Una imagen de la Virgen Dolorosa para la parroquia
Quisimos hacer una fe desnuda, tan desnuda, que mucha gente se quedó huérfana. Decidimos que “su” fe, apoyada en imágenes, devociones, tradición, sentimiento e incluso mucho sentimentalismo, traducida en ofrendas, promesas, penitencia era una fe que nosotros, con la boca llena del “hay que respetar” decidimos unilateralmente calificar de “falsa”, “mágica”, “preconcliliar” y “alejada de la realidad”.
A cambio intentamos ofrecer algo, según nosotros, mucho más auténtico, escueto, liberador, genuino, conciliar y moderno. La razón es que decíamos que la gente mucha imagen y mucha procesión pero luego apenas participaban de la eucaristía o de la vida de la comunidad. La solución fue arrancar sus tradiciones y ofrecer, de repente, un algo que no alcanzaban a comprender. Pasamos, en muchos casos, de una fe profunda que calificábamos alegremente de “mágica” a la nada más absoluta.
Es curioso que a la vez que andábamos reivindicando que la liturgia fuera capaz de comprender las peculiaridades de los pueblos, impedíamos a los más cercanos vivir su fe desde sus propias peculiaridades y costumbres. Eternas contradicciones de los humanos.
El tiempo nos ha ido enseñando cosas. Por ejemplo, que la denostada y despreciada como de segunda fila religiosidad popular era una fuente enorme de evangelización, y que el asunto no estaba tanto en suprimir lo imperfecto, sino de ayudar a descubrir y vivir el misterio de Cristo partiendo de su propia realidad. Hoy sabemos que, sin dejar de reconocer sus excesos y límites, la religiosidad popular es fuente de vida cristiana y base donde anunciar a Cristo muerto y resucitado por nosotros.
Tampoco es la religiosidad popular algo de segunda destinado “a los pueblos”, como si ser de pueblo llevara consigo un ser de segunda clase también en esto. Estoy convencido de que también en las ciudades, y en las parroquias nuevas, una buena imagen ayuda y puede ser fuente de devoción y evangelización.
Dios hace las cosas y marca sus caminos. Hace unos días me llega la oferta de un buen sacerdote granaíno, David Cuerva, de donar a la parroquia una bella cabeza de una Virgen Dolorosa con la intención de que nosotros pudiéramos hacernos cargo de ella, restaurarla y exponerla al culto. Pues le he dicho que sí. Creo que será una buena cosa para la parroquia y de manera especial nos ayudará a vivir la cuaresma y la semana santa en próximos años.
Ahí os he puesto la imagen. He de decir que me gusta, que creo que tiene una bella factura. A ver la gente de la parroquia qué piensa. De momento sería exponerla al culto. Luego… ya iremos viendo.
En esta mañana de sábado os dejo la imagen de esta dolorosa rota por el llanto del hijo en el sepulcro. Quién sabe si el próximo año la podamos presentar en todo su esplendor. Quién sabe…
27 comentarios
Cuando a principios de los 70 llegaron los curas progres las suprimieron por las razones que usted expone
Hoy en día la parroquia es un cementerio de elefantes.
Pienso que cuando estos sacerdotes se jubilen, vendrán otros que restauraran lo arrasado.
P.D. con los feligreses que tiene vaya preparando el capirote que la Semana Santa que viene sale en procesión
Por lo demás, y ya en el de hoy, estoy con usted. Yo, de chiquillo, era monaguillo en mi pueblo, en tiempos anteriores al Concilio. Mientras el cura rezaba sus latines, me entretenía mirando las "imágenes", empatizando con la expresión de sus rostros en una simbiosis de fantasía infantil y fe. Por eso, cuando recientemente han subido el misterio del Calvario -la Cruz con La Virgen y S. Juan a sus pies- a lo más alto del altar mayor -a uno le da un vahído sólo de levantar la cabeza-, lo he sentido, pues ya no están accesibles (y la vista de uno que no es la que era). Un consejo: deje pasar cierto tiempo para que los feligreses la hagan "suya". ¿Le felicito las Pascuas ya? Casi que sí, pues estará metido de lleno en la preparación de la Vigilia Pascual.
En casa de mi suegra, que en Paz descanse, hay una imagen de la Virgen a tamaño natural del siglo XIX que es una preciosidad, aunque el vestido está estropeado. Tenía un Niño Jesús en los brazos que alguien llevó a restaurar, porque le faltaban dos deditos, y nunca más se supo. Cosas que pasan.
Esa imagen estuvo cuando la compraron los abuelos de mi suegra, en la capilla consagrada de un carmen de la calle Gracia, en dónde iban a decir misa los domingos. Ahora está en la habitación que fue de mi suegra, y mi cuñada que es ahora la que la disfruta, le ha prometido a mi hija mayor que será para ella.
Quiero que mi hija le haga una fotografía a la imagen, para ponerla en mi Facebook.
Un abrazo y feliz Pascua de Resurrección.
No obstante, de adulto, me puse a estudiar más a fondo mi fe. Descubrí que la tal "fe popular" era incompleta, limitada quizás, pero curiosamente suficiente para mucha gente, suficiente para "el pueblo", para la generalidad de la feligresía, para nosotros "los laicos de a pié".
Y sí, vivencié eso "escueto, liberador, genuino, conciliar y moderno" que muchos curas (porque a fin de cuentas, son ellos los "profesionales de la teología y la fe" intentaron "vendernos".
Una fe infantil no se volverá adulta, porque los curas eliminen tradiciones, costumbres, devociones y nos vengan con discursos de "modernidad".
Muy probablemente se vuelva adulta en la medida en que conozcamos más a fondo nuestra fe, en la medida en que iniciemos un proceso de información/formación. Proceso que puede llevarse en una instancia "académica" (Escuela de Formación, Centro Bíblico, Facultad de Teología...) o bien, de forma autodidacta, con disciplina, tesón y algún tipo de acompañamiento.
El asunto a fin de cuentas es cuestión de estudiar, leer, preguntar, animarse a dudar e igualmente, de buscar respuestas.
Y es que la fe, en última instancia, es un reto, una aventura personal.
Personalmente me parece una talla de poca calidad y con poca unción, en fin será de cuestión de ponerle todos sus "habios" como decimos por aqui.
Con respecto a la piedad popular, estoy de acuerdo con usted, creo que es un camino de llamada para aquellos cristianos alejados, no en vano en Andalucia son un claro exponente de la Fe de muchos de estos catolicos.
Con un programa de acompañamiento en el crecimiento de la Fe llegará usted a buen puerto.
Prepare el capirote...
Es una escuela diferente, que puede gustar mas o menos pero no es una escuela mala ni de segunda clase.
Gracias por poner un pedazo de la ciudad de la Alhambra en su parroquia. Rezo por usted.
En cuanto a la imagen, creo que el dolor no puede haber hecho a la Madre de Dios fea, sino que la debe haber dotado de una diferente belleza. Habría que ver ese detalle, retocando un poco los rasgos si se puede, pero trataría de rescatarla, desde ya!
A mí no me gustó cuando D.Jorge la puso en su post, pero no quise decir nada, porque como hay gustos hay colores y me parecía además una falta de delicadeza; pero ya que otros habéis sacado la conversación, no es la imagen de la Virgen que he visto que más me guste.
En Granada tenemos unas imágenes de la Virgen realmente bellísimas. Me he enterado que se les llama a las imágenes andaluzas, "vírgenes niñas", porque están llenas de belleza y juventud, al contrario, en cuanto a juventud, de lo que pasa por ejemplo en el norte y el centro de España, que son imágenes en una edad más madura.
De nuestra ciudad imágenes realmente hermosísimas, están por ejemplo la Virgen de la cofradía de los gitanos, (una cara realmente bellísima y granadina); la Virgen de la Victoria que sale de Santo Domingo; la Virgen del Rosario, también de Santo Domingo; la "greñúa" que sale de San Cecilio que es el antiguo barrrio judío, la Virgen de Santa María de la Paz, que sale con la cofradía de la borriquilla, de la Iglesia de San Andrés, (dónde fuí bautizada)... y tantas y tantas imágenes de una belleza extraordinaria.
También en Sevilla procesionan imágenes de la Virgen muy bellas. Hablo de las que conozco.
Feliz lunes de Resurrección.
En su "Hipótesis sobre María" dedica un capítulo entero a las diferencias artísticas de "La Pietà" de Miguel Ángel, y la virgen de Czestochowa, de autor desconocido (y yo añado: Montserrat, o el Pilar). Las diferencias de cualidad artística son tan evidentes como inútil detenerse en ellas. Pero, se pregunta Messori: dónde están los torrentes de devotos y peregrinos que van a rezarle a "La Pietà"?. Sin embargo, a Czestochowa van, y desde hace siglos.
Motivos, se pregunta Messori: "La Pietà" la hizo un artista excelso. Czestochowa, un devoto.
Dejo esta reflexión a gusto del consumidor.
Una vez fui a Sevilla a ver la Semana Santa: no volveré jamás, para colomo vi a un cofrade en Viernes Santo, con el hábito puesto y el caperucho en una mano, comiendo un plato de callos en un bar. Tal vez tenía dispensa de ayuno y vigilia del Obispo; pero aunque así fuera en público no se hace eso. Cuando he estado en un país musulmán no me pongo a comer en publico a plena luz del
día en el mes de Ramadán.
Por otro lado hace 2 años estuve en Semana Santa en Valladolid. Unas imágenes muy bellas, pero los cofrades tenían mucho que desear: por arrogantes y poco caritativos con los forasteros. Aquello era suyo, y nada más.
La imagen es de la escuela granadina, es un subestilo del barroco español, de igual de donde venga o donde vaya. Lo que determina donde se encuadra una imagen no es el lugar, sino su fisonomía. Y esta escultura si pertenece a ese subestilo con trazas de otros.
En cuanto, a las cofradías habría que tener mas cuidado con los consiliarios que con los cofrades, y nombrar a sacerdotes que se encuentren agusto en las cofradías o sis son los párrocos que sepan conducir bien un cofradía, desde el punto de vista espiritual.
Dices que la imagen que se muestra en el post es de la escuela granadina, sin duda tendrás tus motivos para afirmarlo. A mí desde luego no me parece nada parecida a las imágenes de la Virgen que tenemos en Granada. Esta imagen la encuentro más parecida a las del norte de España. Pero al decir el Padre Jorge que el sacerdote que se la ha regalado, la había comprado en Cuba, dí por hecho que estaba hecha allí.
Saludos.
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