Del romano imperialista, puñetero y desalmado a la misa de angelis
La gente de nuestras parroquias es más buena que el pan, tanto que se fía de nosotros los curas sin ningún tipo de espíritu crítico, aunque afortunadamente algo van espabilando. Quien más y quien menos al llegar a una parroquia se ha encontrado con un pequeño coro formado por gente de buena voluntad que, a falta de otras posibilidades, y nula formación o expresa deformación, se dedica a “amenizar” las misas entre kumbayás, palacagüinas, batir palmas, adaptaciones músico-literario-gestuales y simpáticas canciones que igual podían haberse entonado en un congreso de dentistas.
Lo hacen con buena voluntad, convencidos de que eso es el auténtico espíritu del concilio, y más si los curas no hacemos nada porque mejor dejar a los coros a su aire no sea que se cabreen, que también tiene facilidad. Que canten los niños, Dios es amor y la Biblia lo dice, y además no has nacido amigo para estar triste tralará.
Ni por asomo se les pasó por la cabeza que puedan andar haciendo sus cosas fuera de la maceta adecuada. Mucho espíritu conciliar pero de la Sacrosanctum concilium ni papa: “La Iglesia reconoce el canto gregoriano como el propio de la liturgia romana; en igualdad de circunstancias, por tanto, hay que darle el primer lugar en las acciones litúrgicas. Los demás géneros de música sacra, y en particular la polifonía, de ninguna manera han de excluirse en la celebración de los oficios divinos…
Anda… ¿pero de verdad dice eso? Pues sí… justo en el número 116. ¿Y nosotros con el romano imperialista puñetero y desalmado? Me temo que sí… Ante esta dura constatación de que el coro lleva años cantando a las flores y los pajaritos en lugar de hacer lo que pide el concilio, pueden pasar dos cosas: o bien que digan que tararí que te vi y que habrá un día en que todos la levantar la vista veremos una tierra que ponga libertad… en cuyo caso no queda otra que señalar el portón de arrastre, o bien que, humildemente, pueda hacerse algo aunque nunca de forma traumática.
Cuando me he encontrado con coros normales he intentado seguir algunas pequeñas pautas por si sirven. Vamos a ello.
La primera, la de hacerles ver la riqueza de los textos litúrgicos y la necedad de querer cambiar gloria, sanctus o agnus por una letra de Pepito Pérez aunque sea muy sentida. El segundo paso es el de hacerles entender que el salmo responsorial es un salmo, palabra de Dios, y que Tagore, aunque es un señor que dice cosas bonitas, a categoría de Dios no llega.
El siguiente paso es el de suprimir del repertorio las canciones polivalentes. Es decir, que está bien que es feo eso de que llueva en tu corazón, y que se acepta lo de la estrella de luz blanca, que lo del mundo que necesita el vuelo de una paloma no deja de ser una cursilería y lo del corazón lleno de sol produce un efecto demoledor. Canciones específicamente católicas.
Según se va avanzando entran pequeñas cosas tradicionales de calidad contrastada. Salve Madre, Cantemos al amor de los amores, Toma Virgen Pura, Alabado sea el Santísimo sacramento del altar. Y de repente un día te descuelgas con que, habida cuenta de que es fiesta gorda podíamos echar narices al asunto y arrancarnos con el gloria de la misa de angelis.
Ná. No ha pasado nada. Canciones netamente católicas, recuperar repertorio tradicional y alguna cosilla de gregoriano.
¿Son sueños? ¿Es posible? Nosotros, de momento, hemos llegado incluso a cantar de forma habitual kyries y agnus de la misa de angelis todos los domingos. Sin problemas. De vez en cuando aún me cuelan algún tralará sobre todo si hay niños… pero vaya si hemos ido cambiando.
53 comentarios
El Dominus latino no iguala el concepto del Kyrios griego, κύριος.
Por eso es la única parte de la liturgia que se conserva en griego.
Cantado es oración a una sola voz.
In Domino.
Hecha tal composición de lugar, me cuesta encontrar el lugar de la música en la liturgia. Aquí en mi pueblo se canta un gloria eterno que da como trescientas circunvalaciones sobre "Gloria Gloria a Dios en el cielo" a tal punto que en Adviento, con todo y el burrito sabanero la misa dura fácilmente quince minutos menos, porque no hay Gloria.
Digamos que si de mí dependiera, la misa rezada, doble genuflexión y a la sacristía. Pero como no soy yo quien decide...
... me sigo preguntando cuál es el lugar de la música en la liturgia. Un poco, no digo que no. El canto de entrada y el de salida, bonitos, ponen en ambiente, lo despiden a uno con alegría y recogimiento. A lo mejor un poquito de música de fondo a la hora de la comunión, aunque a ratos mejor no.
Pero eso de que se canta el "Qué alegría cuando me dijeron" "Señor, Señor ten piedaaaaaad", "Gloria Gloria a Dios el Cielo", se cantan los salmos, el Aleluya, el Credo de Palacagüina, la respuesta cantada en la oración colecta, la canción para la colecta, el Hossanna, el Padrenuestro, la paz, el Cordero de Dios, el canto de comunión y el de salida... a mi me parece excesivo, por muy gregoriano que sea, no digamos con las voces desafinadas de siempre y el organito CASIO.
Vamos, es la opinión de alguien que no oye ni a los pajaritos, pero... es una opinión.
No hay ni punto de color entre una Misa oficiada con la mayor solemnidad posible en su coro y otra que, por mucha buena intención que se tenga, se dedica a cantar canciones de campamento de verano.
Si se oyese a los jóvenes cantando cuanta novedad surge, en inglés (y hasta en "jamaiquino"), estarían más ajustados a la realidad de que el latín tampoco es tan "extraño".
Y no digamos que el gregoriano, en términos melódicos, es hasta más fácil y "pega menos saltos" difíciles para la garganta de cualquiera, que la música moderna.
Y a pesar de lo que dice despectiva y groseramente lasartenledijoalcazo, hasta en Venezuela alguno canta gregoriano, sin negar otras formas musicales más modernas, y la gente lo aprecia, lo canta, y lo saborea.
Lo peor de cierta música que se suele cantar en la Iglesia no es quizá el género, sino el contenido insensato, tonto y hasta herético de algunas piezas.
Y, por si acaso: no son todo tan burros como piensa el tal comentarista, que tacha de rebuznos. Ni en los coros, ni en los pueblos.
De todos modos, por misericordia divina, Dios escucha recto con notas torcidas...
Aunque reconozco que el tiempo que estuve en una comunidad católica específica, también me gustaban sus cantos.
Una vez más su artículo es certero y simpático cómo es su costumbre.
Tiene la buena costumbre de hablar en román paladino, y por tanto nos es muy fácil entenderlo.
Saludos afectuosos Padre.
-Y...podríamos incluir el canto gregoriano...si???
-canto greggooriano,gregoriano??...que es eso???
+
Como yo participo en un coro, he procurado conseguir las versiones originales de los cantos y me he llevado muchas sorpresas:
"Victoria, Tú reinarás" y "Cantemos al amor de los amores", por ejemplo, suenan magníficamente en la versión original y suenan horrible en la versión habitual cantada con desgana y tonillo de "monjas en romería".
Otras canciones que se consideran "guitarreras" y de "fuego de campamento", como el "Pescador de hombres", son maravillosas en su versión original (de este canto recomiendo una versión con ritmo de ranchera que es maravillosa).
El gregoriano es una maravilla, pero mal cantado y abusando de tiempo es insufrible.
La cuestión, al final, es elegir canciones de calidad y cantarlas como fueron compuestas, no en las versiones deformadas, cansinas, cursis y "de campamento", que hemos acabado por cantar a veces.
No quiero dármelas de pedante, pero como fiel "de infantería" le recomiendo que distribuya a todos los fieles una hoja donde se lea, claramente, la letra latina del canto con su traducción (idealmente en dos columnas, para ver la traducción de cada frase latina). Así nadie se podrá quejar que "no se lo que estoy cantando".
Como si (muchos) supieran lo que significa el Gloria, por muy en español que esté... pero eso es otro tema.
Nos ha tocado vivir una época tristísima, en la cual, por razones que no puedo comprender, se nos ha privado de grandes tesoros musicales. La llegada de internet, y la voluntad de algunas personas en aprovechar ese medio, nos ha permitido a muchos conocer la primera de las constituciones del Concilio Vaticano II. Ese "Sacrosactum Concillium" que tan bien ha sido citado en este artículo, ha sido ocultado con un celo digno de mejor causa.
Por desgracia hemos pasado desde la prohibición (¡Por razones muy bien explicadas por San Pío X!) de misas que eran obras maestras, y que ya no pudieron interpretarse por recordar demasiado al género operístico, a algunos adefesios que podían sonar sin que nadie pudiera objetar nada. Hemos pasado de la prohibición del piano por no ser un instrumento adecuado para un templo al uso de instrumentos que no fueron prohibidos porque su uso era inimaginable hasta hace 60 años.
Con todo, creo que lo peor ha sido (ya lo ha apuntado algún comentarista), es que se haya amparado el cambio de las letras en partes de la misa que no puede ser cambiadas. Es incomprensible que alguien que sabe que el texto del Sanctus no puede ser alterado (por poner un ejemplo), haya permitido que el Santo Carismático haya sonado años y años (una versión del Sanctus, de la que un estudioso dijo que le sobraba casi todo, y le faltaba casi todo)
No creo que nadie vaya a pedir que toda misa cantada sea con cantos gregorianos o con la polifonía al modo de Palestrina. Sin embargo, hay que luchar para que, al menos en alguna misa, si hay una única parroquia, o al menos en alguna parroquia, si la población tiene varias, pueda sonar el canto gregoriano.
Debido a que la introducción del Cumbayá (al menos en Cataluña), data de 1967, y el desalojo de la música tradicional de la liturgia también debe de datar de esos años, hemos de pensar que habrá que dar, cuanto menos alguna charla para aclarar a los feligreses, que cantar canto gregoriano no significa que haya un grupo de fieles cismáticos en la parroquia, ni que se esté haciendo algo que se descubrió hace casi 50 años que era "intrínsecamente perverso", sino que, por el contrario, se intenta que suene lo que el Concilio Vaticano II dijo que debía sonar... que era poco más o menos lo que los papas, desde San Pío X hasta Benedicto XVI, han venido pidiendo que suene, con diversos documentos y con diversa fortuna.
Sus canciones ya se han convertido en un clásico que no pasa. Creo que verdaderamente se puede considerar música sacra por su solemnidad y porque está basada en textos bíblicos o litúrgicos.
De él son las muy conocidas: Pueblo de Reyes, Un sólo Señor, una sola fe, Oh Señor envía tu Espíritu, Acuérdate de Jesucristo, etc
Se pueden escuchar todas en Youtube.
Ahora para Adviento:
Ven Salvador
https://www.youtube.com/watch?v=ZKu7U9hTbFM&list=PL3414C509282BD4CD&index=7
Hija de Sion
https://www.youtube.com/watch?v=-5bdT3-4fMg&index=2&list=PL3414C509282BD4CD
Maranatha
https://www.youtube.com/watch?v=jHNQEzoUBHs&list=PL3414C509282BD4CD&index=4
Culturalmente no estamos preparados para el georgiano, pero si para el CLN y las novedades que le comento. Y hay verdaderas joyas escondidas en castellano anteriores a la guerra que se componían en los seminarios y son estupendas. La gente cuando escucha algo bonito no se la vuelven a dar con queso. El problema es encontrar gente que cante bien.
Cualquier cristiano se maravilla ante la sutileza del canto gregoriano, el cura oficiando mirando hacia el Altar, el kyrie eleison que rezuma autenticidad, todos recitando en esa lengua sacra, lengua muerta e inmortal que es el latín; la Consagración con un sobrecogedor silencio mientras el sacerdote susurra las oraciones inclinado sobre el Cáliz y el Pan.... Ni punto de comparación. Por decirlo en una sola frase, es más espiritual.
"118. Foméntese con empeño el canto religioso popular, de modo que en los ejercicios piadosos y sagrados y en las mismas acciones litúrgicas, de acuerdo con las normas y prescripciones de las rúbricas, resuenen las voces de los fieles".
Soy chileno, en mi país se canta muy poco gregoriano en las misas pero hay harto canto religioso popular de buen gusto, digno y que ayuda a la oración. Me imagino que la crítica de padre González no se refiere a ese tipo de manifestaciones musicales.
Como experiencia negativa, porque hubo coral disponible para otra solemne ocasión, todo el canto fue en gregoriano, incluidas algunas partes de la Misa...casi, casi aplicando la SC al completo. El problema es que el sacerdote y los "responsables" no se preocuparon de, por ejemplo, hacer una especie de "misalito" o alguna guía de la celebración por lo que la gente no tenía ni idea de lo que pasaba y al final pasó lo contrario a lo que es deseable: rechazo total a todo lo que huela a latinajos y demás.
Aunque quizás esta fuera su idea inicial... vete tú a saber.
En este tema, si el Obispo no tiene interés, salvo escasas y muy honrosas excepciones, cada uno hace su propia SC y celebra como le viene bien... y pasa lo que pasa.
Los sacerdotes de menos de 50 años se caracterizan en general por:
a- No haber estudiado ya la lengua latina; consiguientemente, tampoco cantaron gregoriano, ni polifonía en latín.
b- No haber tenido la oportunidad de aprendizaje de un instrumento musical como característica estándar en su proceso de formación.
Cantar gregoriano, estudiar música, saber tocar algún instrumento, y experimentar una disciplina coral eran características muy típicas de encontrar en las generaciones anteriores de sacerdotes. La capacitación litúrgica-musical de los sacerdotes preconciliares era un elemento muy importante en su proceso de formación ministerial.
En otras palabras, y hablando en términos generales, los sacerdotes de hoy no saben música, ni saben cantar.
Crecieron escuchando guitarras y rock en la iglesia y en el seminario; unos cuantos de ellos aprendieron a tocar guitarra.
Musicalmente entonces, han perdido relación con la hermosa y milenaria herencia de la tradicional música litúrgica de la Iglesia.
Tal situación no sólo los pone en seria desventaja cuando se trata de discutir y valorar los aspectos puramente técnicos y estéticos de la música contemporánea, sino que además, dificulta que ellos se conviertan en orientadores válidos y significativos del trabajo y desempeño musical de sus grupos parroquiales.
A muchos sacerdotes párrocos no les gusta lo que sus músicos hacen, tocan y cantan, pero al no tener argumentos, “los dejan hacer”, so pena de entrar en conflicto con ellos y perderlos como recurso y como miembros jóvenes de su feligresía.
Esta actitud y comportamiento timorato (o ¿desinteresado?) de los sacerdotes, explica mucho de los abusos y errores que los músicos cometen.
PS: que gusto me daría asistir a su parroquia y escuchar "algo en gregoriano"; pero vivo "al otro lado del charco". Un saludo
También me gustan mucho algunas de las obras compuestas expresamente para uso litúrgico de Amadeus Mozart (mi compositor favorito). Su Requiem, compuesto en los últimos meses de su vida, es tan genial cómo no he escuchado otro, capaz de emocionar hasta las lágrimas.
Otros comentaristas han citado otros compositores con menos fama, también muy adecuados para música sacra.
Cambiando de conversación, le tengo que decir Padre, que es usted un santo varón.
Ado le ha dicho que con gusto se apuntaría a su parroquia sino fuera por la distancia. Pues yo sin dudarlo haría lo mismo. Es usted un sacerdote de los que por desgracia van quedando muy pocos.
Que Dios lo guarde y le dé salud por muchos años.
Me parecen estupendas las misas de gregoriano y con órgano, pero en la práctica son un instrumento reservado a unas pocas élites musicales y por tanto difícil de servir como instrumento para el pueblo de Dios.
Entre el gregoriano y el órgano a los coros que no respetan la liturgia hay un término medio, el de los coros que interpretan canciones sencillas y hermosas al mismo tiempo, que respetan los textos litúrgicos y que facilitan la correcta participación de los fieles.
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Jorge:
Un abrazo, Juan. Claro que me acuerdo de ti! Pero dime una cosa, ¿por qué se cabrea el señor cura párroco?
Leyendo los comentarios, pues yo opino que a Misa se va: "Con un corazón contrito y humillado". Eso si a veces son los oidos los contritos...
La musica liturgica debe tener unas cualidades mas alla de su estilo o tecnica y son:
Bella: Digna de los oidos de Dios...
Edificante: la musica colabora con la liturgia, lleva a la oracion y el recogimiento. Pone los acentos en el transcurso de la celebracion. No es un adorno, ni esta para sobresalir por si sola.
Funcional: debe cumplir su cometido no distraer ni llevar a los fieles a distracciones y falta de comunion entre hermanos.
Sagrada: es decir reservada para el culto. Asi como uno no va sugiriendole al cura como hacer mas creativas las plegarias eucaristicas cambiandolas por consignas politicas ( casos que ya se ven) y con el caliz no se toma el padre una cervecita. La musica del culto debe de ser cultivada, preservada, y fomentada a ser de nuevo materia para los nuevos musicos.
Mientras no entendamos que es elmisterio que celebramos, todo lo demas sera superfluo.
Ti seguirò (M Frisina)
En el mismo enlace está la letra muy fácil de traducir.
www.youtube.com/watch?v=S6fYVNYeR6I
Y una web de música y liturgia con abundante material para escuchar y descargar
musikliturgik.blogspot.com.es/
Efectivamente la paloma,es un signo cursi aunque represente el "Espiritu Santo"en lps textos biblicos...simple verdad. así es nuestro Dios de sencillo,se transforma en pan, vino y amor, para llegar a nosotros, signos simples y sencillos si, ¿porque será?.
Si creo Jorge, que se necesita algo de humildad para reconocer mas valor en esos pequeños e ingenuos coristas con mas merito paciencia y disponibilidad de la que usted trasmite con sus juicios y soberbia.
Necesitariamos eso si corazones abiertos sedientos de un agua nueva y una luz blanca o estrella que derribe de su caballo muestras pretensiones y personas, para entender la conversión del corazon, la que Dios anela, no se sienta cursi por ello, no tenga miedo a su propio Dios que le puede sorprender, polivalentemente a traves de personas que creen y tambien personas que aman mucho aunque no crean, todos estamos en el mismo barco.... eso creo y para ser salvados...espero no obstante Don Jorge que encuentre mas amor en los que le rodean y acompañan cada dia, pues su testimonio a este respecto, definiendo asi a las personas de su entorno, es bastante pobre por lo que nos cuenta.
Kyrie ¡Ten piedad de nosotros pecadores Señor!!
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Jorge:
Gracias por recordarnos que Dios puede sorpender. Se me había pasado del todo.
Me gusta el gregoriano (aunque sólo lo he escuchado por la tv).
Dios quiera que en más parroquias se recupere la música de siempre de la iglesia; porque en donde he estado, usan demasiados instrumentos, que incluso hacen que uno quiera bailar :(
Así es como me ha tocado vivirlo en las iglesias a las que voy, y pues, rezar queda para que se mejoren las cosas.
Dios les bendiga a todos.
Hay dos cosas que apunta Ars, que son los grandes errores que se comenten: creer que toda música religiosa es apta para la Liturgia (algunas son buenas para grupos de oración pero no para la Misa) y creer que la música es para "amenizar" la celebración.
P. Jorge, si oyera el Padre Nuestro cantado, en versión infantil, que tengo que "sufrir" los domingos, le daría un patatús.
Lo que en maño viene a decir: Gregoriano? que no que no. No, nunca, jamás.
Y me quedo bastante perplejo.
Creo que, al igual que desde que el papa Benedicto XVI "liberalizó" la misa "Vetus Ordo", creo que no debería haber el menor problema si un grupo de fieles, que estuviera capacitado para ello, pudiera obtener permiso para, en al menos una de las misas del domingo, poder cantar canto gregoriano. Tampoco debería ser imposible, si un grupo de fieles siente la necesidad de que el canto gregoriano ocupe su lugar en la misa, que desde el obispado correspondiente, se les pudiera dar la formación necesaria para formar un coro.
Ciertamente habría que informar a la comunidad que el uso del canto gregoriano constituye la reivindicación de lo que debería ser normal desde hace más de mil años, y ciertamente, habría que informar a la feligresía que el canto gregoriano no fue declarado anatema hace 45 años. Habría que vigilar que los distintos coros con sus respectivas sensibilidades musicales, no se vieran como rivales sino como complementarios. Experiencias como las que narro fueron vividas y publicadas en inglés, en una página norteamericana del Estado de Tejas, en las que se trata de divulgar las bondades de la música que ha sido tradicional en la Liturgia. Y según pudimos ver en dicha página, se consiguieron evitar esas fricciones que parecían inevitables.
Por otra parte, es importante revalorizar el órgano (y también el armonio) como instrumento litúrgico por excelencia. En el blog de Raúl del Toro en Infocatólica, se ha hablado en numerosas ocasiones sobre esta cuestión. Y sobre por qué se debe evitar la guitarra (especialmente si se toca en plan "guitarreo cutre", que es lo que se ve normalmente), ya que recuerda a la música profana. Recordemos que la Iglesia siempre ha enseñado que la música sacra no debe estar "contaminada" por rasgos de la música profana.
Creo que todo esto (que es lo que manda la Sacrosantum Concilium) es posible, y muchos fieles viviríamos mejor la liturgia bien celebrada.
También hay que decir, que para ello es necesario que la Iglesia (los sacerdotes y obispos, en concreto) tenga ganas de trabajar y se ponga a aplicar estas cosas. De hecho, la culpa de la situación actual la tiene la Iglesia. Y, muy especialmente, en España. En nuestro país, la cultura musical es prácticamente nula. Por tanto, no es de extrañar el pésimo nivel musical e interpretativo en los templos. La Iglesia española debería preocuparse por:
- Que se cante lo que se tiene que cantar.
- Que se restauren y mantengan los valiosos órganos históricos.
- Que se contrate a organistas titulados (y no aficionados) para tocar los órganos y a directores profesionales para dirigir los coros.
- Que se creen scholas gregorianas, coros que puedan cantar polifonías sencillas, coros de niños, etc.
Esto es posible. En algunos sitios de otros países ocurre. No es necesario tanto dinero como se cree. Solo hace falta MUCHAS ganas de trabajar. Y, por cierto, que algunos curas se dejen aconsejar por la gente que entiende...
El mal que se hizo tras el Concilio en materia musical, se expandió rápidamente. Las soluciones, en cambio, son más difíciles y lentas. Pero esto sí revertiría en una verdadera participación activa de los fieles, y no las guitarras y las pseudo canciones que se escuchan mayoritariamente hoy en día.
Para los que piensan que el gregoriano aburre a las ovejas: En una de esas misas de guitarra y palmas, con el "solo le pido a Dios" de Ana Belén, entonamos el "Qui manducat" y hasta los bebés callaron, el silencio fue impresionante.
Cantamos todos los domingos y fiestas de guardar en la parroquia de San Marcos, en el centro de Madrid, eso sí también cantamos el Pescador de hombres y a Haendel, según la liturgia del día, es lo que tiene ceñirse a la SC y al magisterio. Lo siguiente que va a cantar la asamblea es el "cantus ad accedentes" de la liturgia hispana, pero ellos aún no lo saben.
Soy músico aficionado y canto en mi parroquia hace mas o menos 8 años acompañado con mi guitarra, durante este tiempo me he preocupado por que las canciones que se utilicen en la misa sean litúrgicas y para esto me apoyo en cancioneros católicos.
Siempre que leo este blog trato de contextualizarlo ya que mi país esta en Latinoamericana y la verdad que culturalmente somos muy diferentes y lo que puedo resaltar sobre el tema que expone aquí nuestro gran amigo Jorge es que los que colaboramos en la iglesia con la parte musical nos preocupemos por que las canciones utilizadas sean verdaderamente litúrgicas que podamos ser agentes de unión para que a la asamblea pueda participar y así ser agentes de fermentación y dar a conocer el evangelio.
Nota: Quiero manifestar de la manera mas respetuosa que no estoy de acuerdo con aquellas personas que opinan que la guitarra no es un instrumento adecuado para la liturgia ya que recuerda la música profana, no olvidemos que muchas tradiciones y celebraciones de nuestra iglesia vienen de cultos profanos como la corona de advierto y la cruz . Creo sin temor a equivocarme que lo importante es lo que tu llevas en tu corazón, eso si siempre y cuando cumplas con lo que pide la iglesia.
No es que la guitarra deba desterrarse de las iglesias.
Digamos que unos instrumentos son más "ligeros" y otros más "solemnes". La guitarra es de los primeros (sobre todo tal y como la tocan muchos, con un rasgueo insulso en plan "rán-rarán-rarán-rán" todo el rato), mientras que órgano y armonio son instrumentos mucho más solemnes (evidentemente, también deben ser bien tocados, que he asistido a desastres notables, pero es menos frecuente que se atreva con el teclado alguien que no sepa).
De hecho, hay una diferencia notable entre el papel que juega una guitarra y un órgano en un coro, ya que la primera marca mucho más el ritmo que el segundo, normalmente más centrado en la armonía y marcando el tiempo más con cadencias que con ritmos. Así, la atmósfera que crean uno y otro son muy distintas.
PD: Eso sin entrar a otra cosa que sucede con cierta frecuencia con las guitarras: que estén desafinadas, o que haya varias pero afinadas en tonos distintos. Desde luego, es cosa de tener cuidado, pero a veces es lo que te encuentras...
PD: Y el intérprete, que los tengo vistos capaces de interpretar "Los peces en el río" (con órgano Casio y clarinete, ojo al dato) con un aire fúnebre que daban ganas de llorar...
PD: Por descontado, encuentro encomiable y digno de imitación el esfuerzo y la preocupación que vd describe a la hora de procurar usar un cancionero litúrgico católico adecuado.
Un saludo.
Digamos por un lado que Enseñar al que no sabe es una Obra de Misericordia que el que sabe tocar puede ejercitar con quien no sabe, y que la Humildad y la Mansedumbre son las virtudes que se oponen a la Soberbia (de creer que lo sabes todo) y a la Ira (que esa soberbia puede desatar contra quien pretende enseñar), virtudes que puede ejercitar ese que no sabe tocar.
Porque una cosa es que la Iglesia sea Universal y, por tanto, incluyente, y otra muy distinta que las cosas hay que hacerlas bien. Como decía bromeando José Rivera: "«Hay que hacer adecuadamente las cosas. No estaría bien que alguien tuviera que decir: estuve desnudo… ¡y viniste a verme!»"
PD: Todo sea dicho, la pedagogía es una disciplina bastante más difícil de lo que aparenta vista desde fuera, y es que para poder enseñar, no basta con conocer la materia que se enseña, sino que es fundamental saber transmitirla. En este sentido la música es especialmente complicada de enseñar, ya que tiene mucho de intuición, y ese "oído musical" es una de las cosas más complicadas de educar en quien no lo tiene aún adquirido.
Un saludo.
Gracias por tus comentarios , me serán de gran ayuda.
Sólo agregar mención a una iniciativa que un amigo puso en marcha hace unos años en su parroquia (evidentemente, con todos los beneplácitos habidos y por haber).
Básicamente, organizó un taller de música para niños, principalmente con guitarras (hay que reconocer que es uno de los instrumentos más fácilmente transportables, entre otras cosas por su ligereza, y que mucha gente tiene una en su casa) pero aceptando otros instrumentos que los chicos tuvieran y fuesen válidos (vamos, que batería rockera no).
Y pasó lo que tenía que pasar: la iniciativa tuvo una gran aceptación y al poco había apuntados muchos chicos y chicas de todas las edades y niveles, y claro, la cosa se lió un poco.
Aunque contaba con alguna ayuda, vio que no daban abasto, de modo que dividió el taller en un primer grupo de niños más pequeños (de iniciación) y otro de chicos más mayores (avanzado), para facilitar la marcha de todos teniendo grupos más homogéneos. Además, rebajó el tiempo de taller a tres cuartos de hora por grupo, sobre todo porque los más pequeños no aguantaban bien una hora entera (al final se aburrían y empezaban a alborotar).
En un segundo momento tuvo que concretar la orientación del taller: donde inicialmente se tocaban piezas de todos los estilos, pasó a estar centrado en la música litúrgica y poco más (por ejemplo, villancicos). Hay que decir que algunos abandonaron el taller por esto, ya que al parecer les gustaba la música pero no si era religiosa (querían pop y similares).
Como incentivo, cada vez que lograban interpretar bien en conjunto nuevas piezas, debutaban con ellas en misa.
A priori, parece una forma bastante adecuada para abordar la cuestión de los nuevos sin que haya roces tontos, ya que no les rechazas sino que les aceptas al apuntarles al taller. Además, allí es mucho más fácil que acepten correcciones y consejos sobre su forma de tocar (siempre mejor un consejo tipo "es mejor si lo haces así" que una corrección en plan "lo haces mal", aunque a veces sean también necesarias), ya que están rodeados de otros aprendices y el ambiente es más relajado y receptivo.
Finalmente, pueden darse cuenta mejor de si están preparados o no para pasar al coro, ya que como parte del taller pasan por momentos de evaluación (no en forma de examen formal sino de "vamos a ver qué tal lo llevas", aparte de que al haber menos presión se escuchan mejor a sí mismos).
Y claro, una vez tienen nivel como para formar parte del coro, pueden también participar en el taller ya como monitores, no como aprendices.
Supongo que es una forma perfectamente válida de abordar la cuestión.
Un saludo.
Me confirmaría con dos cosas:
1) que no sean letras contrarias a nuestra fe, y en lo posible que no sean sensibleras;
2) que no EJECUTEMOS -literalmente- las obras, lo cual es tristemente frecuente, a capella, con órgano, guitarra o guitarra eléctrica.
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