Tres vicios en la liturgia de la palabra
Más facilidad tenemos para aprender vicios que para mantener lo correcto en una celebración. Lo que yo llamo “vicios litúrgicos” surgen porque a alguien en una ocasión se lo ocurrió hacer una cosa mal, no fue corregido y otros entendieron que debía ser así. Podría señalar multitud de ellos en sacerdotes y laicos, algunos los compartimos, pero hoy quería señalar tres en la liturgia de la palabra, sea en la celebración de la Eucaristía, sea en cualquier otra ocasión. Vamos a ello.
“PRIMERA LECTURA”. Vaya. Empezamos bien. Es la primera porque antes no ha habido otra, y lo obvio no debe señalarse. Pues anda que no es frecuente que el lector empiece así: “Primera lectura”. Lo evidente es que el siguiente comenzara el salmo diciendo “Salmo responsorial” y lo mismo en la segunda lectura. Cualquier día el sacerdote se acercará al ambón diciendo “Evangelio. Lectura del santo evangelio…”
Lo de “primera lectura”, “salmo responsorial” y “segunda lectura” no viene a cuento. Se comienza, hoy por ejemplo con “Lectura del libro del Génesis”, luego proclamando el versículo del salmo “El Señor es mi luz y mi salvación”, y posteriormente “Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Filipenses”. Por favor, eso de “primera”, “salmo”, “segunda” nunca más.
“ES PALABRA DE DIOS”. También se ha puesto de moda añadir ese “es”, como si uno quisiera enfatizar más lo que ya se enfatiza bastante: que es la palabra de Dios. Los profetas nunca dicen “es oráculo del Señor”. Siempre se expresan sin el “es”: oráculo del Señor. En esto también picamos los curas, que al final del evangelio hasta a veces nos animamos y llegamos a soltar “esto es la Palabra del Señor”. Si es que cuando nos da por ponernos barrocos… Quiten el “es”, que hace daño a los oídos. ¿Quieren más rotundidad que proclamar después de una lectura “palabra de Dios”?
¿PALABRA DE DIOS? Hay gente que juega a preguntas y respuestas en la liturgia, y por eso lo de palabra de Dios lo dice con interrogante buscando la respuesta rápida, de la misma forma que se pregunta a los niños la tabla de multiplicar. A ver, guapo, ¿siete por ocho? ¡Cincuenta y seis! El lector no pregunta si lo que ha leído es la palabra de Dios. El lector lo afirma con contundencia: ¡Palabra de Dios! Y el pueblo lo reconoce y lo aclama con un respuesta: te alabamos Señor. Hacerlo con interrogante es como mostrar dudas de que lo sea, e interactuar con los fieles igual que con un niño: ¿dos por dos? ¡cuatro! Insisto, el lector no pregunta, AFIRMA.
Y esto de hacerlo con interrogante pasa también mucho en la oración de los fieles. El lector expone una intención: “Por la Iglesia, para que… etc.”. A continuación pide la oración por la intención misma: roguemos al Señor. El pueblo responde: te rogamos, óyenos. Hacerlo también como interrogante queda raro, se vacía de todo: ¿Roguemos al Señor?
Tres pequeños vicios de la liturgia de cada día. Seguro que hay muchas más. Pero a mí estos me siguen pareciendo los más frecuentes.
38 comentarios
Don Jorge, siga con sus ciberclases para parroquianos, que son utilísimas.
De acuerdo con usted que la realidad es previa al consenso.
Yo he oido decir: "En el nombre del Padre del Hijo del Espíritu Santo", que es lo mismo que decir que el Espíritu Santo es el Padre del Hijo, en el nombre del cual actuamos, dejando fuera al Hijo del Padre.
Debe decirse: "En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo".
Saludos.
¡Qué largo le debió de ser vivirlo a Él!
Y pienso en Jesús preguntando a sus discípulos:
¿Ni siquiera una hora habéis podido permanecer despiertos conmigo?
Y somos capace de escuchar sentados la Pasión.
En Misa, siempre, el que no puede, se sienta tranquilamente.
Pero los demás,
¿No podemos estar de pie diez minutos?
Y otra cosa:
¿Soy la única a la que le rechina escuchar leer este evangelio a una mujer, haciendo de narrador, y que el sacerdote sólo lea las palabras de Jesús, habiendo tres sacerdotes celebrando?
"El Señor ESTÁ con NOSOTROS"En este caso no debería responderse "y con tu espíritu, porque si está con nosotros también con el que lo dice.
-Levantemos el corazón: Hay que levantarse antes (orad hnos.....), que se refiere al espíritu, no al corazón como órgano.
".....perdone nuestros pecados y UN DIA nos lleve a la vida eterna". No vaya a ser muy pronto debe pensar.
".....fruto de la vid y del trabajo de .....y de muchas mujeres".
"La bendición ......Padre TODO BONDADOSO...". Que cursilería para no decir que es Todopoderoso.
"PODEMOS ir en paz".
"antes de celebrar...reconozcamos nuestras FALTAS"
"esta CELEBRACION" en lugar de Sacrificio.
" y dijo a sus AMIGOS", en vez de discípulos.
etc......
Bendiciones!!
En cuanto al primero -numerar y citar las lecturas- no creo que pase de "pecadillo venial", "pecata minuta". Es más, creo que es conveniente y didáctico recalcar, en domingos y días en que hay dos lecturas y entremedio el salmo, que se va a comenzar con una u otra y con el salmo responsorial, porque puede ayudar a algunos fieles no acostumbrados a la liturgia o incluso a la lectura de la Sagrada Escritura, a situarse bien espiritualmente en cada momento. Por ejemplo, en cuanto a la Misa de hoy, podría haber quien creyese que el salmo -"El Señor es mi luz y mi salvación"- que va detrás de la lectura del Génesis, es una parte del mismo, pronunciado por Abram tras la estremecedora teofanía que contempla.
En cuanto al segundo, es cierto que la omisión de la sublime expresión "es palabra de Dios" es inamisible. Intentaré que no vuelva a suceder.
Muy de acuerdo con la crítica que haces. A mí también me repatean las cursilerías. Pero con las dos últimas tengo que matizar. El sacrificio de la Misa es también la celebración de la Eucaristía. No es incorrecto llamar celebración a la acción litúrgica. Y la otra. En la plegaria eucarística I sobre la reconciliación el texto canónico dice "a sus amigos" y no "a sus discípulos". En ese caso el sacerdote debe decir "amigos", que es lo que está mandado. En los demás, no.
Muchas gracias.
* Que el animador tenga exceso de protagonismo: El animador debería estar solamente para las liturgias en las que es necesario (por ejemplo, para el Triduo Pascual, a fin de introducir brevemente los signos), pero no cabe que en todas las misas esté explicando todo, adelantando lo que dirán las lecturas, sobreexplicando siempre los signos de la liturgia, o redundando en los avisos parroquiales. Peor todavía: improvisar.
* Que el coro cante cualquier cosa, totalmente desconectados de los momentos de la Misa, de los tiempos litúrgicos, de las lecturas proclamadas y sin considerar el tono de alabanza sobria y profunda que ha de expresarse en la liturgia, que queda de manifiesto en el estilo musical escogido. Además, que intervenga con canto cuando no corresponde, como en la consagración.
* Que no se respeten los silencios, como los que debe haber al terminar la homilía y después de la comunión. El Papa ha dado ejemplo en esto.
* Realizar los distintos signos, gestos, palabras de la Misa a la carrera, casi sin pensar y sin la debida reverencia.
* Que quienes proclaman las lecturas o realizan la oración de los fieles no tengan la debida preparación, saber con antelación qué van a decir, ver a qué distancia del micrófono deben estar, hablar de manera pausada, clara y haciendo énfasis (sin llegar al extremo de ser teatral) en aquellas oraciones o frases importantes del texto.
* y junto con ello los conocidos "abusos litúrgicos" nacidos de mentes creativas con muy buena intención y voluntad pero con poca sensibilidad litúrgica, que muchos hemos vivido y merecen un largo etc....
Los puntos de don Jorge no son propuestas ni recomendaciones, sino enseñanzas de cómo exige la liturgia que deben hacerse las cosas.
Por otra parte, y en relación con lo que preguntaba otro lector: efectivamente, los fieles deben ponerse de pie en el momento en que el sacerdote dice "Orad hermanos..." o "En el momento de ofrecer...". Así lo indican las rübricas de la Instrucción General del Misal Romano, punto 43 (http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/ccdds/documents/rc_con_ccdds_doc_20030317_ordinamento-messale_sp.html)
Los sacerdotes deberían indicar esto a los fieles, y muy pocos los saben y menos lo hacen. No es potestativo.
En el Señor.
En Mt. 26,26 leemos "...dándoselo a sus discípulos..".
Hay puntos tan generalizados como llamar Celebración Eucarística que tema copiamos de algún grupo.
Para el salmo antes del versículo, a veces se suele iniciar indicando "Al salmo respondemos...[versículo]". Es adecuado? o es mejor prescindir de ese tipo de fórmulas?
ya ve Usted lo necesario que es que los sacerdotes EDUQUEN al pueblo de Dios. Sí se comenten muchisimos errores dentro de la celebración liturgica, muchos de ellos podrian evitarse si el parroco encontrara un tiempito (a principio o final de la misa) para con toda caridad fraterna hacer notar a los parroquianos las cosas que hay que mejorar. Muchisímas gracias por sus indicaciones, que creame esos errores son "universales", hace poco estuve en el Peru y lo mismo, por Alemania es similar.
En Jesus
Libertad Seidel
Reciba un afectuoso saludo y muchas gracias por su oportuna aportación.
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Jorge:
Lo que no es correcto es que un seglar lea el evangelio.
Me parecen de gran valor las correcciones a que usted hace referencia. Quisiera que me aclare si como laicos es correcto decir "Palabra de Dios" o "Palabra del Señor" al final la lectura de un pasaje de la Biblia fuera del contexto litúrgico, es decir, en grupos de oración, retiros, charlas,prédicas, etc. Tengo entendido que dicha aclamación es propia de la liturgia. Agradezco infinitamente su pronta respuesta. Bendiciones!
Su artículo esta interesante, solo una duda, en el momento de la oración de los fieles, hay ocasiones en que se entona la última frase Roguemos al señor, de parte del seglar, pero el sacerdote no la externa cantada. ¿Es correcto? ¿También es correcto que en la homilia el sacerdote haga comentarios graciosos para que ría la asamblea y haga ademanes inapropiados como sacudir las manos o elevar el tono de su voz para llamar la atención de los fieles? Con respetar los silencios, tiene razón, en mi parroquia no se respetan, solo el cantor entona pero no deja oportunidad de ese recogimiento con Dios.
Muchas gracias
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Jorge:
No.
Respecto a lo de decir al pueblo "Palabra de Dios" al final de la Primera y Segunda Lectura, yo acostumbro decirlo en tono afirmativo y mirando a la asamblea. Porque no es palabra mía, ni del sacerdote, ni de nadie que está en el templo. Es palabra de Dios.
Muchas bendiciones Padre Jorge. Desde Puerto Rico, mis oraciones por usted. Rece por mí también.
Lourdes
Pregunto: En el Aleluya y versículo antes del Evangelio, ¿se debe repetir el canto del Aleluya al terminar el versículo? Veo que así lo hacen en algunos sitios.
Muchas gracias por su respuesta.
Mª Luisa Marzal Sánchez.
Bueno, pues en mi parroquia, la mayoría, reza (la 2@ parte del Padrenuestro) sin decir el amén en los rosarios.
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