Venturas y desventuras de la capilla de adoración perpetua en verano
Lo primero aclarar que lo de “desventuras” no es más que una manera de titular, porque en la capilla de adoración perpetua todo lo que hay son “venturas” y de las grandes.
En unos días cumplirá la capilla dos años y medio desde su apertura. Sé que muchos no daban un duro de los de antes por el proyecto e incluso, no pocos, mantenían la esperanza de un pronto fracaso. Servidor era de los primeros: “vaya lío y a ver qué pasa, que Dios nos ayude y nos bendiga”. Los primeros días más o menos bien por la cosa de la ilusión de los comienzos. Pero claro, una cosa es comenzar en febrero, y otra empezar a vislumbrar épocas más complejas. ¿Qué pasará en Semana Santa? ¿Y en verano? Porque, claro, la parroquia en verano se queda bajo mínimos…
No faltó gente muy bien intencionada que sugirió cerrar al menos en julio y agosto. Ni adoradores de buena voluntad que planteaban el cierre en algunos momentos especiales como nochebuena, nochevieja, semana santa. Bien es verdad que al lado de los más timoratos nunca faltaron otros más bruticos de esos que decían “yo de Bilbao, y si hay que hacerse horas, las que hagan falta”. El caso es que dos años y medio en los que la capilla solo ha permanecido cerrada en viernes santo.
Julio, y sobre todo agosto, producen escalofríos. Los coordinadores no dejan de recibir mensajes de adoradores que salen de vacaciones y no acudirán a sus turnos algunas semanas. Si durante el curso ordinario apenas hay que suplir quince horas por semana –y una semana son ciento sesenta y ocho- , estos meses la cosa se multiplica.
Acabo de colocar la lista con las horas que es necesario suplir desde mañana hasta el próximo domingo. Ná. La friolera de cuarenta y tres turnos. Sin problemas.
El primer año pensé que me iba a pasar medio verano en la capilla. Y algo me tocó. El año pasado, menos, pero es que este verano es colocar los turnos y se completan de forma casi mágica. En la imagen dejo la hoja de esta semana, hasta hoy. Larga, pero completa. ¿Qué ocurre? Pues que sí, que mucha gente se va, pero los que se quedan también tienen más horas para regalar al Señor y regalarse ellos el estar en su presencia.
De todos modos, lo interesante no es que se cubran los turnos, sino que es normal que, además de la persona responsable, siempre haya gente en la capilla.
La capilla es un don de Dios que engancha. El mejor regalo que Dios nos ha hecho. Al leer el evangelio de este domingo me vengo acordando de la capilla. Como en el caso de la multiplicación de los panes y peces, algunos pusieron a los pies del Señor su generosidad. Él la bendijo y multiplicó de tal modo, que basta y sobra. Bendito sea.
11 comentarios
Como en su capilla , el milagro se produce diariamente en los que ponen esa fe a su servicio, solo con eso , ya entendemos su mensaje.
Es dificil hacerlo en un mundo en el que parece que solo los muy preparados y los que se las saben todas , triunfan.
Y mira que tenemos razones diarias para entenderlo.
Eso es la fe , y no todos la tienen.
Con ánimo de expresar (y contrastar) una simple opinión, entiendo que, durante la Misa del Gallo (y sólo durante la Misa del Gallo, por las especiales características que tiene) no pinta nada una persona adorando al Santísimo en lugar de estar en Misa con todos. Soy recalcitrante, pero como dirían en los pueblos, 'de esta burra no me apeo'.
Por lo demás, cubro varios turnos todas las semanas, paso otros ratos delante del Señor tanto en esta Capilla como en la de la Encarnación del Señor, que la tengo en mi zona de trabajo, es el tercer verano que estoy admirado de cómo se cubren las vacantes en los turnos y, sobre todo, estoy admirado y muy agradecido a Dios de que, en horas normales (excluyo las noches) lo habitual es encontrar entre cuatro y diez personas cuando uno aparece por la Capilla, y algunos ratos hay incluso dificultades para encontrar dónde sentarse.
El verano es época complicada pues mucha gente se va, en mi parroquia estamos bajo mínimos, muchas veces parece que el párroco va a estar solo pero siempre aparece alguien que echa una mano.
Dios no abandona a nadie con buena voluntad.
Y eso de reservar la eucaristía en un sagrario, ¿a qué viene?
En fin, loado sea el Señor que obra la fidelidad en aquellos que se dejan guiar por su Espíritu Santo.
Es que no acabamos de creer, de confiar. La adoración al Santísimo tiene tropiezos porque a Satanás le indigna. Pero está visto que se da de narices con la sobreabundancia de los dones de Dios prodigados a través de ella.
Son increíbles las "casualidades" que se dan cuando una capilla abre sus puertas a la adoración perpetua.
Conversiones, milagros,..
La Iglesia había olvidado esta práctica. Que bien la conocen las Congregaciones Religiosas de Adoración desde hace siglos.
Muchas gracias por su artículo. Saludos.
Con el mismo ánimo de contrastar opiniones, yo creo que algo se hace en la capilla mientras los demás celebran: mantenerla abierta. Que no es lo mismo decir "adoración perpetua", que "adoración cuando resulta conveniente".
Como nota al margen, en mi parroquia hay tres Misas de Gallo, empezando por la de pollitos a las 5 de la tarde, de tal manera que cumplir el turno no afecta la asistencia a la Misa.
En su momento vendrán los lamentos.
Que te alaben los pueblos Señor. Que todos los pueblos te alaben.
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