Yo también sé poner fotos
Esta mañana me ha llegado esta foto por correo. Con un texto que más o menos viene a decir que el día que dimitan todos los de arriba no volveremos a ver más fotos como la de abajo.
Yo también sé poner fotos. Por ejemplo esta:
O esta:
O quizá esta:
Seamos serios. Toda la vida nos han venido contando la milonga de que la culpa de la pobreza del mundo la tenían el imperialismo yanki, la trilateral y los grandes caciques internacionales. Pues no. Ya ven qué bien se resume la situación económica mundial: la culpa de la pobreza la tiene la iglesia católica, y si se vendieran los tesoros del Vaticano este mundo encontraría por fin la justicia y la libertad. Pero a ver, ¿todavía hay alguien que se crea esa sarta de sandeces?
Las grandes cuestiones de macroeconomía se suelen comprender bien cuando se llevan al terreno de lo más cotidiano.
Por ejemplo, la situación española actual. Endeudados hasta las pestañas, con menos crédito que una fábrica de helados en el polo y según se nos dice con recortes hasta en los recortes ya recortados. Pues nada, no hay problema. Ni corrupción, ni derroche de fondos públicos. Se pone la foto de los obispos y los pobres niños hambrientos y ya se ha resuelto la crisis de hoy y las venideras, que vendrán. No faltará quien se crea que la crisis económica en España está causada por la exención de IBI de la catedral de Burgos, el despilfarro en roquetes del obispo de Asidonia, el convento de clausura de las madres gundisalvas y el colegio concertado de los padres veremundos.
Mi pueblo, como todos los pueblos de este pais llamado España, está endeudado. ¿De quién es la culpa? ¿Del párroco? ¿De las monjas que llevan un colegio concertado desde hace cuarenta años? ¿De las dos comunidades religiosas que mantienen sendas casas de espiritualidad? ¿De las que atendieron durante años la residencia de ancianos?
Pues esto es lo que nos venden. Que la culpa de todo es de la iglesia que no piensa en los pobres negritos hambrientos. Así que demos fotos de obispos y niños hambrientos, curas malos, abajo el Vaticano, que mientras la gente piensa en los curas, no piensa en las mariscadas, los relojes o los cruceros de los políticos.
Pues ya ven. Hay gente que todavía se lo cree.
57 comentarios
La culpa de la pobreza la tiene el corazón humano.
Hay gente Muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuyyyyyyyyyyyyyyyyyyy tonta.
Yo realmente oyendo a muchos polítiquillos y periodistas e incluso algunos que se dicen creyentes, en muchos temas, pero por ejemplo acerca del Papa, no puedo por más que decir : Pero que toooooooooooooooooooooooooooooooooooooontos.
Por cierto van mis oraciones al mismo tiempo que pido se acuerden de nosotros en la adoración perpetua que han iniciado.
Esa si que es verdadrea sabiduría.
Un abrazo.
La verdad hay que decirla: la culpa de la miseria sí la tiene "el imperialismo yanki, la trilateral y los grandes caciques internacionales" etc etc etc, lo cual, le guste o no a don Jorge, no es una milonga.
La verdad sin demagogias es esta, ¿o miente Cáritas?
http://www.infocatolica.com/?t=noticia&cod=16534
Generalmente no son los politicos de la derechona liberalota lo que están con la cantinela de la riquezas de El Vaticano.
La izquierda esta siempre insultando a la Iglesia, pero bien que desde sus administraciones envían a las personas a Cáritas.
Y digo yo: ¿Por que no se deja de subvencionar con dinero publico cualquier cosa que huela a izquierda y se destine al mantenimiento del Estado del Bienestar?
¿Por que mientras se reducen camas de hospitales, se reducen profesores, se congelan las pensiones, se paralizan las ofertas de empleo publico...hay que seguir financiando al PSOE, IU, UGT, CC.OO, Ideas, ERC, BNG y demás?
Esto es un ejemplo,
No se pierdan el documental de esta noche, o lo pueden grabar:
‘Al descubierto’, en 13tv, investiga el proyecto ‘Eurovegas’
http://www.tutele.net/2013/02/16/al-descubierto-en-13tv-investiga-el-proyecto-eurovegas/
Yolanda:
Verdaderamente sorprendente la forma demagógica con que echa vd la culpa a los chivos expiatorios de siempre, sin siquiera analizar la verdad o falsedad de su acusación.
La prueba está en el artículo que enlaza, donde Cáritas constata que las medidas entre socialistas y keynesianas que los gobiernos están imponiendo, a menudo por puro populismo, no funcionan.
En el terreno político existen básicamente dos corrientes contrapuestas: una estatista, que promueve un Estado hipertrofiado que se constituye en proveedor universal de bienes y servicios, así como redistribuidor de la riqueza; otra liberal, que promueve un Estado limitado, que asuma únicamente las competencias que le son propias (básicamente seguridad interna y externa, justicia, legislación y política exterior, aunque hay otras como las infraestructuras públicas y la garantía de una cobertura sanitaria y educativa básicas, que también tiene que asumir el Estado, al menos en parte), dejando a la sociedad la libertad y los medios para valerse por sí misma (eso vendría a ser el principio de subsidiariedad que defiende la Iglesia Católica).
En el terreno económico, el estatismo tiende a regirse por las teorías marxistas (por las que se pretende posible una economía dirigida, donde el Estado pueda decidir en qué se emplean los recursos) y por las keynesianas (que postulan el consumo como motor de la economía). Debo decir que ambas teorías están hoy más que desacreditadas en el ámbito de las ciencias económicas, no así en el ámbito político, y que nunca han funcionado de forma sana y por largo tiempo allá donde se han puesto en práctica. El liberalismo, en cambio, basa sus políticas económicas en los fundamentos establecidos por la Escuela de Salamanca (hoy representados principalmente por la escuela austriaca de economía).
Las políticas que se están poniendo en práctica, que son las que denuncia Cáritas, son todas de corte keynesiano y marxista, incluso cuando las ponen en práctica partidos políticos que se presentan con otras credenciales.
Así, los recortes se están haciendo en las partidas necesarias y no en las superfluas, como desde los círculos liberales se denuncia. Por ejemplo, se ponen en marcha subvenciones al cine, a la compra de vehículos "ecológicos", a la producción de energías ineficientes o a la implantación de diversas políticas de implantación ideológica o simplemente para la discriminación de colectivos odiados... mientras se recorta en sanidad o en otras partidas fundamentales.
Los impuestos se están aumentando bestialmente, lo que refleja un estatismo marxista.
La nacionalización de la deuda es, nuevamente, una aberrante muestra de estatismo, cuando el enfoque liberalista simplemente dejaría quebrar a las empresas ineficientes (bancos, por ejemplo), que pasarían a ser propiedad de sus acreedores. Eso no repercutiría en los clientes (hay que diferenciar entre el cliente que tiene una cuenta corriente y el inversor) pero impediría que el daño se propague al resto del tejido económico, como ha sucedido al impedirse la quiebra. En el caso concreto de España, la nacionalización de deuda se ha centrado casi exclusivamente en las insolventes cajas de ahorro, de gestión política.
Es curioso, pero cuando el artículo habla de "la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI", muchos creen ver terribles instituciones del capitalismo liberal, cuando son terribles organismos políticos dedicados a trasladar el estatismo político al económico (la Comisión Europea es un organismo político, el BCE es un banco central que ostenta el monopolio de la moneda y que es dirigido por políticos, y el FMI es tres cuartos de lo mismo, pero a escala mundial y sin emitir moneda propia).
Denuncia el informe de Cáritas que los políticos digan que ha pasado lo peor de la crisis con las cifras de paro que hay. Eso es bastante demagógico por parte de Cáritas, porque a lo que se refieren los políticos es a que hemos tocado fondo (o que lo vamos a tocar en breve), lo cual es bastante cierto, y a que a partir de ahora la economía debería ir a mejor, pero ya no más a peor. Lógicamente, las malas cifras no podrán mejorar hasta que la senda del crecimiento se haya consolidado, pero el cambio de tendencia no deja de ser una mejoría importante.
Sobre lo de los desahucios, el informe de Cáritas se mantiene en la demagogia de defender veladamente que la presencia de menores debería justificar la "okupación" permanente de una vivienda ajena (ya que, al parecer, la presencia de menores debería impedir el desahucio de una vivienda propiedad del banco), lo cual es una barbaridad: ocupar por la fuerza (aunque sea por la fuerza de una ley injusta) una vivienda que no es de tu propiedad es un delito, simplemente injustificable.
La situación de los pensionistas es similar, con el absurdo sistema de pensiones públicas obligatorias. La cuestión del copago es sencillamente de justicia: quien más consuma es lógico que pague más, ya que si no hay coste aparente, se fomenta el despilfarro. Otra cosa es que esté de acuerdo o no con la forma en que se implante dicha medida.
El coste de la calefacción y la electricidad reside, en su inmensa mayor parte, en los impuestos especiales a los hidrocarburos, y eso denota el ya mencionado estatismo marxista. De hecho, tanto para el uno como para el otro existen en Expaña las llamadas "tarifas de último recurso", mucho más bajas de lo normal, y gracias a las cuales quienes no las usan pagan más de lo que deben. Incluso existe otra cosa llamada "déficit tarifario", que tiene su origen en la imposición política de tarifas populistas alejadas del coste real de producción, cuyas consecuencias pagamos ahora.
Por su parte, la crisis de la educación en España se debe única y exclusivamente a las políticas educativas socialistas que se han aplicado sin interrupción desde la primera LODE que promulgó Felipe González hace una treintena de años.La ley a la que sustituyó ya dañaba notablemente la escuela española, puesto que incluía no pocos de los tóxicos dogmas pedagógicos progresistas, pero la LODE fue la que supuso realmente la debacle educativa. En estas tres décadas se han inyectado muchísimos más fondos en educación que los realmente necesarios, y no hemos dejado de caer en picado.
Finalmente, una cosa que no menciona Cáritas pero que creo que es de la mayor de las relevancias es la putrefacta corrupción que gangrena los gobiernos de los países mencionados en el informe, y de muchas de sus regiones.
Así pues, tenemos que las nefastas políticas populistas, socialistas y keynesianas desencadenaron una terrible crisis, que los gobiernos populistas y socialistas están tratando de solucionar echando gasolina al fuego, es decir, con más políticas keynesianas.
Eso sí, la culpa la tienen los de enfrente, faltaría más.
Verdaderamente, se agradecería un poco menos de demagogia.
Un saludo.
Nada nuevo bajo el sol, ciertamente.
Que nos sirve para hacernos acordar aquéllo de que "Os envío como corderos en medio de los lobos".
Porque solamente un alma más mala que las fauces babeantesde un lobo enfurecido, pudo tener la desvergüenza de pergeñar la foto que usted recibió.
Ellos, los sindicalistas, parecen que no saben lo que es la crisis, sino que es una argucia para levantar el mayor número de españoles, y lo mismo sucede en Europa, para que se revuelvan contra la Iglesia Católica.
Ejemplos de los engaños y fraudes de los enemigos de la Iglesia Católica, son muchos, pero aquí tenemos estos enlaces.
http://derhyus.blog.co.uk/2011/09/01/los-sindicalistas-y-sus-merecidas-vacaciones-11761662/
UGT y CC OO recibieron al menos 500 millones de euros en lo peor de la crisis
http://www.intere
conomia.com/noticias-negocios/finanzas-personales/politica-economica/ugt-y-cc-oo-recibieron-al-menos-500-millone
http://euskaldebate.blogspot.com.es/2012/10/que-es-y-como-funciona-un-sindicato-la.html#!/2012/10/que-es-y-como-funciona-un-sindicato-la.html
Los españoles que no son creyentes, que sean prudentes, que no consientan que los sindicatos les engañen en su provecho. Porque cuántos a la hora de la verdad, muchos no creyentes, y confiados en los sindicatos, se han llevado graves disgustos, hasta el desahucio y suicidios, no se puede culpar a la Iglesia Católica de los males, sino de aquellos que se aprovechan de la ignorancia de muchos...
Luego manipulan fotos con intenciones perversas para hacer daño a la Iglesia Católica.
Quien quiere la destrucción de la Iglesia y se afana en ello está a la vista de todos.
Unidad de los catolicos en torno a nuestra Iglesia. La división viene de aferrarse a ideologías humanas, sin Dios.
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Pues tienes toda la razón, por supuesto. Supongo que esta pregunta no me la diriges a mí, que en mi comentario no he defendido a toda esa gente, ni los he votado o defendido nunca. Mientras los de derechas mantengáis ese dicurso de "pues anda que el PSOE..." mantendréis este bipartidismo, culpabe de la ruina moral de España.
Es verdad que la derechona liberalota no es exteriormente anticlerical. Algunas de sus pecadoras públicas hasta se ponen la mantilla y la peineta y se acercan a comulgar de manos de un cardenal. Y luego mantienen leyes abortistas y una conducta públicamente repugnante.
La firma, 'Lehman Brothers' una de las culpables del colapso mundial pago a su chairman "Fuld received nearly half a billion dollars in total compensation from 1993 to 2007.[17] In 2007, he was paid a total of $22,030,534, which included a base salary of $750,000, a cash bonus of $4,250,000, and stock grants of $16,877,365"
http://en.wikipedia.org/wiki/Richard_S._Fuld,_Jr.
Y eso sin mencionar a las otras firmas, Goldman Sachs, Morgan Stanley, y Merrill Lynch.
Y como a ellos SI les interesa mantener sus riquezas, la deducción es fulminante: una buena parte del mundo es muy, muy, pero muy pobre para que ellos sean muy, muy, pero muy ricos.
El "prócer" liberal y masón argentino Domingo F. Sarmiento lo decía en el XIX con su desfachatez habitual:"Los pobres son necesarios para que se aprovechen los desperdicios".
Y aunque cueste creerlo, ese egoísmo exacerbado y cerril tiene una "teología" que lo justifica: el calvinismo, para el cual las riquezas materiales son signos visibles de la predestinación divina. Con su correspondiente recíproca: si eres pobre, es que eres despreciable para los hombres y para Dios, y debes contentarte con mi beneficencia. Cincuenta dólares o lo que a mí se me ocurra.
Cosas veredes...
vaya trabajo que te has tomado... y que te podías haber haber ahorrado con sólo que me hubieras leído sin prejuicios.
Bueno, ahí queda tu soflama, que está más o menos bien, siempre y cuando se la dirijas a otra persona, y no a mí, que en buena parte de lo que dice estoy bastante de acuerdo. Excepto en que yo le eche la culpa "al de enfrente", porque no he hecho eso. No, mire: la culpa la tenéis los que sostenéis el discurso de "o los unos o los otros", el discurso de este post o el tuyo, por ejemplo.
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Alvaro, disculpa, pero debo decirte que estás ab-so-lu-ta-men-te equivocado. Entre el Principio de Subsidiareidad que enseña la DSI, y la libertad del zorro en el gallinero que defiende el competivismo salvaje liberal, HAY UNA DISTANCIA COMO SE AQUÍ A LA LUNA. En rigor de verdad, SON OPUESTOS. Santo Tomás enseñaba que toda virtud (en este caso la Subsidiareidad en política) tiene dos vicios opuestos: uno ostensiblemente contrario (en este caso, el marxismo estatista) y otro aparentemente similar (en este caso, el "laissez faire" liberal).
Como son numerosísimos los "catoliberales" que participan en este portal, creyendo -de acuerdo a su cuadriculación mental- que se trata de un espacio "de derechas", creo necesario aclarar aquí lo que el P. Iraburu tiene más que aclarado en varias entradas de su blog "Reforma o Apostasía":
* El liberalismo tanto en su variante capitalista o de derechas, como en su variante marxista-estatista o de izquierdas, está condenado por la Iglesia. Porque la esencia del liberalismo es el naturalismo en política, esto es, una negación radical de Dios en la vida cotidiana.
Por lo tanto, un católico no puede ser liberal. Un católico debe bregar para que Cristo reine en la sociedad.
* Pretender que "liberal" signifique cosas tan poéticas como "amar la libertad", o "creer en los derechos del hombre", o "estar a favor de la libre competencia", cosas que cualquiera podría suscribir sin dificultades, es marear la perdiz. O se padece una ignorancia supina en la materia, o se tiene una mala fe de órdago.
Que cerebro tan chiquitín y que odio tan grande.
Pero vamos, es simplemente la opinión de un lector, al que tampoco le gustan mucho los vestidos de los obispos. Sólo que no creo que los cristianos debamos de ponernos a la misma altura moral de sindicatos, políticos,etc, nuestro mensaje es otro, creo yo.
En cuanto al aborto, ni movieron unca coma de la ley del 85 cuando Aznar llegó al poder ni lo han hecho ahora con la de Zapatero.
Han dejado tal cual la ley del mal llamado matrimonio homosexual.
En Madrid, la derecha va a construir el famoso Eurovegas en contra de la opinión de los Obispos.
Y suma y sigue. A ver cuando nos damos cuenta de que si la Iglesia se sigue echando en brazos de la derecha siempre será tomada por hipócrita por el español medio.
A día de hoy no hay partido parlamentario alguno que se ajuste mínimamente a lo que la Iglesia defiende.
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Y no sólo eso, Silvestre, sino que cuando un pobre obispo valientemente se enfrenta a los políticos rastreros que van a convertir Madrid en un inmenso prostíbulo para solaz del gangsterismo, el politiquillo, amparado por sus millones de votos católicos, se atreve a toserle al obispo y a burlarse de él con malos modos.
Normal, si los católicos a quien hacen caso es al político y no al obispo...
Por una vez estoy de acuerdo con second.at: también sabemos poner fotos que oponer a la demagogia de quienes hacen circular esas fotos de ruines intenciones como la que ha recibido don Jorge. las mejores fotos para oponer serían las que menciona second.at. Y esas no son demagogia sino realidad.
También en política.
Mejor dicho, especialmente en política.
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En efecto, Conchi. Pero eso no es como para no aceptar "derechona", que es un término ya muy aclimatado por razones obvias. Derechona e izquierdona son términos que están muy bien pensados.
Ah, y la libertad mal usada claro que se puede censurar. Sin duda Jesús se codearía con Bárcenas, ¿no se codeó con Zaqueo? Pero si estos, en uso de su libertad, siguen en sus trece, ¿cómo no va a ser censurable su "libertad"?
No obstante quería añadir una cosa, decía un presidente americano que es muy fácil distinguir a un comunista de un anticomunista. El primero ha leído a Marx y a Lenin y el segundo los entiende. No sé por qué, pero me encajas más en los primeros...
Como católico, me ofende si alguien me tacha de derechas o de izquierdas. Es imposible que sea cualquiera de las dos cosas, precisamente por mi Fe.
Decía Ortega y Gasset (cito de memoria) que ser de derechas o de izquierdas es una de las muchas formas que tiene el hombre de ser idiota.
Pues éso. Que nos den leyes justas y nos dejen en paz, es lo que debería hacer cualquier gobernante. Pero no ni los unos ni los otros lo hacen.
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¡Genial!
Tenía cierto aprecio por Ortega y Gasset, que a partir de ahora tiende a tornarse en admiración.
El colonianlismo económico-militar es siempre precedido, cuando se hacen bien las cosas, por la colonización-amansamiento-adiestramiento mental.
¡Y vaya si la cuadriculación "derechas-izquierdas" no es un adiestramiento! Se trata nada menos que de tomar partido por alguna las dos opciones propuestas por el Liberalismo desde tiempos de la Francesada, para terminar con la "superstición" de la Religión:
a) La variante rápida o de izquierdas, drástica, implacable, violenta, frontal y radical.
b) La variante más lenta o de derechas, conciliadora, tolerante, conservadora, hipócrita hasta el tuétano y hasta si se quiere, simpática para con los creyentes.
Vd echó la culpa a quien se la echo ("la derechona liberalota" y demás esperpentos), y puso como ejemplo de ello un artículo de Cáritas donde se denuncia lo que, precisamente, es radicalmente opuesto a los postulados económicos del liberalismo.
Así pues, no escurra el bulto ahora.
Un saludo.
Me temo que vd está ab-so-lu-ta-men-te equivocado ya que confunde "liberal" con algo a medio camino entre "libertario" y "anárquico", pretendiendo que un estado reducido (y por tanto barato) pero que garantice eficazmente el imperio de la ley, sin discriminación a la hora de aplicarlo, equivale al "laissez faire" y "la libertad del zorro en el gallinero". Entre el imperio de la ley y el anarquismo hay una distancia como de aquí a Alfa de Centauro y, en rigor, son opuestos.
La doctrina económica liberal actual (ojo, no confundir con lo que en el siglo XIX se vino a llamar "liberal", que era algo más cercano al anarquismo, tanto económico como filosófico e ideológico, doctrina que SÍ está condenada por la iglesia, y con razón) se basa en el imperio de la ley y en la garantía de los derechos y libertades individuales. Desde luego que se debe bregar para que Cristo reine en la sociedad, pero es un error pretender que eso significa que debemos implantar una teocracia, ya que el reinado de Cristo "no es de este mundo". Nuestra brega debe ir orientada a dar ejemplo vivo de la Palabra de Cristo para, proclamando así el Evangelio, lograr que la sociedad abrace libremente a Cristo.
Como le digo, las bases del liberalismo político y económico actual están en la Escuela Católica de Salamanca, con figuras de la talla del economista, filósofo y teólogo Juan de Mariana. Este liberalismo del que hablo no se opone a la existencia de Estado ni al imperio de la ley, sino que se opone al intervencionismo político en los mercados, siempre dañino aunque se disfrace de buenismo, y esa oposición surge del propio Juan de Mariana, que decía, por ejemplo, sobre el intervencionismo en los mercados:
- "Sólo un insensato intentaría separar estos valores de modo que el precio legal difiera del natural. Estúpido, ¿qué digo?, malvado el gobernante que ordena algo que la gente común valora, digamos, en cinco, se venda por diez. Los hombres se guían en estos asuntos por una estimación común fundada en la consideración de la calidad de las cosas, así como en su abundancia y escasez. Sería vano que un príncipe buscará socavar estos principios del comercio. Más vale dejarlo en paz y no forzarlos, pues hacer lo contrario únicamente iría en detrimento del público". (De monetae mutatione)
Sobre los excesivos impuestos que asfixian a tantos, Juan de Mariana decía, brevemente:
- "No son del rey los bienes de sus vasallos."
Sentadas, pues, las raices católicas del liberalismo bien entendido (no de la caricatura absurda que vd presenta), me permito hacerle notar su demagogia al recortar lo que cita de mi comentario, acto con el que se ha retratado vd solito perfectamente.
Imagino que se habrá dado cuenta de que al hablar de la política liberal lo hacía en oposición a la "estatista", dejando bien claro que la dicotomía se refiere al equilibrio entre el tamaño del estado y el de la sociedad civil: el estatismo pretende un estado enorme y una sociedad civil pequeña, supeditada al Estado; el liberalismo, en cambio, pretende una sociedad civil fuerte con un Estado reducido, ocupado exclusiva y eficazmente en las tareas que le son propias. Esa distinción es de la máxima importancia al analizar cuestiones económicas, como hacía el comunicado de Cáritas.
Agrego que un estado de corte liberal se ocupará en legislar mediante leyes meramente formales, que apliquen por igual a todos. El estatismo, en cambio, se orienta hacia la economía dirigida desde el poder político (y con la economía, la dirección política de toda la vida privada de las personas), de modo que sus leyes serán finalistas, diseñadas para imponer un determinado rumbo a las actividades civiles, incluso para imponer una moral de estado.
A este respecto, puede serle de lo más ilustrativo el libro "Camino de Servidumbre", de Friedrich Hayek, donde se describe cómo la pretensión de implantar una economía dirigida no sólo está destinada al fracaso, con terribles consecuencias, sino que conduce inevitablemente a los países hacia regímenes totalitarios como el nazi, en pleno apogeo en el momento de escribirse dicho libro (se publicó en marzo de 1944, aunque se empezó a escribir, creo, antes de la guerra), con otras más terribles consecuencias. Por cierto, el libro va dedicado "a los socialistas de todos los partidos".
Cita vd supuestamente al P.Iraburu (digo supuestamente porque Google encuentra toneladas de textos de Iraburu, entre ellos todas las entradas de su blog, pero no aparecen los textos concretos que vd ponía; ¿sería tan amable de adjuntar los enlaces?) cuando dice que debemos "bregar por que Cristo reine en la sociedad", afirmación con la que estaría plenamente de acuerdo si respetase la realidad de que "Su reino no es de este mundo", lo que significa que Cristo debe reinar en los corazones de las personas, no imponerse en las instituciones. Puesto que la afirmación va en el sentido de establecer una teocracia, me temo que no puedo adherirme a algo tan anticristiano.
Además, su anhelada teocracia debería articularse de alguna manera. ¿Sería tan amable de explicarnos si debemos hacer que Cristo "reine" implantando un Estado grande o pequeño? ¿Que forma política debería adoptar dicho estado? ¿Ha establecido Cristo, tal como vd lo defiende, algo relativo a mantener o modificar el estado del bienestar? ¿Cómo cree vd que Cristo regularía los mercados financiero, energético o inmobiliario? ¿Estaría Cristo de acuerdo en que se violen los contratos y no se devuelvan las deudas? ¿Cree vd que deberían prohibirse o no el resto de religiones? ¿Cuántos impuestos se cobrarían? ¿Va entendiendo qué significa "mi reino no es de este mundo"? ¿Hará el favor de dar al César lo que es del César?
PD: De su último comentario, en el que pone las doctrinas revolucionarias liberticidas como ejemplo de doctrina liberal, deduzco que no hablamos para nada del mismo liberalismo. Yo hablo del de verdad, vd debe hablar del liberalismo lisérgico, o cosa parecida. O, tomando la frase que me lanzaba en su propio comentario, "o padece vd una ignorancia supina en la materia, o tiene una mala fe de órdago". En cualquier caso, falta vd gravemente a la verdad.
Un saludo.
No deja de ser curioso cómo los liberalotes fundamentalistas, cuando ven que los suyos cometen tropelías , emplean la falacia del falso japonés: "es que nos son auténticos liberales"
Me dirá quiénes son los que, entre otras mosntruosidades, están vendiendo la sanidad y la educación que hemos construido todos a negocios privados.
Silvestre, ¿qué se apuesta a que le responden que la reforma laboral de Rajoy que sume en la miseria a tantos despedidos que NUNCA ya volverán al "mercado de trabajo" (eso somos: mercancías) y condena a trabajos precarios de semiesclavitud (lo tomas o lo dejas, pero esto es lo que hay) a los trabajadores no es realmente liberal?
Por alusiones, contesto a su: "¿qué les parece la última reforma laboral del gobierno de Rajoy?"
Antes que nada, quiero dejar claro que no conozco en detalle los pormenores de la reforma (entre otras cosas porque se ha promulgado en varias fases, lo que lo hace más farragoso aún si cabe).
También creo obligado dejar claro que las medidas que está poniendo en práctica Rajoy son, en su inmensa mayor parte, de corte socialista e intervencionista, para nada liberales (lo liberal estaba, principalmente, en ese programa electoral que incumple tan a conciencia). Espero que no caiga en esa falacia que identifica la derecha con lo liberal, o al PP de Rajoy con la derecha.
Entrando ya a lo que pregunta, creo que la respuesta oscilaría entre "en principio bien encaminada", "se queda muy corta para lo que sería necesario" y "incluye unos cuantos aspectos claramente injustos".
La parte bien encaminada sería la premisa de que es necesario flexibilizar el mercado laboral. Todos hemos oído las demagógicas soflamas que proclaman que en España hay despido libre y que hay que endurecer la legislación laboral en lugar de flexibilizarla, pero son eso: demagogia barata para consumidores acríticos.
La legislación que se reformó hace un año (y en gran medida la ya reformada) es enormemente rígida y define un mercado anquilosado en el que prácticamente las únicas opciones que tienen las empresas para adaptarse a un entorno cambiante consisten en despedir a parte de la plantilla o quebrar la empresa, preferentemente lo segundo dado que los costes del despido son altísimos. Eso se llama rigidez, y es bueno que la reforma trate de corregirlo.
Si las intenciones aparentemente eran buenas, la puesta en práctica deja mucho que desear, ya que se queda cortísima en las reformas que hace, con poco más que remozar cuatro cosas, concretar con desigual acierto otras cuatro y sacarse de la manga un flamante contrato-basura completamente innecesario y en gran medida lesivo (cuando lo que se necesitaba era justo lo contrario: reducir el número de tipos de contrato al mínimo, incluso llegando al "contrato único").
En cambio, la reforma no aborda cosas verdaderamente dañinas como por ejemplo la negociación colectiva sectorial (barbaridad que ignora las diferencias específicas entre unas empresas y otras dentro del mismo sector) o la primacía como interlocutores sociales de unos sindicatos que no representan más intereses que los propios.
Finalmente, incluye aspectos claramente injustos, que no es extraño que hayan levantado unas cuantas legítimas ampollas. Causa vergüeza ajena que se hayan utilizado algunos abusos muy poco extendidos como pretexto para implantar otros abusos diferentes, mucho más generalizados.
Por ejemplo, es injusto considerar causa justificada de despido la acumulación de días de baja médica justificada, aludiendo a un supuesto abuso para encubrir ausencias voluntarias, puesto que las bajas médicas son firmadas por un médico que se responsabiliza de su veracidad. Así, si hay médicos que firman bajas falsas, que se les persiga por falsedad documental, pero que no se use eso como pretexto para permitir a las empresas despedir a la gente por enfermar.
También es injusto el hecho de permitir a los grupos empresariales ciertas argucias para un abaratamiento ilegítimo del despido como, por ejemplo, que un grupo empresarial con beneficios reestructure sus empresas de modo que concentren las áreas deficitarias de negocio del grupo en unas pocas de las empresas. Hecho esto, la ley les permite hacer un ERE en esa empresa, con un coste de despido especialmente bajo, alegando que "tienen pérdidas". Dado que se ha conseguido artificialmente que las empresas tengan pérdidas, y dado que el grupo globalmente tiene superávit, esa posibilidad que, según creo, permite la ley, no es más que admitir una forma de fraude.
Desde luego, hay otras medidas que ha puesto en marcha este gobierno que sí me parecen muy beneficiosas, como por ejemplo la reducción en los trámites previos para la apertura de nuevas empresas, ya que hasta ahora podían pasar fácilmente hasta dos años desde que empezabas el papeleo hasta que podías empezar con tu actividad. Y cuando se permita a los autónomos no pagar el IVA a Hacienda hasta que no cobren las facturas correspondiente, si es que tal cosa llega a hacerse, también me parecerá muy bien.
Espero haber contestado su pregunta.
Un saludo.
A las preguntas concretas sobre opciones políticas que me haces, te las podría responder remitiéndome a la DSI. Pero soy conciente que pedirle a un catoliberal que se lea los documentos de la DSI es demasiado. Y como ahora no tengo tiempo para hacerlo personalmente, paso de eso.
Te responderé sí, con referencias a los escritos de "Reforma o Apostasía" que pulverizan prolijamente todos tus rebuscados argumentos pro-liberales.
Que te sea leve.
NOTA: Lo que sigue es un apretado resumen de cada uno de los artículos. Los vínculos a los artículos completos están en REFORMA O APOSTASIA, opción "Indice". Todos los posts de este blog tienen esa opción "Indice" al final y antes de los comentarios.
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(111) Católicos y política -XVI. ¿Qué debemos hacer?. 3 (14-10-2010) -La oración ha de potenciar siempre la acción política. -Israel se libra de la esclavitud de Egipto gracias a la oración. -Durante el Éxodo, se ve Israel atacado por los amalecitas, y Moisés ora. -Israel se ve asediado por los asirios en Betulia, y Judith ora. -La Iglesia primera, en las persecuciones que sufre del mundo, tiene en la oración el arma principal de «la armadura de Dios». -La oración por los gobernantes y políticos ya desde el tiempo de los Apóstoles. -San Clemente Romano. -San Cipriano. -La oratio fidelium. -La Bestia liberal de nuestro tiempo persigue más a los cristianos que la Bestia romana.
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(117) Católicos y política -XXII. ¿Qué debemos hacer?. 9 (17-12-2010) -Es muy escaso el influjo actual de los cristianos en la vida política. -¿Cómo puede explicarse la inoperancia casi absoluta de los cristianos de hoy en el mundo de la política y de la cultura? -El gran desfallecimiento actual de la actividad política católica tiene tres causas fundamentales, que en el fondo son una sola: -1. La amistad con el mundo. -2. El pelagianismo y el semipelagianismo, con su evitación sistemática del martirio. -3. El catolicismo liberal. -La Bestia liberal no ha sido combatida suficientemente desde hace más de medio siglo. -Es ya necesario y urgente que los votos católicos se unan para procurar el bien común en la vida política. -Algunos quieren hacernos cree que la Iglesia, a partir del Vaticano II, veta la unión de los católicos en organizaciones políticas. -La Iglesia quiere que los católicos se asocien para actuar en la vida política. -El Concilio Vaticano II quiere que «los laicos coordinen sus fuerzas», etc. -Ya algunas voces en la Iglesia van afirmando la necesidad de que los católicos se unan y organicen para la acción política. -Discrepan de esta orientación otras voces, próximas a extinguirse
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(118) Católicos y política -XXIII. ¿Qué debemos hacer?. 10 (3-1-2011) -Examinaré primero lo que no es un partido católico. -Un partido católico que sea liberal no es un partido católico. -Por eso hoy no existen partidos católicos, como no sea algunos extraordinariamente minoritarios. -La Democracia Cristiana italiana de la segunda mitad del siglo XX ha sido modélica para todas las demás naciones de mayoría católica. -La DC italiana demuestra que un partido católico-liberal instalado en el gobierno durante largo tiempo causa graves daños al cristianismo y a la nación. -Un partido católico liberal, como la DC, es incapaz de afirmar en su gobierno los valores cristianos, y ni siquiera es capaz de afirmas los valores naturales más elementales. -Un gran partido católico que sea único y liberal sólo puede afirmarse en la sociedad política aceptando y causando grandes males. -El gran fracaso de la vida política de los católicos después del Vaticano II no ha sido hasta ahora suficientemente reconocido en la Iglesia. -El Espíritu Santo está queriendo renovar la faz de la tierra.
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(122) Católicos y política -XXVII. ¿Qué debemos hacer?. 14 (27-1-2011) -Es deseable que los partidos católicos sean varios, y que no se forme un solo partido. -Puede haber si no graves inconvenientes. -Hay unos principios no negociables en la política, que deben ser profesados por todos los partidos católicos y también por todos los hombres de buena voluntad. -Como los partidos políticos de Occidente impugnan esos valores, es urgente la necesidad de partidos confesionales católicos que los afirmen y defiendan. -Los partidos católicos han de coincidir no solo en esos principios fundamentales, sino también en la doctrina social y política de la Iglesia. -La aceptación común de ésta no causa ni exige entre los posibles partidos católicos la coincidencia de sus programas. -Un partido político católico debe incluir en su programa, como uno de los principales objetivos, combatir contra la democracia liberal de partidos, promoviendo reformas constitucionales muy amplias. -La sacralización de la democracia liberal de partidos es una superstición diabólica. -La partitocracia es una corrupción de la democracia, y anula la participación política del pueblo. -España es hoy quizá una de las democracias más acusadamente partitocráticas de Occidente. -Los Reinos cristianos eran mucho más democráticos que las partitocracias actuales. -La pésima situación de la política moderna no debe llevar a los católicos a distanciarse de ella, sino a entrar en ella como fermentos de salvación.
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(123) Católicos y política -XXVIII. ¿Qué debemos hacer?. 15 (5-2-2011) -El Espíritu Santo quiere y puede renovar la faz de la tierra, pero el Padre de la mentira se enmpeña en paralizar en la Iglesia las misiones, la educación, la pastoral y la actividad política de los católicos. -Cometen un grave error los Pastores y laicos que procuran mantener la desmovilización política de los católicos. - Objetivamente, colaboran con el Enemigo. -El catolicismo liberal no quiere que las fuerzas políticas se organicen para un directo combate político. -La justificación ideológica de ese pacifismo cobarde, que traiciona a Cristo Rey, vendrá después necesariamente. -Los partidos malminoristas de falsa inspiración cristiana exigen el apoyo de los católicos, invocando el principio del «voto útil». -El único «voto útil» es aquel que se da a Cristo y a su Reino. -Benedicto XVI: «renuevo mi llamamiento para que surja un nueva generación de católicos»…
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(124) Católicos y política -XXIX. ¿Qué debemos hacer?. 16 (18-2-2011) -En un partido político católico ha de comenzarse por dejar bien claro «Quiénes somos» (abaut us). -Los Estatutos deben declarar la propia identidad abiertamente. -«Qué pretendemos» (woah we want). -Estos planteamientos enunciados son compartidos por muy pocos grupos católicos. -La libertad de pensamiento y expresión, exenta de todo complejo de inferioridad, ha de afirmarse claramente en un partido católico. -Debe tener plena libertad para dar testimonio de la verdad. -Ha de presentarse hoy en el Occidente liberal y anticristiano como un partido antisistema en muchos aspectos, como en la partitocracia.
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(107) Católicos y política -XII. doctrina de la Iglesia. 10 (24-09-2010) -«Se alían los reyes de la tierra contra el Señor y contra su Mesías». -Se da en el Occidente una gran batalla entre el Humanismo naturalista y el Cristianismo de la Iglesia Católica. -Es el diablo quien dirige y coordina las fuerzas anti-Cristo en una gran mafia mundial. -El diablo se sirve en su lucha de palabras engañosas. -El Humanismo naturalista, basándose en «los derechos del hombre», pretende ser una Religión mundial, que sustituya la universalidad de la Iglesia católica. -La nueva religión mundial de los derechos humanos ha ido implantándose en las democracias liberales de los estados laicistas. -Todos se juntan contra Cristo y su Iglesia. -El mundo de los ricos está al servicio del Anti-Cristo. -Uso palabras fuertes, que son las mismas de Cristo y los apóstoles
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(108) Católicos y política -XIII. doctrina de la Iglesia. 11 (29-09-2010) -La persecución contra Cristo y su Iglesia arrecia fuertemente en los últimos años. -Las políticas anti-Cristo logran implacablemente nuevas conquistas en los últimos decenios. -El Gobierno mundial anti-Cristo ataca principalmente a la Iglesia Católica. -La ética mundial de los derechos humanos pretende sustituir la religión cristiana. -Los verdaderos políticos cristianos han de saber que la neutralidad es hoy imposible en la vida política, como no sea haciéndose cómplices del mal. -La batalla entre la Iglesia y el Humanismo liberal es un combate contra el diablo, «contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus malos». -En los últimos tiempos son los Papas quienes denuncian que es el diablo quien dirige los ataques contra la Iglesia. -¿Qué hemos de hacer?
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"Por sus obras los conoceréis". Es así de sencillo.
Si alguien defiende postulados socialistas, profesa valores socialistas, promulga leyes socialistas y pone en práctica presupuestos socialistas, traduciéndose todo ello en un aumento del tamaño del Estado, subidas de impuestos y una clara merma de los derechos y libertades, entonces da exactamente igual cómo se autodenomine o qué etiqueta le cuelgue vd: será socialista.
Así pues, liberal es lo que responde a los postulados liberales, y socialista es lo que responde a los postulados socialistas, lo haya hecho quien lo haya hecho. En el caso concreto de la reforma laboral, será más o menos liberal o socialista según se adscriba a unos u otros postulados.
Si vd prefiere el enfoque sectario que sólo ve si la han promulgado "los míos" o "los tuyos", lo siento por vd: es triste tener la comprensión tan condicionada por los prejuicios sectarios.
Por descontado, doy por sentado que vd desconoce los rudimentos del pensamiento liberal: cada letra de sus comentarios proclama a los cuatro vientos que muchos de sus conceptos están modelados por conocidas consignas ideológicas, entre otros la caricatura del liberalismo que vd conoce.
La verdad, no espero que tenga la iniciativa de informarse debidamente, pero al menos yo ya se lo he dicho. Vd verá lo que hace con su propia ignorancia.
PD: si a vd le dicen que externalizar la gestión de un hospital (como se externaliza la recogida de basuras, por ejemplo) es lo mismo que privatizar la sanidad, allá vd con su ausente comprensión lectora. Espero que la encuentre de nuevo algún día.
Un saludo.
Ahora resulta que en España no hay liberales. Que Esperanza Aguirre no es liberal, que la liquidación de lo público que hace el PP para regalarlo a la "iniciativa" privada (¿qué tendrá de iniciativa un negocio regalado?)no es liberal, que los contratos basura no son liberales, que...
Para los catoliberales que describe Ricardo, el liberalismo es el bien supremo sin mezcla de mal alguno; y si hace algo mal, es que no es auténtico liberalismo.
Y si cree que regalar el suelo -público-, la infraestructura -pública-, el salario -público- de los trabajadores y la cartera de clientes (que van obligados a usar el servicio -público-) a un negocio privado es algo moralmente aceptable, lo llame liberalismo de verdad o liberalismo a la remanguillé, su problemas es un problema moral. Incompatible con el catolicismo. A lo mejor es usted calvinista o algo por el estilo. Católico, no.
Creo que la reforma laboral no ya es que vaya contra la Doctrina Social de la Iglesia, es que va contra el mismo concepto de contrato. Un papel que se firma sabiendo ya de antemano que una de las partes podrá cambiar las condiciones cuando le dé la gana, ni es contrato ni es nada.
Conozco ya unos cuantos casos de gente a la que, tras la reforma, le han reducido el sueldo de forma sangrante, o que la han despedido de un día para otro. Supongo que en la arcadia feliz del liberalismo no deberían ocurrir esas cosas, pero qué le vamos a hacer. La realidad es tozuda.
Un cordial saludo
Menudo laissez faire ...
Como mínimo, si yo soy "catoliberal", entonces imagino que vd, mi opuesto dentro del catolicismo, será "catotalitario". Por mi parte no me molesta el término "catoliberal" porque simplemente abrevia "católico y liberal", cosas ambas con las que en general me identifico (lo de "en general" se refiere a la parte liberal, ya que es una identificación que tiene sus límites y es siempre opinable desde la honradez intelectual), ya que entiendo que la conjunción de ambas es la más eficaz forma de organizarse en lo espiritual, en lo social, en lo político y en lo económico.
Por su parte, espero que aceptará con el mismo buen grado la parte que le toca, puesto que podría decirse que vd mismo se ha buscado su propia definición.
Yendo al grano, me temo que si no es capaz de distinguir entre cosas tan básicas como estado "grande" y estado "pequeño", debería repasar el Barrio Sésamo, que ahí explicaban esos conceptos bastante bien.
Por lo demás, le aconsejo que lea la DSI, ya que deja bien claro que ésta no sólo no se opone sino que tiene en gran estima al libre mercado (por brevedad, los fragmentos que pego están tomados del Compendio de la DSI):
"347 El libre mercado es una institución socialmente importante por su capacidad de garantizar resultados eficientes en la producción de bienes y servicios. Históricamente, el mercado ha dado prueba de saber iniciar y sostener, a largo plazo, el desarrollo económico. Existen buenas razones para retener que, en muchas circunstancias, « el libre mercado sea el instrumento más eficaz para colocar los recursos y responder eficazmente a las necesidades ».726 La doctrina social de la Iglesia aprecia las seguras ventajas que ofrecen los mecanismos del libre mercado, tanto para utilizar mejor los recursos, como para agilizar el intercambio de productos: estos mecanismos, « sobre todo, dan la primacía a la voluntad y a las preferencias de la persona, que, en el contrato, se confrontan con las de otras personas ».727
Un mercado verdaderamente competitivo es un instrumento eficaz para conseguir importantes objetivos de justicia: moderar los excesos de ganancia de las empresas; responder a las exigencias de los consumidores; realizar una mejor utilización y ahorro de los recursos; premiar los esfuerzos empresariales y la habilidad de innovación; hacer circular la información, de modo que realmente se puedan comparar y adquirir los productos en un contexto de sana competencia."
También tiene en gran estima la democracia:
"El articulado y profundo análisis de las « res novae », y especialmente del gran cambio de 1989, con la caída del sistema soviético, manifiesta un aprecio por la democracia y por la economía libre, en el marco de una indispensable solidaridad."
Y el capitalismo bien entendido:
"335 En la perspectiva del desarrollo integral y solidario, se puede apreciar justamente la valoración moral que la doctrina social hace sobre la economía de mercado, o simplemente economía libre: « Si por “capitalismo” se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios productivos, de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la respuesta es ciertamente positiva, aunque quizá sería más apropiado hablar de “economía de empresa”, “economía de mercado” o simplemente de “economía libre”. Pero si por “capitalismo” se entiende un sistema en el cual la libertad, en el ámbito económico, no está encuadrada en un sólido contexto jurídico que la ponga al servicio de la libertad humana integral y la considere como una particular dimensión de la misma, cuyo centro es ético y religioso, entonces la respuesta es absolutamente negativa ».701 De este modo queda definida la perspectiva cristiana acerca de las condiciones sociales y políticas de la actividad económica: no sólo sus reglas, sino también su calidad moral y su significado."
Incluso deja bien clara la sana separación que debe haber entre Iglesia y Estado:
"a) Autonomía e independencia
424 La Iglesia y la comunidad política, si bien se expresan ambas con estructuras organizativas visibles, son de naturaleza diferente, tanto por su configuración como por las finalidades que persiguen. El Concilio Vaticano II ha reafirmado solemnemente que « la comunidad política y la Iglesia son independientes y autónomas, cada una en su propio terreno ».867 La Iglesia se organiza con formas adecuadas para satisfacer las exigencias espirituales de sus fieles, mientras que las diversas comunidades políticas generan relaciones e instituciones al servicio de todo lo que pertenece al bien común temporal. La autonomía e independencia de las dos realidades se muestran claramente sobre todo en el orden de los fines.
El deber de respetar la libertad religiosa impone a la comunidad política que garantice a la Iglesia el necesario espacio de acción. Por su parte, la Iglesia no tiene un campo de competencia específica en lo que se refiere a la estructura de la comunidad política: « La Iglesia respeta la legítima autonomía del orden democrático; pero no posee título alguno para expresar preferencias por una u otra solución institucional o constitucional »,868 ni tiene tampoco la tarea de valorar los programas políticos, si no es por sus implicaciones religiosas y morales."
Así pues, queda bien claro que ni vd ni el P.Iraburu hablan del mismo "liberalismo" del que hablo yo, que sería equivalente a la economía libre que tanto valora la DSI. Como suponía, vds cargan contra lo que se entendía como "liberalismo" en el siglo XIX y principios del XX, que no es una forma eficaz de gestión basada en el mínimo intervencionismo estatal, sino una suerte de laicismo de estado, sea con o sin las connotaciones anticatólicas propias del socialismo. Así pues, si consideran vds la barbaridad de hacer equivalentes el liberalismo y el laicismo, allá vds. No es de eso de lo que yo hablo.
Por lo demás, le agradezco las referencias al blog del P.Iraburu, persona a la que tengo en muy alta estima en materia teológica, especialmente por los extraordinarios libros que escribió junto con su director espiritual, D.José Rivera, que también trabajó estrechamente con D.Demetrio, actual obispo de Córdoba.
Desgraciadamente, tenemos demasiados ejemplos de que cuando una persona de gran peso intelectual en unas materias se mete a opinar en otras que no le son propias, es bastante fácil que caiga en el error. No digo que sea éste el caso del P.Iraburu, a quien considero persona de sólida formación, pero me sorprende el contraste entre las altisonantes declaraciones que hay en los esquemas del índice de su blog, que vd pega en su comentario, tan alejadas de la calculada moderación que la Iglesia demuestra en su DS.
Por ello, antes de poder opinar sobre lo que él dice, espero que me conceda algo más de tiempo para poder leer pausadamente las ocho entradas que me citaba (107, 108, 111, 117, 118, 122, 123 y 124), que no son precisamente cortas.
En este sentido, apenas he tenido el tiempo suficiente para hacer "la prueba del algodón", que ha consistido en comprobar qué decía sobre una de las propuestas más audaces: "Un partido político católico debe incluir en su programa, como uno de los principales objetivos, combatir contra la democracia liberal de partidos, promoviendo reformas constitucionales muy amplias". Acudiendo al susodicho epígrafe, me encuentro con que no propone ninguna reforma constitucional concreta, lo que rebaja el escrito, al menos en lo tocante a ese epígrafe concreto, al nivel de brindis al Sol.
Como le digo, cuando haya tenido tiempo de leerlo en detalle, trataré de responderle. Por su parte, le agradecería que contestase concretamente y con argumentos a lo que yo he expuesto, en lugar del cómodo copia-pega contra la palabra "liberalismo", en el papel de espantajo caricaturizado.
Un saludo.
Vd preguntó por la reforma laboral, y yo le he contestado sobre la reforma laboral. Por descontado, el incumplimiento de los términos firmados en un contrato no es algo que forme parte de la reforma laboral sino que es una ilegalidad que debe acabar en los tribunales.
El problema es que muchos no se dan cuenta de cuántas cosas que firman en sus contratos quedan al albur de circunstancias externas. De hecho, un contrato típico repite al menos tres o cuatro veces la frase "según convenio" en lugar de aportar datos concretos, de modo que la reforma de los convenios (o del estatuto de los trabajadores a que éstos de remiten) altera la realidad de todos los contratos que han delegado sus condiciones particulares en dichos convenios.
Del mismo modo, no sé si se ha fijado, pero siempre suele existir una parte de sueldo que, por contrato, se denomina "mejora voluntaria". La firma del contrato implica la aceptación de que esa mejora voluntaria pueda ser modificada o incluso eliminada unilateralmente por parte de la empresa, ya que por algo se paga voluntariamente. Muchos recortes de salarios se han llevado a cabo mediante la reducción o supresión de esta mejora, algo que es totalmente legal y forma parte del contrato firmado.
PD: debo mencionar que me resulta de lo más curiosa la ley del embudo que se reivindica desde algunos ámbitos (y conste que no hablo de vd, de quien no recuerdo comentario al respecto): suele ocurrir que son los mismos quienes reclaman el cumplimiento de hasta la última letra de los contratos laborales firmados (incluso cuando dicha letra realmente se esté cumpliendo y el problema es que muchos no saben lo que han firmado), mientras reclaman el incumplimiento de aspectos fundamentales de los contratos hipotecarios también firmados, para los que exigen el establecimiento de leyes retroactivas que violan flagrantemente los términos de dichos contratos, con evidente quebranto para una de las partes (curiosamente, el problema con los contratos hipotecarios también reside en que tampoco en este caso saben lo que han firmado).
Cosas veredes.
Un saludo.
Desde la izquierda radical, con cuyos presupuestos vd tanto coincide, se ha acusado en todo momento al liberalismo de todos los males de la crisis que padecemos. Curiosamente, a nada que se mire la realidad sin sus anteojeras, resulta evidente que un estado que acapara más del 50% del PIB, una legislación que crece en más de un millón de páginas al año y una casta política empeñada en establecer objetivos a los ciudadanos en lugar de sólo escenarios donde desarrollar su actividad, NO pueden ser ni por asomo liberales.
A vd le han contado la milonga de las "perfecciones liberales", como si viviésemos en una sociedad liberal, pero resulta que nuestro índice de libertad económica nos sitúa en el puesto 46, inmediatamente por detrás de Macedonia, Perú y Omán, e inmediatamente por delante de Malta, Hungría y Costa Rica. O sea, nada de nada.
Así pues, me acusa vd de decir que "si [el liberalismo] hace algo mal, es que no es auténtico liberalismo". Lo que yo le digo es que lo que vivimos es radicalmente opuesto al liberalismo, no por sus efectos sino por su propia realidad. El propio concepto de "Estado del Bienestar" en el que el Estado es proveedor universal de bienes y servicios es por definición un concepto antiliberal. Por ello, acusar al liberalismo de la crisis actual equivale a echar la culpa de una enfermedad a la extrema delgadez del paciente, que es una bola de sebo de 150 kilos que apenas cabe por las puertas. Sé que algo tan sencillo no encaja en su dura mollera y en sus prejuicios, pero su falta de comprensión es su problema, no el mío.
Y sobre las soflamas socialistas que depone respecto a la contratación de gestión externa para determinados servicios públicos, creo que es algo que se descalifica por sí mismo. Veo que vd idolatra "lo público", por lo visto moralmente bueno por definición (como en la URSS), demonizando al mismo tiempo a "lo privado", moralmente malo por definición (como en toda economía que ha salido de la pobreza), lo cual revela su ferviente militancia socialista, estatista hasta la médula y clamorosamente anticatólica (léase la DSI, y verá cómo considera el beneficio como algo completamente lícito).
La realidad (sí, es algo que le parecerá exótico, lo entiendo) es que quien va a un hospital público con gestión privada presenta su tarjeta sanitaria y recibe atención gratuita, como corresponde al servicio público que es, y de hecho la atención es a menudo mejor que en los hospitales de gestión pública (pero con un coste para el contribuyente casi un 30% inferior). El beneficio viene de la mayor eficiencia, que es exactamente el mismo principio que se aplica en los motores modernos: un motor eficiente, como una gestión eficiente, rinde más y consume menos. Esa es la realidad, le guste o no, encaje en sus prejuicios o no.
Lea la DSI (he pegado algunos fragmentos en mi respuesta a Ricarde de Argentina) para enterarse de que su fundamentalismo no tienen nada que ver con lo católico.
PD: Personalmente, considero repugnante que el Estado y sus instituciones vivan de parasitar la sociedad y de expulsar a sus contrapartidas privadas, en flagrante violación del principio de subsidiariedad. Y considero repugnante que esos parásitos defiendan sus privilegios mediante la extorsión a los ciudadanos más pobres, que son los cautivos de lo publico (son los que "van OBLIGADOS a usar el servicio -público-", según sus propias palabras, no las mías; lo único mío son las mayúsculas). Si a vd le maravilla el espectáculo dantesco de los ciudadanos utilizados como arma arrojadiza por parte de quienes parasitan los servicios básicos, y le repugna que las cosas funcionen, allá vd con su conciencia.
Un saludo.
El comentario de las 19/02/13 12:52 PM (que comienza con "Silvestre: Vd preguntó por la reforma laboral, y yo le he contestado sobre la reforma laboral.") va firmado como "Silvestre" cuando es obviamente mío.
Es costumbre mía el mantener desactivadas las cookies cuando ello es posible, y eso obliga a escribir todas las veces el nombre con el que se firma. Se ve que, como el comentario comenzaba con el nombre de la persona a quien contestaba, silvestre, se me cruzaron los cables y firmé con ese mismo nombre.
Agradeceré a D. Jorge que, si es posible, corrija el nombre en la firma de dicho comentario. Si ello no es posible, quede claro que yo soy el autor del mismo.
Por lo menos, se veía claramente que Silvestre no puede estarse respondiendo a sí mismo. Algo es algo.
Un saludo.
Dios dió un regalo tan admirable al hombre, LA LIBERTAD y dejó a su Iglesia, madre y maestra para que sepa que en "la libertad" podrá elegir el bien y el mal, que "en la libertad" asume la "responsabilidad" de cumplir con las "consecuencias". Oigo más hablar de "derechos" que de "deberes".
Por eso, Sr. Álvaro, creo que usted se comió solo una parte de la DSI. Podemos correctamente llamar a las actuales izquierda y derecha, liberales, o mejor "liberalistas", contrarias al catolicismo. No soy monarquista ni nada, pero la ley respeta los derechos y la libertad de quien está a mi lado. Viejo dicho el de "tus derechos terminan donde comienzan los míos". "A cada quien según su paga" Equidad y Justicia son principios cristianos.
El estado es una institución humana, falible e imperfecta. Leí que usted prefiere no pagar impuestos abortivos y ayudar a Caritas. Es una actitud que comparto. "Todo poder viene de Dios" y "Cristo es Rey", por el bautismo fuimos comprados con su Preciosísima Sangre. "No te tuerzas ni a derecha ni a izquierda, aparta tu pie de la maldad."
Cristo no está ni a nuestra derecha ni izquierda, está por sobre nuestras miradas.
Le repito a vd lo que ya dije a Ricardo de Argentina: lo que yo defiendo como "liberalismo" se corresponde con ese "libre mercado" que la DSI alaba como "institución socialmente importante por su capacidad de garantizar resultados eficientes en la producción de bienes y servicios", no con la decimonónica corriente ateísta.
Del mismo modo, cae vd en la consabida falacia que demoniza todo beneficio como si fuese usura o codicia, sin tener en cuenta que sí existe un beneficio legítimo que no puede en absoluto ser considerado injusto. Cito de nuevo el compendio de la DSI:
" 340 La doctrina social reconoce la justa función del beneficio, como primer indicador del buen funcionamiento de la empresa: « Cuando una empresa da beneficios significa que los factores productivos han sido utilizados adecuadamente ».709 Esto no puede hacer olvidar el hecho que no siempre el beneficio indica que la empresa esté sirviendo adecuadamente a la sociedad.710 Es posible, por ejemplo, « que los balances económicos sean correctos y que al mismo tiempo los hombres, que constituyen el patrimonio más valioso de la empresa, sean humillados y ofendidos en su dignidad ».711 Esto sucede cuando la empresa opera en sistemas socioculturales caracterizados por la explotación de las personas, propensos a rehuir las obligaciones de justicia social y a violar los derechos de los trabajadores.
Es indispensable que, dentro de la empresa, la legítima búsqueda del beneficio se armonice con la irrenunciable tutela de la dignidad de las personas que a título diverso trabajan en la misma. Estas dos exigencias no se oponen en absoluto, ya que, por una parte, no sería realista pensar que el futuro de la empresa esté asegurado sin la producción de bienes y servicios y sin conseguir beneficios que sean el fruto de la actividad económica desarrollada; por otra parte, permitiendo el crecimiento de la persona que trabaja, se favorece una mayor productividad y eficacia del trabajo mismo. La empresa debe ser una comunidad solidaria712 no encerrada en los intereses corporativos, tender a una « ecología social » 713 del trabajo, y contribuir al bien común, incluida la salvaguardia del ambiente natural."
O sea que si quiere vd hablar de codicia y de usura, agregue la coletilla "desmedido" a las palabras "lucro" y "beneficio", porque si no estará siendo profundamente injusto para con quienes tienen el legítimo derecho de obtener beneficios.
Verdaderamente, acaba un cansándose de repetir las mismas cosas, aunque sea a distintos contertulios.
PD: Dice vd que " 'A cada quien según su paga' Equidad y Justicia son principios cristianos".
Me da que la frase que vd pretende citar es "De cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad", y eso no es cristianismo sino la base del sistema social esgrimido por el socialismo utópico de Karl Marx.
Un saludo.
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Mal empezamos, eh...
Por ahí no sigo
Desde el prejuicio fundamentalista-liberal no se puede
Leído el resto de su soflama faltona y maleducada, ahórrese dirigirse a mí en adelante. Sólo trato con personas civilizadas.
Le agradezco sus elogios:
"Álvaro: sus prejuicios le difuminan la comprensión lectora."
"No deja de ser curioso cómo los liberalotes fundamentalistas, cuando ven que los suyos cometen tropelías , emplean la falacia del falso japonés: "es que nos son auténticos liberales""
"con las anteojeras puestas sólo ve la punta de su propia nariz"
"A lo mejor es usted calvinista o algo por el estilo. Católico, no."
Así pues, si emplear un tono despectivo permanentemente, no argumentar sino descalificar, apelar a la sensiblería y luego hacerse la ofendida y hacer mutis por el foro es ser "persona civilizada", entonces prefiero mantenerme en la racional y argumentada antítesis de su "civilización". Ha sido un placer.
PD: Su argumentario y su dialéctica coincide con lo que coincide, le guste o no.
Un saludo.
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Lo siento, pero desconoces la reforma laboral. No hablo de ilegalidades, sino de injusticias que permite la nueva ley laboral.
O sea que no me entero. Veamos, pues, qué es lo que vd decía:
"Un papel que se firma sabiendo ya de antemano que una de las partes podrá cambiar las condiciones cuando le dé la gana, ni es contrato ni es nada".
Al responder, entendí que se refería a la impunidad de algunas empresas en algunos despidos improcedentes encubiertos, pero veo que se refiere a otra cosa (o sea que, efectivamente, no me enteraba).
Lo que no estoy seguro es a qué se refiere concretamente. Se me ocurren dos posibilidades:
- que se refiera a la reducción que estableció la reforma por la que se bajó de 45 a 33 días de indemnización
- o que se refiera a la posibilidad de despidos con 20 días de indemnización en caso de que la empresa tenga pérdidas.
No creo que se refiera a lo primero, ya que habla de "firmar sabiendo de antemano que", lo que parece excluir al cambio general en los días de indemnización que ha introducido la reforma, ya que los contratos afectados por el cambio son los que existían con anterioridad.
Si es lo segundo, le recuerdo que ya mencioné ese punto como cosa injusta al permitir que un grupo empresarial simule pérdidas en una de sus empresas para conseguir fraudulentamente reducir las indeminzaciones.
Ahora bien: si la empresa realmente tiene esas pérdidas y atraviesa dificultades que ponen en peligro su viabilidad, entonces lo que me parece injysto es impedirle hacer los ajustes que estime necesarios, y con la ley anterior lo tenía bastante crudo por las altas indemnizaciones. Por cierto, el despido de 20 días no se puede aplicar "cuando le dé la gana" sino sólo con el visto bueno judicial.
Naturalmente, si se refería a otra cosa, espero que sea tan amable de explicar a qué "cambiar las condiciones cuando le dé la gana" se refiere.
Pero sigue vd: "Conozco ya unos cuantos casos de gente a la que, tras la reforma, le han reducido el sueldo de forma sangrante, o que la han despedido de un día para otro".
Debo suponer que eso que vd afirma se habrá hecho aplicando alguna legislación que lo permita. Yo ya le comenté lo de las mejoras voluntarias, de modo que las reducciones de sueldo pueden haber venido por ese lado. Los despidos, por su parte, pueden haberse producido en un escenario de pérdidas de la empresa, pero también pueden haberse producido simplemente por fin de contrato por obra, muy extendido. ¿Nos podría aclarar si esos despedidos tenían contratos indefinidos o por obra? ¿Algún detalle relevante más? Es difícil pronunciarse con tan poca información.
Por cierto, no hace tanto yo mismo fui despedido al finalizar el proyecto en el que estaba asignado, y siempre he sostenido que la empresa tenía todo el derecho de tomar esa decisión si lo estimaba oportuno (aunque hubiera preferido que le hubiesen echado un poco más de ganas para mantenerme). De lo único que me he quejado es de las formas, que no fueron las debidas.
Finalmente, vd ironizaba: "Supongo que en la arcadia feliz del liberalismo no deberían ocurrir esas cosas, pero qué le vamos a hacer. La realidad es tozuda".
Lo siento, pero no hay tal "Arcadia feliz del liberalismo". La "Arcadia Feliz" es la de los apesebrados que creen que todo lo deben recibir masticado y digerido de "Papá Estado".
El punto de vista liberal es el opuesto: el mecanismo que previene que el paro se dispare como lo ha hecho en España (no hay más que ver que en EEUU se considera inaceptable un paro del 8% y en España vamos por el 26%) no es tanto el enquistamiento de los trabajadores en las empresas cuanto la facilidad para que éstos sean contratados en caso de que se queden sin trabajo, sumado a la facilidad para que pongan en marcha su propia empresa si lo prefieren. O sea, se trata de facilitar la contratación allá donde se necesite esa mano de obra, no de dificultar el despido hasta el punto de hacer quebrar las empresas para las que resulte demasiado caro despedir.
Para finalizar, le emplazo a explicar qué es lo que vd considera que es justo para con una empresa, no sólo para con un empleado. Lo digo más que nada para ver si su concepto de justicia está equilibrado o tiene más bien forma de embudo.
PD: Todo sea dicho, hay mucho que decir sobre la forma en que ha evolucionado el paro en el último año. Concretamente, se ha pasado de la destrucción de empleos privados a la de empleos públicos, y de la destrucción de empleo por quiebra de las empresas a la debida a despidos. Incluso podría hablarse de una tendencia a la baja en el paro, dado que las cifras homologadas (desestacionalizadas) del paro de enero indicaban una leve reducción en el número de parados.
Así pues, el paro que se ha producido los últimos meses ha sido más "sano" que el que se producía anteriormente porque se ha dejado de destruir tejido empresarial, y eso facilitará la reincorporación de la gente al mercado laboral en cuanto se retome la senda del crecimiento (es más fácil que se cree empleo con empresas vivas que con empresas quebradas, que hay que reconstruir).
Además, la reducción del hipertrofiado Estado (rondamos la insostenible cifra de tres millones y medio de funcionarios y empleados públicos) aligerará también bastante la carga de recursos que se nos extraen vía impuestos para mantener en marcha el chiringuito.
Un saludo.
No se trata aquí e las funciones del Estado, sino de que la relación empresa-trabajador sea justa. Es una cuestión de Derecho, no de estado vs sociedad.
No sé tú, pero yo no tengo vocación de esclavo.
Efectivamente, no acababa de enterarme de lo que vd decía, creo que ya me he disculpado por ello y tratado de enmendar mi error. Únicamente discrepo en considerar "radical" una flexibilización que ya le dije que considero insuficiente, con las precisiones ya mencionadas sobre los aspectos de la reforma que creo que son injustos.
En cambio, vd no ha respondido mi pregunta: ¿qué es lo que vd considera que es justo para con una empresa, no sólo para con un empleado?
O sea: ¿Qué es para vd una "relación justa" entre empresa y trabajador? ¿Qué derechos cree vd que deben tener las empresas, que equilibren los derechos que tienen los trabajadores? Asumo que vd cree que las empresas tienen no sólo el derecho sino el deber de crear puestos de trabajo y contratar gente, pero... ¿Cree vd que las empresas también tienen derecho a destruir esos mismos puestos de trabajo que antes habían creado, si fuese necesario, con los despidos correspondientes? ¿Cree vd que es lícito que una empresa baje los sueldos de sus trabajadores a fin de evitar los despidos que equivalgan a ese mismo importe?
Incluso diría más: ¿Qué entiende vd por "empresa"? ¿La papelería de la esquina? ¿El restaurante del centro comercial? ¿La peluquería? ¿O sólo se refiere a las grandes empresas, esas que apenas suponen el 0,1% del total de empresas en España? ¿Ha caído en la cuenta de que la reforma laboral aplica a todas las empresas y no sólo a las grandes?
Antes de contestar, piense que desde el inicio de la crisis, hace cosa de un lustro, han cerrado 180 empresas al día, cebándose este proceso principalmente con las que tenían entre 6 y 9 trabajadores.
PD: Me temo que no tiene vd ni remota idea de lo que es la esclavitud. Por eso emplea el término tan a la ligera.
PD: (tiene parte de ironía, aunque no tanta) ¿Que no tiene vocación de esclavo? Qué lástima, porque dice la Biblia que "el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo" (Mt 20, 26-27). Como ve, no es tan mala vocación.
Un saludo.
Le pedí tiempo para poder leer pausadamente las ocho entradas del P.Iraburu que me citaba, y debo decir que aún me queda bastante por acometer, ya que además de extensas son bastante densas. Me he centrado en las 107 y 122, que interpreto como descripción de la situación y declaración de los "principios rectores" de la acción política católica, respectivamente. Con tiempo podré ir viendo las demás, pero creo que con estas dos ya tengo como para poder poner un poco las cosas en su sitio.
En general estoy bastante de acuerdo con la mayoría de cosas que dice el P.Iraburu, sobre todo en cuanto a la eterna lucha entre Cristo y el Mundo, el Mundo contra Cristo: "Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero, como no sois del mundo, porque yo al elegiros os he sacado del mundo, por eso os odia el mundo" (Jn 15, 19).
Así pues... ¿a qué se refiere Iraburu cuando habla del "liberalismo"?
- "Los Estados liberales laicistas, de modo semejante a los abiertamente totalitarios, administran más de la mitad de las riquezas nacionales, poniéndolas al servicio de su ideología anticristiana."
Con estas palabras queda meridianamente claro que con ese "liberales" el P.Iraburu no PUEDE referirse al liberalismo del que yo hablo, toda vez que lo identifica con los estados hipertrofiados (lo he repetido hasta la saciedad: el liberalismo del que hablo propugna un Estado PEQUEÑO y no intervencionista). Contra lo que carga el P.Iraburu es contra lo que yo llevo un buen rato denominando "estatismo", que es lo OPUESTO al liberalismo.
Por cierto, al hilo de esa cifra concreta del 50%, Hayek decía en su libro "Camino de Servidumbre" que apenas hay diferencia entre un país con un estado que controle más de la mitad del PIB y un país con un estado totalitario, ya que superando el Estado la mitad del PIB, deja de existir la posibilidad de que NADA pese más que el propio Estado, ni aun toda la sociedad civil unida. Eso convierte al Estado en el "cliente máximo" a cuyo contento tiende a orientarse toda la actividad económica y social... por la cuenta que les trae. Curiosa la coincidencia entre el P.Iraburu y un malvado liberal como Hayek, ¿no?
Esta consideración respecto a de qué "liberalismos" hablamos queda patente en la entrada 122, donde se menciona en varios sitios que lo malo es la "partitocracia liberal" o la "democracia liberal de partidos", de la que afirma:
- "La partitocracia es una corrupción de la democracia, es una dictadura de partidos políticos alternantes o aliados, que anula prácticamente la contribución real del pueblo (demos) a la «res publica». Y hoy es la forma de democracia más frecuente en Occidente, aunque en unas naciones se da más acusadamente que en otras."
O sea, que defiende la democracia, pero no la partitocracia. Completamente de acuerdo. ¿Dónde radica el problema de esa partitocracia?
- "aunque parezca increíble, ésta es, para los devotos creyentes en ella, la única forma legítima de democracia, siendo todas las demás espúreas y puramente formales. Por el contrario, cualquier ciudadano mentalmente sano entiende que la democracia en sus formas actuales elimina prácticamente en la vida política la participación democrática de los ciudadanos, reduciéndola a la emisión periódica del voto."
Debo mencionar que desde los círculos liberales de los que yo hablo se critica igualmente la partitocracia y se exigen cosas como las "listas abiertas", que ampliarían enormemente la capacidad de los ciudadanos para participar en la vida política. No puede ser que éste sea el mismo liberalismo del que habla el P.Iraburu, pusto que sería absurdo atacarse a sí mismo, atacar la base de su propio poder.
Iraburu sigue expresando como católico lo que tanto se explica desde los ámbitos liberales:
- "La partitocracia es hoy una dictadura de partidos, en la que el poder político, gobernado a su vez ocultamente por fuerzas económicas y centros ideológicos internacionales, se hace omnipresente, quebrantando sistemáticamente el principio de subsidiariedad, tan central en la doctrina política de la Iglesia. La partitocracia legisla, reglamenta, prohibe, exige, regulando hasta las parcelas más individuales de la vida humana, al mismo tiempo que para ello crea una burocracia innumerable de políticos –nacionales, federales, autonómicos, internacionales–, que desarrollan una actividad política imparable, en una ingeniería social incesante, que los sufridos ciudadanos financian como meros espectadores."
Así pues, ¿Es un estado católico la solución? Veo que el P.Iraburu expresa reticencias similares a las que planteo yo sobre la acción política católica conducente a una teocracia, sea explícita o implícita:
- "Puede haber graves inconvenientes cuando en un país se establece un partido católico único, según ya vimos (118). El primer peligro es el clericalismo. Los Pastores, que han de mantener unido al pueblo cristiano bajo su autoridad, tienden a veces también a unificarlo bajo su dirección en la vida política, y especialmente lo procuran cuando se trata de un grande y único partido católico. Es comprensible que, a causa de sus repercusiones en la vida de todo el pueblo cristiano, la Jerarquía pretenda controlarlo y dirigirlo en sus acciones concretas. Pero invade así, normalmente con malas consecuencias, un campo de responsabilidades que es propio de los laicos."
De modo que el P.Iraburu NO plantea ni una religión de estado ni una teocracia, menos mal. Lo que plantea lo aclara a renglón seguido:
- "Hay unos principios no negociables en la política, que deben ser profesados por todos los partidos católicos y también por todos los hombres de buena voluntad. El Papa Benedicto XVI los expuso en un congreso que el Partido Popular Europeo celebró en Roma (30-III-2006):
«Cuando las Iglesias o las comunidades eclesiales intervienen en el debate público, expresando reservas o recordando principios, no están manifestando formas de intolerancia o interferencia, pues estas intervenciones buscan únicamente iluminar las conciencias, para que las personas puedan actuar libre y responsablemente, según las auténticas exigencias de la justicia, aunque esto pueda entrar en conflicto con situaciones de poder y de interés personal». Tres de estos principios son los fundamentales:
1. Vida: «la protección de la vida en todas sus fases, desde el primer momento de su concepción hasta su muerte natural».
2. Familia: «el reconocimiento y promoción de la estructura natural de la familia, como una unión entre un hombre y una mujer basada en el matrimonio, y su defensa ante los intentos de hacer que sea jurídicamente equivalente a formas radicalmente diferentes de unión, que en realidad la dañan y contribuyen a su desestabilización, oscureciendo su carácter particular y su función social insustituible».
3. Educación: «la protección del derecho de los padres a educar a sus hijos».
«Estos principios no son verdades de fe», pues «aunque quedan iluminados y confirmados por la fe, están inscritos en la naturaleza humana, y son por lo tanto comunes a toda la humanidad. La acción de la Iglesia en su promoción no es por lo tanto de carácter confesional, sino que se dirige a todas las personas, independientemente de su afiliación religiosa».
–Como los partido políticos de Occidente impugnan esos valores, es urgente la necesidad de partidos confesionales católicos que los afirmen y defiendan"
No sólo es que estoy de acuerdo con el P.Iraburu, sino que diríase que ambos hablamos de lo mismo. La única diferencia es que empleamos la palabra "liberal" con significados opuestos, él como "anticatólico" y yo como "antiestatista". Así pues, el liberalismo económico que defiendo, puede ser (o incluso debe ser) católico en sus principios morales. De hecho, desde los círculos liberales... ¿Qué se ha criticado? Pues las leyes antivida, las leyes antifamilia y las leyes antieducación.
Para finalizar ya (menos mal), únicamente le pediría al P.Iraburu que evite exageraciones innecesarias que puedan dar apariencia de falsedad a lo que es en su mayor parte verdad, por mucho que pueda parecer que echar "más madera" pueda hacer que el mensaje llegue a más gente. Él mismo decía en su entrada 107:
- "Cuánta razón tenía León Bloy cuando en su Diario personal (11-X-1904) declaraba que «para señalar el mal con precisión, con una rigurosa exactitud, es indispensable exagerarlo» (El Invendible, Mundo Moderno, B.Aires 1947, 29). Y ni aún así se entera la gente."
Lo siento, pero en esto sí que discrepo: si se quiere decir la verdad, no se puede mentir ni por exceso ni por defecto, y las exageraciones no hacen más que convencer a quien las lee de que TODO es falso.
Así pues, la verdad, no sé por qué me dijo vd "que te sea leve" ya que, básicamente, el P.Iraburu y yo estamos de acuerdo. ¿Será Iraburu también un "catoliberal"? Me da que en buena medida sí lo es...
De momento, ratito a ratito, sigo leyendo sus interesantísimas entradas. Todo sea dicho, hasta la fecha no he leído nada referido a cómo habría de ser la organización económica de la sociedad para coincidir con los principios católicos. Puesto que lo único que he visto es cómo carga contra los estados hipertrofiados e intervencionistas, me veo obligado a asumir que la organización económica que debe considerar aceptable es la liberal o de libre mercado que, mire vd por dónde, es exactamente la que yo he defendido en todo momento.
Lástima de la incomprendida palabra "liberalismo", que tantas pasiones infundadas despierta.
Un saludo.
Muy bueno comparar la esclavitud material con el servicio a Dios. Puro sarcasmo
La pereza es un pecado, recuerde.
Veo que no responde a las cuestiones que le planteo (o sea, se niega a explicarnos qué entiende vd que es justo para con los empresarios) y simplemente (y perezosamente) escurre el bulto remitiéndome a la lectura de un documento no precisamente ligero, de casi 14.000 palabras (ya puestos, me podría haber encomendado la lectura de toda la Biblia, que a vd le saldría igualmente gratis).
Pero es que encima la Rerum Novarum en gran medida no aplica al caso, ya que en ella León XIII escribía sobre la situación de los obreros a finales del Siglo XIX, situación de miseria que NO TIENE NADA QUE VER con la que disfrutan los empleados hoy, ya que la inmensa mayoría de trabajadores tiene casa y coche en propiedad, cobertura sanitaria y educativa gratuita, vacaciones pagadas, y, normalmente, lujos diversos como teléfonos móviles, grandes televisores, videoconsolas, etc.
En su encíclica, León XIII instaba a la colaboración entre ambas "clases" (recordemos que la encíclica se desarrolla en el contexto de la lucha de clases entre "patronos" y "obreros", "ricos" y "proletarios") y al escrupuloso respeto a la propiedad privada de TODOS (o sea, que no está justificado el exigir ni a unos ni a otros más de lo que pueden dar), todo ello partiendo de la base de que nadie quede sin el sustento básico (que es el que permite "alimentar al obrero frugal y morigerado").
Así pues, visto su silencio al NO contestar mis preguntas, vista su demagógica y perezosa referencia a un documento que en general no aplica al caso (y que, en lo que sí aplica, me da la razón), y vistos sus insultos (no creo que me llame "calvinista" en tono elogioso precisamente), opto por considerarme no contestado.
Y como "quien calla otorga", le agradezco que, no oponiendo argumentación real ninguna, me dé la razón.
Gracias por retratarse, ha sido un placer.
Un saludo.
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