Papelorum progressio y la misa de Las Cárcavas
Acabo de recoger el correo como cada día. Un auténtico fardo de papel con cosas del más variopinto. A ver que hago un resumen.
Facturas varias para empezar: la tasa por el paso de carruajes que hay que pagar al ayuntamiento, el mantenimiento del sistema de climatización y de la fotocopiadora. Vamos bien. Creo que revistas son no menos de cuatro: una de misiones, otra de hermandades, dos de congregaciones varias. Tengo también los carteles de dos campañas del arzobispado, propaganda de compañías de gas y electricidad, congelados, alarmas, seguros médicos, y varias de distintas asociaciones. Ítem mas, una agencia de viajes que oferta creo que ir a Polonia, y tres congregaciones de religiosas que remiten información sobre el proceso de beatificación de la madre fundadora, una buenísima religiosa llena de piedad y caridad y que muy posiblemente se adelantó al concilio.
No contento con esto, me he encontrado sobre la mesa del despacho un cartel de un encuentro juvenil en la parroquia de A., otro que invita a una peregrinación con la asociación B., una marcha por la vida, otra en solidaridad con los despidos de C., el jubileo especial del pueblo de X y varias colecciones de estampas y medallas para colocar a la entrada de la capilla de la adoración. Todos, como es natural, con el propósito de hacerse con un huequecito en el tablón de anuncios y unas palabras al acabar la misa. Incluso me piden algunos que saque su “noticia” en la revista parroquial o que la difunda en el blog.
Sigo, porque la cosa aún no ha terminado. Me falta el apartado correo electrónico. No sé por qué hay tanta gente convencida de que un servidor y la parroquia necesitemos tantas cosas. Desde una caja fuerte ignífuga anti explosión nuclear y resistente a los terremotos, a una máquina saca chicles para las escaleras del tempo, desde una imagen de San Expedito a una colección sobre las imágenes de Cristo en el arte siriaco, desde un piso baratísimo en Buenos Aires –que se me habrá perdido a mí por allá- al mejor seguro del automóvil.
Bien. Eso es el apartado publicidad. Luego tenemos el de ruegos y preguntas. Sobre todo preguntas, que van desde aconsejar un libro a encontrar una iglesia que tenga misa de 8 por las mañanas y que pille cerca del metro de Las Cárcavas.
Así me pasa que luego me llegan los amigos y me llaman grosero. Jorge, parece mentira, te mando el cartel con la novena de mi pueblo y ni colocarlo en la iglesia. Pues ya ves… Pero claro, es que si un servidor tuviera que colocar todos los carteles que llegan necesitaría no un tablón, sino el extinto muro de Berlín, y aún sería escaso.
Al final en las carteleras de la parroquia colocamos los grandes acontecimientos diocesanos y de la iglesia universal, las cosas del arciprestazgo y lo propio de la comunidad parroquial. Y si queda un huequecito algo más, pero poco.
Y en cuanto a ruegos y súplicas por correo uno hace lo que puede.
De momento voy a llenar la papelera otra vez, una vez más. ¿Pero usted ni siquiera se lee la revista con la nota tan bonita sobre la madre fundadora? Si es que son una media de tres revistas diarias… Y por cierto, lo de la misa de 8 de la zona de Las Cárcavas es que ni mirarlo. Uno no da más de sí.
15 comentarios
Querido Padre Jorge, la verdad es que me he reído con lo de Papelorum progressio. Gracias por el buen humor y que Dios y San Benito le bendigan.
Ut in Omnibus Glorificetur Deus.
Los consejos de María de poner a alguien a clasificar y responder el correo también son buenos.
Un ejemplo de que el cura no debería hacerlo todo. La acogida -no sólo la presencial sino la digital- es muy importante para la evangelización.
Vamos, digo yo ¿eh? Que tampoco quiero insisitir
Que buen humor que tiene!!
También yo, las pondría a sus amigas a trabajar..Ja!
Bendiciones!
perdona, pero te veo como muy limitado.
Jo.
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Jorge:
Estoy tratando de enseñar algo de secretariado a Socio, pero prefiere el fútbol.
Se trata de saber combinar los trabajos: se agarra la clasificación que le da maria: la categoria a1, para ud.; las a2 y a3, para Socio. Seguro que se lo pasa pipa.
Esto que cuenta es un fenómeno habitual en cualquier organización, para cualquier profesional ¿Qué se hace? gestionarlo, alguien que seleccione, clasificar y leer según disponibilidad de tiempo, etc... (¡hay montones de libros y materiales sobre 'cómo organizar el correo'!)
Y voy al punto fundamental: Un párroco tiene, entre otra smisiones, la de gestionar una organización. Ser una persona piadosa, orante,... no hace que uno sepa gestionar, como no le lleva a saber contabilidad o idiomas.
¿Por qué no se enseña a los sacerdotes que van a ser párrocos un mínimo de 'gestión y administración'? O ¿por qué no se pone a cargo de la gestión y administración de una parroquia a un laico con conocimientos de gestión y se deja al sacerdote para que predique, distribuya los sacramentos, etc?
Cualquiera que sea la razón, creo que en Hechos 6,1 se nos da una pista interesante.
Falta tiempo para atender tanto RECLAMO DE ATENCION.
Y vd. lo hace como se debe hacer: mantener el FOCO en lo importante.
Leo Babauta tiene un libro que habla de ello: "Focus" se titula y habla de ¡ cuantas cosas hay hoy dia que distraen nuestra atención !
Un cordial saludo.
PD. Me disgusta ver que algunos comentaristas son incapaces de ponerse en la piel de un sacerdote que tiene que hacer mil ochocientas cosas. Falta de empatía ! A ellos los quisiera ver haciendo lo que predican.
Viniendo de usted, don Jorge, me saca una sonrisa.
Yo, voy más allá, me ofezco voluntario para relaizarle la gestión de recepción, clasificación y archivado (in papeleram) de todo lo que le llegue.
Saludos cordiales.
Nan el here
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