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A raíz del post que publiqué hace unos días sobre las dificultades en Caritas, un comentarista de forma pública, y otros a través del correo, me sugieren que dé públicamente el número de cuenta de Cáritas de mi parroquia por si alguien quiere echarnos una mano.

Antes de nada quiero decir que Cáritas existe en cada parroquia, en cada diócesis. Y que cada euro que recibe lo sabe emplear de la mejor forma posible.

Nosotros somos tan solo una parroquia más, que hacemos lo que podemos como tantas otras. Una labor callada pero eficaz que está haciendo que mucha gente salga adelante.

Como Cáritas de esta parroquia de un servidor, puedo contaros con orgullo que son más de cuarenta los voluntarios que están trabajando aquí a favor de los más débiles a través de cuatro proyectos que cuento brevemente:

- SOIE. Servicio de orientación e información para el empleo, con más de quinientas personas atendidas y un índice de colocación en torno al 20 %. No tienen más gastos que el teléfono, unos cien euros al mes, porque el resto lo aportan los mismos voluntarios.

- Reparto de alimentos a familias. Del que se están beneficiando ya más de 40 familias (unas 150 personas) a las que se facilitan alimentos dos veces al mes: leche, legumbres, pasta, aceite, galletas, congelados… Se obtienen los alimentos de dos “operaciones kilo” en un hipermercado de la zona con alguna anécdota especial que merece la pena conocer, de lo que aporta la gente y de comprar cuando no llega. Este último mes, más de ochocientos euros de compra.

- Apoyo a chicas embarazadas en riesgo de aborto. Siempre hay media docena a las que atendemos. Las voluntarias dicen que no necesitan dinero, que para abono transporte, leche y esas cosillas se apañan ellas con donativos de amigos y familiares, y lo demás como cochecitos de bebé y ropa lo da la gente de la parroquia. (Y si las chicas necesitan alimentos ya me encargo yo de ir llenando bolsas…). Y cuando andan mal pero que mal de fondos, montan un mercadillo y adelante.

- Centro de ocio y cultura para ancianos. Funciona una vez por semana y asiste una media de quince personas. Lo mismo juegan al bingo que tienen una charla sobre Isabel la católica. Otros que no necesitan presupuesto, porque dicen las voluntarias que con la aportación que hacen ellos para el café reponen y sobra.

Otros gastos son de la parroquia, porque aquí se paga luz, agua, gas, climatización, mantenimiento, limpieza, hipoteca, seguros… sin hacer cuentas si es para catequesis, liturgia, Cáritas, despacho o lo que sea.

Así funciona Cáritas en esta parroquia y en todas. Pues si quieren apoyar a Cáritas de esta parroquia ahí tienen un número de cuenta. Y si hay alguien en Madrid que desee colaborar como voluntario, que me envíe un correo, que estaremos muy agradecidos por su apoyo.