A Rafaela le dieron con la puerta jubilar en las narices
Mira que es poco partidaria de pisar Madrid. Pero no ha quedado más remedio que ir “de médicos” y en eso sus sobrinos son inflexibles. Si hay que ir al médico, se va, y como al final siempre hay que hacer varias cosas, pues se pasa unos días con ellos en la capital, tan tranquila y así se mueve menos.
Afortunadamente, lo del médico, bien. Pequeños controles, una analítica de urgencia, revisión de la boca y hasta gafas nuevas, que, ya que estamos, hay que aprovechar para todas estas cosas.
Perfecto, Rafaela, así que en una semanita todos los objetivos cumplidos. No te quejarás.
Se queja. Ya lo creo que se queja. Porque dice que ella quería haber aprovechado que estaba en Madrid para pasar por la puerta de la misericordia y ganar su particular jubileo. Como anciana y con achaques, no se planteó acudir a la catedral o a alguno de los templos designados jubilares en Madrid, pero sí cumplir con todas las demás condiciones para recibir la indulgencia plenaria: “confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Santo Padre”.
Lo de confesarse yo sé que no lo tiene fácil en el pueblo, porque don Jesús, sin entrar en más detalles, casi no tiene tiempo para sentarse en el confesionario y hay que pescarlo al vuelo y siempre con prisas. Madrid, la parroquia de sus sobrinos, donde además del párroco hay al menos otro sacerdote que ella sepa, es otra cosa. Seguro que encuentra un sacerdote con quien hacer una buena confesión.
No hubo forma. Por las mañanas, la iglesia siempre cerrada. Hay una misa por la tarde los días laborables, y dos los domingos. Una vecina le comentó que a veces confesaban antes de la misa. Perfecto. La primera tarde, media hora antes de misa, Rafaela en la puerta de la iglesia. En la puerta, porque estaba cerrado el templo y ahí no acudía nadie. Faltando diez minutos para la misa apareció el sacerdote a carreras que, por supuesto, no podía confesar porque ya no había tiempo. ¿Oiga, después de misa sería posible? Hoy nada, que tengo una reunión. Pásese un día por el despacho.
Despacho dos días por semana. Una hora cada día. Acudió al despacho. Qué mal me viene hoy… tengo gente. Mejor luego en misa. Pero fue lo mismo. Llegar a carreras y salir más deprisa aún. El tercer día celebró el otro sacerdote. ¿Y usted me podría confesar? No hace falta, mujer. Usted, con su edad, ya no necesita confesarse, ¡qué pecados va a tener!
Pues eso, me decía Rafaela, que no sé para qué hablar tanto de misericordia y de jubileo y de recomendar que nos confesemos si luego pasa lo que pasa. A misa he ido cada tarde, y a comulgar, que cosa grave no tengo. He rezado el credo y también por el santo padre. Pero me he vuelto al pueblo sin confesar. Así que a mí se me ha cerrado la puerta jubilar. Y no te creas que ha sido algo aislado, que en la parroquia de mi hermana me pasó algo parecido otra vez.
Si os tomáis en serio lo de la misericordia y la puerta santa, lo que hay que hacer, antes de nada, es que funcione lo ordinario, es decir, que en cada parroquia se pueda ir a misa sin sustos, confesar, recibir atención espiritual, atención los pobres. Y cuando esto funcione, se pueden empezar los gestos extraordinarios como los jubileos. ¿De qué me sirve a mí un año jubilar si luego no encuentro un cura que me confiese?
75 comentarios
Quieres confesarte y no hay nadie en los confesionarios.
Bendiciones.
Vamos a hacer un análisis muy sencillo para que hasta tu lo entiendas.
Sea la Sra. Rafaela real o imaginaria, no deja de ser parte de la realidad compleja, como los números, ya sabes.
Lo que importa no es Rafaela, sino si sucede lo que denuncia, y por desgracia sucede.
A ver, contéstame esto que no es difícil:
¿Qué es lo bueno? ¿Qué ocurra lo que se denuncia o que en todas las parroquias el cura sea accesible especialmente para la confesión?
Yo creo que hasta tu tienes que reconocer aunque sea a regañadientes que lo mejor es lo segundo. Luego entonces si sucede ¿Qué problema hay en denunciarlo?
Ah que los curas que suelen desaparecer y cuyo estado natural es la reunión, pero no la isla, suelen ser tus colegas los modernistillos. Vaya Vaya. Que faena, es que te han dado en todo el bebe.
Veras el catolicismo no es modernista, y Dios menos, de hecho es muy antiguo y muy tradicional. Me refiero a Dios de verdad.
Además todos los sacerdotes, no solo los modernistas deberían aprovechar el impulso del Papa en la cuestión de la misericordia. Cada Papa tiene una sensibilidad según su educación y sus circunstancias. Hay que aprovechar lo bueno de todos ellos. Y lo bueno de este Papa es precisamente la misericordia con mayúsculas, que es la confesión. Y para confesar el sacerdote tiene que estar accesible.
Y yo doy fe de que D. Jorge, echa horas de confesionario, lo hacía antes, y lo hace ahora, que es lo mejor que se puede hacer para trabajar por la Misercordia y la acogida.
No entiendo para qué tanta parroquia si luego no se pueden atender debidamente. Sacerdotes que (mal)llevan varias parroquias etc... para mantener la ficción de que la Iglesia es tan grande como antes....
Cerremos tanta cosa vacía. Reformemos la estructura y adaptemosla a hoy. Menos parroquias pero siempre abiertas. Donde varios sacerdotes las atiendan y se pueda uno confesar...oir misa...varias veces al dia.
Poco pero vivo.
Lo que suele haber varias veces al año son penitencias comunitarias pero yo, que soy antigua, necesito decir los pecados al confesor y no que me eche la absolución sin haber abierto la boca, pero empiezo a pensar que eso es una obstinación mía sin demasiado fundamento. Ahora bien, tampoco me dicen claramente si es así o no. Simplemente hay lo que hay y no hay que pensarlo.
Tal cosa empieza a parecerse a las memorias de Robert Hugh Benson, clérigo anglicano que se encontraba conque, cada vez que cambiaba de parroquia, cambiaban también la importancia de los sacramentos. Preguntando a sus superiores se encontró con una respuesta subjetiva: "si para usted la confesión es importante, no se prive, pero, si no lo es, puede pasar de ella". Desconcertado se convirtió al catolicismo que le daba pautas objetivas. Pues ahora no tendría tan claro si merecía la pena dar el paso. O tempora o mores!
Saludos cordiales
Saludos cordiales.
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Jorge:
Usted me puede llamar de todo, qué se le va a hacer. Pero justo de no atreverme a decir lo que pienso, justo de eso, no.
Si quiere confesarse en esta parroquia, los laborables, media hora antes de cada misa, encontrará un sacerdote sentado en el confesionario. Los domingos y festivos, durante las misas, siempre hay un sacerdote confesando.
A todas estas, ¿para qué confesarse, no reina por allí la modernista doctrina de que "nadie debe poner obstáculos a la misericordia de Dios"?
sublime y mordaz crítica: primero lo primero después lo demás.
Pronostico récord de comentarios, muchos de ellos de anticatólicos.
Se lo recomiendo, es una manera estupenda de encontrar confesores disponibles.
Por favor le comenta a Rafael que el asunto no conoce fronteras. En mi parroquia de Santa XXX de Bogotá Colombia (no digo el nombre por eso de la Misericordia) han hecho lo siguiente:
Acabaron con una de las misas de la tarde en los días de semana. Si trabajas y quieres ir a la Eucaristía...de malas. Para qué tantas misas.
La misa de 10 del Domingo la volvieron de 9.30 a.m. para que sea más corta y para que no molesten a la gente de la misa de 11 a.m. que es la de los niños. Donde se hace de todo menos misa.
Y acabaron con la última misa de 7 de la noche el domingo. Olvídate de ir a misa tarde pues si no alcanzas a las de la mañana de malas de nuevo....
Ya no hay confesión antes de la misa
Si quieres una misa votiva por alguien solo te la aceptan en las horas del despacho parroquial, tres veces a la Semana.
Hasta acabaron la venta de cirios y que para el Día de La Candelaria, cada uno se apañe como pueda.
Y luego dicen que este pueblo católico es muy malo porque no frecuenta los sacramentos.
Como le dijera Jesús a Pedro en el Huerto de los Olivos "¡¡¡¡Vés Pedro como estamos y tú cortando orejas!!!!
Él insiste con frecuencia en sus homilías, en la necesidad de la confesión frecuente.
Pero además de la iglesia de mi barrio, es fácil encontrar confesor en Murcia. Hay, sobre todo en el centro, bastantes iglesias en las que se puede hacer sin dificultad. Así es que aquí quien quiere, puede.
Viendo lo que sucede en otros lugares, en Murcia somos unos privilegiados.
Es decir que lo que tú dices y lo que digo yo son formas distintas de penitencia comunitaria, por lo visto. Lo que indica claramente que no hay un rito determinado para ello.
Una cosa es la celebración penitencial (o comunitaria de la penitencia) que está mandado que sea con confesión individual; y otra una celebración con absolución colectiva, que se puede dar sólo en muy pequeñas y raras circunstancias. Hasta aquí la ley.
Luego está la práctica de algunos curas que, en esto y en otras cosas, hacen lo que les da la gana. Y aquí sí que falla la intervencion de muchos Obispos.
El caso de la Señora Rafaela, real o prototípico, es enormemente frecuente. En todo el universo eclesial.
Como muy bien sabrá, cuando alguien tiene mucho éxito y se hace popular, inevitablemente ha de pagar un desagradable tributo, esto es, que el o la chiflad@ de turno cree una fijación enfermiza contra él. Llegado es el momento.
Yo, al ser menor que usted, en edad, saber y gobierno, no me atrevo a darle ningún consejo, pero hay un método eficaz y expeditivo que no sólo evitaría complicaciones en esas patologías mentales, sino que aliviaría a la zona de comentarios dejándola ser como tiene que ser:
Una zona donde se puede estar de acuerdo o discrepar, y no una bacinilla para emplearla por dispepsias crónicas.
Así que nadie puede corregir una evidencia. Desconozco las normas, describo los actos de una parroquia concreta.
Les cuento cómo se hace acá, a ver si alguien se toma la iniciativa para otros pueblos: Google.
Viene usted, pone en Google "confesiones" y el nombre de mi pueblo y le aparece por milagro de Santa Clara un par de páginas regularmente mantenidas donde se publican los horarios de confesión en las diferentes parroquias. No están todos, algunos fallan, pero en general con un poco de buena leche averigua usted que en San Tristán de Cunha hay confesor hoy a las 10:30 y mañana en La Merced, si hace bueno.
Los regulares ya tenemos nuestros favoritos, pero cuando toca confesar esos pecados inconfesables, San Google nos pone en camino de un confesor desconocido en 0.33 segundos.
"En la sociedad actual, donde el perdón es tan raro, La Misericordia es importante"
¿Qué querrá decir?
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Jorge:
A ver si lo explica Lombardi.
De todas formas dile a Rafaela (para que se consuele) que mejor es no encontrar confesor, a encontrar uno que te atienda con pocas ganas...
A mi ya me ha pasado, asi que en este tema soy muy cauta: primero estudio el panorama antes de lanzarme.... por aquello de no molestar al prójimo.
Triste pero es así.
Mi realidad habitual es no encontrar ni sacerdote ni confesionario. Media docena de intentos debí hacer en cierta ocasión antes de poder confesarme, dando vueltas entre distintas parroquias. Todas ellas con un cartel con el horario para confesiones. Pero todos los curas con una disculpa diferente.
No logro entender qué cosa tiene en la cabeza un sacerdote, que en vez de facilitar la confesión, la complica o la niega.
Caso diferente es el de quien huye de la confesión personal y busca la absolución colectiva como solución, no creo que sus pecados sean absueltos.
En mi Diócesis la absolución colectiva está prohibida y está mandado en las ciudades con diferentes parroquias tener un día por turno dos horas de confesiones, de tal forma que se cubra toda la semana.
Espero que le sea de ayuda.
De todas formas, rogaría a todos que se buscaran un sacerdote de director espiritual, así se tendrían la confesión frecuente sin tener que hacer una peregrinación buscando un sacerdote.
Le cuento mi experiencia, por si le sirve.
En mi vida y por mi edad, he ido a multitud de confesores y de médicos. Malos y buenos, de todo.
De enfermedades he tenido variadas. He ido con cardiólogos, neumólogos, traumatólogos, tanatólogos, psicólogos, psiquiatras, generalistas, etc. TODOS me han dado la misma receta: "baje de peso, quítese el estrés y haga ejercicio". Me hizo gracia cuando al Papa le dieron exactamente la misma receta.
Con los confesores, he ido siempre exactamente con el mismo pecado. El mismo, desde que tenía 7 años. Sin cambio. He ido con jesuitas, franciscanos, dominicos, diocesanos, jóvenes, viejos, nacionales y extranjeros. Jamás dos sacerdotes me han dado la misma receta. Nunca. Y siempre me han dicho algo que me ha ayudado. Siempre.
Lo que eso me hace pensar, es que en la confesión no actúa un "profesional" sino Cristo. Los profesionales tienen su receta, saben qué decir ante cada problema y generalmente dicen lo que está de moda. Los sacerdotes, en el lugar de Cristo, SIEMPRE tienen algo nuevo qué decir. No sé cómo le hacen. Para mí es sorprendente. Con cientos de miles de personas confesando básicamente los mismos pecados, lo lógico sería que el confesor tuviera ya su receta y la administrara parejo. No es así. De alguna manera sobrenatural, el confesor "sabe" qué tiene que decir cada vez.
Eso me libera totalmente del problema de tener un confesor desganado, claretiano, subversivo o del Movimiento de la Liberación Nacional. El que confiesa siempre es Cristo. Se lo puedo asegurar.
Desde pequeño siempre he encontrado en todas partes sacerdotes dispuestos no sólo a la confesión sino a compartir tiempo y charlas.
Debo de ser un bicho raro.
"Sería interesante que, en esta etapa, el Papa se animara a revisar la práctica del sacramento de la confesión y dejar más libre al creyente en su relación con Dios para que en su fuero íntimo pueda discernir lo bueno y lo malo. Y no usar la confesión como una boletería para poder comulgar, o un consultorio psicológico gratuito donde desahogarse de los pecados de los demás."
¿Se puede conseguir mayor desprestigio del sacramento de la confesión si un cura amigo del papa y elegido por él para el video, habla así?
Gracias por compartir tu experiencia, pero el asunto no va por ahí.
Por supuesto que Cristo es el que perdona y el sacramento es válido independientemente del sacerdote que lo administre y de su actitud.
De lo que yo hablo es de otra cosa: la acogida del sacerdote. Cuando detectas que lo está haciendo porque se siente obligado, pero que no tiene ninguna gana, lo normal (a no ser que uno sea de piedra) es que te sientas mal porque percibes que estás molestando. No sé si me explico.
En esos casos yo prefiero que me pase lo que a Rafaela.
Saludos cordiales.
Me ha emocionado tu comentario, y coincido contigo. A lo largo de mi vida, con cientos de confesiones de sacerdotes diferentes, TODOS me han ayudado, de todos he recibido una palabra de aliento, de ánimo, de perdón. Todos han sido para mí el rostro misericordioso de Dios, benditos sean por ello!
Esa cosa tan tonta ayudaría muchísimo, porque permite ir a tiro fijo. Un día miras el cartel, y ya te puedes organizar para ir a tal hora, o si no buscar en la parroquia de al lado.
De todas formas, Doña Rafaela que no se queje, que me da que justo Madrid es un paraíso confesional comparado con otras latitudes.
Quizás lo que quiero decir es que el sacerdote, siendo vital, importa poco. Es extrañísimo. Si se tratara de una profesión regular, lógico sería que hubieran buenos y malos confesores, que hubiera uno famoso (que yo recuerde, sólo el Santo Cura de Ars y el Padre Pío alcanzaron cierta fama como confesores, de los demás se sabe muy poco), y otros poco recomendables.
Pero no es así.
Me atrevería a decir que tiene también que ver la preparación interna que lleve uno, pero tampoco. Ya he ido a confesarme con pocas ganas, con muchas, con miedo, con alegría, por compromiso y por hábito, por necesidad y por urgencia y el efecto siempre es igual.
Quizás, se me ocurre pensar, que tal vez el desgano que ha sentido usted alguna vez también es parte del mensaje de Dios particular para usted. Puede ser. No me parecería nada raro.
Le cuento una anécdota: en cierta ocasión, un cura desconocido para mí me identificó en el confesionario por nombre y profesión sin que yo le dijera absolutamente nada al respecto. Me dijo, literalmente: "David, tú que eres publicista, tu penitencia...". Y la penitencia tuvo mucho que ver con mi profesión. Como coincidencia, es imposible. Desde entonces, y de eso ya varios años ha, siempre pongo atención a las circunstancias que rodean el sacramento. Dios habla de muchísimas maneras y a cada uno de forma diferente. No sé que signifique para usted "sentir que está molestando", pero estoy seguro que significa algo que Dios quiere decirle.
Cómo nadie va a ir a confesarse,si no hay conciencia de pecado.No se predica,no se nombra el infierno,no se nombra al diablo. Si las lecturas del día nombran algo de esto, se predica en la homilía de otra cosa.
En mi barrio hay una parroquía con dos sacerdotes. No se pata qué. Está siempre vacía y a oscuras. Es como el Sepulcro del Señor. Así me lo figuro yo, frío y oscuro, y el Señor muerto y enterrado. La predicación completamente buenista. Todos somos buenos, y el Señor muy bueno. No hay confesionario,ni espacio para la confesión. Nunca he visto a nadie confesándose ni confesando. Para qué,si somos buenísimos todos?.
Dejé de ir a esta parroquia or el sufrimiento que me causaba, que yo ofrecía por las almas de los "sacerdotes" y fieles. Pero dejé de ir,porque yo sin saber teología y sin tener más saber del catecismo que un poco, le tenía que explicar a mis hijos que lo que el cura había dicho NO era, y que era de esta y esta manera.Eso en cada misa y cada homilía. El último día que fuimos dijo que los sacerdotes no eran necesarios,ni la Iglesia tampoco. Gnosticismo puro.
El otro día me encontré en la frutería de enfrente de la iglesia a uno de los sacerdotes,le dije(aunque no le gusta) "buenos días padre". La frutera dió un respingo, "eres cura Paco?" Y yo, "sí, es el sacerdote de nuestra parroquia" y señalé la iglesia. Yo compro en esa frutería desde hace 5años,no se el nombre de la frutera,siempre le digo señora,pero tenemos confianza hablamos de la familia, de la vida que pasamos.Vamos lo normal. El cura y ella se trataban con igual confianza, se llamaban por el nombre, pero la frutera no sabía que era el sacerdote de la iglesia de enfrente,que cruzas la calle y ya está.
Cambié de parroquia como digo. No muy lejos. Tres calles más para allá,porque tengo suerte y estoy rodeada de iglesias a las que en 10 15 min de paseo puedo llegar, en todas direcciones.
En esta parroquia hay tres sacerdotes fijos, y otros que llegan de visita o de prácticas y ayudan en las misas.
Cada uno es diferente de caracter y prédica. Cada uno celebra la Santa Misa de su manera,quiero decir que,desde luego ateniéndose al canon,cada uno es único. Confiesan media hora antes de cada misa, y cuando se lo pides. Nunca he tenido que corregir ni contestar preguntas de mis hijos después de misa. Estoy muy agradecida.
Hay de todo,pero abunda lo malo, y lo bueno es callado y oculto.
A Ignacio Héctor quiero decirle, que yo convivo con mi pareja, con el que mantengo una relación de 15 años y tenemos 2 hijos en común. Convivimos desde hace ya casi 3años COMO HERMANOS, a la espera de poder casarnos como Dios manda. Nunca nos han negado la confesión, ni el perdón, ni la absolución, ni la comunión cuando confesamos y decidimos tener una relación sin mantener relaciones sexuales, pero bajo el mismo techo, ya que antes de nuestra conversión habíamos formado una familia y somos responsables de nuestros hijos.
Quiero decir también que la primera vez nos decidimos a confesar y dar el paso fue en una iglesia "tradicional" de misa en latín y curas con sotana, no digo más. Y recibimos el perdón, y mucho más, orientación y ayuda, comprensión y apoyo. Ahora, mi "marido" y yo estamos más unidos, y nuestro amor es mayor si cabe. No voy a decir ni que es fácil, ni un camino de rosas. Unas veces estamos mejor, otras veces peor o muy mal. Pero aquí estamos, luchando y nunca solos. La iglesia nos acompaña, nunca me he sentido rechazada ni juzgada, ni maltratada por la Iglesia.
Si nos perdonó un cura tradicionalista, pensando que hoy parece que antes la Iglesia era intransigente y dura,poco menos que quemaba a la gente, como no va a "perdonar" un cura como Paco, o un cura más normal de la Iglesia hoy
Piensa que algo te habrán dicho concretamente en tucaso y ponlo en práctica, y nadie te negará el perdón si te acercas con fe, sinceridad y propósitode enmienda en la contrición a la confesión.
A mí la confesión comunitaria me parece bien, dado que en mi humilde opinión, el contar una serie de pecados al confesor es lo menos importante, lo que más importa es el arrepentimiento y el propósito de enmienda. Podrían dejar el confesionario como una opción voluntaria.
Y en el caso de Rafaela, supuesta o real ¿Nadie se pregunta que puede tener cierto pudor a confesar con su párroco, que la conoce de muchos años y prefiere a un sacerdote desconocido?
.Para que fueron ordenados los Sacerdotes, sino para administrar los Sacramentos? Cuando se van a enterar de que, es para lo "único" que los necesitamos REALMENTE????? Es que, el Señor querrá purificar nuestra fe?
Que conste que amo de corazón a los Sacerdotes y rezo por ellos cada día, pero algunos, francamente no estoy muy segura que sea esa su vocación,,, Los prefiero menos ""inteligentes"" pero máaaaas santos.
Contaban las viejas de entonces que confesaba al menos 10 horas por día y llegó a la increible cifra de 18 / día.-
¿Sería por alguna competencia en el record del Guiness.-???
Y el cuento para noches de invierto aclaraba que por esos records, lo nombraron Patrono de los sacerdotes párrocos.-...!!!!
¿Se puede creer semejante patronazgo para éstos tiempos de ESTACIONES ESPACIALES.-???
Bendiciones.
Lo de las reuniones ya es de traca, ¿se imaginan Uds. a un médico que teniendo una epidemia entre sus pacientes, no les atendiera porque tiene un congreso la mar de interesante? .
El buen pastor da la vida por su rebaño, y creo que eso está dentro del cargo. ¿Porqué no se pone todo, incluso el tesoro de un tiempo necesario, al servicio de las ovejas, más cuando estén descarriadas , aunque parezca que no lo estén "por la edad que tienen"? .
Alguno habrá que piense que las "beatonas siempre se confiesan de lo mismo". Bueno y, ¿qué?, ¿no se nos exige perdonar hasta "setenta veces siete"?, ¿¡Qué pasa!?, qué a la cuatrocientas noventa y una, ¿ya no es necesario perdonar?. ¿No se nos insiste sobre la necesidad del perdón?. La omisión del deber de socorro es un delito, el sacerdote que omite la confesión de quien se la pide porque la necesita, comete un pecado gravísimo. ¿Es que las reuniones, cursillos, viajes, forman parte esencial de la vida sacerdotal y tiene más valor que atender a quien le pide su ayuda para conseguir el perdón de Dios?. El pecado, también se comete además de palabra, pensamiento y obra , por omisión.
Le rogaría por favor D. Jorge, que en algún artículo hablase de los requisitos que se nos exigen para hacer una confesión perfecta, pues la experiencia me ha enseñado que no debe de darse nada por sabido, y también, de cómo ha de intervenir, más bien mediar en la confesión, el sacerdote. Porque después del primer logro de conseguir un confesor, que a la vista está , no es sencillo, se requieren "algunas cosillas más" para obtener una limpieza de la "colada" en condiciones. ¡Gracias!.
"Usted, con su edad, ya no necesita confesarse, ¡qué pecados va a tener!"
Conozco a una señora de esas, a la que le dijeron exactamente lo mismo. No digo que esté correcta, pero la frase en realidad me parece que va destinada a sacudir las entrañas de las "beatas" y no a embalsamarlas.
Ignoro qué es lo que confiesa mi amiga, pero estoy seguro que jamás confiesa el odio que le tiene a los perros, la manera de incordiar que le tiene a su vecino, ni su afición a las novelas rosas y las revistas del corazón (estoy parodiando, para salvar la identidad de la implicada). Sin duda este cura no conocía a Rafaela, pero habrá conocido a muchas como mi parienta.
Ante la pregunta "¡qué pecados va a tener!", la respuesta del penitente no debería ser "ninguno" ni "los mismos de siempre". La pregunta es "¿cuáles, en realidad, después de todos estos años jamás he confesado?" He pasado la vida sin pisar la cárcel, todavía no he matado a nadie ni he asaltado un banco, pero todavía no tengo alas ni túnica blanca resplandeciente... algo debo estar haciendo mal.
Ese "algo" con frecuencia lo tenemos tan enraizado que se nos olvida en la confesión. A veces un cura que nos dice "no tengo tiempo para beatas", es Cristo diciendo "todavía no has hecho tu examen de conciencia".
Excelente artículo, don Jorge....
Que manía con que Rafaela vaya a la parroquia de D. Jorge. Oye, ¿y porque no te acercas tu? no digo que a confesar, pero puedes ir a cualquier hora porque hay una capilla de adoración perpetua. No te va a doler.
Amén de ser modernista,
Cosa fea en esta vida,
se te da por ser pleitista
y hablar sin que se te pida.
Mejor que te hagas turista
ahora que estás crecida,
que ya para ser juerguista
se te ha pasado esa vida...
Eso de Rafaela es la versiòn un poco modernizada y adaptada a asuntos religiosos de Doña Rogelia
Es lo mismo que Mari Carmen ventrílocuo y sus muñecos que salían en la tele hace 20 años; mari carmen tenía un muñeco que se llamaba doña rogelia que era una señora vestida de negro , muy simple , viuda y de un pueblo de Castilla y que decía lo que Mari Carmen no se atrevía a decir ....y mari Carmen discutía con doña Rogelia para gran alegría y regocijo de los que veían esos programas
Rafaela es la nueva doña Rogelia pero sin la gracia y el humor que doña Rogelia tenia.....
Por otra parte , en el centro de Madrid ( iglesia de san José , oratorio de Caballero de Gracia , Carmen , san Gines , iglesia de la Nunciatura san Miguel , San Andrés , Catedral Castrense , colegiata de San Isidro , la Paloma , Catedral de Madrid) es facilisimo encontrar sacerdotes confesando
Saludos cordiales.
"TODOS SOMOS RAFAELA"
Yo vivo en un pueblo de Madrid con un convento de carmelitas (Misa diaria a las 10:00) y 3 parroquias de las que conozco solo dos. En una de ellas se pone un sacerdote a confesar antes de la mIsa diaria de la tarde, y si no está se pide que se ponga y se pone, en la otra se puede confesar a petición, aunque los sacerdotes siempre están muy ocupados y, quizá, te den una cita para el día siguiente; en el convento todos los días se queda el sacerdote a confesar después de la Misa si se pide al empezar.
Antes vivía en Madrid y, de las 3 parroquias del barrio (Pacífico) que conocía, era muy fácil confesar en dos de ellas, en la tercera a petición; ahora trabajo en Arturo Soria y conozco dos parroquias con horario ilimitado de confesiones (hay un timbre para llamar al sacerdote) y además elsacerdote se queda a confesar después de Misa (hay 3 Misas diarias en ambas) si se le pide.
También hay varias parroquias en Madrid con horario de confesiones publicado igual que el de Misas, concretamente en los jesuitas de Serrano, en los que hay muchas Misas de diario, se pone un sacerdote casi en todas las Misas y además hay horario de confesiones a media mañana, en una parroquia en Velázquez y otra en Moratalaz siempre se puede confesar antes y después de Misa y a cualquier hora a petición, también me ha llegado información de muchas facilidades para confesar en algunas parroquias de la zona centro aunque no lo conozco por experienica propia,....
Quizá Dª Rafaela hubiera podido pedir ayuda a sus sobrinos, para que buscaran en la web una parroquia con horario de confesiones y situación que les viniera bien, incluso tal vez hubieran podido aprovechar alguna de las visitas a algún médico para parar en alguna parroquia cercana.
D. Jorge, es cierto que hay muchas cosas que mejorar pero tampoco generalicemos ni agravemos los problemas.
Su testimonio de fuerza y de entrega, es hermoso y estimulante para los demas. Persevere con alegría y amor en su empeño por hacer las cosas como Dios manda.
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Bueno, también hay que tener en cuenta, ya que nadie lo menciona, que estamos en Madrid, no en un pueblo!
La parroquia de D. Jorge está al Norte de Madrid, a las afueras, por Tres Olivos. Ahora imagínense que Rafaela tiene que moverse por el centro (Sol-Gran Vía, Tirso de Molina), por Argüelles, por Carabanchel o por Vallecas. ¿Va a tener que tragarse una señora mayor horas de combinaciones de metro-cercanías tan sólo por la desidia de otros curas?
Y por cierto, la "confesión comunitaria" no es válida como sacramento, diga lo que diga el tal padre Marco.
Vivo en la provincia de Buenos Aires, bien lejos de la capital. Acá somos muy localistas. Y te puedes confesar con el sacerdote que elijas, sea de tu parroquia o a 100 km. de ella. Puedes preferir confesionario o despacho personal del sacerdote. Convienes con él ( o con su secretaria ), que atiende TODOS LOS DÍAS HÁBILES , la fecha y la hora, ya que estás muy ocupados. Los llamas a las 4 a.m. por una urgencia, y hay muchos que van al instante .
Aquí, si no te confiesas es que no te apetece.En los confesionarios hay cola.
Y sin embargo, hay tantos que desaprovechan este verdadero regalo de Dios...Sobre todo, jóvenes.
Mis oraciones por las vocaciones sacerdotales en España.
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