Como Gaby, Fofó y Miliki
Hay gente que se debe pensar que la liturgia de la Iglesia son rúbricas colocadas al tun tun y que las fórmulas que se emplean no son más que la ocurrencia de un mindundi. Movidos de tan perspicaz apreciación –je- hay gente que no tiene reparo en modificarlas a su antojo convencidos de que su originalidad, profundidad teológica y sentido pastoral sobran para dar sopas con honda a toda la tradición de la Iglesia, desde Agustín a Tomás de Aquino, desde Éfeso al Vaticano II, desde los primeros misales al último de Pablo VI.
Nada es por casualidad. Y cada fórmula teológica o litúrgica es fruto en muchas ocasiones de siglos de matices, concilios, sínodos, decretos y praxis litúrgica y pastoral. Pues nada, hasta que llega el cura Pepe y las cambia a su antojo convencido de que así sus fieles entrarán mucho mejor en el misterio de Cristo y celebrarán los sacramentos con una fe renovada, actualizada, conciliar y democrática. Les voy a poner ejemplos de esos que me cuentan los lectores y que no tienen desperdicio.
Caso 1. Primeras comuniones en un colegio. Renovación de las promesas del bautismo. El celebrante: ¿Creéis en Jesús de Nazaret, que era bueno con todos, hizo el bien y era amigo de todos y especialmente de los niños? Respuesta de un asistente por lo bajinis… anda, como Gaby, Fofó y Miliki.
Caso 2. Bautizo en iglesia de pueblo. Pregunta el celebrante: ¿Al pedir el bautismo para vuestros hijos sabéis que os obligáis a educarlos para que sean buenas personas? Me decía el que lo escuchó: a ver qué se entiende por ser buena persona, porque para un terrorista cuantos más matas, mejor eres…
Caso 3. Boda en ermita semi abandonada. Compromiso matrimonial. Ahí va la fórmula (es esa porque se la dieron escrita en el folleto de la celebración: “ahora que estamos aquí, quiero comprometerme a ser tu compañera fiel, tu amiga incondicional, y tu amante eterna, atrévete a construir nuestro destino, porque sé que tanto tú como yo, estamos convencidos que juntos somos mejor que separados”.
¿Se ha mejorado algo? No. A ver si encuentran la diferencia:
Caso 1. Ritual: ¿Creéis en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos, y está sentado a la derecha del Padre?
Caso 2. Ritual: ¿Sabéis que al pedir el bautismo para vuestro hijo, os obligáis a educarlo en la fe, para que este niño, guardando los mandamientos de Dios, ame a Dios y al prójimo como Cristo nos enseña en el evangelio?
Caso 3. Ritual: Yo, N., te recibo a ti, N., como esposa y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida.
Pues eso. Ahora me dicen si en aquellas primeras comuniones, en el bautizo del pueblo o en la boda de la ermita, al cambiar el ritual se mejoró o se descafeinó completamente el asunto.
Por cierto, también me cuentan de una parroquia donde hace tiempo que a Dios se le ha quitado el atributo de todopoderoso. Debe ser teológicamente más exacto y pastoralmente la leche. Y si está en el credo apostólico y en las demás fórmulas de fe, y el cura de turno ha decidido que no, pues nada, con dos narices.
32 comentarios
Como decía, lo comenté a una catequista de confirmación y me dijo aquello de "No es para tanto". Yo le dije: "Sí es para tanto. Si hay un misal común es por algo. Somos Iglesia Católica, universal, una comunidad de creyentes en una sola fe. Y la profesamos a través de estas palabras que se pronuncian durante la misa, que por eso es la misma aquí, en Madrid, Lisboa, Boston o Lima. Porque al profesar lo mismo, de la misma manera, aun cuando sea cada cual en su idioma, nos convertimos de forma real y tangible en ese único cuerpo místico del que Cristo es cabeza." Y quedó convencida.
"¿Renuncian a Satanás, es decir, al pecado como negación de Dios, al mal como consecuencia del pecado, a la violencia, como opuesta a la caridad?"
Es un caso de eliminación satánica, es decir, eliminaron a Satanás, al menos de la profesión de fe, que en la realidad sigue existiendo, claro.
El pecado algún distraído entre el público puede identificarlo exclusivamente con el ateísmo.
Y algún asistente que sea policía o militar capaz que se planteó renunciar a su profesión, según como haya entendido eso de la "violencia".
Pero claro, así sin duda que está mucho más inculturado, sea eso lo que sea.
Saludos cordiales.
Más grave aún, poco se puede hacer porque protestar ante el Obispo es garantía asegurada de que te ignoraran. Ignoran toda denuncia que hagan los fieles: lo hemos visto con los abusos a menores, con otro tipo de actos inmorales y también con el salvaje destrozo de la Liturgia. La mayoría ha optado por no ejercer su autoridad.
Yo me quedo perplejo. Supuse que no había estado escuchando, porque no me lo explico atribuir aquello a nada que se parezca a la Palabra de Dios.
Y por cierto, los ritos del bautismo aprobados por la CEE incluyen clarísimamente a Satanás en todas sus fórmulas.
Por eso digo, varios tomos.
Saludos cordiales.
"Y la bendición de Dios TODOBONDADOSO, que es Padre, MADRE, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre uds..."
Hoy mismo, en la homilía de cierre de curso de mi hija (colegio pseudocatólico), el sacerdote abrevió de un plumazo varias partes, para no aburrir, en la homilía se la pasó ponderando a los alumnos que valoren el don de la educación que reciben (no la fe), a los padres que valoren el tesoro más grande que tienen que son sus hijos (no la gracia), y el mandamiento supremo: "respetar siempre al que tienen a su lado, porque así serán más felices, y podrán crecer en un mundo de armonía, de paz y alegría, como la alegría que celebramos en Navidad, recordando el cumpleaños de Jesús", y el broche de oro: "nunca dejen de preguntarse e investigar quién FUE Jesús...".
Ah, pero antes de la bendición final, la directora tuvo sus 10 minutos para encarecer el cuidado de los bancos, y que fuésemos a limpiarlos en la semana.
Luego preguntémonos por qué las nuevas generaciones no van a Misa ni ven sentido a la liturgia.
www.gratisdate.org/nuevas/sintesis/default.htm
"((En esto de la ignorancia de la verdadera espiritualidad evangélica hay varios errores y peligros que conviene señalar abiertamente:
–La ignorancia en temas de ascética y mística con frecuencia no se reconoce. Laicos y sacerdotes, llegado el caso, reconocen sin dificultad que no conocen bien la exégesis bíblica, o ciertas cuestiones dogmáticas, morales, históricas, litúrgicas o canónicas. Y consultan a los libros o a los expertos. Sin embargo, cuando surge una cuestión de espiritualidad la mayoría suele confiar en su propio criterio, como si siempre tuviera acerca de ella ciencia o experiencia, lo que muchas veces no es cierto. Se suele dar por supuesto que la conciencia está siempre bien formada, y sabe muy bien discernir lo bueno y lo malo. Los que siendo ignorantes mantienen tal convicción atribuyen normalmente sus males y flaquezas a la voluntad, sin sospechar que muchas veces obran mal porque están ignorantes o errados. Hay en esto sin duda un desprecio del conocimiento. Ignoran que la santidad es en su principio una metanoia, una transformación de la mente. Por eso no ponen ningún empeño en estudiar los buenos libros o consultar buenos guías espirituales. Prefieren no detenerse a pensar, y seguir, aunque sea malamente, caminando hacia adelante. Pero ¿van adelante?... Estos son los que corren «como a la ventura» y luchan «como quien azota el aire» (1Cor 9,26).
–La doctrina falsa o mediocre es frecuente en temas espirituales, probablemente más que en otros campos de la teología. Ya hemos dicho que, por varias razones, es ésta una ciencia difícil. Y no es fácil hacer bien lo que es difícil. Basta repasar una biblioteca de espiritualidad para comprobar cómo, en todas las épocas, la calidad se ha visto muchas veces cubierta por la cantidad mediocre. Los caminos anchos, andados por muchos, se recomiendan más que aquellos estrechos que llevan a la perfección: éstos son conocidos por pocos, y caminados por menos (Mt 7,13-14). No es raro en temas de espiritualidad un subjetivismo arbitrario, que no se interesa por la Revelación, el magisterio, la teología o la enseñanza de los santos. Tratando, por ejemplo, de oración, uno dirá: «Para mí toda actividad buena es oración». Otro dirá: «Para mí la verdadera oración es aquietar perfectamente el cuerpo y dejar la mente en total vacío». Otro dirá... lo que sea. En todo caso, unos y otros coinciden en que no estudian seriamente la doctrina ni consultan a los que saben. Se contentan con seguir sus propios gustos y opiniones: «no soportan la doctrina sana; sino que, según sus caprichos, se rodean de maestros que les halagan el oído» (2 Tim 4,3).
–No abundan los buenos guías espirituales. El maestro que da unas enseñanzas verdaderas, pero muy generales, ayuda poco al que busca la perfección. Pero el peligro mayor está en los guías ignorantes o malos. «Si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo» (Mt 15,14). San Juan de la Cruz recomienda mucho «mirar en qué manos se pone, porque cual fuere el maestro, tal será el discípulo» (Llama 3,30-31). Y Santa Teresa confiesa que «siempre fui amiga de letras, aunque gran daño hicieron a mi alma confesores medio letrados, porque no los tenía de tan buenas letras como yo quisiera. He visto por experiencia que es mejor –si son virtuosos y de santas costumbres– que no tengan ningunas, porque ni ellos se fían de sí mismos, sin preguntar a quien las tenga buenas, ni yo me fiara de ellos; buen letrado nunca me engañó» (Vida 5,3).))"
Y, algo más adelante, que remata lo anterior y aplica más al tema de la entrada:
"Ninguna espiritualidad o devoción concreta puede presentarse como necesaria para todos los cristianos. Únicamente la Espiritualidad de la Iglesia Católica, y su principal exponente, la liturgia, puede y debe requerir el consenso de todos los fieles católicos."
Como decía Sta. Teresa de Jesús (cita que tomo del mismo libro): "«De devociones a bobas líbrenos Dios»".
Asturiano creyente
A ver si lo del papelito doblado era "Palabra de Dionisio", y vd entendió mal... :-)
Un saludo.
El problema de estos no es que actúen como "Podemos" sino que se creen "Omnipodemos".
Y claro, luego pasa lo que pasa.
Un saludo.
Sólo le faltaba añadir "y de los animales empleados por los seres humanos, y a veces de los niños explotados laboralmente, aunque no todo trabajo es explotación y..."
Y si está en el ritual, me parece que la sugerencia pertinente es sacarla de ahí.
Saludos cordiales.
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