Rafaela se confirmó con ocho años
Se anunciaban confirmaciones para la próxima semana. Por eso, aprovechando su reunión periódica con aquellas buenas mujeres, don Jesús les quiso hablar de este acontecimiento. No estaba nada mal que en pueblo que no llegaba a los mil habitantes hubiera ocho confirmandos.
Fue explicando muy ilusionado cómo había sido la preparación: casi tres años de catequesis con Paco y Rocío, una pareja que llevan saliendo tiempo y que se casarán en unos meses. Como es natural, don Jesús les fue contando el cambio tan positivo que había dado el sacramento: chicos de diecisiete, dieciocho años, tres años de catequesis… nada que ver con lo que se hacía antes de llegar el obispo a un pueblo y hale, a confirmar a destajo.
¿Cuántos años lleva usted en el pueblo, don Jesús? Creo que cinco, Rafaela… Ya. Y en esos cinco años, ¿cuántos niños han hecho la primera comunión y cuántos se han confirmado? La comunión, a una media de ocho, pues cuarenta. Confirmados los cuatro de hace tres años y ahora estos, o sea, doce.
Es decir, siguió Rafaela, que con estos números la mayor parte de los chicos se nos quedan sin confirmar. Bueno, respondió don Jesús, lo que hace falta es que los que reciban el sacramento lo reciban bien. Claro, seguía Rafaela, como la chica de la Fonsi, que no la he visto en misa nunca más, los gemelos de la Andrea que más de lo mismo y la del bar que encima se pasa el día hablando mal de la iglesia. Supongo que con estos ocho más de lo mismo.
Mire, don Jesús, no sé cómo se harían las cosas antes. Aquí venía el obispo cada diez años y confirmaba a todos los chicos y chicas mayores de siete que no hubieran recibido el sacramento. Nada de tres años con la catequesis. A nosotras nos agarró la señorita Julia, la maestra, y en cuatro ratos nos dejó las cosas claras, y si no que lo diga Joaquina.
Le digo yo que en este pueblo, gente de cincuenta años para arriba, no hay uno sin confirmar. Y tampoco se hizo tan mal, de hecho todas nosotras confirmadas con ocho o diez años y aquí estamos.
Dicho esto, digo yo don Jesús que por qué no lo siguen haciendo como antes. Porque de los que nos confirmamos con ocho o diez años y por lo visto con tan poca preparación, en la iglesia estamos y es con los que cuenta para todo, mientras que los de los últimos años, por lo visto con mayor preparación y sabiendo mejor que nosotros lo que hacían, han desaparecido casi del todo, hasta la chica de José el vaquero, que venía a misa casi a diario y echaba una mano. Nunca más se supo.
Le hago una apuesta, señor cura. Si de los ocho que se se confirman ahora, dentro de tres meses siguen viniendo a misa por lo menos cuatro, le invito a comer un asadito de cordero, que ya sabe que no se me da mal. Y si no, también le invito a comer, pero el cordero lo paga usted.
En cualquier caso, yo pongo el postre, dijo Joaquina. Pero me da que va ganar Rafaela,
37 comentarios
Un saludo (de un joven de 25 años confirmado y de misa dominical)
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Jorge:
Felicidades por ser parte de la excepción. Sí creemos en la eficacia del sacramento, no cabe duda de que no recibirlo es privar al creyente de una fuerza especial que le da el Espíritu en la confirmación. No olvidemos que es imposible vivir la fe sin el auxilio de la gracia de Dios.
No es cuestión de edad, es cuestión de familia, de comunidad, de acompañamiento, de oración, de fe...
Y gracias a Dios por esa gente que está para todo
In Corde Xti.
Yo me confirmé tras 6 charlas del párroco. Mi mujer estuvo 2 o 3 años de catequesis y cuando le tocaba le dijeron que el catequista no estaba preparado y le pidieron que tenía que volver a hacer la catequesis. Ella se hartó y no llegó a confirmarse. Ahora estoy tratando de convencerla de que se confirme con nuestro hijo tras 3 años de catequesis (difícil me lo ponen).
Sinceramente, creo que no es necesario invertir tanto tiempo. La confirmación pone el Fuego del Espiritu Santo dentro de tu corazón, que es el que, en mi caso, ha impedido que me eche a perder del todo.
¡Rafaela a los altares! (Primero que viva muchos años)
Un saludo.
Estoy desesperado con la confirmación de una hija de 15 años, no se sabe cuándo va a ser la confirmación, ni nada. ¡Cuando la catequista los vea preparados! ¿Y el párroco, cuenta algo? Qué hartazón. ¿Pero es que no ves que va a misa todos los domingos? Pues entonces.
No hay que mezclar el sacramento con la necesidad pastoral de catequizar, eso va aparte. Una cosa no quita la otra.
Si no lo veo claro cuándo va a ser eso y no muy tarde, es muy posible que busque otra parroquia.
Me animo a señalar que hace unos años publiqué en InfoCatólica un artículo sobre la edad mínima para la Confirmación. Se puede encontrar en mi blog (Razones para nuestra esperanza", categoría "Teología pastoral", página 3.
No indico la dirección porque el software de InfoCatólica no me lo permite.
Se dan muchas opiniones, hay diferentes ideas de la preparación, la edad, etc.
El caso es que la situación actual y real es que después de la Confirmación la mayoría abandonan de hecho la Iglesia. Esas personas ¿han tenido experiencia de Dios?, porque ese es el problema fundamental.
- No hay tanta diferencia entre hacerla antes con 8, que hacerla ahora con 15. La preparación de los contemporáneos a Rafaela era escasita, la de los que se confirman ahora, también. Sólo que antes un niño de 8 o 9 años tenía más madurez que uno actual de 15/16. Que conste que no veo bien lo que se hacía antes. Un sacramento porqué sí y punto; sin ningún tipo de formación, ni preparación previa o seria.
- En lo que sí ha cambiado es el número. Claro, que si lo comparamos con las vocaciones sacerdotales, o el número de matrimonios que se casan por la Iglesia y que no se divorcian, o los bautizos; no nos extrañaría demasiado.
Cura Rural 2: A mí me ocurre lo mismo, un día me harté, me subí al tejado y tiré los nidos...
Cura Rural 1: ¿Y?
Cura Rural 2: Al cuarto de hora estaban los ecologistas, la tele autonómica y media docena de organizaciones varias. Tuvimos que trepar de nuevo, colocar los malditos nidos y pagar una multa.
Cura Rural 1: Yo un día perdí la paciencia saqué la escopeta con cartuchos de sal y me lié a tiros... pero lo único que conseguí fue alborotar a los malditos bichos y que me hiciesen nuevas goteras.
Cura Rural 3: Pues yo me libré de ellas hace un año.
Curas Rurales 1 y 2: ¿Cómo?
Cura Rural 3: Las bauticé, les dí dos años de catequésis, hicieron la primera comunión y... no han vuelto a asomar por la iglesia desde entonces.
A lo mejo Rafaela y Joaquina pueden pedirles que les echen una mano en algunas cosillas (coro, catequesis, caritas, ayudar a arreglar la iglesia ) y seguro que si les dan algo que hacer se quedan y siguen.
No niego que la catequesis es muy importante, pero ha de ser como aquello de la confesión: clara, completa y dentro de lo posible y lo adecuado, breve.
Un saludo.
La edad o duración y características de la preparación hay que debatirla sin acudir a argumentos externos. La sociedad de los jóvenes de hoy no se parece mucho a la de la juventud de doña Rafaela, me temo.
Y eso, sin considerar que los "sacramentos de iniciación" son tres; bautismo, confirmación, comunión. Una vez que el cristiano recibe los tres, está plenamente "iniciado" en el camino de la Santidad. Si nos dejamos uno, estamos privando al cristiano de las fuerzas (la Gracia) necesarias para vivir su vida cristianamente.
Y las confirmaciones se hacían al año siguiente de la Primera Comunión, así es que yo la hice con siete años.
Y tenía una fe tan profunda y sin fisuras (sin preguntas, sin desalientos...), que para mí la quisiera ahora.
Cuando la reciben tan tarde, ya han recibido muy mala influencia exterior y no tienen la gracia sacramental para hacer frente a ese mal.
Es como venir a decir que como la mayoría de la gente muere en la cama, entonces la cama es la causa de la muerte. Pues no, hay otros factores, por ejemplo una buena atención hospitalaria, que hace que muchas personas mueran en la cama.
Igualmente, el ser confirmado con 8 años no hace tener fe. Sin embargo, el haber nacido hace 100 años en ciertos países sí que hacía tener fe. Por qué? Pues porque eran otros tiempos, la fe era casi obligatoria, etc.
Yo personalmente creo que es mejor que haya libertad total, y que la gente tenga fe si quiere, o que sea atea si quiere. Es preferible eso a unas personas solamente educadas en una religión (sea el catolicismo o sea el islam, como sigue sucediendo en muchos países del Golfo, por ejemplo) o personas solamente educadas en el ateísmo, como en la URSS.
Comprendo que los seguidores de una doctrina quieran tener cuanto más adeptos mejor. Pero sinceramente creo que es mejor tenerlos libres que medio o completamente forzados.
Sin embargo, observando el artículo y los comentarios vuelvo a darme cuenta de algo que ya se ha hecho común: existe en el pensamiento de la gente una clara separación entre fe y razón y quizás allí está el origen del problema.
El argumento a favor de la confirmación tardía gira en torno al uso de la razón, digamos "más avanzada", mientras que el argumento contrario básicamente va por el sentido opuesto, a que es mejor confirmar antes de desarrollar una razón tan crítica que el otrora cristiano pueda "salir huyendo".
Nuestros sistemas educativos, tanto civiles como religiosos, siguen separando entre lo "real y verdadero", la ciencia, el conocimiento racional; y lo "mitológico, ficticio, no comprobado", que incluye lamentablemente la fe y la religión.
Cuando el niño todavía cree en Santa Claus, es fácil endilgarle una confirmación ya que todavía tiene mucha fantasía y puede creer en eso del Espíritu Santo. Cuando ya es mayor hay que "convencerlo" de la conveniencia de recibir el Espíritu aunque sea con el argumento de que si algún día se quiere casar tendrá que tener el trámite concluido.
A nadie -me parece- le resulta cómodo pensar que fe y razón puedan ir juntas y mezcladas; que el niño que cree que Jesusito está en la Hostia no es ningún tonto y que el adolescente que quiere ser soldado de Cristo tampoco está aferrándose a su mantita de seguridad.
Si esto fuera así, me explica bastante los problemas de los matrimonios, porque seguramente habrán muchos que creen que el Señor no pinta nada entre un hombre y una mujer que se prometen amor eterno; y habrán otros muchos que vean el confesionario como un trámite para poder comulgar.
Dicho todo nunca puedo evitar acordarme de un anciano párroco, que me contaba aquello de los tres sacerdotes que se quejaban de una plaga de murciélagos en sus respectivas parroquias. Uno uso veneno, pero la plaga volvió más fuerte aún. El otro, más expeditivo, se lio a escopetazos con las aladas criaturas... no acertó ni a una, y dejo el techo hecho una pena. El tercero sonrió y dijo haber solucionado su problema, consiguiendo que los murciélagos no volvieran por la parroquia. Los otros preguntaron interesados y se encontraron esta respuesta: "Les dimos catequesis unos meses y después los confirmamos". En fin, con algo de humor me despido, añadiendo que estoy de acuerdo en que si vemos que las fórmulas que usamos no funcionan habrá que cambiarlas y no hacer como los artífices de las mismas que , endiosados en sus posiciones, se empeñan en que la culpa siempre la tienen los demás.
La Religión tendría que ser la asignatura obligada antes que ninguna otra en las escuelas y en cualquier otro sitio de formación, porque se puede vivir sin saber los ríos que pasan por España, (y he conocido personas que sin saberlos han vivido pero que muy bien), pero no se puede vivír sin Religión.
Sin Religión la vida se convierte en un sin sentido y más pronto que tarde hace caer al ser humano en la más profunda desesperación. No hace falta que hable de lo que gracias a la "libertad y la permisividad" que "disfrutamos" en estos tiempos, está pasando en esta sociedad: aborto, leyes inicuas, droga, violencia doméstica que en muchas ocasiones (demasiadas) llega al asesinato, incluso ejercida de los hijos hacia los padres (cada vez más)... y para qué seguir. Y eso sin mencionar el aumento verdaderamente preocupante de las tasas de suicidios. Las siete plagas de Egipto nos han caído encima desde que nos apartamos del Señor.
"Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida, nadie va al Padre sino por Mí" dijo el Señor.
"Id y anunciar el Evangelio por todo el mundo, bautizando en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo."
Todo lo que se aparte de estas palabtas del Señor, viene del padre de la mentira, que ya sabemos quién es.
¿Cuál es el problema del hombre?¿Para qué Jesucristo vino al mundo, se despojó de su condición divina, se hozo hombre fué torturado muerto y sepultado?
Ahora lo se, ...para que todos se comfirmaran.
Entre los profesionales y los aficionados estamos "apañaos"
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Jorge:
Lo suyo es muy viejo. Se llama pelagianismo y está superado en la iglesia desde el siglo V.
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Jorge:
Niego la mayor. En la primitiva iglesia siempre se bautizaron a los hijos de cristianos.
Claramente esto es una herejía, ahora bien, me puede explicar como entronca esto con opinar que la confirmación es deseable en una edad más adulta, o que el problema de la iglesia sea ese?? Qué tiene que ver esto con el pelagianismo??
Usted dice que siempre se bautizó a los hijos de los cristianos, y es cierto tiene razón... Ahora bien, Usted cree que la inmensa mayoría de los niños que se bautizan hoy día son hijos de cristianos?¿? Entre los requisitos del bautizo está que o los padres o los padrinos los eduquen en la fe católica, usted cree que eso se cumple???
No le parece un absurdo bautizar a un niño cuyos padres no creen en Dios?? En qué fe se le va a educar?? En estos casos, aproximadamente el 99,9% de los que se bautizan, no sería mejor diferir el bautismo hasta que ese niño sea catequizado cuando sea adulto? Y con la confirmación, igual.
No me vengan con lo del "y el niño que culpa tiene" ya que según el canon 868 del código de derecho canónico - "que haya esperanza fundada de que el niño va a ser educado en la religión católica; si falta por completo esa esperanza, debe diferirse el bautismo" -
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Jorge:
Creo que en los sacramentos en general no tomamos suficientemente en serio el papel de la gracia de Dios, por eso se pone tanto el acento en el sujeto humano. Eso si no pelagianismo, es cuando menos un semipelagianismo de libro.
En cuanto valorar si los padres del niño son cristianos de 10, de 8,5, cristianos paganizados... no es fácil, a ver quién juzga la fe de esa gente, y más cuando se nos dice que no podemos fiarnos de las apariencias. Incluso declarar a unos padres incapaces de educar cristianamente a un hijo tampoco es fácil, ya sabe lo de no juzgar.
Siempre se ha bautizado a todos los recién nacidos a los pocos días de su nacimiento. Y por bautizarlos tan pronto, muchas madres no podían asistir a los bautizos de sus hijos.
La mayoría de los bautizados eran hijos de cristianos no practicantes, en el sentido de no cumplir estrictamente los Mandamientos; cómo ejemplo no ir a misa los domingos. Y sin embargo no era obtáculo para que los niños fueran bautizados, pues se creía que si un niño moría sin bautizar, su alma iba al limbo. Por eso era la rapidez en bautizarlos.
Personalmente creo que cualquier niño para el que soliciten los padres el bautismo, debe ser bautizado, pues el Espíritu Santo actúa en él por la Gracia.
Conozco un caso de una señora viuda muy religiosa, que su hija se ha casado por lo civil, porque el marido es ateo o agnóstico, y sin embargo la bebé ha sido bautizada en mi parroquia, sabiendo el párroco por supuesto que los padres solo tienen el matrimonio civil y que el padre es no creyente.
Algo muy distinto en mi opinión, es que se unan a dos personas para toda la vida, bajo el matrimonio sacramental, cuando no está probado que los dos son creyentes y su matrimonio va a estar cimentado en Dios. Porque ese matrimonio va a atar al creyente de por vida a una persona que no lo es, o en su momento ha fingido serlo y una vez conseguida su "presa" cambia radicalmente lo que había sido hasta entonces.
Es algo que condiciona la vida de una de las personas (la creyente) que componen el matrimonio y la destruye. Y no solo la vida del esposo o la esposa, sino la de los hijos. Ahí sí que sería necesario, que la Iglesia pusiera unos fuertes condicionamientos para unir de por vida con el vínculo del matrimonio a un hombre y a una mujer. Aunque el número de matrimonios se reduciera a un dos por ciento.
¿De dónde sacamos los catequistas? ¿Y su formación? ¿Qué les ofrecemos? Poco o nada.
O se vuelve a una verdadera Inciación Sacramental con las bases de Bautismo, Confirmación y Eucaristía o poco o nada tenemos que hacer. Saludos, Padre Jorge y buen fin de semana de la Santísima Trinidad.
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Jorge:
Por ahí van las cosas. Bautizamos prácticamente sin más. Hace la comunión todo el mundo, se con firman cuatro y arreglamos lo de preparar al matrimonio con cuatro charlas. Poco equilibrio.
Los sacerdotes no tienen discernimiento para saberlo, después de un escrutinio?¿?
Además es mucho más fácil, preguntando si usan anticonceptivos acabamos antes.
No es cuestión de no creer que la gracia de Dios es importante o no, de hecho es imprescindible. La cuestión está en ¿Se les debe administar sacramentos a quienes objetivamente están fuera de la iglesia? por ejemplo, usted animaría a casarse a dos jóvenes que afirman que van a usar anticonceptivos, están a favor del aborto y además viven juntos(imensa mayoría de los que se casan)??
Usted cree que tienen fe estas dos personas??
Si no tienen fe los contrayentes, sirve de algo a efectos prácticos el sacramento?
Me gustaría que me resolviera esta duda.
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