El pecado mortal ha dejado de existir
Me van a perdonar que hoy me pase al enemigo. Acabo de decidir que por esta vez y sin que sirva de precedente, que no quiero aficionarme, me pido ser abogado del diablo y defender su causa. Además, lo voy a hacer con apariencia, al menos, de sana teología. En fin, se lo tomen como divertimento y ganas de incordiar.
Partamos de las tres condiciones necesarias para que un pecado sea mortal: “Es pecado mortal lo que tiene como objeto una materia grave y que, además, es cometido con pleno conocimiento y deliberado consentimiento”. Nada que objetar en lo de materia grave. Pero me van a permitir que enrede en las otras dos condiciones.
“Pleno conocimiento”. Es decir, en todos sus matices y contravalores, lo que me lleva a hacerme una reflexión que no es ni siquiera original, que he escuchado atribuida a santos: “si supiéramos lo que es el pecado mortal, no lo cometeríamos”, ergo si lo cometemos es porque no somos del todo conscientes de su gravedad, ergo no se nos puede imputar plenamente como como tal.
“Deliberado consentimiento”. Aquí podemos dedicarnos a filosofar sobre la libertad del ser humano, y sus condicionantes desde el contagio del pecado del mundo y las limitaciones de la propia naturaleza de cada individuo. Hasta qué punto uno es realmente libre del todo. Y si no es libre del todo… pues eso.
Ahora junten las dos cuestiones. Ni somos plenamente conscientes, ni del todo libres, luego aunque la materia sea grave el pecado mortal no existe.
¿Y si me da por continuar? Porque si lo de la libertad lo aplicamos también a pecados veniales va a resultar que el pecado no existe. Y si no existe el pecado no tiene sentido la redención por innecesaria, y en ese caso qué hacemos en la Iglesia y además…
¿No nos estará liando? Pues un poco sí. Pero es que hoy me he levantado enredador, con ganas de incordiar y de poner un poco de sal y pimienta en esta vida nuestra de cada día. ¿Qué piensan? ¿Tengo algo de razón o es que he decidido “quedarme” con ustedes y tomarles el pelo?
54 comentarios
El pecado existe porque Jesús lo dijo, El Los perdonaba y vino a quitarlo del mundo con su Pasión redentora. Punto pelota.
Déjese de sal y pimienta que nos atragantamos 😁
A usted no se lo digo, ya que hoy se ha puesto "del lado del diablo"...
Como dice Luis Fernando, si sigues así, subirás rápido en el escalafón. Amén.
Con la mano en el corazon, padre Jorge, se siente usted en gracia de Dios? A que no? Ni aunque le bautizaran cada dia. Usted es una persona sincera, se le nota. Todos estamos en pecado, desde el mismo instante que vivimos separados de Dios. Amaras a Dios sobre todas las cosas. Quien cumple ese mandamiento? Luego TODOS (todos menos Cristo, pero eso es otro cantar) vivimos en pecado mortal. Y nuestro primer trabajo es volvernos hacia El, y sentir su Amor. La eucaristia no es para los perfectos (Francisco)
Me alegra leer sus posts. Usted no es un rigorista. Tiene otro estilo.
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Y ese es el punto, amigo padre Jorge.
Del consentimiento, sí hay mucho que decir, y Santo tomás lo dice. Busque: "Impedimentos del acto humano".
Es cierto que el pecado mortal no es accidental, pero tampoco es imposible.
Pero tiene bemoles que nos creamos capaces, por ejemplo, de manifestar nuestra opinión sobre la forma de gobierno de nuestro país , que seamos ya todos unos expertos en todas las ciencias conocidas y que, a la hora de pecar " yo no sabia, yo no quería , yo no creía ..."
Te dice un análisis que tienes alto el colesterol y allá que vas a enterarte de qué se puede comer y qué no se puede. Te vuelves loco para buscar un colegio para tus hijos, para decidir unas vacaciones , para montar una cena en casa.... Pero eso de los pecados es que es muy difícil de entender e imposible de cometer.
Amos, anda...
Buen caso el que planteas porque esto es muy muy muy frecuente, y es uno de los muchos casos que se dan en cuestiones de moral sexual y matrimonial. Para que nos demos cuenta de que las cosas son mas complejas de lo que parecen en el campo de la moral.
Y si nos metemos en materia de doctrina social ya no te digo.
El principio de que el trabajo es para el hombre y no el hombre para el trabajo o que el centro de la economía es el ser humano y sus necesidades y no el mercado o el capital, ¿que empresas lo cumplen? exeptuando las que son de interés social o economía alternativa.
Anda, que no hay tajo en materia moral para discernir por ahí; y no es tan fácil determinar si en este campo hay pecados mortales y veniales o una delgada linea roja que los divida.
Porque ¿Qué es algo grave hoy en día?
Algo grave hoy en día es hacer llorar a un niño. ¿Es grave si se me van las manos con mi novia por cariño? que va, si ella se pone muy contenta.
¿Es grave corromperme un poco en mi cargo? Que va si todos lo hacen.
¿Es grave dejar a mi mujer por otra mas joven? Es que a veces el amor se acaba y lo mejor es comenzar un nuevo camino.
¿Es grave...? Nada lo único grave es hacer llorar a un niño o no cuidar bien a tu mascota.
(Hc 17, 30-31)
El pecado mortal no existiría si siguiésemos en "los tiempos de la ignorancia" a que se refería S.Pablo, pero hace mucho que éstos pasaron. Hoy son muy pocos los casos de quienes, por enfermedad mental, ofuscación o ignorancia insalvable, pueden incurrir en una eximente de responsabilidad en la comisión de pecados. ¿Y como atenuante? Eso es más frecuente, pero diría que funciona al revés de como algunos piensan.
Lo más habitual es que se sepa perfectamente qué cosas son pecaminosas, pero que o bien haya la corrupción de pensar que el pecado es algo bueno, o bien haya la debilidad o insensibilidad de no oponerse a ello.
Pero transigir con un acto malo no hace bueno al acto sino malo a quien lo comete, y eso no atenúa el mal.
Ciertamente, se habla del pecado como de una esclavitud, porque cuanto más se peca es menor la libertad que queda para oponerse, y cuanto más corrompidos, en cierto modo, mayor atenuante tenemos en cada nuevo pecado que cometemos.
Pero da la impresión de que algunos pretenden que el pecar mucho nos hace mejores por acumulación de atenuantes, lo cual es un disparate: lo que somos es progresivamente peores, y es por esa sobreabundancia de mal por lo que cada nuevo acto pecaminoso se nota menos en medio del océano que forman todos los anteriores.
Así pues, no es que no exista el pecado mortal. Lo que pasa es que el único pecado verdaderamente mortal es el que mata: una vez cometido y en tanto no te "resucite" espiritualmente un cura en confesión, estás muerto y no se te puede matar de nuevo, lo cual es una situación que tiende a... "insensibilizar un poco".
Ciertamente, es más que probable que un cadáver espiritual ya no sea capaz ni del pleno conocimiento ni del pleno consentimiento, pero... ¿Qué quieren que les diga? Para lo que le va a servir el atenuante a esas alturas...
Un saludo.
Cuando yo era niño era todo mas fácil. Aparte de que se sabía que era pecado y que no, el cura nos decía que el demonio nos tentaba diciendo que el pecado no era nada que era lindo y que Dios era bueno y no lo tenía en cuenta, pero después de pecar se nos bajaba la presión pensando en la gravedad de lo que habíamos hecho, ahora los teólogos y los pastores enrarecieron todo !
cuanta razón tiene, lo que veo, lo que vivo, es la gran ignorancia que tenemos, propiciamos los católicos...hablo en general (laicos, consagrados). Vivimos en una cultura donde todo esta permitido, donde todo vale, donde lo que "me hace bien" o me "hace sentir bien", mientras no moleste a otros, es bueno, esta bien.
Tenemos todo mezclado, si un cura o laico, nos recuerda principios básicos de moral, ya salimos a pedir firmas para su remoción, traslado, callarlo por retrogrado, fundamentalista, y con laicos comprometidos pasa igual, basta que el cura que venga, sea enrolado en la teología de la liberación, para que de un plumazo "desaparezcan" los laicos comprometidos por fundamentalistas, y no aggiornarse.
No hay límites ni morales, ni religiosos, ni culturales, ergo no hay pecado, ni infierno, ni castigo.
Muy sencillo: quien así actúa está espiritualmente muerto. Sabe que lo que hace se considera pecado (no es creíble que nadie defienda hoy en día que la Iglesia apoya el diorcio, el aborto, etc), luego no le aplica la eximente, pero sufre la corrupción de no importarle lo más mínimo.
Precisamente es a esas almas (que si se describen como "descarriadas" por algo será) a las que hay que salvar, pero no porque en su ignorancia actúen cándidamente y sin pecado en sus "errores", sino porque en su corrupción saben lo que está mal pero no les importa cometerlo.
Ese es el problema que exponía en mi anterior comentario: el planteamiento de los atenuantes como vía de acceso a los sacramentos (y las mil vueltas que se dan últimamente a los límites del pecado viene precisamente a intentar encontrar una "laguna legal" que permita bendecir un pecado) parte de una falsedad fundamental, y es la bondad de aquellos a quienes se les aplican esos atenuantes. Quien es bondadoso y además está en gracia, simplemente evita pecar. Por el contrario, quien no hace por evitarlo, lo hace por estar ya corrompido, en cuyo caso el atenuante le vale de bien poco.
De ahí que la predicación que aplica a estos casos sea "¡Convertíos!": quien concede el pecado como algo bueno no profesa la Fe ni, por tanto, tiene por qué brindársele acceso a los sacramentos.
Un saludo.
Ya en su comienzo lo dice todo, "abogado del Demonio", es decir, defensor de la mentira y del lado de su padre.
¿Cómo poder sostener con verdad ninguno de sus argumentos?
Va contra la razón.
Buen día D. Jorge.
Fuera bromas: La cuestión planteada jocosamente por don Jorge, es real y nada graciosa para muchas conciencias:
HA HECHO DIANA EN EL MEOLLO DE LA CUESTIÓN: LA PÉRDIDA DEL SENTIDO DE PECADO.
Esto que digo no es ninguna broma.
Se nos dice por activa y por pasiva que todos somos pecadores, pero que hemos perdido el “sentido de pecado”. Y en efecto, y hablando sólo de los que vamos a la Iglesia y “practicamos”: se comulga mucho, se confiesa poco, y nos parece que no avanzamos en caridad y santificación, ni individual y colectivamente.
Hay cristianos que hacen examen de conciencia y no encuentran nada o muy poco de qué confesarse, hasta el punto de que se alegran cuando encuentran algo; éstos piensan que han perdido el sentido de pecado, (lo cual puede ser verdad), pero no atinan a descubrir sus malicias debido a diversas cuestiones sicológicas o ambientales, que razonan concluyendo que, en su caso, no ha habido pecado. (Es de advertir que la malicia y gravedad de un acto humano se mide no tanto por el daño causado como por la falta de amor demostrado)
Si de verdad pensamos que hemos perdido el sentido de pecado, sería interesante realizar la siguiente encuesta:
“¿A QUÉ CREE USTED QUE SE DEBE LA PÉRDIDO DEL SENTIDO DE PECADO?”
A ver qué contestaría cada uno de entre los muchos lectores del post.
Pero si no creemos que se ha perdido el sentido de pecado, la encuesta sería inútil.
Abogo por la creación de una nueva disciplina dentro de la Teológica Moral: «Tratado de la pérdida del sentido de pecado».
Saludos.
Además, como abogado del diablo no puede defender lo indefendible porque el pecado procede de Satanas.
Luego están los teólogos esos que toman a Dios como objeto de su ciencia y hacen un ridiculo que ni se.
Así que ya le aviso de que su defendido le va a mentir. ¿No le dijeron sus queridos frailes que es el padre de la mentira?
De buena tinta sé que cuando Jesus subió al Padre dijo que nos enviaría al Espíritu Santo porque El (incluso a los no creyentes) nos convence de pecado.
Bueno, de pecado, de justicia y de juicio. En Jn.16:8 se puede ver.
A mí antes me enseñaban que el pecado causa unos efectos funestos en el mundo.
Me decían que cuando cometemos pecado menospreciamos a Dios, su justicia, sus santas leyes y abusamos de su misericordia y paciencia.
Es que cuando pecamos cometemos idolatría porque ponemos nuestro corazón en otro dios. Preferimos más hacer lo que nos surge que seguir cumpliendo la voluntad de Dios ayudados de su Santa Gracia.
Lo chungo es que a los idolillos no les sacrificamos un toro y olé, sino nuestra alma, nuestra salvación. No les ofrecemos incienso sino nuestros pensamientos, nuestros afectos... Todo aquello que pesa más que Dios en la balanza de nuestro amor es nuestro idolo, cruel y malo hasta llevarnos a la muerte espiritual y física.
Así que menos chalanear con que si esto es más o menos pecado, pecadillo o picadero.
El pecado es transgresión, infracción, desorden, incredulidad, anarquía espiritual, insulto a la veracidad divina, violacion a la voluntad de Dios, falta de obediencia, ausencia de justicia, enemistad contra Dios.
Así que bromas pocas y a ponerse las pilas.
Es bueno reírse un poquito en complicidad con usted D. Jorge, pero es que hay mucha gente pava que se cree todo lo que pilla para hacer de su capa un sayo y liarse la manta a la cabeza.
Y ya sabe con el diablo ni hacer una quiniela de catorce aciertos.
Santo Tomás de Aquino afirma que es lícito que todo fiel se cuestione, con rectitud de intención, todo aquello que considera no ser acorde con la Fe de siempre.
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Los fieles deben hablar con valentía contra todo lo que no esté conforme con la doctrina católica tradicional (la única verdadera). No les debe importar declararse contra los desvíos doctrinales vengan de quien vengan. Así lo hicieron los apologetas y teólogos aunque tuviesen graves problemas como San Atanasio contra el Papa Liberio que le excomulgó y después le levantó la excomunión porque le reconoció acertado en la divinidad de Cristo contra Arrio. La verdad es única para todos. (P. Jesús Calvo)
Y acuérdate de San Pablo recriminando a San Pedro.
Totalmente de acuerdo con usted, me parece muy inteligente la demostración de la inexistencia de del pecado y de paso nos cargamos la ética natural y la moral.
Ahora solo hay que ocultar las contradicciones en que caen quienes defienden si inexistencia, por ejemplo, dado que no hay pecado mortal, ¿Continuaría existiendo la opción progre de "los pobres"? Porque la mejor y mas directa solución sería el "pobrecidio".
Del "ricocidio" ni hablamos, porque la teología de la liberación ya lo justifica, al menos para los que son antipáticos y sobre todo, infocatólicos.
Y sin embargo (igual estoy equivocado y se está redactando el Documento a marchas forzadas), parece ser que utilizar música de autores vivos sin su permiso, para adaptarla para música en la Santa Misa, y haciéndolo, además, destrozando la letra que sus autores quisieron unir a sus notas, no parece ser pecado de piratería.
Un pecado en el que en no pocas ocasiones, se debería unir al destrozo de textos sagrados, que no pueden ser variados.
Al lado del pecado de alterar los textos que no pueden ser alterados, y al lado de impedirles a los autores musicales, el recibir unos ingresos (hemos de suponer que dichos autores, que jamás ofrecieron su permiso para que sonaran en un ámbito diferente al profano, tampoco han cobrado por los millones de veces que han sonado sus composiciones en misa), está el pecado de privar a los fieles de unas composiciones que en el 99% ya son del Dominio Público, y de unos textos que salieron de las plumas de grandes santos y grandes intelectuales de los últimos 1900 años.
Pero de momento solo tenemos el pecado de la piratería en el cine, a falta de que pasado mañana o al mes que viene, aparezca un segundo documento con la piratería en la música litúrgica, texto que espero como agua de mayo.
h++ps://www.youtube.com/watch?v=5bKH6buo_m8
"Lady Gaga agradeció a un sacerdote en su página de Facebook por su “bella homilía como siempre”, diciendo que ella estaba “hoy muy conmovida”.
¿Qué la conmovió tanto? Ella dice que el cura dijo que “la Eucaristía no es un premio para los perfectos, sino una comida que Dios nos da.”
las palabras del sacerdote hacen referencia a una línea del Papa Francisco en ‘exhortación apostólica Evangelii Gaudium, 47: “La Eucaristía, si bien constituye la plenitud de la vida sacramental, no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles”.
Lady Gaga acompañó su publicación con una foto en la que ella está de pie junto a un sacerdote mientras carga una Biblia y porta una cruz en el bolsillo de su blusa.
Lady Gaga es una de las celebridades más seguidas en las redes sociales con 61,6 millones de likes en su página de Facebook y 59 millones de seguidores en Twitter. Como músico e intérprete, ella es conocida por su estilo lascivo y su abierta promoción de la perversión sexual."
h++p://es.churchpop.com/2016/05/10/lady-gaga-agradece-a-sacerdote-por-su-maravillosa-homilia-acerca-de-la-eucaristia/
Mientras leía su post, he notado un deslizamiento escamoso en mi espalda y una lengua bífida jugueteando en mi oreja.
¡Qué pérdida para nuestros cagapoquitos disfrazados de matones teologales, el que usted sea fiel a la Iglesia!
Hasta para ser buen hereje, hace falta una inteligencia superior a la media y un mínimo de clase.
Un argumento mas donde queda claro que lo que está en tela de juicio es la divinidad de Jesús:
Si no existe pecado mortal ahora, seguramente tampoco existió en el pasado. Si no existió, entonces tampoco hubo necesidad de redención ni de ergo tampoco fue Hijo de Dios ni la Segunda Persona de un Dios Trino. Solo fue un hombre que hay que utilizar (a veces) como ejemplo.
El deliberado consentimiento tampoco es materia absoluta, remota ni inaccesible. Basta uno imaginarse "si yo pudiera, sin ir a la cárcel, mataría al presidente" para haber dado deliberado consentimiento al hecho, faltan nada más que las circunstancias sean propicias para cometer el acto. De tal manera que una persona no tiene ni por qué ser capaz materialmente de cometer el pecado para dar su pleno consentimiento. Tal el caso, por ejemplo, de quienes desde la cárcel ordenan matar, extorsionar o traficar drogas. No pecan materialmente, pero sin duda consienten deliberadamente.
Por otro lado, en el tema que está de moda, yo pondría un gran signo de interrogación en ambos factores (no en la materia grave, que es indiscutible).
Me cuesta creer que exista pleno conocimiento en un fiel de pie de que su acto es malo, cuando ni siquiera los doctores se han puesto de acuerdo al respecto. Tanto más si todas las alternativas de acción que se le ofrecen le parecen imposibles. ¿Obliga Dios a hacer algo malo? Sabemos que no. Entonces, si lo único que puedo hacer es esto, si el mal relativo que hago está entremezclado con mucho bien absoluto (o el mal absoluto con bien relativo, tanto monta, monta tanto)... ¿hago mal? Tengo mis dudas. No tengo pleno conocimiento.
Tampoco estoy convencido que exista deliberado consentimiento cuando no existe otro curso posible de acción. No puedo cambiar el pasado, me niego a abandonar a mis hijos, la reconciliación con "la otra" es imposible... ¿hago esto porque quiero o lo hago obligado por las circunstancias? Es el caso opuesto de lo anterior "si yo pudiera, haría todo diferente". Hago el mal que no quiero y no hago el bien que quiero.
“Deliberado consentimiento”. Aquí podemos dedicarnos a filosofar sobre la libertad del ser humano, y sus condicionantes desde el contagio del pecado del mundo y las limitaciones de la propia naturaleza de cada individuo. Hasta qué punto uno es realmente libre del todo. Y si no es libre del todo… pues eso.
Ahora junten las dos cuestiones. Ni somos plenamente conscientes, ni del todo libres, luego aunque la materia sea grave el pecado mortal no existe.
Esta es la gran engañifa del modernismo, ..
El modernismo lo que ha hecho, es quitar del proceso al demonio, luego se hermana con el protestantismo, al proclamar al hombre por naturaleza débil y corrompido está constreñido a pecar, luego el pecado no es un acto de libre voluntad, sino de la naturaleza humana débil y de las circunstancias..del cual no somos responsables (en todos caso tendríamos un mínimo de responsabilidad, pero sólo eso, al lado de muchísimos atenuantes) porque hemos sido empujados por nuestra naturaleza, educación, sociedad, ..etc. por tanto al igual que el protestantimo, estamos salvados y justificados por la sola Fe, un Cristo que por su sólo sacrificio ya ganó el cielo para todos, y un Dios Papá Noel bonachón, que comprende nuestras "debilidades" humanas, y nos lleva al cielo a todos.
El demonio nos tienta como tentó a Jesús. Quitando al tentador y la caida en tentación como un acto de libre albedrío, y reduciéndolo todo a un mero ejercicio de razonamiento humano, pues claro que no hay pecados ni mortales ni veniales, al no haber pecado tampoco hay purgatorio, ni condenación, el infierno no existe o está vacío.
Al no haber pecados no hay sacrificio expiatorio, la misa es un sólo banquete o reunión fraterna protestante, como al cielo vamos todos, sobra la Iglesia jerárquica, los dogmas, la Tradición, las devociones a los santos, ángeles y a la Stma. Virgen, basta la sola Escritura, no hay indulgencias, desaparece la Eucaristía y la confesión es sólo ante Dios, pues para nada vale el sacramento del orden sacerdotal.
El que no entienda la Amoris Laetitia que la aparque, pero que no la denigre. Este post va por otro lado, y se podía haber escrito hace cincuenta años.
Saludos.
Si claro que el pecado mortal existe, toda falta de Amor es ese pecado. Porque ya podría yo cantar como los Ángeles que si no tengo amor...
Pero eso, usted ya lo sabe.
Hesed-rahamin hermano.
Creo en Dios, el judeocristiano, no otro al que muchos se deben referir y que para mí no es reconocible.
He recibido la fe de este Dios, el que nos muestra Cristo Jesus, y he recibido el Espíritu Santo que me instruye en cómo vivir esa fe para pertenecer al Reinado de Dios por su gracia.
Me parece mentira lo que leo, y escucho de quienes son católicos como yo. Todo este lío que se está montando con la encíclica dichosa no es más que falta de fe, y comportamiento mundano.
Sabemos cada uno lo que Dios nos pide a cada uno porque Dios nos muestra claramente a cada cual el Camino, la Verdad y la Vida en El.
Todas las demás especulaciones son rebeldías varias. Ha Dios no se le puede engañar, ni permite que nos engañemos a quienes queremos y le pedimos su ayuda para cumplir su voluntad.
Debemos pedir al Señor ayuda, El no está de acuerdo con nuestras malicias ni las permite, solamente espera que nos volvamos a Él. Esa es su paciencia, misericordia y bondad con nosotros. Tenemos que sentir vergüenza los católicos con estos comportamientos, venga que construirnos becerros con esto y con lo otro en lugar de dedicarnos a amar a Dios sobre todas las cosas.
Bendiciones.
Según Jesucristo no lo sabe: "Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen".
Pero no nos cabe duda de que sí sabían lo que hacían: matar con horribles torturas a un ser humano, conociendo la técnica, como alargar el dolor, ya lo habrían hecho otras veces...
Pues si esos profesionales del horror no saben lo que hacen, mucho menos nosotros... Podemos rezar, siguiendo a nuestro clemente Señor, "perdónanos, Padre, porque no sabemos los que hacemos".
El pecado mortal es muy infrecuente: es muy difícil tener el "pleno conocimiento y deliberado consentimiento”.
Si pecar es ofender a Dios, la ley española enseña que para ofender hay que tener "animus iniuranti", es decir, voluntad de ofender... Lo de "has ofendido a Dios sin darte cuenta", como esos genios de las Mil y Una Noche que se ofenden con los protagonistas que han violado tabúes que desconocían no se sostiene en el pensamiento cristiano, sí en el pagano, donde vives atemorizado ("¿habré ofendido algún dios, algún yarimú, un espíritu? ¿Seré culpable?"... en cambio, Job sabía que él no era culpable y que no hay que vivir así).
El pecado mortal incluye desafiar conscientemente a Dios, pero para eso has de conocer a Dios lo suficiente, has de creer en Él...
Solo las personas de cierto nivel espiritual pueden realmente pecar mortalmente, creo, excepto en materias muy graves que repugnan a la naturaleza humana, y aún así, depende...
José Ángel Antonio: Jesús dice "Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen", y no "Perdónalos, Padre, porque no quieren saber lo que hacen": Son cosas radicalmente distintas.
¿Y qué es eso que no saben lo que hacen? Tú mismo admites que eran maestros de tortura, luego, a eso no se refiere Jesucristo. Es que no es lo mismo someter a burla y tortura a Cristo que a un ladrón, o aunque fuere, irreverente. Hay que transcender más allá.
Si no recuerdo mal, es en el libro de Jeremías, que Dios se queja de que "Mi Pueblo perece por falta de conocimiento". Lo que significa que lamentablemente, la falta de conocimiento, puede ser, -de hecho es, según esa frase-, motivo de perecer.
Tampoco parece referirse exclusivamente a los que no conocen por que no quieran conocer...
Pero en cualquier caso, cualquiera que quiera conocer, puede hacerlo con poquito esfuerzo en esta época.
¿Acaso en esa parábola el Señor hizo la vista gorda con el siervo holgazán porque, al fin y al cabo, como había recibido poco, no era capaz de dilapidar gran cosa? Al contrario, cada cual estaba obligado a rendir fruto según su capacidad, sin que el haber recibido poco te exima de nada.
Porque el pecado mortal es el que te mata, simplemente, y para matar al débil se necesita menos daño que para matar al fuerte.
Así, un hombre de espíritu fuerte y gran capacidad puede hacer grandes males, pero también necesita recibir grandes daños para caer. Un alfeñique espiritual, por su parte, aunque con su poca capacidad puede hacer poca cosa, basta que eso poco sea malo para derribarle.
Porque Dios pedirá cuentas por los talentos de cada cual, sean estos diez, cinco o uno.
PD: Como decía más arriba, nadie se hace santo a base de pecar, por acumulación de atenuantes, porque los atenuantes no hacen que los actos malos se vuelvan buenos: siendo los actos igual de malos, lo que hace el atenuante es que al que los comete se le considere un poco menos culpable por ellos.
Un saludo.
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