Cosas que no podemos resolver los curas... (o imposibles que nos piden)
Al despacho parroquial acude gente de lo más variado a pedir cosas no siempre sencillas de resolver. Tanto, que en ocasiones me quedo con ganas de hacer una lista de “imposibles”. Por ejemplo:
- En esta parroquia no conocemos a ninguna hermana del colegio de las Madres Gundisalvas, por tanto no nos es fácil recomendar a la hija de la amiga de la mujer de su jefe para que consiga plaza en el colegio.
- No somos expertos en residencias de ancianos. Casualmente no tenemos noticia de centros para mayores en la provincia de Albacete para que pueda entrar la madre de su vecino, y menos saber si la residencia está subvencionada.
- Ya sabemos que acaba de fallecer el abuelo y que necesitan vaciar la casa. Pero no conocemos a nadie dispuesto a llevarse todo lo que sobra y además que pague por ello.
- No solemos celebrar misas fuera de horario y menos fuera del templo parroquial. Aunque se haya juntado toda la familia, sea el cumpleaños de la niña y a la abuela le haga muchísima ilusión la misa en el jardín.
- No. No tenemos noticia de ninguna chica buena y honrada de pueblo, que quiera ser interna y además ser como de la familia, “en confianza”. Nuestro servicio de empleo puede ayudarles a buscar alguna persona para esos menesteres.
- No es nuestro cometido buscar novio a la niña ni hacer de “celestinos” haciendo que coincida con chicos de buena familia y católicos de siempre. Ni novia al niño.
- Los curas intentamos no ser ogros. Amenazar al niño con que si no se porta bien le va a regañar el señor cura, solo muestra la falta de autoridad de sus padres.
- Pedir que se bendiga una botella de agua para echársela al niño cada noche para que se porte bien, nos parece una idea absurda.
- Pedir que se bendigan prendas de ropa del esposo para que no se dedique a la mala vida no suele ser eficaz.
- Los curas somos gente rara. Por tanto si la niña pretende hacer su primera comunión y no está bautizada, le pediremos que reciba el bautismo primero. Manías nuestras.
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Seguro que muchos lectores pueden seguir añadiendo…
17 comentarios
Además, ir a buscar a una "chica" para tener referencias, o aspirar a que una hija encuentre pareja en algún grupo juvenil de la parroquia me parecen aspiraciones buenas y honestas...
Va a ser cierto que hay que asustar a los niños con algunos sacerdotes (vaya el genio, ya va a dar miedo hasta ir a preguntar...)
Tal como está el paño, si los niños no se relacionan con otros cristianos en alguna actividad parroquial para jóvenes, acabará liándose con ateos, porque no hay otra cosa.
Pues casi diría que la labor pastoral más importante, si queremos que la vida de los católicos vuelva a ser católica, estaría en facilitar que se echen novios y novias católicas, y que puedan formar familias católicas...
Reír... por no llorar de impotencia, supongo.
Si es que algunos fieles... ¡no tenemos remedio! y otros parecen nacidos para santificar al Párroco o poner a prueba su paciencia.
La formación religiosa que se daba en los colegios regidos por religiosos hace 50 años era muy distinta, en general, de la que se daba en los colegios regidos por religiosas, especilamente en lo referente a la teología. Apuesto a que todas las peticiones le han sido hechas por mujeres. In Domino.
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Jorge:
Y que una cosa es que salgan parejas de los grupos juveniles ¡bendito sea Dios! y otra que aparezca mamá en el despacho diciendo que su niña no sale, que no tiene amigos, y que si no conocerá usted un buen chico...
En lo de la chica con referencias, el matiz importante está en eso de tenerla "en confianza", que no es otra cosa que sin papeles... porque entre nosotros lo primero es la confianza...
Y que una cosa es que salgan parejas de los grupos juveniles ¡bendito sea Dios! y otra que aparezca mamá en el despacho diciendo que su niña no sale, que no tiene amigos, y que si no conocerá usted un buen chico...
Supongo que hubo un tiempo en que la parroquia era el centro de la vida de la aldea, del barrio... que todo honrado cristiano que tenía un problema encontraba auxilio en la parroquia y viceversa, todo honrado cristiano que tenía algo que ofrecer, lo ofrecía a través de la parroquia.
Es evidente que esto hoy no es así. En paralelo a la pérdida de fe y de práctica religiosa, en la mentalidad de la gente se ha ido sustituyendo a la Iglesia por el Estado. Pero en todo. En lo material y en lo no material.
En la serie de posts que viene publicando el P. González este verano no aprecio un intento de que su parroquia sea el centro de la vida del barrio. Me imagino que antes las parroquias tenían más sacerdotes y más fieles colaborando y que ahora el sacerdote debe de estar muy solo. Y no hablemos de sacerdotes que han de llevar varias parroquias. Pero el resultado es éste: Que la parroquia, de hecho, no es el centro de la vida de la localidad, ni en lo cotidiano ni en la formación de las conciencias.
En el fondo, yo también vivo con esta mentalidad (en lo cotidiano): Si cambio un mueble, televisor, etc., ni se me pasa por la cabeza llevarlo a la Iglesia, sino que llamo al Ayuntamiento. No lo recibe un católico gracias a la parroquia, el Ayuntamiento reciclará los materiales, imagino.
Si es ropa, la bajo al contenedor a primera hora de la mañana y la dejo sobre la acera en una bolsa abierta (nunca llega a la tarde) y si necesito a alguien de confianza, pregunto a mis amigos. En este sentido, yo no sería un fiel molesto para el P. González.
Pero que entre todos hayamos alcanzado este resultado no creo que sea para alegrarse (y menos para presumir)
Ojalá hubiera más sacerdotes, más fieles colaborando, más fieles acudiendo a encontrar ayuda y más Gracia para aguantarlos.
(PD: Quien sí ayuda y mucho es Caritas aunque no sé si deja suficiente constancia y testimonio de Jesús, aunque ésta es otra historia)
Como siempre, un saludo.
Por cierto, ¿de estas cosas se habla en los seminarios? Porque eso es la vida real de la pastoral y no cosas bonitas e idealizadas que no existen en la vida real. Lo digo porque me parece que los seminarios siguen teniendo mucho de burbujas de aire que te aíslan de la realidad real, valga la redundancia. Me gustaría saber la opinión de algún seminarista y que vea también lo que le espera, ya que los formadores apenas hablan de esto. Pero, bueno, igual me equivoco, ya me direís. ¿vale?
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