Católicas aguantaderas
A ver si nos aclaramos, que una cosa es que haya que obligar a todo el mundo a ser católico como sea, y otra que católico venga a ser sinónimo de nuevo leproso a quien hay que apartar de la sociedad.
Llevamos tiempo, y la cosa se recrudece por momentos, en que se ha puesto de moda sacudir a los católicos y convertir su vida de fe en algo casi clandestino. Los católicos hoy no queremos ser ni más ni menos. Menos tampoco, que quede claro.
Hace algunos meses me hacía eco de la negativa de un ayuntamiento a ceder un local junto a la playa para poder celebrar en él misa los domingos. Vale. El ayuntamiento de Madrid ha decidido este año no colocar belén en la casa consistorial. En Valencia el cementerio de la ciudad ha sido reducido en la práctica a territorio laico: desaparición de la imagen de la Virgen, conversión de la capilla en sala de ceremonias y prohibición de celebrar la misa al aire libre, como siempre, en el día de los difuntos. Bah, dirán algunos, los católicos otra vez cabreados porque pierden sus privilegios. Pues va a ser que no. Es otra cosa muy diferente.
A ver, por ejemplo. Entiendo que un local municipal es de TODOS los vecinos. Pues felices de que los vecinos puedan usarlo para sus actividades. Acepto bien que se ceda a los musulmanes para que recen si no tienen otro sitio, para la junta del hogar del jubilado, el grupo de teatro o la asociación de amigos de la paella para sus clases teóricas. Eso es un local puesto al servicio del pueblo. Pues bien, si todo eso es posible, que lo es, y sin embargo se niega su utilización para que los católicos celebren en él misa los domingos, eso no es laicidad, es discriminación contra un colectivo.
El ayuntamiento de Madrid este año no colocará un belén en su sede en Cibeles porque según afirma la alcaldesa, no todos son creyentes, y hay que mantenerse neutros en este punto. Coñe con la alcaldesa. No todos somos partidarios del día del orgullo gay y bien que colocó la banderita del arco iris en el balcón. Ahí no se preguntó si habría gente que pudiera molestarse. Podría entenderlo si un día banderita arco iris, belén en Navidad, media luna en ramadán y escudo del Madrid o del Atlético si ganan una competición. Pues no. El ayuntamiento abierto a todos menos a los católicos, por si tiznan. Por cierto, ayer una mujer musulmana decía en televisión que a ella no le ofendía un belén.
¿Y qué problema hay en celebrar misa en el cementerio de Valencia si tantísima gente lo pide y asiste? Entiendo que ninguno. Se sabe la hora, el que quiere acude, y el que no pues nada. No. La misa es de los católicos y no se celebra. Bueno, se celebra en la capilla, convertida ahora en sala de ceremonias. Enfermiza una decisión que hasta escudriña cualquier pequeña cruz para retirarla inmediatamente hasta de papeles y paños.
La calle de todos menos de los católicos. En algunas localidades se está empezando a prohibir procesiones y manifestaciones públicas de fe. Debe ser que los católicos de a pie no pagan impuestos y por eso no tienen derecho a nada que no sea refugiarse en sus templos para no molestar.
Esto no es más que un empezar, porque saben que a los católicos nos pueden pisotear, que no se producirá más reacción que recoger unas firmitas en cualquier portal y entregarlas, firmas que archivarán diligentemente en la papelera más cercana con una sonrisita de conmiseración.
Supongo que cualquier día me prohibirán que toque las campanas para misa, que saque cualquier procesión o se me ocurra poner un villancico que se escuche en la calle. ¿Y ese día, qué? Ese día nada, porque en la Iglesia hemos decidido, o han decidido quienes más mandan, que es mejor seguir caminando, aunque sea perdiendo los pantalones. El problema es que en la medida que seguimos bajándonos los pantalones, estos acaban en los tobillos y traban por completo.
Imaginen que un servidor decidiera sacar este año, en semana santa, una procesión aprovechando que en la parroquia tenemos una preciosa imagen de la Virgen de los Dolores. Imaginen que me dicen que no (que me lo barrunto). A lo mejor se me ocurre en ese caso procesionar por las aceras, que se supone que son públicas. Conjeturas. Solo por imaginar. A lo mejor me da por ahí…
42 comentarios
Qué mejor respuesta a quien pretende invisibilizar el catolicismo que devolverle una buena dosis de la monumentalidad en forma de liturgia. Y no digo nada de ornamentos negros y con calaveras... no digo nada porque están prohibidos.
De acuerdo con ud., pero no me queda claro qué propone. La recogida de firmas queda criticada, "los que mandan" en la Iglesia también quedan criticados porque no hcen nada.
¿Entonces usted qué piensa usted que deberíamos hacer?
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Jorge:
Cada cual sabrá. Yo saco mi procesión en semana santa. Si me dejan bien, y si no, por la acera aunque sea, que las aceras son públicas.
hay que entender que todos somos iguales, pero hay unos mas iguales que otros, esa ha sido siempre la filosofía masónica.
Soy de los que creen que cuando la Iglesia es perseguida, el efecto que produce es un cerrar filas entre los fieles y testimoniar con más fuerza su fe.
No es que quiera que a estas alturas se pueble de mártires la Iglesia Española, pero un paseo por el camino estrecho no nos iría mal.
"Rincón de la Victoria, primer municipio que implanta las comuniones civiles de la Iglesia". Y cobran unos 60 euros por bodrio. Esto da risa y pena a la vez.
El alcalde de Valencia mejor haría si arreglara las aceras, que están llenas de socavones y vigilara para que se cumplieran las normas de tráfico, que la ciudad es insegura para todo el que no vaya en coche oficial, aparte de estar llena de porquería y con un ruído infernal por todo el centro.
Esperemos que pronto haya una moción de censura y mandemos a tomar el viento a este NO ELEGIDO por votación popular, sino gracias al Psoe de P. Sánchez.
Navidad sin belen no es Navidad. Y yo que soy no-creyente no lo digo, de verdad, solo por 'banalidad' o 'estetica'.
Saludo,
D. Jorge, permitame, sigue vd, tan "kañero" como siempre ;).
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Jorge:
Es que si no, no sería yo. Gracias por venir :)
Nos queda una sola cosa que es amar a nuestros enemigos, pedir por ellos porque el combate es contra los espiritus del mal.
Si os molan tanto, ponerlas de tono de alarma en vuestros móviles.
Para que lo entendais, es lo mismo que os pasa a los católicos con los homosexuales. A vosotros os parece que son malos, o enfermos, y los discriminais a la hora de tener derechos, por ejemplo negandoles el matrimonio civil.
Pues a mucha gente nos pasa lo contrario, os vemos a vosotros como los malos, los enfermos, precisamente por eso, y claro, lo mismo que no cederia un local para predicar el nazismo, pues tampoco lo haría para predicar la homofobia.
Pero no es por fastidiaros, y os acompañamos para que abrais los ojos a la verdad y rectifiqueis. Vosotros defendeis la ley y voluntad de vuestro Dios, y nosotros la de los hombres.
Es lo que tiene estar en guerra contra el mundo, como tanto os gusta decir, que si golpeas, te responden.
Al hilo de su comentario, después de comer, se me ha ocurrido el organizar, por sólo 900 euros Coronaciones Reales Republicanas en el desván de mi casa.
Sonia S:
¡Qué maravilla si todos los no-creyentes fueran como usted!
D.Jorge:
Como director del Observatorio para la "kaña" de JGG, le advierto que cualquier relajación o tibieza por su parte, puede tener consecuencias gravísimas.
"los discrimináis a la hora de tener derechos, por ejemplo, negándoles el matrimonio civil": ¿desde cuándo la Iglesia celebra matrimonios civiles? Esta usted un poco despistado, quizá llevado de la manía persecutoria que nos tiene y confunde las cosas. El matrimonio civil lo celebra el juzgado, el ayuntamiento, etc., pero nunca la Iglesia. Así que es imposible de toda imposibilidad que la Iglesia les discrimine o les impida celebrar un matrimonio civil.
Unas sencillas preguntas: ¿quién predica la homofobia? ¿ha entendido usted alguna vez por qué murió Jesús en la cruz? ¿no fue por amor a la humanidad? En la humanidad redimida por la muerte de Jesús, ¿no incluye usted a los homosexuales? La Iglesia sí, y nosotros, los malísimos católicos, también.
Quítese las anteojeras, si puede y viva feliz. Nosotros rezamos por usted para que lo sea.
Entiendo que una procesión es un acto penitencial de protestación pública de fe (no la Pasarela Cibeles), pero es más fácil prohibir todo que purificar partes.
Imagine que prohibimos los sacramentos por el lucimiento. Sería de todas luces incorrecto. Habría y hay que ir purificando las pasarelas.
Creo que con esta jerarquía hace falta poco para igualar al "coletas"
Pero estoy de acuerdo que ya va siendo año que los católicos empecemos a pedir también igualdad de derechos. Ciertamente que antes no había que pedirlos, pero democráticamente, habemos más católicos que gays en este mundo -reconocido por ellos, no por nosotros-, aún más católicos que musulmanes y más católicos que fanáticos al Real Madrid, por decir unos cuantos. Y si al Real le da la gana tomar la Cibeles porque ganaron la copa, no habría por qué impedirle a los católicos ocupar las calles un día porque ganaron la vida eterna. Igualdad, ni más ni menos.
PERO... todo tiene su inri. Una vez metidos en el juego de los "derechos inalienables", llegará el momento que nos pidan ondear la bandera del arcoiris y administrar la comunión indiscriminadamente.
Así que a lo mejor vale más aguantar la discriminación. Para poder pagar con la misma moneda.
La iglesia no se guía por la razón, se guía por el mensaje de Jesús escrito en la Biblia, ese es el pilar fundamental, y luego se busca la razón que se ajusta al mensaje, si se puede, porque no siempre lo consigue.
Nadie sabe la razón de que un divorciado abandonado y vuelto a casar este obrando mal y ofendiendo a Dios, la iglesia solo sabe que es pecado porque lo pone en la biblia, y punto.
Tu misma te contradices y me das la razón afirmando que el problema de fondo es que se deja de creer en Dios, o sea, el fondo esta en la religión.
El problema es que tenéis miedo, creeis que solo creyendo en Dios se puede ser bueno y salvar el mundo, y no es así, se puede ser una buenisima persona siendo ateo, agnóstico u homosexual.
No sé dónde dejamos el rasero de medir... en los pueblos se permiten las verbenas y fiestas populares hasta las tantas... y la gente que no va aguanta con resignación el ruido.
Yo comprendo que pueden desvelar a la gente, pero muchas personas que se acostumbraron al sonido, acompañándoles toda la noche, lo echan de menos.
Fuera de eso... llegará un día en que se extenderán más los minaretes y entonces a ver a quien se le ocurre prohibir las oraciones a todo volumen que salen de los altavoces...
Sobre el tema de la razón y la fe... creo que te has quedado con el comentario ranciamente manipulado de tu profe progue de historia de secundaria... un análisis más serio no te permitiría manifestarte en esos términos.
Ánimo, David García.
Chesterton decía que no había que quitarse a la entrada del templo más que el sombrero... la cabeza en su sitio. Cuando las preguntas nos llevan a buscar juntos la Verdad, es bueno el camino... pero, no te quedes en las soluciones aparentes (no conozco tu situación personal desde la que nacen esos comentarios, pero... déjate tocar por Cristo... nuestras heridas más profundas tienen cura en Él, y nuestra sed de sentido se sacia también)
Y no es que "creamos" que sólo se puede ser "bueno" creyendo en Dios. Es que sólo con referencia a Dios podemos ser buenos. Nuestra naturaleza contingente y, por tanto, imperfecta, necesita de la asistencia de la Gracia Divina para perfeccionar nuestra libertad.
La Verdad, sr. García, nos transciende, no la podemos "aprobar en un parlamento" y no puede ser algo, sino Alguien. Hay que ver hasta qué punto las ideologías ofuscan la capacidad de raciocinio.
Y por ser católicas, demasiadas diría yo. Lo de poner la otra mejilla lo llevamos a rajatabla los pocos cristianos que vamos quedando. Y así nos ha ido. Y así nos va. Y así nos irá.
Al enemigo hay que plantarle cara... si no... Y el enemigo muchas veces viene disfrazado de cualquier persona. Vive en esa persona. Habla y actúa por su boca, "Por sus hechos los conoceréis."
No hay día en que no se me revuelva el alma ante las noticias que leo. El mundo ha alcanzado un nivel de depravación, que estoy segura que ni en Sodoma y Gomorra. Hoy mismo al entrar en Infocatólica, he leído una de esas noticias. No puede haber mayor nivel de maldad y depravación.
En España al día de hoy, se respetan todas las religiones, sectas y colectivos. Todos menos a los cristianos. En el día del "orgullo gay" la bandera multicolor ondeando en el ayuntamiento de Madrid, pero eso sí... ¡No hay portal de Belén estas Navidades!
Y a los musulmanes, que invadieron nuestra patria con la fuerza de las armas y a los que costó ochocientos años de guerras y sangre devolverlos a su lugar, se les dan todo tipo de facilidades. A esa religión tan proclive a la paz y al entendimiento entre los hombres. Tanto que ahorcan a los homosexuales o los tiran desde lo alto de una torre. Pero con esos no se atreven. Saben lo que se juegan si lo hacen.
El problema es la tibieza de la mayor parte de los bautizados, que han pasado a la tibieza o a la apostasía. Y los que quedamos nos estamos dejando avasallar sin oponer ningún tipo de resistencia. De tal forma que el cristianismo de seguir así está llamado a desaparecer. Y eso no es bueno para el mundo. Dios que mandó a sus discípulos extender Su Doctrina, no creo que esté muy satisfecho con la actitud cobarde y permisiva de los cristianos dejándonos avasallar hasta el punto de desaparecer.
"Por no ser frío ni caliente te vomitaré de mi boca."
No era peor el ambiente en el puerto de Corinto cuando predicaba San Pablo.
Si no se cargaron el cristianismo en 80 años en la URSS, no hay que temer que lo hagan en España aunque llenen de musulmanes el Maresme.
Y yo espero a que se atrevan a cargarse la cabalgata de los Reyes Magos, la romeria al santuario de la Virgen del Rocio, o las procesiones sevillanas y veremos que no se atreveran.
Y gracias por su artículo y si saca a la Virgen de los Dolores, I´ll be there!
In Domino.
Pero, y hago hincapié en este detalle, ese encono con que se pretende expulsar lo católico del espacio público es patente y bien conocido. La prueba es que más de una vez, en encuentros de jóvenes, marchas organizadas por la parroquia, y demás similares cuando alguien nos pregunta de qué vamos y se lo decimos suelen responder: "Muy bien que hacéis, que se note que estamos aquí y que no tenemos por qué avergonzarnos de ser creyentes, hombre ya."
Pues eso mismo digo yo... ¡hombre, ya!
Yo que por naturaleza soy rabiosamente racional, no he encontrado demasiados lugares donde la fe me entre en conflicto con la razón. Por poner un caso concreto, me cuesta entender ese asunto de la vida eterna PERO no me resulta para nada complicado aceptarlo como algo que todavía no entiendo. Lo dejo allí en el cajón de "ya veremos cuando llegue su momento", porque hasta ahora, no me afecta en nadita de nada que después de muerto mi cuerpo se regenere y pase a tocar arpa por encima de las nubes. Incluso se me ocurrió especular que el Señor con su habilidad de cirujano genetista puede perfectamente guardar una de tantas células que he dejado para alimento de los ácaros en la cama y a partir de allí reconstruir todo mi cuerpo físico. Algo al alcance de cualquier película de Parque Jurásico, por si al Jefe le falta imaginación para hacerlo de otro modo.
Por lo demás, todas las leyes de Dios tienen muchísima lógica. Eso de no matar, por ejemplo, ayuda una barbaridad cuando uno tiene suegra. El descanso de una vez a la semana lo tengo recetado por el médico y lo del fornicio a mis años no sólo es cansado sino peligroso. Y así tengo estudiado todo cuanto me cae en las manos, desde la confesión hasta la transustanciación -esta última, como no es visible por medios físicos, también queda fuera del alcance de la ciencia, que tampoco puede probar que es falsa-.
Con perdón, yo creo que el debate es más falta de fides o de ratio. Porque con un poco o mucho de ambas, se llevan la mar de bien.
Tito. No sufro debatiendo para nada, de hecho me encanta, y los mejores debates son con opiniones contrarias, si no son muy aburridos.
No tengo ninguna manía persecutoria contra Uds., simplemente no estoy de acuerdo.
Quizá no me he expresado correctamente del todo, aunque se entiende perfectamente. La iglesia SE OPONE, no lo impide porque no puede, ciertamente, pero se opone, les quiere negar ese derecho, y si pudiera lo prohibiría, y esa es su posición en todos los países donde se ha debatido el matrimonio civil homosexual.
Como con todo, hay diferentes grados de homofobia, no aceptar a los homosexuales y transexuales como personas en igualdad de condiciones y con los mismos derechos civiles, yo lo considero, si no homofobia, un acto homófono. Tampoco creo que seáis malísimos, equivocados sí.
Javier. A palabras necias, oídos sordos.
Antonio. El rasero de medir para mi es fácil, por ejemplo, elegir 14 días, el doble de las fiestas de los pueblos, y tocar todo lo que queráis, el resto del año, las de la misa de la tarde del Domingo, pa pasar el mono y no mas, y yo firmo ahora mismo.
Verónica. Es que yo el matrimonio lo veo precisamente así, de una manera contractual.
En lo referente a derechos, que es por donde ha salido el tema, a mi me da completamente igual lo que piense la iglesia sobre el matrimonio sacramental, yo no voy a utilizarlo, ni el natural, eso es filosofía, lo que no me da igual es lo que piense sobre el matrimonio civil, que es el que me afecta como no creyente.
Chimo. Me estás diciendo, no seguimos al libro, seguimos a lo que dice el autor del libro en el libro, o sea, seguimos al autor del libro.
Y luego, no creemos que solo se puede ser bueno creyendo a Dios, es que si no actúas como cree Dios, no puedes ser bueno.
Pues vale, me ha quedado clarísimo.
En general. He dicho, y me reafirmo, que la iglesia basa su moral, lo primero, principalmente, y de forma obligatoria, en la palabra de Dios, la Biblia, lo que dijo Jesús o como queráis decirlo.
Y el uso de la razón, la conciencia, viene después, y tiene que ajustarse a la "ley".
La religión católica, por "ley", no puede aceptar a los homosexuales como personas que no están haciendo ningún mal, lo mismo con los divorciados vueltos a casar, pecan porque quebrantan la "ley", y por lo tanto están haciendo algo malo.
Y en estos dos casos, la razón y la conciencia del bien y el mal, no tienen cabida, no se quieren admitir ni a debate, como ha mostrado este sínodo.
Tiene usted razón en principio, pero no en final. Ciertamente los creyentes basamos la moral en la Palabra de Dios, pero eso no significa que a partir de allí apaguemos el cerebro y cerremos los ojos.
Por el contrario, la teología, como buena ciencia que es, no ha cesado de estudiar los asuntos doctrinales por arriba, por abajo, por derechas, por izquierdas y hasta por donde a nadie se le ha ocurrido y al final siempre llega a la conclusión que la doctrina es correcta.
Pongamos de cuenta, que tanto nos gusta, el tema del divorcio. ¿A qué hijo le hace gracia que sus padres se divorcien? Y eso que está muy "in" eso de casarse y descasarse y los hijos salen ganando dobles navidades. Aún así, nadie puede negar que lo mejor es que los hijos vivan con sus padres, con los dos de ser posible y mejor aún si bajo un régimen estable, público y protegido por todas las leyes. Hasta le podría probar que la castidad prematrimonial es infinitamente mejor que la fornicación incontrolada, pero dejemos eso para otro día. Son cosas tan lógicas que cuesta encontrarle por dónde pudieran estar mal. ¿Que hay circunstancias desagradables? No se niega. Pero aún así, la pareja heterosexual estable y fiel sigue siendo la mejor guía para el hijo en crecimiento, aquí y en la China.
Pues sí, "dio la casualidad" que eso es lo que dice la Palabra de Dios, pero del mismo modo que a todos una maestra nos enseñó en primaria que dos más dos es cuatro y luego en la universidad demostramos con teoremas que es cierto, la verdad no cambia por el hecho de haberse revelado aquí o allá.
Créame que no hay personas más abiertas al debate que los teólogos. Esos tíos son capaces de negar la fuerza de gravedad con tal de encontrarle un agujero a la doctrina. Y aún así, no se lo encuentran. ¿Qué quiere que hagamos? ¿Que nos volvamos irracionales para negar lo que es evidente? ¿No sería eso lo opuesto a ser científico?
El humano es tan estúpido, que en pro de sus apetencias, conforme su capacidad de ejecutarlas aumenta, más va en contra de sus propios intereses.
El feto quiere que se le deje nacer; El niño tener un padre y una madre que pueda conocer y con los que pueda tener una relación como tal; El adolescente que se le deje fornicar; que si se embaraza, se le deje matar a aquel bebé; que si nace, aquél con quien compartió fluidos corporales para divertirse un rato desaparezca de la face de la tierra para que no le moleste más; El adulto quiere a la criatura que ha engendrado, la cual le han quitado cruelmente de las manos... Y así se repite la historia circularmente.
El mismo que pide derecho a una familia bien estructurada y firme, a un ambiente idóneo al desarrollo de la persona, al mismo tiempo pide que se le compativilice con poder destrozarla impunemente exclusivamente a su antojo -no al de otro- sin que se pueda siquiera cuestionar tal actitud contraria a toda razón y justicia. Esto se repite en otros ámbitos, no sólo en el de la familia. Se llama tiranía.
La persona que tan egoista y falta de luces actúa, es enemigo hasta de sí mismo, aunque venga con aires de buenista, con simpatía, buen humor, amabilidad, comprensivo, gentil, defensor de dnosecuantos derechos -no importa cuan injusto sean-... Lobo vestido de obeja.
Esos sujetos acorbatados, usan de sus derechos tiranos de la misma forma que la ya relatada: Primero el derecho a la manifestación pública de la persona con todo lo que conlleva, sus ideas, ideales o idealismos, sus programas electorales que no falten, sus creencias, sentimientos, gustos, ilusiones, sueños, sus cantos, libros, recetas, chistes y cuentos, pero reservándose el poder destrozar inpunemente lo de los demás.
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