Creí que venían con buena intención
Han pasado años. Comida de sacerdotes con el entonces cardenal arzobispo de Madrid, D. Vicente Enrique y Tarancón. El PSOE hacía unos meses que había ganado las elecciones generales. Un sacerdote, en aquella comida le preguntó: “Don Vicente, usted dijo en una ocasión que con gobiernos de izquierda la iglesia podría vivir mejor. ¿Lo mantiene?”. Su respuesta fue de las que hacen antología: “Yo es que creí que venían con buena intención”.
Tarancón era lo que entonces se calificaba como un obispo progresista, al que tocó en los años de la transición ejercitar sus buenos oficios para que las cosas fueran saliendo sin enfrentamientos, buscando consenso, tratando de aunar voluntades, según las estrictas instrucciones recibidas de Roma. Hizo su papel. Triste al final de su etapa como arzobispo de Madrid ese reconocimiento de mala voluntad por parte de sus interlocutores.
No se equivocaba el bueno de don Vicente. Desde la izquierda de este país, mientras se apropiaban de la bandera de la tolerancia y el respeto, se han ido minando los derechos de los católicos bajo capa de convivencia, igualdad, renuncia a privilegios y fomento del espíritu democrático.
El resultado de tanto respeto es que cada día te sacuden una bofetada nueva.
Hace apenas unos días nos enteramos de que definitivamente quieren acabar con las capillas en la Universidad Complutense de Madrid, que no acabo de entender el trastorno que causan, porque en definitiva es ceder un pequeño local y ya, dado que el coste lo asume el arzobispado. Pues nada. Eso sí, cada sindicato tiene sus propios locales en cada facultad y asociaciones de lo más diverso y variopinto gozan de locales para uso propio. Los católicos no tienen derecho. Mucho hablar de respeto, tolerancia, democracia y libertad. Pero capilla fuera. De casta le viene al galgo y el que a los suyos se parece honra merece. Un hijo de don Santiago Carrillo era normal que así actuara.
Y lo del portavoz del gobierno de Andalucía, don Miguel Ángel Vázquez, pidiendo que pongan un bozal a monseñor Demetrio Fernández es otra prueba evidente de talante democrático, respeto a la libertad de expresión y separación iglesia – estado. Toda la vida enarbolando la bandera de la libertad de expresión y la lucha contra la censura para acabar pidiendo bozales para los que piensan de forma diferente.
Mientras, Rubalcaba pidiendo que se denuncien los acuerdos iglesia – estado. El objetivo es machacar a los católicos. Qué bien lo expresaba el cardenal Tarancón: “creí que venían con buena intención”. Pues parece que vamos mejorando.
15 comentarios
Es el odium fidei diabolico del que están empapados hasta el tuetano.
Si a ello unimos nuestra corbadía y la ausencia de la Iglesia por la dejadez o mala gestion de nuestro episcopado en la transición,no es de extrañar que se recojan amargos frutos en este momento. Nunca pensé que en España Dios pudiera volver a pedirnos en un momento dado el martirio, ya no estaría tan seguro...
Con estos personajes así le ha ido a la Iglesia española en todos estos años. Franco tenía razón respecto a ellos.
Supongo que también tienen la mejor de las intenciones.
Por lo tanto, que esto lo dijese Tarancón suena a escusa barata. Pienso que bien sabía y, a pesar de todo, impulsó todo esto y alentó al partido de "por el cambio", ¿se acuerdán? y ya lo creo que han cumplido.
Por útlimo, si Tarancón realmente creía que "venían con buena intención" y al ver lo hecho se le abrieron los ojos, lo primero que tenía que haber hecho era denunciarlo a todos los católicos españoles y, segundo presentar su renuncia al Papa con cuatro sencillas palabras: "santo Padre, no sirvo" (de servir para el puesto y servir a la Iglesia local y universal). Pero no lo hizo, es decir, en cima orgulloso.
Por todo esto pienso que este señor fue un mal para la Iglesia y que -especialmente con sus palabras- era consciente del mal que había sido y estaba siendo para la Iglesia.
Y no voy a entrar en su gobierno y acción pastoral que eso daría para una tesis doctoral en la cual Tarancón no saldría muy bien parado (por decirlo suavemente).
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A ver si entiendo: A Su Excia. Rvdma. lo que de última le importaba era que la Iglesia pudiese "vivir mejor"????
¡¡Pero entonces se entiende perfectísimamente la actitud actual del episcopado y su apoyo al PP!!: corregido el error de percepción de Tarancón, se seguiría persiguiendo idéntico objetivo: "vivir mejor".
¡Ay!
¡No nos quedemos en la anécdota histórica de tiempos de Tarancón, y actuemos ahora en estos tiempos que son los nuestros!
Segunda cuestión, dejando a un lado que Tarancón basicamente era un pelota del poder (recordar sus posiciones cuando era obispo con Pio XII, y fue el obispo más "presentado" por Franco)los que fueron con mala intención fueron los de la UCD y el Rey que eran los que tenían el poder que se usó contra la Iglesia (no confundir una jerarquía entre entreguista, maleada y cobarde, con la Iglesia -por poner un ejemplo Enrique VIII persiguió a la Iglesia y la jerarquía del momento salvo honrosísimas excepciones, en su mayoría siguió al poder político)
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