, tienen "derecho" a elegir, cuales compran y cuales no, un servicio que si pagan, tienen derecho a reclamaciones, y van de parroquia en parroquia hasta que encuentran alguna, donde les satisfacen sus "necesidades", como "clientes".
Un signo más de estos últimos tiempos, que nos toca vivir:
2ª Timoteo,3,1-9
Quiero que sepas que en los últimos tiempos sobrevendrán momentos difíciles.
Porque los hombres serán egoístas, amigos del dinero, jactanciosos, soberbios, difamadores, rebeldes con sus padres, desagradecidos, impíos,incapaces de amar, implacables, calumniadores, desenfrenados, crueles, enemigos del bien, traidores, aventureros, obcecados, más amantes de los placeres que de Dios;
y aunque harán ostentación de piedad, carecerán realmente de ella. ¡Apártate de esa gente!
Así son los que se introducen en los hogares, seduciendo a mujeres frívolas y llenas de pecados, que se dejan arrastrar por toda clase de pasiones,
esas que siempre están aprendiendo, pero nunca llegan a conocer la verdad.
Así como Janés y Jambrés se opusieron a Moisés, ellos también se opondrán a la verdad: son hombres de mentalidad corrompida, descalificados en lo que se refiere a la fe.
Pero no irán lejos, porque su insensatez se pondrá de manifiesto como la de aquellos.
2ªTimoteo, 4,3-4
Porque llegará el tiempo en que los hombres no soportarán más la sana doctrina; por el contrario, llevados por sus inclinaciones, se procurarán una multitud de maestros que les halaguen los oídos, y se apartarán de la verdad para escuchar cosas fantasiosas.
Son obras de Misericordia , enseñar al que no sabe; dar consejo al que lo hubiera menester; llevar con resignación las flaquezas del prójimo. Pero todo ello conlleva un algo que se ve que no se entiende, que la paciencia y el amor tienen un algo más, ha de haber una cierta reciprocidad y no hacia el que practica las Obras de Misericordia, ha de haber un cambio en el que no sabe , en el que recibe el consejo, en el que flaquea. Si te dan las herramientas para el trabajo y no lo haces ,¿qué esperas?, ¿qué lo hagan otros por ti?. Se puede predicar, se puede ser ejemplo de vida para otros, pero esos otros han de convencerse y ponerse en movimiento, y ahí está el meollo del asunto. Sólo Dios sabe mover los corazones y el entendimiento, perdonar se perdonará siempre, pero aprender no siempre se aprende, la cerrazón, el orgullo y la vanidad no son buenos aliados para ser mejores.
Valiente-claro y con carácter-seguidor fiel de Nuestro Señor Jesucristo- Me hace recordar cuando Jesucristo expulsa a los mercaderes del Templo.
Ojalà todos fuesen así-
Mil felicidades-estoy 100% con usted.
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Jorge: ????????
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