En verano no hay nada que hacer en la parroquia

Nos decía en una ocasión un viejo mozo de una tienda de ultramarinos de esas de toda la vida, que no concebía que alguien le dijese que en la tienda no había trabajo. Porque, comentaba él, haya clientes o no, siempre hay cosas que hacer: colocar, reponer, ordenar, limpiar, poner precios, recoger, hacer pedidos, ajustar cuentas… Siempre algo que hacer.

Me he acordado hoy de aquél mozo porque esta mañana ha pasado por el despacho parroquial una persona y me ha dicho que nos aburriríamos en la parroquia en verano porque, claro, aparte las misas, en julio y agosto no hay nada que hacer… Sería altamente peligroso que cundiera esta mentalidad entre sacerdotes y fieles colaboradores. Como no hay nada que hacer, mantenemos las misas y ya está, a disfrutar de los veranos de la villa.


He respondido a esta persona que si es que en verano quedaba el barrio desierto. Porque sea enero, mayo, agosto o noviembre, hay gente que necesita confesarse, ir a misa, rezar, una palabra de consuelo, apoyo material también en momentos difíciles, consejo. Hay enfermos que justo en verano tienen menos visitas, ancianos aburridos, familias que no pueden salir de vacaciones. ¿Y me dicen que no hay nada que hacer?

Solo en lo material, el verano es tiempo más que propicio para una limpieza a fondo de los locales parroquiales, incluyendo tirar papeles, ordenar cosas, limpiar muebles, pequeñas reparaciones. También es momento para ordenar a fondo el despacho parroquial, revisar el archivo, guardar, tirar, clasificar, preparar cosas para el próximo curso, encargar material de oficina y papelería, poner al día la fotocopiadora. No digo nada si nos metemos en la sacristía y nos da por ordenar y hacer una limpieza a fondo.

Quizá incluso porque hay gente de vacaciones y con más tiempo, no es raro que aparezca alguien por el despacho con ganas de aprovechar que tiene tiempo, charlar y plantear algunas cosas. El caso es que se van pasando los días y te das cuenta de que es un no parar.

Hoy teníamos prevista una mañana de esas de no hacer nada. Pues a estas horas, ya pasado el mediodía, llevamos atendidos tres pedidos del economato, la comunión a dos enfermos, varias llamadas de teléfono, enviado el correo semanal, dos personas han pasado por el despacho para hablar, una de ellas con un serio problema material que hay que atender como sea. Ya se sabe que en la parroquia en verano no hay nada que hacer.

Da igual verano que invierno. La Palabra de Dios ha de predicarse a tiempo y a destiempo, los sacramentos no pueden faltar de la vida de la Iglesia, los pobres no pueden ser despachados, mucha gente necesita ser escuchada cuando sea y como sea. Por eso están las parroquias: para ser ese referente y esa tabla de salvación que nunca falla.

Es verdad que los curas, cansados de todo el curso, podríamos limitarnos a celebrar la misa diaria e incluso solo la dominical y justificarnos diciendo que la gente no viene. Craso error. Verano o invierno, venga la gente o no, la parroquia abierta, las misas a su hora, el despacho por si acaso. Vengan o no vengan. Que vienen.

8 comentarios

  
AntonioFm
Cuando alguien dice que no tiene nada que hacer es por que no quiere trabajar.
El nuevo cura de Ars de Francia- P. Michael Zanotti- cambió en Marsella una parroquia que iban a cerrar por falta de fieles en una parroquia con cientos de asistentes sin más que tenerla abierta todo el día, celebrar bien la liturgia, limpiar la iglesia y... ir por la calle vestido con sotana. Así ha conseguido el máximo bautizador de adultos de Francia y eso en un barrio de musulmanes . El dice que la gente tiene derecho a saber quien es un sacerdote y que mucha gente le ha abordado por la calle para confesarse. Además su presencia es una permanente y gratuita llamada a la vocación religiosa.
09/07/14 1:43 PM
  
Cristóbal
¡Qué buen artículo! Ojalá cundiera el ejemplo...
09/07/14 2:22 PM
  
rastri
La Palabra de Dios ha de predicarse a tiempo y a destiempo, los sacramentos no pueden faltar de la vida de la Iglesia, los pobres no pueden ser despachados, mucha gente necesita ser escuchada cuando sea y como sea.
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A esto CON PACIENCIA Y AMOR, sentido y cumplido, lo llamo yo VOCACIÓN SACERDOTAL.

La que tan a menudo falta desgraciadamente.



09/07/14 6:08 PM
  
Naloba
Y el tiempo de confesionario diario, venga o no venga nadie. Esa soledad del sacerdote esperando a que venga alguien a confesar es tiempo santo que dará fruto abundante cuando Dios quiera
09/07/14 7:24 PM
  
Francisco
Como siempre dando en el clavo.
09/07/14 7:36 PM
  
Uno de Aragon
Pues muchos curas reducen bastante el numero de misas e incluso dejan de hacer homilias en las misas, incluso los domingos, con la excusa de las vacaciones veraniegas.
09/07/14 10:53 PM
  
Isabel. Granada.
Su parroquia es un modelo de lo que debería ser cualquier parroquia. Si hubiera algún modo de que a mi párroco le llegara el correo de los miercoles de su parroquia, no dudaría en enviárselo. Nada que ver mi parroquia con la suya. La mía si no está muerta, está adormecida y así nos tiene... adormecidos. Mientras la suya es una parroquia viva, pero es que tiene un párroco que vale un Potosí.

Que Dios lo bendiga.
09/07/14 11:50 PM
  
Juan Carlos
La Parroquia siempre tiene algo que hacer y ofrecer, aún en el caso de que no esté el sacerdote y estemos los laicos rondando por sus locales. Una buena acogida de aquellas personas que se acercan es ya algo valioso. En mi caso por ejemplo los miércoles desde hace años no tenemos eucaristía, pues lo que hago con permiso del Cardenal, es una Adoración del Santisimo a la que unimos la Liturgia de la Palabra y la distribución de la Comunión. Lo que yo creo es que muchas veces pensamos o creemos que la ausencia del Sacerdote interfiere en la vida parroquial, pero aún con lo importantísimo que es su ministerio sacramental, la vida comunitaria va más allá, la parroquia es la localidad misma, es hacernos presentes también en la vida diaria del pueblo o barrio. Un feliz verano para todos.
10/07/14 10:02 AM

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