Memos con balcones a la calle
Dentro de los católicos, como en cualquier colectivo, hay de todo, como debe ser. Un católico malo, un sacerdote malo, un religioso malo, es un peligro. Un católico bobo, un religioso bobo, un sacerdote cantamañanas acaban, si Dios no lo remedia, en un tsunami de proporciones inimaginables.
Dentro del colectivo de religiosos, religiosas y curas del común abunda el espécimen, sobre todo porque nos han enseñado a ser buenos pero hubo gente que faltó a la clase donde se explicaba el arte de colocar el listón en el sitio ese justo donde acaba la bondad y comienza el hacer el canelo.
¿Ejemplos? Podría poner muchos. El de esas monjitas que para cuatro tareas de la huerta se compraron un todoterreno super caro porque el comercial, muy católico y amigo de las hermanas, les aconsejó que fuera bueno, que siempre es mejor… y ahora las reverendas recogen las lechugas y los cuatro tomates en un bólido que ya lo quisieran para el París Dakar.
O el de ese buen cura párroco al que aconsejaron poner los cuatro duros ahorrados para retejar la iglesia en un negocio seguro que había montado D. Venerando, un señor tan bueno, que cada vez que iba a ver al reverendo primero pedía entrar en la iglesia a rezar un poco. El negocio era un timo y ahora el pobre cura no sabe si en lugar de retejar va a tener que colocar una lona.
Mema la hermana sor Gertrudis a la que propusieron que una señora experta en todo hablara a sus niñas de quince años sobre afectividad, amor y desarrollo en la adolescencia. Una señora con tres títulos y cuatro masters “en el extranjero”… que resultó ser una forofa de la ideología de género y apologeta del nosotras parimos y nosotras decidimos…
Simples los padres gundisalvos que anunciaron a bombo y platillo una extraordinaria conferencia impartida por un señor muy renombrado al que incluso invitaron a comer con toda la comunidad y que mira por donde, luego se enteraron, era anticlerical, experto en denostar a las comunidades religiosas, a la suya especialmente, y que como era lógico aprovechó esa comida en la que los reverendos quisieron agasajarle para contar con pregón y tambores lo bien que vivían aquellos hermanos.
No me meto con nadie porque goles todos hemos recibido. Cosas parecidas a lo de sor Gertrudis le han ocurrido a un servidor.
Lo que sí digo es que en ocasiones somos simples, bobos, bobos solemnes, bobos con estandarte, bobos con balcones a la calle, bobos de Coria, Cáceres, Almendralejo, Padrón y Casteldefells. Que muchos de nosotros, educados para la bondad y viviendo entre gente buena, al final somos más simples que el mecanismo del asa de un cubo y nos las dan no con queso –si al menos fuera queso- sino con caca de vaca y encima nos dicen que es Beluga.
Ojito. Prudencia. Cuidadín. El del coche que se lo venda a su padre. A D. Venerando le preste dinero su abuela. La experta esa de sor Gertrudis que se vaya a instruir al colectivo “descocadas for ever”. Y en cuanto al conferenciante chachi guay… a otro perro con ese hueso, que aquí te descuidas, te ponen verde, te llaman de todo y encima pones micrófono, mesa, mantel y un sobre para gastos.
Nos educaron para buenos y se pasaron… Ahora toca espabilar.
20 comentarios
Y al mismo tiempo -conozco varios casos- se ponían zancadillas envidiosas y obstáculos de todo tipo a personas que hubieran podido hacer un gran bien por su formación verdaderamente católica y personalidad. Mire por dónde, esas personas fueron mejor valoradas en la vida civil.
Pues mire, don Jorge, los engañados no me dan ninguna pena. Se recoge lo que se siembra. Y así estamos.
Un saludo en la Fe.
Y aún así, por la bendita gracia de Dios, me han estafado poco. Le doy mi secreto, por si a alguien le sirve: actuar en cuanto se entera.
Falsedades, camelos y estafas nos cuelan a todos; pero quienes más sufren son los que por orgullo se quedan en la estafa en lugar de denunciarla y salir huyendo. O al menos, salir huyendo. Y con el estafador, ni a la esquina.
Mire que no es rencor, que dice el Señor que si alguien te pide la capa le des también el sayo -o algo así- pero cuando a uno ya lo dejaron en calzoncillos no es vergüenza decir "aquí me apeo".
A ese tenor, servidor tiene ya en el móvil más de 40 números etiquetados como "no contestar", de otros tantos estafadores/call centers de los que no quiere saber ni los buenos días. Me tildan de antisocial, de no tener amigos, de no abrirme a las oportunidades... pues sí. ¿Y qué hago? Juntas, ni las piernas que se rozan, decía mi agüela.
Así y todo, le aseguro que antes que llegue el viernes me estafarán de nuevo. Sólo que ESA persona no me estafará dos veces.
Cuando un alma se pierde por un mal consejo, el alma está perdida y una vez iniciado el camino de perdición es muy difícil salir de él. Así que, dejen sentimientos susceptibles de impresiones falsas a un lado y piensen y orienten en base al magisterio y la tradición, así que cuidadito con las novedades, que llenan los conventos de guitarras pero los vacían de frailes.
¿A qué se refiere?
Nada de reflexionar como debo sentar a mi mesa a ese enemigo y perfumar su cabeza de palabras santas,no;"que el coche se lo venda a su padre". Pues obviamente no le voy a comprar el coche,pero le voy a decir que como se sentiria si alguien quisera estafar a su pobre madre que vive sola y con el dinero justo para comer,que que pensaria de esos estafadores y despues de escuchar su respuesta,que no hace falta explicitar,le diria,pues ese eres tu.Que aunque ya lo sabe,a las conciencias dormidas y los corazones de piedra,hay que despertarlas y ablandarles,respectivamente.Luego le diria,anda,vete,reflexiona y no lo hagas mas.Vive la regla de oro de Jesucristo,y encontraras paz y descanso verdadero a tu alma atormentada por las pasiones y deseos funestas y malevolos,respectivamente.
pd;El unico que cree que ser muy bueno,por Dios,es ser tonto,es el orgullo,que es un listo que nos tiene engañados.
"Si tu enemigo tiene hambre,dale de comer,si tiene sed,dale de beber,y asi pondras carbones encendidos sobre su cabeza".
pd2;Ser bueno a veces puede parecer ser tonto,para los hombres,no para Dios,que conoce tu santa intencion,pues es obra Suya.
Pienso que la solución del problema es precisamente NO DARLE ni un euro más a Sor Gertrudis, al Padre Gundisalvo y demás que son engañados. Para que aprendan y pidan ayuda a profesionales.
La solución es profesionalizar la gestión económica de la Iglesia. El Papa justo ayer comenzó a hacerlo con el Motu Proprio que promulgó.
Las diócesis y las parroquias deberían aprender y hacer lo mismo. Para las parroquias hay unas normas que piden que se constituya el Consejo Económico. Pero no se hace me parece en casi ninguna.
Entre otras cosas, porque los párrocos los ven como un estorbo: en vez de disponer del dinero libremente, deben rendirles cuentas. La inmensa mayoría quieren esa libertad con rectitud de intención. Pero una de las consecuencias es esta, que les engañan porque no son profesionales de las finanzas (ni de la arquitectura, ni de la ingeniería de sonido, ni de la restauración de monumentos, etc).
¿Un ejemplo? La señora que en 2012 "restauró" el Ecce Homo en Borja.
No se trata de que pequen de buenos, sino de confiados.
Para que se cumpla lo que comentas, quien da a su enemigo lo tiene que hacer a conciencia (con intención de hacerlo), dejando patente, diáfano, que sabe lo que está haciendo. De otro modo se consigue el regodeo en lugar de la conversión.
Un saludo en la Fe.
Y totalmente de acuerdo con Enrique. Hay gente de Iglesia que no debe manejar dinero porque carecen de los conocimientos y las precauciones imprescindibles, sean abadesas o arzobispos.
Por lo demás y como de costumbre, en total acuerdo con usted en todo.
Un saludo afectuoso y que Dios lo bendiga.
Pues si, he puesto la tilde donde no llevaba acento.Mea culpa.Algo bastante habitual en mi.No se en que estaria pensando.
Pido disculpas a Don Jorge y a vosotros hermanos.
Aunque haya que pagarles, es poco lo que van a cobrar por asesorar a una entidad económicamente pequeña como es una parroquia o un colegio de monjas.
A la larga estos gastos suelen salir más baratos. Por eso, quienes más cuidan su dinero (los empresarios y los banqueros) prefieren contratar servicios profesionales, lo que ahora se llama tercerizar. Podrían pedir a cualquier empleado entendido de la empresa que se encargue de la informática, pero es más rentable contratar un profesional. Con él funcionan bien todos los ordenadores y además se ahorra y pueden exigir que venga el viernes a las 4.
Riesgos de que te engañen siempre hay. Si no que se lo pregunten a Madoff, que engañó a los mejores banqueros del mundo. Pero si la gestión material de la parroquia se encargan profesionales, esto se minimiza.
Más ejemplos: la Santa Sede está harta de que le engañen con su banco, el IOR. Ahora, cuando han perdido miles de millones de dólares en indemnización (recuerda el Caso Ambrosiano), cuando el prestigio de la Iglesia está por los suelos, es cuando profesionalizan esta institución. Más barato hubiera sido que desde el primer momento lo llevaran profesionales y no monseñores.
No pido mucho en mi post, solo que se cumpla que se nombre un Consejo económico en cada parroquia y que este cumpla sus funciones, que no sean simple relleno para cumplir un expediente ante el Obispo. Que controlen de verdad al párroco.
Gran escrito.
Como corolario la famosa frase de Nuestro Señor Jesucristo "Sed mansos, pero no mensos" je...je...je
Lo lógico es, si no se encuentra a un feligrés de ética probada experto en estas lides con el que te lleves bien y con el que hables con frecuencia (no se trata de "le dejo la economía en sus manos y me desentiendo ya que es experto" -además, sospecho que el Derecho Canónico no deja eso-), se pague un profesional. Si no se está contento, se contrata otro y punto.
Así el consagrado se dedicaría a sus menesteres sacerdotales. Así, con el sacerdote encargado de todo (de lo sagrado y de lo profano de la iglesia), se desaprovechan las fuerzas y los talentos.
Para cualquier cosa que desee comentar sobre el funcionamiento general de Infocatólica, diríjase al director.
Ofender gratuitamente a las personas que nos consideramos de derechas en este país, y que llevamos toda nuestra vida tratando de seguir de buena fe las enseñanzas de la Iglesia, a la que consideramos pertenecemos, para encontrarnos con este bocazas diciendo estas barbaridades, nos da argumentos para pedir sea reprendido y exigirle una rectificación en toda regla y una aclaración oficial si han sido sus palabras tergiversadas o manipuladas. Esto no puede quedar así.
El Papa ha hablado ayer en Santa Marta de escándalo, pues ya tiene uno para ejercer su autoridad.
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