Esas cosas "raras" que te traen a la parroquia

Una mañana de primavera en el pueblo. Falta más me media hora para la misa y estoy por el templo preparando cosas. Por la puerta de la iglesia, al fondo, veo cómo llega una pareja casi arrastrando un enorme bulto que parece de un peso más que considerable. Sin decir palabra, se acercan a mí, y veo cómo desenvuelven el misterioso paquete, del que emerge en todo su esplendor una impresionante imagen de santa Gema Galgani de aproximadamente un metro y medio de altura. “Es para que la ponga en la parroquia, ¿le gusta? Lo tenemos ofrecido…”

No es fácil decir a alguien así, después de comprar la imagen, envolverla, llevarla al pueblo y soltártela así, sin anestesia, que no estás por la labor. No sabes qué palabras utilizar para que quede claro que no vas a colocar a santa Gema en la iglesia, y a la vez tratar de que no se sientan molestos. Ardua cuestión. Pero se intenta, con resultados nulos como es de suponer. El primer razonamiento, que no hay sitio. Pero tienen respuesta: “si es por eso, regalamos nosotros la peana que quiera”. Insistes en el no. Se van calentando los ánimos: “es una promesa y tenemos que cumplirla, así que usted la pone donde sea”. Te quedas con las ganas de decirles que ofrezcan lo que quieran para su casa, pero no para la iglesia parroquial. Vinieron después las amenazas: “si la promesa no se cumple, usted es el responsable ante la santa y ante Dios”. Pues vale. Finalmente se la llevaron, rezongando, echando pestes contra el párroco, después de dejar caer que ahí se quedaba santa Gema… Pero se la llevaron.

Algo parecido me sucedió con un niño Jesús de Praga que no bajaba de los ochenta centímetros: “¿dónde está el niño Jesús de Praga que habíamos ofrecido para esta iglesia?” Ni idea… El caso es que después de mucho dar vueltas me pareció recordar que había visto uno escondido en algún sitio. Se lo dije: “está guardado”. Pues no. “Hicimos la promesa de regalar uno para que estuviera en la iglesia, y usted me lo pone en la iglesia”. Más de lo mismo. Otros que acabaron llevándose al niño “porque en alguna iglesia lo querrán”. Pues posiblemente.

Será por ofrendas de estas raras. Desde el centro de flores de la señora Petra, de plástico, horrible, ofrecido para que decorase “a perpetuidad” el altar mayor, o aquel collar de bisutería mala, como de tienda de chinos, que se pretendía llevase la Virgen siempre como si fueran las joyas de la emperatriz Eugenia.

Luego viene el apartado de los dineros para que… Por ejemplo, para dos candelabros para el altar del Carmen. Vale. Puede ser. Peor es que te den dinero para la canastilla del niño Jesús, una alfombra para el pasillo (que a ver quien la pone, la guarda y la limpia) o un cuadro de San Antonio para colocar en la iglesia en sitio bien visible.

Nada despreciable el apartado imágenes y cuadros piadosos. A nosotros sí nos llegan pequeñas imágenes de la Virgen de los sitios más diversos que tenemos colocadas en una curiosa vitrina. Pero nos traen más cosas: un cuadro del Perpetuo Socorro de mi abuela, un crucifijo de esos que yo llamo “de muerto” que estaba en casa de una tía que acaba de fallecer, una caja de estampas, rosarios y medallitas provenientes de vaya usted a saber dónde… Porque lo traen y a los cuatro días ya te preguntan dónde lo has puesto. Seamos claros… ¿dónde pones ese crucifijo horrible estéticamente? ¿Qué haces con el cuadro del Perpetuo Socorro con más desconchones que casa en trance de derribo? ¿Y las estampas de la tía? ¿Y las medallitas?

También esto es la parroquia. También…

16 comentarios

  
Tito Livio
a mi me parecen todas iniciativas muy loables pero a estas personas, antes de embarcarse en estos berenjenales, ¿nadie les ha dicho que primero consulten con el párroco? Es algo que se le ocurre a la persona de menos luces. A lo mejor el párroco incluso puede aconsejar realizar alguna promesa o acto de oración a algún santo propio de la parroquia.

- - - - - -
Jorge:
Demasiadas veces lo más elemental, como consultar al párroco la ofrenda, es justo lo que se olvida.
31/07/13 10:48 AM
  
DavidQ
Dios sabe por qué pone los sapos debajo de las piedras, y por qué nunca me dejó materializar mi deseo de ser cura.

Mi parroquia parecería puesto de buhonero o el ático de la misma abuela, porque yo tendría exhibidos hasta los dibujos de los niños de primera comunión. No cabe duda que a veces las cruces son de plástico barato "made in Taiwan" y que el amor a los parroquianos no siempre se expresa diciendo "sí". Mi admiración para usted, padre, y muchas gracias al Señor por saber poner las cosas -y las personas- donde corresponden.
31/07/13 11:25 AM
  
Vianney
Y que me dices del cuadro que ha pintado el propio donante, con mucha piedad, buena intención y casi nulas dotes para el arte, y que debe estar bien visible. Duro para el párroco decir que no, duro para el donante que se siente rechazado, pero más duro todavía para los fieles si cedes y lo pones. Al final o te niegas, o al cajón.
31/07/13 11:56 AM
  
Feliciano
Todo parece tener su explicación y es muy sencilla.- La ignorancia religiosa es enorme en nuestra Iglesia.- Cuando lo esencial para el hombre de hoy es el siglo con sus luces y sus sombras, el conocimiento de Dios y de su Palabra se diluye como se escapa el agua entre las manos.- No conocemos o no entendemos, o no queremos entender, lo que Jesús nos dice y nos manda.- Somos frágiles de memoria y se nos olvida lo más importante de nuestra vida.- El Señor nos enseña todas las virtudes necesarias para poner en practica en cada momento.-
31/07/13 12:15 PM
  
Jesús
También es verdad que existen párrocos que se creen los dueños de la parroquia, y que deciden lo que es estético o no, a su libre interpretación, o deciden qué mueve a la piedad y qué no.
31/07/13 2:13 PM
  
Ignacio Jonatan Hernández López
Vaya, pues yo pensaba regalar a mi parroquia un buen cargamento de rosarios para que el SR.Párroco los repartiera a los feligreses a modo de regalo, aconsejando su uso, para aumentar, o almenos intentarlo, la práctica del rezo del Santo Rosario...
Si no fuera por este post no se me habría ocurrido preguntarle al párroco que le parece la idea: Se lo habría encasquetado, sin anestesia ni na... con buena voluntad, pero tal vez poco acierto.
El viernes le preguntaré por su opinión...¬¬
31/07/13 2:38 PM
  
Mariana
jajajajajajajajajajjaja daría lo que fuera para verle la cara, padrecito cuando le pasan estas cosas...paciencia...tres toneladas...y ofrezcalo para su santificación....
31/07/13 2:59 PM
  
Miguel
Recuerdo que hace un par de años le ofrecí al cura párroco de mi ex-parroquia, si quería que le llevara la imagen de San Antonio Galvao y él muy contento (tiene una anécdota muy fuerte y muy linda de la intercesión del Santo durante su canonización en Aparecida en el 2007) no sólo que me animó a acercársela sino que me ha llenado de bendiciones por ello. ¿A qué voy? A que primero le corresponde al laico preguntarle al Sacerdote y luego, si tiene la correspondiente venia del Consagrado, pues obrar en consecuencia; y si el Párroco no da la venia -por los motivos que tenga- pues entonces, con sumo respeto, reservarse de hacer lo contrario.
Si mi ex-párroco me hubiera dicho que no tenía lugar en el templo parroquial y que la llevara a otra parroquia o a una capilla, pues así habría procedido.

¿Será que andamos tan desorientados los laicos en estos tiempos que creemos que el sacerdote es un simple empleado administrativo de la parroquia?¿tan errados andamos por la vida?

Un abrazo grande, Padre Jorge.
31/07/13 2:59 PM
  
Germán
Bueno por lo menos le llevan imágenes nuevas, aquí es costumbre que cuando rompen alguna imagen de yeso, la dejan en cualquier parte del templo, generalmente a los pies de los altares.
31/07/13 3:56 PM
  
Leonardo
Estimado Padre:

Pero por qué no pone usted un cartel, en lugar bien visible, que diga:

Solo se aceptarán donaciones de imágenes y objetos religiosos si los mismos pueden ser albergados en la vitrina que el Párroco tiene dispuesta al efecto, y mientras haya espacio en la misma.
;-))
31/07/13 5:01 PM
  
Haddock.
D. Jorge:

Hay que reconocer que su camino de santificación, es particularmente expresivo y pintoresco.

- - - - - - -
Jorge:
Y además muy entretenido.
31/07/13 6:08 PM
  
DavidQ
Jorge:
Y además muy entretenido.
----

DavidQ:

Salvando las inevitables distancias, me recuerda usted al Papa Francisco, cuando le preguntaron

"¿Y ser Papa le gusta?"
"Sí, también. Cuando el Señor te pone ahí, si tu haces lo que el Señor te pide eres feliz".

Aunque Su Majestad mande rechazar imágenes de San Cucufato. :D
31/07/13 8:44 PM
  
Virginia
Padre:
Me he reido tanto...es que conozco varios sacerdotes, que les da pena, sobre todo en personas humildes, que traen cada cosa "rara", que en el campanario tienen un verdadero muestrario de rarezas.
01/08/13 12:56 AM
  
Licia
Jajajajajajajaja
Como tiene Ud. Razon..
Si...ese amarretismo....es.....tan.....puajjj.repugnante.
Claro Dios es taaaaan comprensivooooo.
Pero ve todo.incluso el MAL gusto.
01/08/13 1:02 AM
  
Rufus T. Firely
Lo cierto es que, aunque cueste hacerlo entender a la gente de buena voluntad, hay que dejar claro que debe consultarse al párroco. Conozco templos muy pequeñitos donde tienes que andar esquivando tallas, bustos, cuadros,etc... porque el párroco no supo decir "no" y los oferentes no supieron darse cuenta de que todo no cabía. Recuerdo especialmente una señora, muy ofendida, porque había donado un Niño Jesús, talla en madera policromada, de tamaño natural. Con la sana intención de que el señor cura lo colocara sobre el Sagrario (sic). Pero claro... la talla no era especialmente estética, por mucha buena intención (aunque escasa técnica) del escultor. Y además el Sagrario era de un tamaño muy modesto y... vamos, que la talla era más grande que el mismo Sagrario sobre el cual, segun la señora, debía ir colocada. Se puso finalmente en una hornacina vacía que se encontraba junto a una Inmaculada muy bonita. Se dispuso una especie de pesebre improvisado... ¡Pues nada! La señora llegó indignada preguntando por el Niño Jesús, que como era posible tener a mismísimo Niño Jesús ahí arrinconado. Con toda la paciencia del mundo se le explicó:"Nuestro Señor Jesucristo ya creció, murió y resucitó. Y puestos a colocar la talla el Niño se siente más cómodo cerca de su madre". Cosas de la piedad popular: la señora aceptó el argumento y hasta salió de allí emocionada. Así que, como bien cuenta siempre don Jorge por aquí, con un talento excepcional, la vida parroquial es variada, entretenida... y requiere más psicología y tacto que trabajar en una embajada :D
01/08/13 10:15 AM
  
Alvaro
Rufus T. Firely:

Dice vd que "la vida parroquial es variada, entretenida... y requiere más psicología y tacto que trabajar en una embajada :D".

La duda que me deja es... ¿Sería muy errado considerar que una parroquia es, en cierto sentido, una embajada? Desde luego, las similitudes no son pocas.

Por un lado, el párroco es un "ministro" (de Dios, pero ministro), y un ministro es similar a un embajador en tanto representante de una entidad superior, con poder para decidir en su nombre. Lógicamente, el ministerio divino conlleva realidades que exceden infinitamente el ministerio humano, pues el embajador no impersona al país al que representa mientras que el sacerdote sí impersona a Cristo mismo al celebrar los sacramentos.

Además, la parroquia está ubicada en un entorno "extranjero" (es una parcela sagrada inserta en un entorno secular) y existe para dar servicio a cualquiera que necesite de ellos (como se supone que sucede con las embajadas que, ubicadas en territorio extranjero, dan servicio a los nacionales; aunque con la diferencia de que al ser la parroquia "católica" -es decir, universal-, todo el mundo es "nacional" y, por tanto, todo el mundo puede requerir sus servicios espirituales, sin excepciones).

Naturalmente, está la cuestión diplomática, puesto que en tanto representantes, deben "dar la cara" ante quienes requieren sus servicios y ante las autoridades del lugar (y, naturalmente, ante sus superiores a quienes obedece y a quienes representa), lo que puede provocar no pocos roces. Por ello, el sacerdote necesita una capacidad de trato equiparable a la que requiere el cuerpo diplomático.

En definitiva, me da que el sacerdote forma parte de algún modo del "cuerpo diplomático" eclesial, realizando la tan necesaria labor "de campo", cosa nada fácil.

PD: Espero que nadie entienda que afirmo que una parroquia ES una embajada, puesto que la analogía tiene sus límites. Me limito a una observación más o menos jocosa sobre las similitudes entre ambos.

Un saludo.
02/08/13 2:02 PM

Dejar un comentario



No se aceptan los comentarios ajenos al tema, sin sentido, repetidos o que contengan publicidad o spam. Tampoco comentarios insultantes, blasfemos o que inciten a la violencia, discriminación o a cualesquiera otros actos contrarios a la legislación española, así como aquéllos que contengan ataques o insultos a los otros comentaristas, a los bloggers o al Director.

Los comentarios no reflejan la opinión de InfoCatólica, sino la de los comentaristas. InfoCatólica se reserva el derecho a eliminar los comentarios que considere que no se ajusten a estas normas.