Cuando la parroquia se convierte en válvula de escape
Las parroquias van desarrollando su labor pastoral gracias a tantos y tantos voluntarios. Una suerte contar con ellos, pero un peligro si no sabemos mantener las cosas en su justo lugar.
La inmensa mayoría de los voluntarios son gente que echa algún ratillo en una cosa concreta y luego tiene su vida. Más aún, suele ser gente que el tiempo de estar en la parroquia lo mide, lo valora y raciona. Ya podemos imaginarnos: amigos, familia, obligaciones, casa, trabajo.
Pero hay voluntarios que tienen su peligro. Son esas personas, hombres o mujeres que han decidido convertir la parroquia en su segundo hogar, o a veces el primero, de tal forma que a su casa van a comer, dormir y poco más. Cuántas veces no habremos conocido gente de esa. La mayor parte de estos ejemplares suele coincidir con señoras de buena voluntad, solteras, que han hecho del servicio a la iglesia la razón de su vida. Gente muchas veces sin familia o amigos, que ha encontrado en este servicio parroquial la forma de ser útiles, llenar sus horas y sentirse importantes. Si además de trabajadoras y serviciales son discretas, son un tesoro. Si metomentodo, una desgracia.
Más me preocupan personas casadas, con su familia, hijos, y aquí entran tanto hombres como mujeres, que se pasan el día en la iglesia. Hoy porque tenemos retiro, mañana a la misa, por la mañana vamos a arreglar dos enchufes, contar la colecta, limpiar los candelabros, ensayar cantos, dar catequesis, repartir comida, preparar las andas de la Virgen, colocar los bancos…
No puede ser. Voluntarios he tenido a los que he dicho que eso no es posible. La parroquia puede convertirse en un buen escape cuando en casa algo no está bien: me sirve para no enfrentar el problema, evita la necesidad de diálogo y encima quedo bien porque voy a la parroquia.
Más aún, lo de la parroquia encima se pone como excusa: fíjate, qué problemas tenemos y ya ves mi vida, todo el día en la parroquia ayudando lo que puedo. Qué peligro que el diablo enrede, encuentre a otra persona incomprendida en casa y se comprendan mutuamente, y aunque no pase nada gordo, ya es bastante que lo que habría que solucionar en el propio hogar se hable con ese amigo o amiga de total confianza que va a la parroquia tanto como yo y además es tan buena persona.
¿Y si los que están todo el día en la parroquia son un matrimonio? Tampoco me gusta mucho. ¿No tiene nada que hacer, que vivir, que celebrar como pareja? Pero al menos están juntos.
19 comentarios
El problema de hacerla "el segundo hogar" radica en que las personas hacen en la Iglesia lo que no pueden hacer o no se atreven a hacer en sus casas de manera que si en casa no dan ordenes en la Iglesia ellos son tiranos. ¿Qué hacer? saber lidiar con estas personas que en no pocos casos actuan de buena fe y no cerrarse a sus caprichos personles eso en definitiva no podemos hacerlo nunca.
Lo curioso es cuando aparece otra persona nueva y desconocida, con mentalidad eclesial (hombre o mujer) y poco a poco va arrinconando a los que estaban antes. Con el tiempo observas que se han metido en la sección de viajes y excursiones de la parroquia, y están junto el cónyuge, la nuera o la hija apuntados a todos los viajes; pero eso sí, gratis, porque la agencia de viajes siempre regala varios, como a Tierra Santa. También ocupan las mejores plazas del autobús y las mejores estancias en los hoteles.
Por último la mayoría no sigue ninguna formación catequética de adultos, ni leen, por ejemplo, las encíclicas que van saliendo, el Catecismo o los Documentos de Vaticano II, como mucho se apuntan a algún retiro parroquial.
Son grupos algo peligrosos, pues si te sales de sus métodos serás criticado incluso calumniado, porque les molesta que alguien sepa más que ellos.
Los párrocos aveces se ven comprometidos, ¿pues en caso de las señoras si ellas no limpiasen y decorasen la iglesia?, pues dificilmente serían sustituídas. De este último grupo las hay que les gusta mandar y dirigir, y otras que silenciosamente barren y friegan el suelo, o se encargan de lavar y planchar los corporales, purificadores, manteles, incluso alguna he visto bordar a mano.
Después de leer su comentario, me he reído y con ganas. Dios se lo pague.
Conozco a algunas señoras en cada categoría de las que usted habla, y es tal y como usted lo cuenta con tanto arte y simpatía.
Un saludo afectuoso.
He llegado a pensar que además de feligrés, hay que ser amigo de los "laicos comprometidos".
¿Lo estoy haciendo mal? ¿tiene algún consejo para mí?
Luego.... desde los ambones se pide la implicación de los laicos en la vida parroquial. A ver si nos aclaramos.
Todas las relaciones tienen sus patologias y aquellas relaciones mas intensas son más proclives a problemas.
La problematica mayor, para mi, en las personas más implicadas, es que sin pretenderlo, con su presencia a veces no muy deseada pueden hacer que otras personas a las que no agradan no se acerquen a la parroquia. Así que una parte de razón no le quito en que ¡ cuidado con hacer de la parroquia una extensión de la personalidad de cada laico !
En todo caso siempre digo como decía el santo "hay que servir a la iglesia como la iglesia quiere ser servida". ¿ y como conocemos la voluntad de la iglesia ? a través del párroco, por supuesto.
La iglesia no es propiedad de nadie , y si me apura , ni del parroco, que solo la administra y la sirve del mejor modo que puede.
Pero luego está eso de que hay personas que se apropian del cargo y se sienten superiores a los demas por que hacen de voluntarios .
Se tiene que entender esto como un servicio y nada mas.
Las fustraciones no sed arreglan en la parroquia .
Después de separarme, empecé a asistir a algunas (pocas) actividades parroquiales, y cual no fue mi sorpresa, cuando me encontré con los casos que cita el Padre Jorge y algunos compañeros de comentarios.
Hay seglares, con un afán de protagonismo, que ríase usted de algunas figuras públicas que todos conocemos.
Son ellos en realidad, los que planifican quienes hacen o dejan de hacer en las diferentes formas de ayudar en la parroquia. Se quejan de que hay demasiados niños para catequesis y demasiados pocos catequistas, pero si te ofreces al párroco, él te dice que solamente tienes que hablar con los coordinadores, y ellos te dicen que ya están todos los grupos formados.
En una palabra, tal y como dice Don Jorge, esto "laicos comprometidos, en su mayoría laicas" mandan mucho; creo, vamos estoy segura, que la mayoría de ellos, bastante más que en sus casas.
Así que fui dejando los pocos grupos en los que estaba en mi parroquia, bastante escandalizada y defraudada por los comportamientos de la gran mayoría de estos laicos tan "serviciales", qué más apartan de Dios, que acercan a El.
Buenos días.
La Liturgia ha de atenerse a la disciplina de la Iglesia, lo Pastoral ha de estar sometido al Obispo del lugar, y los laicos hemos de estar en el puesto que nos corresponde. En la Parroquia somos todos, (debemos ser), una familia, ¿o no?. Si hay humildad y generosidad, todo se arregla.
En la Paz del Señor.
Isabel si me permite unas palabras.
Siempre se dice y con muchos motivos que la Iglesia, Cuerpo Místico de Nuestro Señor, es Santa. Otra cosa son sus integrantes que son de "su padre y de su madre". Yo como laico, en mi mas de 20 años por salones parroquiales, he visto que hay gente de todo tipo, como en la sociedad, pero hay mas probabilidad de encontrar tesoritos de personas que si uno se va a cualquier otro sitio. Muchas veces, lo que ocurre, es que nosotros mismos nos dejamos seducir por la elegancia, el liderazgo, la hegemonía de algunos o algunas y no tenemos ojos para personas maravillosas que hacen una labor silenciada y sin tanto ruido como los anteriores y que viven auténticamente en cristiano. Por tanto a veces es culpa nuestra, y me cuento yo el primero, de nuestras propias desilusiones porque buscamos en la parroquia personas iguales a las que nos ofrece el mundo
En cualquier caso, Isabel, no se aleje de la parroquia ¡ eso no ! tenga un contacto, aunque sea puntual, aunque sea ligero, pero un contacto... Cuando el cristiano pierde el contacto con la parroquia se hace más difícil vivir en santidad. Pero ya le digo asimismo, no pasa nada por alejarse de ciertos "hermanos" que pueden dañar nuestro sentir.
De todas formas, si me permite un consejo, en los casos como el de vd., con sus grandes sufrimientos, deberá aumentar su autoestima para sentirse fuerte y segura en las relaciones con los demás y así evitar que todo le dañe. Vd. por lo que cuenta ha sufrido y sufre mucho. Entréguele al Señor ese sufrimiento para que lo sume a su Santo Sacrificio en la Cruz, así vd. será co-rredentora y ejercerá de sacerdotisa, por estar bautizada. Pero trabaje sus aspectos emocionales. Me atrevería a recomendarle algunos libros... pero creo que ya va a ser demasiado para lo que solo pueden ser suposiciones mias.
Dicho todo con cariño a la que creo que es una hermana en la fe y dicho por un cristiano casado con tres hijos que no se considera un machista, aunque haberlos ahilos.
Estoy de acuerdo con todo lo que me dice en su comentario y lleva razón en todo lo que argumenta.
En cuanto a mi desvinculación de los grupos de mi parroquia fue porque no me gustan las actitudes prepotentes y-o hipócritas en las personas, y menos en personas que se consideran cristianas. Nuestro Señor nos dijo "Quien quiera ser el primero sea vuestro servidor". Son esas actitudes las que me han decepcionado, y sé que en todas partes hay de todo, aunque como usted bien dice, en la Iglesia hay menos malo que en otros ambientes. De eso no tengo la menor duda.
No me he retirado totalmente de la parroquia, puesto que sigo oyendo misa los domingos y fiestas de guardar, y es dónde normalmente me confieso. Pero hace ya casi cinco años entré en las Comunidades Neocatecumenales, y en mi parroquia no quieren carismas o movimientos nuevos. Sólo la liturgia de siempre, y por lo mismo me tuve que ir a una parroquia que está al otro lado de mi ciudad. Tengo parroquias mas cercanas en donde también está el Camino, pero cuando llamé por teléfono a una de ellas, solamente se estaban celebrando catequesis en la parroquia en dónde estoy y no quería aguardar más tiempo. Llevaba demasiado pensándolo y ese día me decidí. Y gracias a Dios ahí sigo.
Gracias por sus cariñosos consejos.
Que Dios lo bendiga a usted y a su familia.
Me alegro muchísimo de que entre en Comunidades. El Espíritu Santo respira con más intensidad, hoy día, a través de los nuevos movimientos eclesiales. Los hermanos de la comunidad también son personas, con sus taras, miedos, manías... Pero, si me permite, me atrevo a decirle que la Iglesia es la Eucaristía primero y luego seis Sacramentos. Hay que vivir en Gracia santificante y la confesión individual y periódica nos habilita para recibir el Santo Sacramento. Esto ha de ser así en Comunidades, en Carmelitas, en Carismáticos o donde sea: la Eucaristía es Dios.
En el otro post quise hacerle una sugerencia, y se la voy a hacer ahora: ¿ no le gustaría hacer teatro ? Tengo para mi que el teatro es liberador, ayuda a vivir otros mundos que no sólo el del sufrimiento, da perspectiva a la vida... Los niños se divierten mucho con el teatro, y a los mayores nos ayuda a rebajar ansiedad porque nos "descomplica" la vida porque uno comprende que la vida, la vida de cada uno, es así porque uno ha decidido mentalmente que sea así, pero cabe otra vida MAS FELIZ ante los mismos acontecimientos, incluso los del más extremo sufrimiento.
Un cordial saludo
Se me ocurrió decir que habïa que ayudar al cura enseñándole a cantar lo que le toca, que no se puede cantar lo que nos da la gana sino lo que está prescrito en el Proprium, que el Salmo responsorial es el canto más importante y que hay q priorizar el gregoriano.
Entre laicos comprometidos y monjas, acabé en otro sitio.
Hay personas con las que se congenia enseguida, y personas con las que no, y eso pasa se vaya a dónde se vaya.
En cuanto a su propuesta de si me gustaría hacer teatro, la respuesta es NO. Me encanta el teatro, para leerlo y verlo, pero nada más.
Las circunstancias de la vida marcan mucho. Yo a fuerza de vivir "casi en reclusión", y por otros motivos, la gran timidez que desde que era pequeña he tenido, no sólo no ha ido desapareciendo, sino que se ha exacerbado con el paso de los años, aunque en el trato con los demás me dicen que no se me nota. Creo que es algo muy común en los tímidos. Incluso a veces pasamos por arrogantes. Es una especie de "escudo" en el que nos envolvemos.
Sólo gracias a Dios, estoy saliendo del pozo en el que estaba metida. Sólo a Él se lo debo.
Gracias y que Dios lo bendiga.
Saludos.
La señora mayor aburrida y sola busca a veces dando la lata , solucionar su soledad , estando metida en todo lo de la parroquia. Si ayuda y limpia , tiene su parte negativa : " es pegajosa " y se mete en lo que no la llaman
Si nadie se acerca a ayudar en las tareas más básicas: malo ;
si se acercan tambien malo porque se acercan excesivamente.
El témino medio no existe ....
Hay mucha soledad .... y se busca a veces ayudar en la parroquia para solucionarla. mejor eso que ir al bingo ... piensan
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