Las campanas de la parroquia: un intercambio de mails
Todo lo que huele a Iglesia, a Dios, a trascendencia, molesta y mucho. La parroquia dispone no de campanas, sino de un campanario electrónico que invita a misa cada día a las 19:15 h. y los domingos además a las 11:15 y 12:45. Apenas un minuto y un volumen que nos parece aceptable. De hecho, en más de tres años de parroquia, creo que la de ayer fue la tercera queja. Fuera de esos horarios, las campanas suenan para la misa del gallo y en la vigilia pascual y también las hice sonar cuando España ganó el campeonato mundial de fútbol. Por cierto, en aquella ocasión no solo no hubo protestas, sino que la gente aplaudió la iniciativa desde sus ventanas. Como se ve, eran campanas, pero en lugar de Dios hablaban de fútbol. Evidentemente que no es lo mismo.
Ayer me llegó este correo de protesta que merece la pena leerse:
“Me dirijo a ustedes para trasmitirles una preocupación que vengo teniendo últimamente.
He debido portarme muy mal pues Dios me castiga a diario con el sonido de sus campanas de ustedes. Lo que hice debió de ser horrible, pues los domingos incluso me castiga dos veces.
Ustedes que tienen línea directa con él le dicen, por favor, de mi parte que me arrepiento de mis pecados y que que ya he rezado varios padres nuestros, que no es necesario que siga atormentándome con ese sonido, que además ahora que ya por fin llegó el calor hay que tener las ventanas abiertas.
Muchas gracias por su atención y su mediación.”
Visto el tono pretendidamente irónico, decidí responder en el mismo estilo. Ahí va:
“¿Quién conoce la mente del Señor? Sus caminos son inescrutables, insondables sus designios, de tal forma que un mismo gesto puede ser recibido como castigo o bendición. Porque muchos son los vecinos que dan gracias a Dios por lo mismo que a usted se le presenta como castigo, y que justamente ahora, al tener las ventanas abiertas, pueden disfrutar más.
Ya ve las paradojas de la vida. Una misma cosa es disfrute o castigo, según para quién. Como ve, las cosas de Dios no dejan de sorprendernos.
Saludos.
Jorge González Guadalix
Párroco”
Pues se acabó el buen humor. Ahí va la respuesta que me hizo llegar más tarde:
“También hay personas a quienes les gusta sodomizar a otras personas. Ellos consideran su sodomía una bendición, pero como son personas respetuosas, empáticas y consideradas, solo lo hacen si disponen del consentimiento de la otra persona. No se dedican a sodomizar a todo el que se deje la ventana abierta.
Además, en la época en la que vivimos donde todo el mundo dispone de relojes de pulsera, “esmarfons” y demás ajuar indicador de la hora creo que no hay necesidad de llamar a la oración con campanas.”
No he respondido. Para qué. Si lo coloco aquí es como una prueba más de lo que nos rodea. Se nos llena la boca de libertades, respeto, tolerancia y convivencia. Aquí toca aguantar, lo mismo da, megáfonos, vendedores, carreras populares, cortes de tráfico, fiestas vecinales y lo que se tercie, cuando no que te lancen cosas contra la iglesia. No pasa nada. Pero suenan las campanas y parece una tragedia griega.
32 comentarios
Pero a muchos vecinos, les "molesta" el "ruido"; no les molesta el altísimo volumen al que ponen sus hijos, nietos, o ellos mismos,la radio, la TV, etc.No.Sólo las campanas de la Iglesia.
También parece molestarles que se les conteste con cierta sorna, que ellos si pueden utilizar.Entonces se pasa del tono graciosillo, al insulto directo, casi siempre en la misma dirección.
Pruebe a decirles que es la llamada del muecín, a ver si así dan cuartelillo.
Recientemente, en la población de Alberic (Valencia), el tema de las campanas volvió a la palestra. El ayuntamiento de la localidad pretendía multar al párroco se San Lorenzo Mártir con 600 euros, porque el reloj del campanario hacía sonar las campanas durante la noche. Un único vecino de reciente incorporación al barrio, redactó una queja al defensor del pueblo valenciano (Sindic de Greuges), alegando que el sonido de las campanas superaba los decibelios establecidos para cualquier actividad nocturna, y le impedía dormir. La multa podía ser evitada en el caso de que las campanadas cesasen durante el periodo nocturno.
Como cosa curiosa, en este caso el ayuntamiento debería haberse multado a si mismo... porque el reloj del campanario es de propiedad municipal. Una propiedad que ciertamente está en la torre del campanario, pero que está ahí por varias razones: una de ellas, porque el ayuntamiento carecía de espacio físico para poner el reloj, la segunda porque el reloj es más visible en el campanario que lo que sería en la casa consistorial. Otra razón más es que antiguamente el funcionario municipal que hacía de maestro de escuela, era al mismo tiempo el organista parroquial y el responsable de dar cuerda y cuidar del reloj.
Por diversas causas que no viene al caso, el sacerdote al que le fue comunicado por parte del ayuntamiento el posible cobro de una multa de 600 euros... por un reloj que era propiedad del ayuntamiento, fue sustituido por un nuevo párroco. Nuevamente la corporación municipal hizo uso del mal gusto, y cuando el nuevo párroco no llevaba ni 48 horas de la toma de posesión de su nueva plaza, éste pudo enterarse por la prensa que los miembros de la corporación que le habían recibido tan cálidamente ese domingo, le apremiaban de nuevo a dejar en silencio las campanas del reloj municipal situado en el campanario, con la ya añeja multa de 600 euros con la que amenazaron al anterior párroco, por albergar un reloj que tenía la osadía de hacer sonar la campana de la hora durante la noche. Por supuesto, los responsables de la Colla de Campaners de Alberic, ya habían mostrado documentalmente a la corporación, que el reloj seguía siendo municipal, y que de multar a alguien, tendrían que multarse a si mismos.
Por cierto, ni el camión de la basura (que mereció un hilarante relato firmado por el ex-concejal señor Morán Millas), ni las diversas actividades falleras, ni los conciertos, parecen ser merecedores de ninguna multa, por mucho que el ruido generado puede ser más potente, más persistente en el tiempo e incluso más estridente.
Por mi parte, creo que si las campanas molestan, si las obras de arte en las iglesias molestan, si la buena música en las iglesias molesta, si el latín molesta... hay que propiciar todas estas cosas. Porque solamente creo que pueden molestar a un determinado individuo o a los seguidores de un determinado indivíduo.
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-Pues será verdad que algunos sujetos son castigados a no comprender el verbo de las campanas de la iglesia. Y aquí su castigo.
Ay Señor...
@majovimo
http://about.me/majovimo
Yo aborrezco que estallen petardos con la menor causa de júbilo (partidos de fútbol, nochevieja, san Roque, patrón del pueblo...) pero hay a quien le gusta. Sugiero que si algún vecino anda aburrido vaya a tirar petardos a diario bajo la ventana de ese exquisito pecador, a la hora de las campanas.
Yo las amo, yo las oigo
cual oigo el rumor del viento,
el murmurar de la fuente
o el balido del cordero.
Como los pájaros, ellas,
tan pronto asoma en los cielos
el primer rayo del alba,
le saludan con sus ecos.
Y en sus notas, que van prolongándose
por los llanos y los cerros
hay algo de candoroso
de apacible y de halagüeño.
SI POR SIEMPRE ENMUDECIERAN,
¡QUÉ TRISTEZA EN EL AIRE Y EN EL CIELO!
¡QUÉ SILENCIO EN LAS IGLESIAS!
¡QUÉ EXTRAÑEZA ENTRE LOS MUERTOS!
Rosalía De Castro.
Y, antes, "ahora que ya por fin llegó el calor hay que tener las ventanas abiertas".
En los tiempos que corren, que ya hay aparatos de aire acondicionado de todo precio y condición, ¡hasta silenciosos!, no hay necesidad de tener la ventana abierta cuando ha llegado el calor.
Querido Parroquiano:
Te doy las gracias por tus amables y sinceras palabras llenas de cariño y comprensión. Tu correo nos ayuda a mejorar nuestra querida Parroquia, por lo que doy gracias a Dios por tu interés manifiesto en el buen funcionamiento de tú y nuestra Parroquia. Personas como tú ayudáis a que Cristo esté cada día más presente en nuestro barrio (pueblo) y que mi trabajo como Sacerdote tenga cada día más sentido, al ver que personas como tú, se preocupen de que el Reino de Dios se haga presente en nuestro barrio (pueblo).
Atentamente tu Párroco en Cristo Jesús.
P.D. En los próximos días subiremos el volumen de las campanas, para que las puedas escuchar mejor. Gracias.
No lo estara haciendo nada mal en su parroquia cuando lo unico que pueden echarle en cara es el sonido de las campanas
Oraremos por su vecino, pues por los ejemplos que pone (sodomía), el pobre ha debido tener experiencias muy desagradables. Nadie conoce que familia tuvo y que le pasó en su niñez. "El ladrón juzga por su condición"
No se preocupe por esas quejas, por menos crucificaron a Nuestro Señor.
Al paso que vamos algún colectivo u ONG protectora de los niños, iniciará una acción legal contra la Iglesia Católica porque es una vulgaridad que en las Iglesias se tenga a un hombre semidesnudo y sangrante colgado de una cruz. Eso es ofensivo y atenta contra el pudor y las buenas costumbres.
Eso sí, que el derecho de los niños a tomar clases de educación sexual desde el jardín de infantes es un derecho inalienable del hombre.
Signos de la Gran Tribulación, a lo bueno lo llamarán malo y a lo malo lo llamarán bueno.
Ninguna de las dos cosas me causa inquietud, y no lo sé, pero creo que a los vecinos de ambas parroquias, tampoco. Mi parroquia de residencia es de clase baja, allí la gente llega a pie a Misa. Mi parroquia adoptiva es de clase media alta, allí la gente llega en automóvil. En un lado "Dios castiga" a los infieles con el ruido, en el otro con el tráfico.
A lo que quisiera llegar, es que las campanas son como el tráfico: costumbres, que a algunos parecerán molestas, a otros necesarias y a la mayoría indiferentes. Si mañana prohibieran todas las campanas, para mí la Iglesia seguiría siendo la misma, como si mañana se acabara el petróleo y el tráfico desapareciera.
Gracias a mis dos parroquias, las campanas no me faltan ni me sobran, sino todo lo contrario. Coincido con el vecino que dice que ya son innecesarias, y coincido con los comentaristas que las sienten parte indispensable de su vida. Lo que jamás haría es volver sacramentales a las campanas, porque no lo son. Hay cosas más importantes en la Iglesia que despertar a un vecino que no quiere ser despertado.
¿Las quitaría? No, mientras no me lo exija la ley o un buen grupo de gente del vecindario. Pero el día que me las prohíban tampoco dejaré de dormir ni un segundo.
A lo mejor al "protestante" le molesta lo que puede ser una llamada a la conversión de los que lo oyen.
A ) La indignación cultural.
-1. Las campanas son instrumentos musicales que al final de su fabricación se afinan con diapasón.
-2. Cada campana debe tener una tonalidad adecuada --lo que no siempre ocurre por desafinación o mala fundición-- según sea el toque a que esté destinada. Cada aviso tiene un toque distinto.
3. En España, al menos, toques y tonalidades difieren en la Corona de Castilla y en la Corona de Aragón. [Lamento no poder facilitar referencia bibliográfica sobre el particular, por no tener el volumen a mano].
B) La indignación histórica:
-1. Los musulmanes cuando arrasaban un templo se llevaban las campanas. ¿Por su valor metalúrgico? Ca, por su simbolismo como elemento cultual exclusivo del cristianismo.
-2. De las primeras disposiciones de la II República Española, una fue prohibir el uso de las campanas porque... ¡molestaban al vecindario! No falla: siempre iguales.
C) Conclusión: su anónimo corresponsal es una verdadera acémila, y un anticristiano rabioso.
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DavidQ
A mí las campanas me dejan de todo menos indiferente. Cuando trabajo en el centro las campanadas de las doce me recuerdan el "Angelus", y lo rezo. Y sin campanadas se me pasa la hora.
Vale.
Creo que algo realmente invasivo es la publicidad que satura las ciudades y ocupa cada espacio del espectro visual, desplazando y ocultando en muchos casos el paisaje natural o la arquitectura caracterítica de ciertas ciudades o zonas.
Saludos
Como le decía, para mí ambas posturas me parecen bien. Me hizo recordar que en la iPad tengo un app con alarma que tiene el sonido de unas campanas y ese uso para recordarme de la hora de levantarme (en la parroquia con campanas) y la hora de ir al Santísimo (a la parroquia donde no suenan las campanas). Creo que es cosa de adaptarse y no tomar todo a la tremenda, o como decía no recuerdo quién, "lo que quiera de mis hermanos, hacerlo por ellos".
Me consta que existe un rito especial para su bendición
Yo haría como en Uruguay: un primer referendum para ver si se hace el referéndum. Si en la primera elección no acude a votar al menos el 51% de los vecinos de la parroquia, ni se sigue al siguiente paso.
Abrazos.
Personalmente, he asistido a protestas anticatólicas del más variado pelaje, incluso protestar enérgicamente por ver a dos monjitas con su hábito cruzando la calle ("deberían prohibirlo porque eso es medieval").
Naturalmente, las campanas no se salvaban (también eran "medievales" y, cómo no, "ruidosas" como por lo visto no eran las campanas del reloj del ayuntamiento).
¿Las procesiones? ¡Pero si para cortar el tráfico ya están los partidos de fútbol!
¿Los curas con sotana? ¡ofenden!
¿Santiguarse o llevar medallas, cruces o escapularios visibles en público? ¡también ofenden, deben restringirse "al ámbito de lo privado"!
O sea, la misma ley del embudo de siempre: todo a favor de la perversión y en contra de la santidad.
¿Que el colegio instale un pequeño belén a la entrada por Navidad? ¡Qué horror, tamaña crueldad para con los pobres niños!
PD: No estoy de acuerdo con quienes le dicen que suba el volumen, ya que eso sería literalmente un acto destinado a molestar, lo que demostraría mala fe por su parte.
En lugar de eso, vea si puede conseguir a alguien con un medidor de decibelios, compruebe la legislación y ajústese (con certificado) a lo que ésta indica. Tenga en cuenta que es mejor bajar un poquito el volumen (si es que realmente está demasiado alto) que verse obligado a callar a su parroquia por orden municipal, cosa nada improbable estando como están todos los consistorios podridos por la progresía y la corrección política (valga la redundancia).
Naturalmente, si aun así pretenden censurar sus campanas, busque buenos apoyos y monte un buen follón mediático en torno a la evidente intolerancia religiosa. Eso sí, habiéndose ajustado antes escrupulosamente a la legalidad.
PD: Me da la sensación de que la medición de los decibelios en el interior de las viviendas de los vecinos debe hacerse con las ventanas cerradas y no abiertas. Lo digo porque es posible que quieran meterle el cuerno midiendo con las ventanas abiertas, y eso es ilegal.
De hecho, actualmente se exige a las viviendas un certificado de eficiencia energético que, entre otras cosas, incluye un buen aislamiento acústico de la vivienda. Imagino que por ahí también tiene vd defensa, si es que ese vecino no tiene las ventanas debidamente aisladas.
Un saludo.
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