La dictadura de los liberales
Cosas que le pasan a uno. Hace unos días un feligrés nos reprochaba la colocación de reclinatorios para comulgar en la parroquia con la cosa de que así se vuelve a lo antiguo. A mí es que ese argumento me da igual. Lo que me parece importante es creer en la libertad, apoyarla y defenderla, de tal manera que cada fiel pueda decidir con total autonomía su particular modo de vivir la fe, dentro de lo aprobado por la Iglesia.
Lo que no puede ser el que el párroco, el consejo pastoral, Maripuri o Jacinto decidan por todos y en aras de una supuesta modernidad, aggiornamento y espíritu conciliar decidan por toda la feligresía cómo hay que hacer las cosas, y resuelvan quitar los reclinatorios de los bancos, suprimir las pilas de agua bendita, desmontar los confesionarios y lanzar una campaña contra la celebración de la liturgia por el modo extraordinario. Viva la libertad.
Entiendo que libertad es todo lo contrario. Ejemplos.
Es piadosa costumbre tomar agua bendita al entrar o salir del templo. Si hay piletas con agua bendita, el que quiere las usa y el que no, pues nada. Pero si me las cargo, se acabó la posibilidad de elegir.
Aunque está previsto por las rúbricas que los fieles estén de rodillas durante la consagración, salvo impedimentos especiales, los hay recalcitrantes que antes muertos que de hinojos. Lo que no es de recibo es que en la parroquia quitemos los reclinatorios de los bancos y si alguien desea arrodillarse tenga que hacerlo de manera mucho más incómoda. Bancos con reclinatorio, y los que se arrodillan lo hacen con comodidad y los que no, por dificultad personal o recalcitrancia insuperable pues tampoco tienen mayor problema.
¿Y lo del comulgatorio? Pues habida cuenta de que comulgar de rodillas o de pie es potestativo de los fieles, colocar un reclinatorio es apostar por la libertad de cada uno, porque si no lo coloco, dificulto enormemente la posibilidad de comulgar de rodillas para aquellos que lo deseen. Hay que facilitar, también en esto, la posibilidad de elegir, porque obligar al que desea comulgar de rodillas a clavarse en el suelo, es una incomodidad y un engorro. Capítulo aparte es el de aquellos que aun habiendo reclinatorio deciden arrodillarse en el suelo. Otros que no se enteran.
Un cura en el confesionario y con horario conocido, es libertad. El que quiere se confiesa, y el que no, no. Pero si no hay cura y no hay confesionario, pues se acabó elegir, te lo dan elegido todo. Un cura en el despacho lo mismo. Si no hay horario le quito al feligrés la posibilidad de elegir libremente, porque no es igual saber que D. Fulano está de 10 a 14 h., que tener que andar buscando al reverendo a ver si tiene un rato.
A veces pregunto a algunas personas por qué tienen tanto miedo a la libertad de los fieles. Pongan reclinatorios y que los use quien quiera. Y que haya en la diócesis misas con el misal de Pablo VI, por el rito extraordinario, por el rito mozárabe o el ambrosiano. Perfecto, y que vaya cada cual a dónde mejor le parezca. Pues no. Hay gente tan amante de la modernidad, el progreso y la apertura que se cargan los reclinatorios, despedazan los comulgatorios, desmontan el confesionario y arrancan las pilas de agua bendita mientras gritan que misas por el rito extraordinario anatema sit. Y todo en aras de la libertad. No se entiende. Dentro de las normas de la iglesia, que haga cada cual lo que quiera. ¿Dónde está el problema?
49 comentarios
Ladran luego cabalgamos
Yo puedo decir que me arrodillo en la consagración, comulgo de pie, soy de misa en lengua vernácula pero tengo mucho interés en acudir a la misa Vetus Ordo que se hace en mi ciudad, para disfrutar de su belleza. E incluso en la misa en castellano hecho de menos que se use más, sobre todo los Domingos, la Plegaria Eucartística I, que es de una profunda belleza litúrgica. Es más, ya puesto, hasta he escandalizado a más de uno cuando digo que estoy a favor de la misa en nuestra lengua, pero que no vería mal que el sacerdote la realice ad Orientem Así que ni todo lo nuevo es malo, ni todo lo antiguo debe rechazarse por el hecho de serlo.
Pero ojalá todos los del mundo y parroquia nos dieran la posibilidad de comulgar de rodillas, no solo supone un hecho de libertad, sino de adoración.
https://reclinatoriosparacomulgar.wordpress.com/donde-si-puedes-comulgar-de-rodillas/
Y como esos hay más ejemplos. Pero la gran presea será la Consagración de las especies eucarísticas, la cual desaparecerá justo en nuestras propias narices, al mejor estilo de los prestidigitadores esos tan famosos en televisión.
Dictadura es dictadura, no importa quién sea el que la ejerza.
Es asi.
En mi parroquia se ha dado un toque a quien comulgaba de rodillas porque no se quieren distingos ni que parezca que unos son mas que otros ( textual)
Asi estamos
No sea que nos podamos sentir en el Cenáculo o en Pentecostés.
En la iglesia de mi barrio el sacerdote puso comulgatorio al poco de llegar, hace 6 años y desde entonces ha ido creciendo el número de personas que se arrodillan para comulgar.
Recuerdo un misionero que vino una vez a celebrar en esta iglesia y se colocó delante del comulgatorio, de manera que no podía usarse. Yo no tengo problema (de momento) de arrodillarme en el suelo, y así lo hice. Pero las personas mayores, evidentemente, no. ¡Qué pena!
"Al nombre de Jesús, toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en los abismos". ¡Cuánto más si no es el nombres, sino su presencia real!
Me da pena que en Murcia hay sacerdotes que niegan así la comunión, y sé de algunas personas que han ido a quejarse al Obispo o al Vicario General. Ojalá nunca tuviéramos que estar hablando de esto porque todos los sacerdotes respetaran el derecho que le asiste a todo feligrés a recibir al Señor de rodillas.
El 1% viene a lo que ya he "peleado" en otras ocasiones, y es al uso del término "liberal", palabra que me parece inadecuada por ser polisémica, y por tanto ambigua.
Porque se puede ser "liberal" en el sentido de la revolución francesa o del marxismo (ideologías dogmáticas ateas, furibundamente materialistas, criminalmente totalitarias).
Pero también se puede ser "liberal" en el sentido de "no-estatista", por rechazar ese cheque en blanco para los abusos estatales que llaman "Estado del Bienestar", y en lugar de eso defienden el cumplimiento de la ley y de los contratos, el respeto a los derechos y libertades fundamentales (también a la vida y la libertad religiosa), defienden el principio de subsidiariedad en la forma de un estado reducido que no pretenda suplantar a la sociedad civil, que defienden los bajos impuestos como forma de articular una sociedad que es próspera por ser eficiente, y eficiente por no estar lastrada por un insaciable estado hipertrofiado, etc.
Lo primero es lo más opuesto al cristianismo, lo segundo lo más parecido.
El caso es que hay mucha gente que es muy católica y de praxis muy ortodoxa, que es considerada "liberal" porque rechaza los abusos de la progresía, de la dictadura de género, de los populismos y socialismos varios, porque rechaza el adoctrinamiento ideológico en las aulas, la erotización de la infancia, la discriminación en las leyes y las ingenierías sociales con que pervierten las sociedades modernas, etc.
A todos esos, que son "liberales" porque quieren una sociedad como DIOS manda, a todos esos les pega tortas la Iglesia metiendo a todos los "liberalismos" en un mismo saco y sacudiendo mamporros al saco.
Como digo, es triste.
Eso sí, con ese 99% de los dictadorzuelos que sólo defienden la "libertad" de imponer ellos lo que quieran a los demás, totalmente de acuerdo.
Pero esos son cualquier cosa menos liberales.
Un saludo.
Y la semana pasada: A Dios no le importa los pecados de la gente sino su sufrimiento
Con lo cual he dejado de asistir a su "Misa" llena de improvisaciones recortes y cambios. Y no soy la única
Lo contrario puede resultar como lo que le pasó a la higuera del Evangelio; Que tan falto de raíces estaba que con lo más que se podía adornar fue con las hojas para al final secarse.,
Ante todo mi felicitación al ver hoy en 2 parroquias limítrofes con la suya los bonitos A5 de publicidad de la Adoración Perpetua en su Parroquia.
Es preciosa la imagen de la custodia y el color azul celeste del fondo, que es el de nuestra Madre, en ambas caras.
Respecto al tema del artículo creo que hay que tener en cuenta la puerilidad (el inconformismo de la década de los 60) de los que se atascan en prácticas no piadosas y que no quieren cambiar... No obstante, les gusta y les da envidia oir el rodillazo sonoro delante del Santísimo (como si llevásemos una prótesis de titanio en vez de huesos) y es por ello que hay que encomendarlos y que no abandonen la práctica religiosa y que vayan mejorando la piedad.
In Domino.
No recuerdo cuántas veces oí algo así pero dicho con toda sinceridad y sin pestanear y hasta sobre personas e instituciones concretas. ¿Cómo distinguimos la religiosidad verdadera de la deformada? ¿ya por el hecho de que alguien use agua bendita o comulgue de rodillas es un fariseo obstinado contra el Espíritu Santo? A eso en mi pueblo le llaman juicio temerario... Curiosamente el grupito de los que dicen lo de más arriba suelen llenarse la boca con el "no juzguéis"...
Amén al artículo, padre Jorge. Touché.
El tema del miedo es una cosa muy curiosa... Alguien que piensa que ciertas cosas son solo de carcas trasnochados a los que les falta algún caramelo en el frasco, pero después se desesperan por prohibirlas; si son tan anormales ¿para qué? normalmente tendrían que desaparecer por sí mismas, y sin embargo... les tienen miedo.
Que el Espíritu Santo lo siga iluminando.
Confesionario: Hay gente que no se confiesa sin mueble. Yo me pregunto si creen que el sacramento está en el mueble. Hay gente que no se confiesa con mueble. Me pregunto si creen que el cura no les mira.
Reclinatorio: Muy de rodillas Maripili frente a la Sagrada Forma y al levantarse le da un coscorrón al niño por hacer ruido. De pie y en la mano Juanjo y va de vuelta llorando a su banca. ¿Quién lo hizo bien y quién lo hizo mal?
Pila de agua bendita: Que si no te santiguas con agua bendita se te va a meter el cachudo por la casa, pasando de largo el cuadrito de San Judas y la horca de ajos en papel rojo.
En todos los casos, la gente toma los objetos con valor supersticioso y la Iglesia no debería promover la superstición. Bueno es que se quiten los reclinatorios, para que nadie crea que no puede arrodillarse en el suelo, bueno que se quiten para que nos humillemos de pie frente a Cristo.
Las normas y la obediencia a ellas son un buen remedio contra la superstición del pueblo. Recuerdo que en México, durante la crisis de la gripe A1H1, el obispo OBLIGÓ a que se diera la comunión sólo en la mano. Habrían muchos supersticiosos que no la recibieron. Qué bueno.
Digo lo mismo del vetus ordo. Cada quien que va a ese "show" regresa hablando de "la belleza". ¿No perciben la belleza en una misa carismática? ¿Le dan más valor al canto que a Cristo? No es más que superstición.
CIC 2111 La superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición.
Uno de ellos es el de la "Música y la Liturgia". La Música forma parte de la Liturgia y está presente en las misas cantadas. Y hay un cierto liberalismo que es incomprensible. Voy a explicarlo: Desde el Concilio Vaticano II, sabemos que la Iglesia de Rito Latino, tiene en gran estima al órgano; que el Canto Gregoriano tiene la primacía. Que la polifonía al modo de Palestrina y otros géneros musicales "ninguna manera han de excluirse en la celebración de los oficios divinos"...
Sin embargo, en no pocas ocasiones, no es que no se encuentre dicha primacía. Es que sencillamente es imposible hacer uso de nada de lo anterior, ni en las misas que se celebran a primera hora del día.
Y uno, atendiendo a eso de la Liberalidad podría considerar que, dado el alto número de jóvenes y no tan jóvenes que están escuchando música folk de los años 60 del siglo pasado día y noche, día tras día, está más que justificado el uso de esa música y de otros estilos similares. Sin embargo, dado que algunas de esas composiciones alteran gravemente textos que no pueden ser variados, tal y como pasa con el famoso "Santo del "No Pasarán", o el Padre Nuestro de Simon & Garfunkel, en el que cualquier parecido con lo que deben decir es mera coincidencia. Uno cree que eso es exceder lo que la liberalidad puede conceder.
Y es que a pesar de que dichos cantos tampoco estén contribuyendo a que los templos rebosen de fieles en mayor medida que lo que rebosaban antes de abandonar el Canto Gregoriano. O que el uso de Negros Espirituales traducidos, que serían imposibles de ser reconocidos incluso por los evangelicos de raza negra que los interpretan habitualmente, tampoco estén contribuyendo a pulverizar registros de llenado de los templos donde son interpretados. Pero hay que insistir mucho que, aun concediendo que se pueda ser liberal, va más allá de lo liberal el consentir o alentar el cambio de textos que no pueden ser modificados.
Ni que decir tiene el desprecio a mas de 100 generaciones de cristianos: el verdadero cristianismo es el del siglo XXI, tan frío, racionalista e inhumano, tan alejado de la gente normal, tan poco encarnado en este mundo. Todavía colea un maniqueismo que condena la creación material como mala y que, en ultima intancia, niega la encarnación. Los reclinatorios, el agua bendita, el arrodillarse y otras prácticas son una manifestación de la fe que se manifiesta en el cuerpo. Por otra parte uno se cansa del fariseismo de los de la "fe pura".
Tu ataque es hábil, muy hábil (la consecuencia implícita de los argumentos y de connotación negativa que les das, más claro en lo del agua bendita, es el abandono de las prácticas tradicionales por supersticiosas) pero no caes en la gran superstición moderna de la modernidad y el racionalismo.
Tu último parrafo es de traca, llamar superstición a alabar la belleza del vetus ordo frente a las misas carísmática no tiene nombre.Que Cristo es hermoso esté dónde esté es evidente pero respecto al culto que se Le da no. También la música es hermosa pero no es lo mismo una pachanga que Mozart o el dibujo de un niño frente a Velazquez por mucha voluntad que pongan. Tampoco se puede comparar un rito de 1500 años, en que han colaborado santos, artistas, poetas (desde Prudencio, V. Fortunato, S. Tomas e, incluso, del paganismo como Virgilio), y el pueblo a un culto de 40 años, que por otra parte esta volviendo a las prácticas tradicionales por su propio impulso de adoración. Respecto a la superstición de la "belleza" la tenía Dostoyewski, Soloviev (la belleza salvará al mundo), los S. Padres, santos e incluso a ella debemos la conversión de Kiev al cristianismo. Tanto cuidó esto la iglesia que tenía hasta tribunales para juzgar la belleza de las iglesias y lo que no pasaba se destruía como indigno de Dios.
Ultima cosa, "Las normas y la obediencia a ellas son un buen remedio contra la superstición del pueblo." frase digna de Voltaire, una frase similar le dice al Conde de Aranda. ¿Cuando nuestros pastores van a cumplir ellos con las normas, decretos, canones y profesión de fe de la Iglesia y a Cristo? Bien predica fr. Ejemplo. Son muy imperiosos para sus derechos y poder pero se desentienden frivolamente de las cargas de sus cargos y dignidades, empezando por el Papa hasta el ultimo sacerdote.
Es supersticioso el uso que se le da al agua bendita cuando se le atribuyen poderes que no posee. No es cierto que tomando agua bendita se mueran las lombrices, por ejemplo.
Del mismo modo, es supersticioso atribuirle cualidades a un reclinatorio. No hay más Cristo ni menos Cristo en la Eucaristía por recibirlo de rodillas en la boca en un reclinatorio. Cristo es el mismo en la hostia grande consagrada en el altar y en la partícula que cayó en la patena. El mismo, sin ninguna diferencia.
Cuando se le da excesiva importancia a un mueble que no tiene ningún poder sobre el sacramento o el sacramental, tales como el confesionario, la pila de agua bendita (no el agua, la pila) y el reclinatorio, estamos siendo supersticiosos. ¿Es bueno confesarse? Sin duda. Pero no le va a pasar nada a usted si lo hace el viernes a las tres de la tarde en la oficina parroquial en lugar del primer sábado de cada mes en el confesionario con celosía. Lo importante es confesarse, no con quién ni en dónde. Los que para poder hacerlo andan buscando confesionarios, pilas y reclinatorios, están siendo supersticiosos.
Yo no tengo nada contra el pueblo ignorante. Lo tengo contra los que promueven la ignorancia, que es algo muy diferente.
En términos generales -habrán sus excepciones- los curas no son gente ignorante. Podríamos suponer que, en lo que respecta al culto divino, saben un poco más que los fieles.
Yo asumo que cuando un cura quita un reclinatorio, lo hace con plena intención, no lo hace por ignorancia. Y no me parece nada raro que lo haga para evitar que ciertos grupos de parroquianos le atribuyan al reclinatorio un valor que no tiene. Asumo, nuevamente, que él sabe un poco más sobre la parroquia que yo.
Sin duda habrán curas que se equivoquen. Habrá quienes tomen medidas innecesarias, excesivas y mire qué atrevimiento, hasta malintencionadas. Pero no me atrevo a asumir que TODOS los curas que quitan -o no ponen- un reclinatorio lo hacen con la aviesa intención de promover el culto indigno al Santísimo Sacramento. Tiendo a pensar que existen cuestiones más prácticas, mundanas o incluso -perdón la mala palabra- pastorales para hacerlo. Una de ellas puede ser QUITARLE la ignorancia al pueblo. Y contra eso no tengo nada qué decir.
De su respuesta a Charo deduzco que, para vd, lo importante es el "qué" y no el "cómo".
Sobre este principio puede llegarse a afirmar que da igual confesarse como Dios manda que de cualquier manera, o que da igual comulgar mostrando el debido respeto que no mostrándolo (total, Cristo está en la Eucaristía igualmente).
¿A vd le da igual hacer un viaje en coche y a pie? ¿Le da igual una tortilla de patata bien hecha que un pastazo de huevo y patata revueltos de cualquier manera y medio crudos? ¿Le da igual una reforma en su casa hecha profesionalmente que una chapuza que se cae a pedazos?
Ah, que no. Que el "cómo" también tiene su importancia. Qué cosas...
Evidentemente, ciertas formas no son necesarias, aunque sí sean recomendables. Se puede estar de rodillas o de pie durante la consagración, pero de rodillas se muestra más respeto y recogimiento al milagro que se está produciendo. Se puede comulgar en la boca o en la mano, pero lo primero es más respetuoso (aunque lo segundo puede ser más recomendable en casos concretos, como por ejemplo durante una epidemia). Se puede confesar en un confesonario o en cualquier otro sitio, pero el confesonario favorece una mejor confesión porque proporciona una privacidad y un recogimiento que no es fácil de encontrar en otras circunstancias.
Y es que las cosas deben procurar hacerse "como es debido", no porque no puedan hacerse de otra forma sino porque así se hacen mejor. Eso no es superstición sino cuidado y respeto.
PD: De hecho, una forma habitual de atacar indirectamente las cosas sagradas, en la que no siempre se incurre conscientemente, consiste precisamente en hacer mofa y desprecio del respeto que las personas piadosas les prodigan, por ejemplo tachándolas de "supersiciosas". Qué cosas, ¿verdad?
PD: Leo su respuesta a Eck y me temo que tampoco con esos matices puedo estar de acuerdo. Apela vd al falaz argumento de autoridad señalando algo así como que "los sacerdotes saben más y por tanto lo que hacen está bien".
Pues no señor: ellos sabrán lo que quieran, pero no todo lo que hacen está bien, ya que no siempre sus actos están movidos por la gracia y encaminados a su ministerio (eso va en personas, que los hay de lo más santo y los hay de lo más hereje). Concretamente, desarraigar la fe de los sencillos está mal.
Porque una cosa es buscar a la típica persona que adora una figura de un santo en lugar de sólo venerarlo y pedir su intercesión, y sacarla del error, y otra es proscribir el culto a ese santo. Una cosa es dejar claro que una confesión tiene el mismo valor sacramental en el confesonario que fuera de él y otra muy distinta erradicar los confesonarios. Una cosa es subrayar que lo importante es recibir la comunión en gracia interior y otra castigar a quienes quieran mostrar signos exteriores de respeto.
No señor. No hay razón pastoral en castigar a los fieles más respetuosos en favor de los descuidados, y precisamente porque muchos "tontos útiles" han hecho eso en sus parroquias es por lo que Satanás ha conseguido hacer tanto daño a la Iglesia. Que ese "humo de Satanás" que Pablo VI denunciaba que se había colado en la Iglesia ha tomado muy variadas formas, y la condena de las formas tradicionales es una de ellas.
Un saludo.
Cuando el "qué" es infinito y el "cómo" es limitado, sin duda es más importante el qué que el cómo.
Le explico: El "qué" del que estamos hablando es Cristo. Nada menos. Cristo presente en todo su cuerpo, sangre, alma y divinidad en el Santísimo Sacramento. Ese es el "qué" que usted equipara con una tortilla de patata. Es tan grande que ni siquiera es un qué sino un Quién, con mayúscula.
Para ponerlo en términos que pueda comprender, supongamos que el "qué" es la fortuna de Bill Gates y el "cómo" es el banco de la esquina. ¿Tiene menos valor el dinero de don Bill por estar depositado en el BBVA en lugar de estar depositado en el Santander? ¿Despreciaría usted esa cuenta, si se la regalan, porque el banco donde la depositaron no le gusta? Pues bueno, el sacramento es muchísimo más grande que eso. El reclinatorio, en cambio, es despreciable.
Cuando la gente supersticiosa pone todo el valor de la confesión en el mueble, es bueno que el cura le prenda fuego y los obligue a confesarse sentados en el parque. Es buenísimo.
El "cómo" que exige la Iglesia para recibir la comunión es una disposición interna, no externa (no lo digo yo, lo dice el Catecismo). No es menos digno el enfermo que recibe a Cristo acostado en la cama ni más digna la beata que se arrodilla ostentosamente y saca la lengua cuando el cura ha dicho claramente que la comunión se distribuirá en la mano. No es más Cristo el que reparte el Papa que el que distribuye el ministro extraordinario.
Si usted no puede ver la diferencia, es que no estamos adorando al mismo Dios.
A Dios se le debe todo, y el todo incluye el cuidado máximo en el respeto que se le debe en la liturgia, en el fondo y en las formas. A mí se me enseñó de niña, que la comunión había que recibirla en la boca de manos del sacerdote. No solo porque el darla en la mano conlleva el peligro de ser más fácil el sacrilegio, sino porque las manos de los sacerdotes están consagradas precisamente para tener el privilegio de tomar con ellas a Dios.
He visto comulgar en la mano con pan ácimo, que por su consistencia suele dejar miguitas (en cada una de esas miguitas también me enseñaron que está Dios), y después de comulgar sacudirse las manos. He visto estar en el templo cómo el que está en la plaza del pueblo en día de mercado, charlar en corrillos dando la espalda a las imágenes que son representaciones de Dios y de la Virgen, pasar por delante del sagrario cómo el que pasa por delante de una pared.
La religión que se me enseñó a mí, y benditas sean mis monjas, estaba llena de respeto reverencial al que merece todo el respeto del mundo: Dios. En una época en la que "El humo de Satanás, todavía no había entrado en la Iglesia."
Si la Iglesia permite comulgar en la mano, haríamos bien no creyéndonos mejores por comulgar en la boca o de rodillas. Ese es, y perdónenme (porque yo tengo otros muchos, y no me creo mejor que ustedes) el gran pecado de esta web, tómenselo como corrección fraterna. Elijan según su conciencia y que a cada cual se le permita hacerlo como quiera, pero entiendan que es una cuestión de costumbres, no humo de Satanás. Humo de Satanás es cambiar la doctrina o dejar de confesarse porque "ya no hay pecado". Elegir entre dos opciones legítimas aprobadas por la Iglesia, no. Le pese a quien le pese.
En la otra misa te miran raro si te arrodillas, por supuesto en el suelo porque no hay reclinatorios en los bancos, y casi todo el mundo comulga en la mano...Donde hemos fallado y seguimos fallando a Cristo y a su Iglesia para que no hayamos sabido transmitir estebgran tesoro a nuestros niños? Muchas gracias por los comentarios:son enriquecedores,que el Señorbles bendiga!
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