Escribir con gafas de sol
Desde luego yo no resistiría tanta luz. No quiero ni imaginármelo: dos mil años de historia, telogía, tradición católica y miren por dónde un día descubres un error fundamental que te lleva a una enmienda a la totalidad. Es ese día en el que, parte por tu dotadísima inteligencia, parte por revelación especial del Espíritu Santo, parte por oración, ascesis y mortificación, llegas al convencimiento de que toda la historia de la Iglesia, la teología de veinte siglos, la espiritualidad aparentemente más contrastada, los concilios desde Nicea hasta el Vaticano II, no son más que un engañabobos en el peor de los casos y un fraude vaya usted a saber si inconsciente.
Si yo un día llegara a esa conclusión, y sobre ella escribiera no un post, sino un tratado de teología -qué menos- lo haría con gafas de sol para poder resistir el brillo de tanta luz. Sí. Una luz más potente que veintidós concilios ecuménicos, más pura que la doctrina de los padres de la iglesia orientales y occidentales, más resplandeciente que los éxtasis de los místicos cristianos. Al lado de esta luz, la vida de la Iglesia de veinte siglos palidece cual luciérnaga ante sol de mediodía.
No solo escribiría el tratado, no. Es que recorrería el mundo entero para que la nueva refulgencia llegara a los lugares más recónditos y fuera aprehendida con fruición por todos los católicos, que, definitivamente, lograrían llegar a la cima de la insigne sapiencia de las cosas de su fe, nunca antes desveladas ni comprendidas por otro mortal de cualquier siglo, clase, estado religioso y condición. Comenzaría por llevar a cabo una especialísima denuncia profética a las mismas puertas de San Pedro del Vaticano con la seguridad de que el mismo santo padre aceptaría mi predicación y pediría perdón, en consecuencia, por esa falta de verdad que afecta a los mismos cimientos de la Santa Madre Iglesia, sin descartar la proclamación mundial de cuarenta días de ayuno y penitencia, dejando ad libitum lo del saco y la ceniza, que tampoco hay que pasarse.
Hay gente capaz de vivir esta realidad con una ejemplar dosis de humildad. Yo desde luego no, y eso que a humilde no me gana nadie, porque he leído esta mañana en primera página de un medio digital de desinformación religiosa que un tal José Antonio Revuelta, ha llegado a la impactante conclusión de que “en la iglesia primitiva, la celebración eucarística y demás acciones dependían solo de la comunidad. Los que presidían eran feligreses absolutamente normales (hoy serían los seglares). También mujeres. La mayoría, casados. Los nombraba la comunidad”.
Tan humilde es don José Antonio que un descubrimiento así, que debería ser proclamado en todo el mundo, llevado sin duda al Vaticano, presentado al papa Francisco y, desde luego, enseñado y profundizado en toda universidad y cátedra teológica que se precien, en lugar de presentarlo en una sólida tesis que dejara claros su erudición y trabajo, se limita a publicarlo en una humilde página web en apenas cincuenta líneas. Es lo que tiene la claridad de ideas: si se sabe que toda la teología del sacramento de orden está equivocada desde el origen de la Iglesia, tampoco hace falta enrollarse para parecer un orgulloso erudito. Se dice y punto.
Lástima de san Agustín. Pobre Santo Tomás de Aquino. Ilusa santa Teresa de Jesús. Simplones San Juan de Ávila y San Juan María Vianney. Errado San Juan Pablo II.
O herrado (sic) José Antonio Revuelta, que quizá sea lo más probable.
23 comentarios
¿Habría listas cerradas o abiertas?¿Las elecciones a curas coincidirían con las de obispos para ahorrar dindi o se harían por separado, no reparando en gastos? ¿Con o sin campaña electoral? Y las definiciones dogmáticas del papa, ¿se someterían a referendum ratificatorio o revocatorio?
Desde luego, una democracia eclesial la mar de entretenida
Y ,a mi que nunca me ha dado por meterme en lo que dicen las restantes creencias....
¿ Por que será'.
Mientras estaba en el coro un soleado atardecer de primavera, pensé en que los objetos que reflectan la luz, esto es, que la rechazan, son muy desagradables y producen momentánea ceguera; sed contra, las añosas maderas que contemplaba, en su absorber los rayos del sol poniente rodeadas de perfecto silencio, transmitían una sensación de paz y de belleza, de saber que "Es esto" que todavía no he podido en acertar a darle forma.
¡Ocurrencias de uno!
Saludos cordiales.
Dice que Jesus de Nazaret no quería sacerdotes y tal y cual, pero no lo sabe, no estaba allí, sabe cómo todos nosotros lo que nos cuentan los apóstoles y evangelistas en el Nuevo Testamento.
Todos los que quisieran que la Iglesia Católica fuera como a ellos les parece se apoyan en una cosas del Evangelio y no en otras, el Mensaje de Jesus es un todo a tener en cuenta.
Jesus era judio y quiso que conociéramos a Dios Padre y lo que quiere de nosotros. Los cristianos no somos otra religión, somos comunidades que vivimos según la fe y enseñanzas de Jesus que nos fueron transmitidas por sus primeros seguidores.
Todo se podría concretar en que lo escrito escrito estaba pero El añadió su vida, muerte y resurrección para una nueva manera de ser, creer, vivir...
Su resurrección es fundamental y la venida del Espíritu Santo. Es a partir de la obra de la Trinidad en nosotros que naciendo del agua y del Espíritu de Dios pertenecemos a Su Reino. Nos separa como remanente fiel a El.
No tenemos ideologías, ni apegos, ni otra organización que la inspiración y el empuje del Espíritu de Dios. Nos lleva donde quiere y como quiere, así que aquí estamos de esta manera. ¿Qué tienen que decir los que se piensan que Dios es objeto de ciencias exactas humanas?
Gracias por sus rezos. Un cordial saludo.
A veces comentó algo cuando me parece ver un resquicio por el que se cuela disimuladamente una malicia
A mis necedades voy,
de mis necedades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
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Jorge:
Lo de leerse la Biblia y sacar las propias conclusiones está inventado, se llama libre examen y es luteranismo. Servidor es católico, ya ve. Ya veo que en humildad a usted sí que no le gana nadie: sabe perfectamente lo que es la verdad sin que tenga que explicárselo nadie. Yo, y mire que soy casi tan humilde como usted, no llego a tanto.
Que el Espíritu Santo lo siga iluminando.
Desde luego si hizo alguna sería inconscientemente y contra su voluntad aunque y yo por mas que busco no la veo.
FRANDENICOLAS
¿Quién cura o seglar niega que los primeros cristianos se reunieran en casas? Se reunían donde podían, y en muchos sitios discretamente para evitar que los persiguieran.
Lo que no compro ya tan fácilmente es que aquello fuese un cachondeo y cualquiera oficiase, el dueño de la casa o uno que pasaba por allí.
Si usted se lee los hechos de los apóstoles y la cartas de San Pablo, ve que la Iglesia se organiza desde el primer momento eligiendo al sustituto de Judas, y saliendo a predicar tras la llegada del Espíritu Santo. Y San Pablo explica como se establecían comunidades, y el celo que ponía en elegir buenos discípulos y ayudantes. Cuando no hubiese un discípulo elegido por los apóstoles, podrían celebrar entre ellos con su mejor voluntad, pero si no había nadie "elegido" no había "ministro".
Y es un proceso natural que cuando la Iglesia crece se organice mas y establezca unos procesos lo mejores posibles para seleccionar a los ministros.
Y ahora digame, el que las primeras comunidades, en algunos casos y lugares tuvieran que reunirse a veces sin ministros, ¿Qué invalida el orden sacerdotal y la liturgia actuales? Por favor denos alguna razón lógica o racional que lo justifique.
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