¿Por qué no puedo llevar a la Iglesia el fotógrafo que quiero?
La gente en ocasiones se nos queja de que en algunas parroquias sólo permiten hacer fotos a algunos profesionales elegidos por ellos. Suelo decir que no me extraña. Porque cuando te ha tocado sufrir a fotógrafos que no saben estar en una celebración y que te la han liado, sobre todo si se trata de una parroquia de esas de muchas bodas, pues terminas diciendo que no siendo Fulano, Mengano o Perengano, que te niegas.
Les voy a contar tres o cuatro anécdotas que me han pasado con fotógrafos en celebraciones. Y luego me cuentan si es extraño que uno diga: espontáneos, no. Porque claro, yo no tengo demasiadas celebraciones “especiales” y me puedo permitir el lujo de reunirme con cada fotógrafo y aclararle cosas. Pero el compañero que tiene en su parroquia cinco o seis bodas cada fin de semana, no puede. Así que acaba diciendo que si no son estos, nada de nada.
Ahí van las anécdotas.
Una boda en parroquia de Madrid. Estamos en el ofertorio. De repente veo que el fotógrafo sube al presbiterio, se coloca a mi lado en el atar, me da con el codo para que me aparte, y me dice… ¿le importa? Le dije: evidentemente que sí, baje del presbiterio y no vuelva a subir un solo escalón.
Bautizo en el pueblo. La pila bautismal, chiquitita. Imaginen: sacerdote, padres, padrinos y criatura. Y el fotógrafo viendo por dónde conseguía colarse para la foto. Justo cuando voy a empezar a bautizar me dice: ¿le importa apartarse un momento? Le dije: vale, pero entonces se quedan sin bautizo.
Otro bautizo de pueblo. En esta ocasión un señor grabando en video con una cámara enorme, de las de hace tiempo. La pila, como ya he dicho, chiquitita. Y el buen hombre no sabía por dónde meter la cámara para grabar el momento. Ya digo que una cámara enorme. Hasta que consiguió cargarse la cruz procesional que estaba al lado y que decidió aterrizar en la cabeza de un servidor.
Primeras comuniones. Madrid. Acabo la celebración y cuando me dispongo a retirarme hacia la sacristía me llega el fotógrafo u me dice: ¿Le importaría dar la comunión otra vez a dos niños, que no ha salido bien la foto? Ni respondí.
¿Entienden ahora por qué digo no me extraña que en parroquias con muchas celebraciones especiales sólo permitan trabajar a determinados profesionales?
44 comentarios
Cuando se fijen los fotógrafos que pueden operar en una parroquia, que es razonable, aseguresé de:
1.- que son buenos de verdad. Ni se imagina la cantidad de chapuceros que operan, con equipo de aficionado, y sin idea alguna de composición, oportunidad o retoque.
2.- que dan el servicio más económico posible, es decir, cobrar por sus horas de trabajo, y no por la exclusividad que consiguen.
3.- que las condiciones del servicio son las adecuadas y en ningún caso restringen los derechos del fotografiado; es decir, entreguen los originales.
Los fotógrafos tienen la mala costumbre de ofrecer un modelo de negocio que implica que ellos tiene el derecho sobre el evento y lo aprovechan vendiendo impresiones de fotos. Cuando es al revés: el propietario intelectual del evento son los celebrantes. Y por tanto el fotógrafo sólo debería estar contratado como persona que ejecuta un trabajo y entrega todos sus resultados sobre los que no mantiene ningún derecho.
Yo lo tengo muy claro. Todos los meses hago mi aportación a la Iglesia. Pero como cuando me case me impongan un fotógrafo que me 'sablee' la diferencia saldrá de esa aportación que redirigiré.
Por cierto.... hay veces que un amigo sabe hacer fotos y es católico fiel toda la vida. Ya me contará por qué no puede hacer las fotos para que los novios no tengan que añadir un dineral a los gastos (es mi caso).
Aprovecho para animar con el asunto de la capilla de adoración.
Feliz martes
Y me refiero, según las fotos de conocidos y familiares que me han enseñado. Como aquellas fotos, que me enseñaron de unos niños que el fotógrafo, le dijo como habían de colocarse, que lo que menos parece es que hayan hecho su Primera Comunión, desgraciadamente, estos niños, hoy día adultos, han perdido su relación con la Iglesia Católica. Han perdido la fe.
Me ha hecho gracia, que el fotógrafo diga que hay que repetir la Primera Comunión porque no habían salido esos niños.
Por otra parte, yo sé que hay buenos fotógrafos que son sacerdotes, o personas dedicadas seriamente a la fe de la Iglesia Católica, ellos sí, que cuando más entregado estén a la causa de Cristo, saben como han de decir, como las personas que han de ser fotografiadas, deben colocarse.
Un rotundo ¡no! a los fotógrafos que se dedican al mundo. Llegan a ser como los estafadores y fraudulentos.
Un sí, a los fotógrafos, que se dedican sobre todo, al sentido de la verdadera piedad y religiosidad católica, y no manejan a las personas a su propio capricho como si fueran modelos de revistas de moda.
De hecho, el sentido de los fotógrafos, de una mayoría, es tratar de ridiculizar a las personas ya en bodas, a los niños de Primera Comunión, etc. Porque no es natural esos manejos que alejan de la fe.
Esa anécdota que usted cuenta es un ejemplo que le da con el codo, de como hay fotógrafos que quieren imponerse. En casos así, debería tener una persona de confianza, como un sacristán, para que ponga en su sitio al fotógrafo. Sin respetos humanos.
Las anécdotas que usted comparte, de "fotógrafos profesionales", no son verdaderos profesionales, por su falta de respeto y conocimiento. Un buen fotógrafo no se comporta de esa forma, que quiere abarcar y manipular a su propio capricho.
El que vivamos en una sociedad de la imagen no es excusa para que nos hayamos vuelto idiotas.
Miguel,
¿No piensa que el modo mas eficaz de evitar que le sableen es no hacer las fotos?
Es verdad que no es muy cool y ¡Y además no se pueden colgar en Facebook!.
Totalmente de acuerdo contigo, y lo que dices se podría añadir a organistas, cantores, y floristas.
Si por motivos de orden, decoro y demás la parroquia solo autoriza determinados profesionales, estos deberían ser, por este motivo, de acuerdo a los criterios de "sentido cristiano común".
Si no, se arriesga de colocar una barrera más a la cercania de la Iglesia a sus mismos fieles.
"No parece admisible conceder la exclusiva a determinados fotógrafos por motivos económicos."
Cita del punto 2 del artículo "Las fotografias en actos de culto" de la Comisión Episcopal de Liturgia, del 22-IX-1983, publicado en la revista "Pastoral Litúrgica" en su número 131-13, págs. 35-36.
http://www.lexorandi.es/Recursos/PastoralLiturgica.pdf
La Iglesia universal tampoco establece exclusividades, la Instrucción "Eucharisticum Mysterium", de 25 de mayo de 1967, que en el número 23 dice lo siguiente:
"Hay que poner especial empeño para que no se perturben las celebraciones litúrgicas, especialmente las misas, por la costumbre de sacar fotografías. En donde se dé una causa razonable, se haga con gran discreción y según las normas establecidas por el Ordinario del lugar".
O sea, se debe instruir, corregir, e incluso amonestar al fotógrafo que no haga bien las cosas, incluso prohibiéndole el acceso, si no respeta las normas que establezca el templo con referencia a la liturgia, pero lo que no deben es "poner el parche antes que la herida". Eso no significa conceder ninguna exclusiva.
Sobre el hecho de que una parroquia tenga 5 ó 6 bodas cada fin de semana, el fotógrafo deberá acudir siempre a la parroquia para que el párroco lo instruya en lo que sea menester, y punto.
Vamos que quede todo clarito, yo solo digo que debe prevalecer la libertad de los contrayentes para la elección del profesional con el que se sientan a gusto, sin que ello sea obstáculo para la dignidad del sacramento y la liturgia que se vayan a celebrar, cosa que el profesional debe respetar en todo momento, y si no lo hace que apechugue con las consecuencias, pero que eso no sea excusa para ir contra el resto de compañeros del gremio.
PD. Perdón por el tocho, pero tenía que explayarme para explicar todo clarito.
Bién vale volverlo a publicar, para aquellos que no lo conocían.
Por si no está puesto en leyes se lo pongo aquí:
Ley 28/1995, de 11 de octubre: Ley de propiedad intelectual.
Artículo 1. Hecho generador.
La propiedad intelectual de una obra literaria, artística o científica corresponde al autor por el
solo hecho de su creación.
Artículo 2. Contenido.
La propiedad intelectual está integrada por derechos de carácter personal y patrimonial, que
atribuyen al autor la plena disposición y el derecho exclusivo a la explotación de la obra, sin
más limitaciones que las establecidas en la Ley.
Por supuesto estamos hablando de leyes españolas, pero se da el caso de esta ley está acordada para toda la comunidad europea y el resto del mundo la tiene de forma muy parecida o casi igual.
Así que antes de hablar de quien son los derechos hay que pararse un poco y consultar, es cierto que están también los derechos de los "retratados", pero eso es otro tema que, resumiendo, asumen en contrato que aunque ellos tienen derecho a su propia imagen, también el profesional tiene derecho a la paternidad de la obra realizada.
Saludos.
Como están las cosas, difícilmente el niño vuelva a comulgar en su vida.
Modo sarcástico #OFF
De nuevo muchísimas gracias.
La propiedad intelectual es del fotógrafo, pero el derecho a la imagen pertenece al fotografiado. Él también tiene derecho a decidir quién le fotografía y quién no, y bajo qué condiciones.
Me temo que no pocas veces los fotógrafos imponen condicoiones abusivas, como son la cesión al fotógrafo de los originales, para que los novios o bautizandos luego no puedan sacar ni una copia de más, si no es pagando una fortuna. Si vas a otro fotógrafo, te impone la misma condición. Si vas a otro, la misma. Ningún fotógrafo cede esta cláusula. El abuso es evidente.
En nuestro derecho, que tan bien citas, existe la prohibición de hacer pactos para alterar la libertad de mercado. Si en un sector TODOS los profesionales se ponen de acuerdo para imponer una cláusula, es delito y la justicia interviene. Igual que ponen multa a Iberia y Air Europa por pactar los precios de los vuelos, me gustaría que se investigara este asunto.
Por no hablar de los familiares de niños de primera comunión que van a comulgar, porque es lo que hace todo el mundo, sin que hayan pisado una Iglesia hace años y sin saber lo que es la comunión.
Que el fotógrafo quiera o no cederlo es algo muy distinto, pero convendrás conmigo que los profesionales tienen derecho a vivir de su trabajo ¿verdad? No se trabaja para regalar el trabajo ¿no?
Está claro el derecho a la imagen del retratado, pero está también claro el derecho de explotación de la obra por parte del que retrata, así lo establece la ley, pero lo que ud. cita de ponerse de acuerdo, muestra su ignorancia sobre el asunto. No se está poniendo nadie de acuerdo, es que es la ley de la propiedad intelectual la que establece eso. Lo que ud. cita es sobre la ley de la competencia, que no tiene nada que ver con esto, y establece que nadie se puede poner de acuerdo para establecer precios, no clausulas de contratos.
Creo que tiene vd toda la razón en lo injusto de la situación, aunque también es cierto que Miguel Ángel tiene toda la razón en cuanto al marco legal.
La cuestión estriba en que en el caso de los fotógrafos se invierten las tornas respecto a lo que sucede en otros ámbitos.
Por ejemplo, si uno quiere trabajar de programador para una empresa, el propio contrato laboral especifica lo que es de sentido común: que el empleado cede a la empresa todos los derechos intelectuales que se generen en relación con los programas que se desarrollen para dicha empresa. Lo que no tendría sentido sería que cada programador reclamase la autoría y el libre uso de cada programa que desarrolle para una empresa que le haya contratado.
El equivalente con los fotógrafos sería que con el contrato, el fotógrafo cediese a su empleador los derechos intelectuales que se generen al cubrir el evento para el que le están contratando, dado que los derechos de imagen son de quien organiza el evento, pero resulta que sucede absurdamente al revés: los derechos del producto que se elabora para un tercero resulta que se pretende que no sean de ese tercero.
De donde se deduce que, en la práctica, el fotógrafo no realiza esas fotos para los novios sino para él mismo, ya que es él quien conserva todos los derechos sobre las mismas, quedando los contratantes en la ridícula posición de ser quienes pagan al fotógrafo un pastizal por proporcionarle el marco en el que crear nuevo material propio, y de ser quienes finalmente reciben unas escuetas copias de media-baja calidad (los negativos digitales, que son las copias "fetén", no los sueltan ni a tiros, y a menudo tampoco aflojan simples copias digitales en JPG a resolución mayor que la de vídeo si no es rascándose previamente el bolsillo, la cartera y la cuenta corriente, previendo que igual a uno le da por querer imprimir alguna a un precio normal, sin decuplicar, que es a como él las cobra).
Es curioso, pero juraría que aquella era mi boda, y no la del fotógrafo...
Un saludo.
Creo que es falta de comunicación. Cada uno mira su punto de vista, pero no se esfuerza por ver la del otro. ¿No bastaría con una advertencia previa en la ceremonia dicha por el acólito? ¿O citar, junto con los contrayentes, bien en la entrevista con éstos, bien en el ensayo, al fotógrafo y darle las instrucciones correspondientes?, ¿que el acólito se fije en estas "intromisiones"? ¿por qué no explicar con más claridad que lo que se paga no es un cobro por un contrato de servicios, sino un donativo? No hay que dar por supuesto que la gente tiene formación y sabe todo esto. Porque ahora la gente no sabe nada de nada.
Qué se imponga un determinado fotógrafo, no me parece del todo bien; me parecería más correcto sugerir, o invitar a los novios a que hablen con el fotógrafo para que no haga ciertas cosas como las que usted expone y que me parecen de sentido común, es decir, hablar antes que imponer.
Para empezar, si hay compañeros que cobren un pastizal por copias, pues habrá otros que no lo hagan, el comercio y la libertad de precios es obligación en el mercado.
La imagen del retratado siempre está protegida, el fotógrafo no puede hacer uso de ese material sin permiso expreso del/de los retratado/s, o sea, no puede exponer nada ni en web, ni escaparates ni ningún tipo de uso a menos que lo firme el retratado.
Pero le reitero, la ley ampara el derecho del creador de la obra a cobrar por su trabajo y por su reproducción. Otra cosa distinta es que yo le venda una copia de los archivos, ud. puede hacer las copias que quiera, y donde quiera, eso sí, siempre que sea para uso privado, porque para publicaciones tiene que pedir permiso al autor y citarlo.
Entiendo que hay en colisión varios derechos, pero es que la fotografía es parte de las profesiones artísticas o artesanas, y la ley dispone que se puede hacer o no.
De su exposición estoy de acuerdo con ud. en que el día del ensayo o de la cita con los novios debe acudir el fotógrafo que éstos determinen, NUNCA el que determine el párroco, parroquia, templo, capilla, capellán, hermandad, cofradía o lo que sea.
Saludos,
De todas formas, el fotógrafo será el propietario intelectual cuando el objeto de la fotografía sea suyo. Pero es que una boda no lo es. Por tanto no puede apropiarse de ello.
Josafat: yo estoy de acuerdo en que en una celebración religiosa (boda, bautismo, primera comunión, ...) lo importante es la celebración. Y no hay caso a tirar 'mil' fotos. Pero no tiene nada de malo tirar unas poquitas como recuerdo, mientras se mantenga el respeto a y la relevancia de la verdadera celebración.
Por favor, si no sabe de lo que habla, mejor que no lo haga. No le digo que se calle, le digo que sea prudente, por favor.
a) Nadie discute el derecho de los fotógrafos a vivir de su trabajo ni su propiedad intelectual.
b) Afirmas: “No se está poniendo nadie de acuerdo, es que es la ley de la propiedad intelectual la que establece eso”. Agradeceré que me des la cita en que la Ley de Propiedad Intelectual autoriza a los fotógrafos a ponerse de acuerdo para no ceder los originales.
c) Te paso una cita: “Se prohíbe todo acuerdo, decisión o recomendación colectiva, o PRÁCTICA CONCERTADA O CONSCIENTEMENTE PARALELA, que tenga por objeto, produzca o pueda producir el efecto de impedir, restringir o falsear la competencia en todo o parte del mercado nacional y, en particular, los que consistan en: 1. La fijación, de forma directa o indirecta, de precios O DE OTRAS CONDICIONES COMERCIALES O DE SERVICIO.
Es de la Ley de Defensa de la Competencia, art. 1.
Eso de que no podéis usar la imagen del retratado sin su consentimiento está bien, pero no justifica que tenéis una práctica evidentemente restrictiva de la competencia: ¡solo faltaría que encima obligarais a ceder los derechos de imagen!
Mira, Miguel Ángel, en tus intervenciones no haces otra cosa más que defender los derechos de los fotógrafos. Me parece bien tu corporativismo, pero también podrías denunciar las faltas del sector, que también las tienen, y te he demostrado que tenéis una y además bastante enojosa.
Si yo contrato a Bill Gates para mi empresa de software, es lógico que él quiera imponer la condición de quedarse con la propiedad industrial de los programas que pudiera crear y yo no pueda negociar esta cláusula. Pero si contrato al recién licenciado, lo normal es que no tenga capacidad negociadora y deba ceder este derecho a la empresa.
Igualmente, si contrato al mejor fotógrafo de National Geographic para una boda, seguramente no tengo capacidad negociadora respecto de la propiedad de los originales. El problema es que si contrato al último fotógrafo de Madrid, tampoco tengo capacidad negociadora. Negocio otras cosas, pero esto no lo ceden.
Eso se llama práctica restrictiva de la competencia.
Y por cierto, NO es práctica restrictiva de la competencia, puesto que no son clausulas de asuntos que tengan que ver con la competencia, ni el precio ni las retribuciones, sino con los derechos, y lee bien por favor, INALIENABLES del autor. La paternidad de las obras es inalienable, otra cosa muy distinta es que se cedan los derechos a cambio de retribución o porque me de la gana simplemente, por escrito, por supuesto.
Entiendo que ya han quedado claras sus posiciones, por lo que no aparecerán en este post más comentarios suyos.
Lo que digo yo es que no lo es, pero la gente no percibe la diferencia. Al fijarse a nivel diocesano las cantidades por cada sacramento, la diferencia entre donativo y simonía parecen de detalle, y éstas diferencias la gente no las percibe. Sobre todo porque el sacerdote no se esfuerza tampoco en explicar que no tiene por qué pagarlo todo, que es una limosna. La gente cuando va a pedir una misa por su muerto pregunta cuánto es como si estuvieran comprando el periódico o el pan.
Desde luego, reconozco que debe ser un recuerdo imborrable la grabación de seguridad de mi boda. Ese plano fijo del sagrario en la capilla lateral, con los emocionantes 15 segundos en los que el sacerdote entra en cuadro y saca el cáliz, los impagables planos cenitales de la sala, que permiten ese divertido juego de adivinar a quién corresponde cada grupo de pixels, ese primer plano de la puerta de entrada, gracias al que nos enteramos de que durante la homilía se asomó una beata...
Ah, perdone, que en la iglesia donde me casé no me consta que haya cámaras de seguridad.
¿Entonces sí que podía llevar fotógrafo? No sé, tal vez tengan algo de razón la Conferencia Episcopal y el Vaticano cuando, como indicaba Miguel Angel, se han pronunciado al respecto y lo han admitido.
Un saludo.
Simplemente expreso mi deseo de que se prohibiesen todos los fotógrafos y similares, pues creo que se está llegando a un punto crítico de falta de respeto y consideración a los sacramentos y al sacerdote, hasta el punto de intentar apartar al sacedote durante el ofertorio para sacar una foto o de volver a repetir la comunión para hacer la dichosa fotito.
Creo que si Jesucristo volviese a este mundo, en muchas celebraciones de bodas, bautizos y comuniones cogería el látigo y hecharía a los fotógrafos de los templos, diciendoles: Habéis convertido mi Casa en un plató de cine o en estudio de fotografía.
Creo que un poco de santa ira cristiana vendría bien en este asunto de los fotógrafos y similares.
Si en la Iglesia resulta que no hay cámara de seguridad o la cámara de seguridad falla y te quedas sin constancia gráfica de la boda, pues tomarlo como un pequeño sacrificio y santas pascuas.
Pero bueno si la Jerarquía admite los fotógrafos, pues alabado sea Dios y apechugar con los muchos inconvenientes que ocasionan tan celosos profesionales como penitencia por nuestros pecados.
Esto me recuerda el diálogo que mantuvieron Abraham y Yahveh al respecto de la suerte que iban a correr Sodoma y Gomorra. Con perdón y sin ánimo de ofender, parafraseo a Abraham:
¿Así que vas a expulsar al justo con el malvado? Tal vez haya cincuenta fotógrafos respetuosos en las iglesias. ¿Es que vas a echarlos, y no perdonarás al gremio por los cincuenta respetuosos que hubiere dentro? Tú no puedes hacer tal cosa: echar de las celebraciones al justo con el malvado, y que corran parejas el uno con el otro. ¿Acaso vas a fallar una injusticia?
¿Y si son 45? ¿Y si son 40? ¿30 tal vez? ¿Y 20? ¿Y si se encuentran allí diez?
Supongo que, siguiendo con el paralelismo bíblico, diez buenos fotógrafos deberían bastar para salvar al gremio.
Un saludo.
Vale, tienes razón. Sería una injusticia hechar a todos los fotógrafos sin distinguir entre los que son respetuosos con la celebración de los sacramentos y los que no lo son.
Propongo sólo que se expulse a los irrespetuosos y que incluso se vuelva a admitir a los irrespetuosos cuando demuestren enmienda.
El Padre Jorge a punto de golpearle una cruz sobre la cabeza en la celebración de un bautizo, incluso podría golpear al niño bautizando, eso y tantas otras circunstancias indeseables debidas al celo profesional fotográfico se deben de evitar, creo yo.
Consultando por internet para conocer el derecho que me atiende como padre cuya hija tomará el santísimo sacramento del Bautismo este próximo sábado 1 de Junio en Madrid, he terminado en este blog leyendo sus comentarios.
Mi historia es la siguiente:
Hará un mes y medio que mi mujer y yo nos acercamos a la parroquia del barrio para solicitar al sacristán el bautismo de nuestra hija. Tenemos además otro hijo de 3 años que igualmente está bautizado aunque en parroquia distinta.
Lo primero que nos chocó, respecto al anterior bautizo, nuestra boda y otros sacramentos en los que hemos participado con familiares, es el altísimo grado de interés por parte del párroco por averiguar todo lo posible en lo referente a nuestro estado social, es decir, no por saber si nuestra asistencia era motivada por fe, que la tenemos, no por saber si los padrinos serían garantes de la fe de nuestra hija, que lo son como lo somos nosotros con nuestros ahijados... me refiero a saber en qué trabajamos los dos, en qué compañía, los años de antigüedad... ambos nos quedamos en puertas de esperar la pregunta del salario neto... no la hubo... en fin, todo quedó en eso, fijamos la fecha del bautizo y asistimos a dos jornadas de encuentros con otros padres de la iglesia para preparar el sacramento. En ningún momento, tanto en el encuentro con el párroco, como en las jornadas en las que asistieron sacerdotes y colaboradores de la parroquia nos comentaron nada sobre fotografías o videos en la ceremonia del bautismo... la verdad, nosotros tampoco pensamos en ello. Si fue curioso en la entrega de un sobre indicándonos a todos los asistentes que era para entregar en su día con el donativo que quisiéramos realizar...
La verdad sea dicha que este mismo lunes caí en cuenta del tema de si se podrá o no hacer fotografías por nuestra cuenta, habrá un fotógrafo, etc... pero comenté con mi mujer que avisara a una cuñada nuestra que sabe hacer muy buenas fotografías y una cámara muy buena, por si acaso no había nadie...
Justo anoche recibí una llamada de un colaborador de la parroquia para advertirme que no nos habían comunicado nada de que la parroquia pone a nuestra disposición un fotógrafo pero sin ningún compromiso alguno, cosa que le comenté la verdad, habíamos pensado en un familiar y que sacase dos o tres fotografías siempre sin molestar nada o poco de su sitio... cosa que me comentó que no está prohibido sacar fotografías por parte de los asistentes pero siempre desde su sitio y que si no me importaba proporcionaría mi teléfono al fotógrafo para que me comentara siempre sin compromiso alguno.
Antes de proseguir, considero muy bueno que en el caso de un bautizo de varios niños, no haya pupulando una jauría de personas con cámaras, flashes, con experiencia o sin ella alrededor de los verdaderos protagonistas del sacramento: Dios y los niños.
Así que mi respuesta fue, por supuesto (menos mal que no hemos contemplado contratar a alguien dado que nos avisaban con tres días de antelación).
Pues bien, el fotógrafo me ha llamado y me ha informado de la cuota del reportaje que contempla 10 fotografías a elegir de las que realizara en un álbum por 95€, sinceramente no me parece caro pero tampoco barato. Le he preguntado si habría opción de tener también los archivos de las fotos y rápidamente me ha dicho que por 20€ adicionales me los entregaría en un CD. Le he preguntado que si solo necesitara los archivos de fotografía para luego juntarlos al resto de fotografías del exterior de la iglesia y restaurante... en ese momento a titubeado pero me ha dicho que por 80€ me daría solo el CD con las 10 fotografías que eligiese... que fuese lo que fuese le tenía que confirmar esta misma tarde.
Pues bien, le he dicho que tengo que pensarlo y le he pedido algo más de plazo, me ha dado hasta mañana a medio día, que quedaría conmigo y que se paga por adelantado... ¿cómo que por adelantado? ¿y si este señor no aparece? ¿y si las fotografías salen borrosas?
Bueno pues le he dicho que como mucho le puedo dar unos 50€ antes y el resto al finalizar una vez revisado el material y en la entrega se lo abono... me dice entonces este señor que nada que es norma de la iglesia el pago por adelantado. Ahí ya es cuando le he dicho que entonces no quiero sus servicios y me ha comentado que entonces no se pueden realizar fotografías en el templo durante el bautismo y que él va a estar allí con sus ayudantes para hacer que se respete la exclusiva... le he dicho "un momento, me está usted diciendo que hay exclusiva"...
Si señores, dado que esto es un blog no voy a indicar ni Parroquia, ni nombre del fotógrafo ni demás...
No se que haré si claudicar con esto o cancelar todo y buscar otra fecha e iglesia para que mi hija sea bautizada... seguro que terminaré claudicando, aunque en mi sobre el donativo será impactado por el importe y trato vejatorio de estos señores.
Una lástima, así NO hacemos iglesia.
Me parece vergonzosas las palabras aquí escritas. Me parece de vergüenza las forma de actuar que tienen algunas iglesias y curas.
Me parece vergonzoso incluso que esto genere un debate con tanta tontería.
Sois simples sacerdotes. Hablando se entiende la gente, no imponiendo leyes y restricciones a vuestro antojo como dictadores y por puro interés.
Una cosa que me entristece mucho, y solo hablo de mi experiencia es que al final siempre volvemos al mismo tema que es el dinero..... queriendo uno casarse ante Dios, el precio que conlleva da mucho que pensar..
Saludos a todos.
Caroline
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