Preparados para ser mártires
Llevo tiempo diciéndolo, al principio sotto voce y cada vez más abiertamente. Hay que estar preparados para ser mártires. No sólo porque moralmente estemos sintiendo ataques que no podemos comprender, sino porque las agresiones físicas van apareciendo de cuando en cuando.
Hace tiempo que lo vengo observando. Primero fueron las agresiones verbales en medios de comunicación sobre todo y en la calle. Que si la Iglesia tal, que si los curas cual, que si los cristianos, que si… Luego, agresiones contra las cosas: un templo con pintadas, una capilla profanada en tal universidad, una iglesia a punto de arder, sagrarios profanados. Cosas que pasan.
Hoy se ha dado el paso a las personas. Recordamos todos el caso de esa religiosa pateada en Atocha. Pero cosas pequeñas encuentras cada día aunque no se quiera que salten a la prensa. Sé de sacerdotes a los que se les ha escupido en el metro de Madrid. Conozco en propia carne ser tachado de pederasta por la calle. Como también he sentido clavados en mí ojos que te apuñalan desde muy dentro.
¿Se nos va a olvidar el penoso espectáculo de esos llamados grupos laicistas, en realidad de anticatólicos, agrediendo a jóvenes peregrinos en Madrid en la última JMJ? Hoy ser católico practicante y militante es profesión de riesgo. Hoy ser sacerdote o religioso y mostrarlo abiertamente se considera por muchos toda una provocación.
Contra los católicos todo vale. Ayer Bruno, compañero blogguer de Infocatólica, nos contaba cómo en Ontario se pretende impedir que se hable en contra del aborto en los colegios católicos. Hoy leo en Infocatólica que “El ayuntamiento socialista de Toledo amenaza a una parroquia si no retira un cartel anunciador de catequesis”.
Día tras día recibiendo palos. Día tras día aguantando mentiras y manipulación. Día tras día de demagogia y acoso al católico.
Algunos feligreses ya me han dicho que tenga cuidado, que hablo demasiado claro y que se me entiende todo, en la predicación y no digamos en el blog. Y que no descartan que un día nos pase algo: algún ataque en forma de pintadas, agresiones al templo o incluso que personalmente pueda sufrir represalias. Pues lo siento. El aborto es un asesinato. La Vida tiene que ser respetada desde su concepción. La Iglesia tiene sus derechos irrenunciables… ¿Sigo?
No. No pienso callar. Y si hay que ser mártires, pues bendito sea Dios que nos regala ese don. Pero no, tranquilos, no pasará nada. Ser mártir es una gracia demasiado excelsa para cristianos corrientitos como nosotros. Ahora bien, si hay que serlo…
24 comentarios
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-Como dice el Cristo beber de este cáliz lo beberéis; Mas ¿cómo?
-Si la propia madre, hermana o amigo nos denuncia ante extraños como enemigo social.
-Si lejos del consuelo de estos sin maldecir ni desesperar; Y así en en soledad marginados, perseguidos y condenados nos vemos, en el colmo de toda lógica de mundo y sus leyes de justicia diciendo:
-Padre Dios; Jesús el Cristo. Gracias te doy, mi Dios, por permitir que te imite en este mi pobre paso por esta vida. Perdona a mis enemigos como yo así los perdono.
-Y a vosotros los que me condenáis y sois el medio de que me aleje de esta penosa vida: ¡gracias por el favor que me hacéis!
Está todo en revelaciones privadas - eso y más- pero como son "revelaciones privadas" y ya lo que Dios diga no vale un pimiento según algunos interpretan el Evangelio... pues nada, no diremos nada.
Lo que sí parece, es que en España lo sufriremos pero podemos ganar - de nuevo- y acabar como refugio mundial...
Mucho ánimo, padre. Cuente con nuestro apoyo y oraciones
"Elevemos nuestras oraciones al Señor y mantengamos seca la pólvora".Thomas Cronwell. Sin "acritú", como dijo el Guerra.
Se puede decir con mayúsculas, pero no más claro.
Esa si que es una propuesta: "Vaya usted con Dios, Padre". Excelente.
Hay muchas formas de dar la vida, muchas formas de perderla (o de ganarla, en sentido evangélico), y en consecuencia, hay muchos martirios posibles, más allá de la estricta aniquilación física.
El martirio que ya se da de hecho es el martirio social, por así decir, que es aquel que produce aislamiento social, incomprensión, soledad. Este martirio social ocurre incluso cuando no hay propiamente una persecución como tal. Vas muriendo para el mundo, para este mundo, cuando simplemente no encuentras a nadie con quien compartir la verdad. La podrás proponer; te podrán incluso, en el mejor de los casos, escuchar; pero nadie te entenderá ni la asumirá. Por lo común, serás calificado de lo peor y todas las puertas te las irán cerrando.
No nos engañemos; al menos en el mundo occidental, cada vez que un miserable patea a una monja, quema una iglesia, o destroza una fachada, una imagen o una capilla, queda descalificado por aquellos mismos que nos desprecian. No les hacen falta matarnos físicamente. Reducirnos a la nada social es suficiente. Y a fe que lo logran... Ya somos mártires, D. Jorge.
¡Viva Cristo Rey! Gracias Padre!!
Nadie es más consciente, gozosamente consciente de la "autodemolición" de la Iglesia que sus enemigos.
No estaría mal, en esta hora de necedad y de necesidad, recuperar tanto el último Evangelio como las preces leoninas.
GRACIAS JOSE
En cambio, si a mí me despiden o me queman la tienda o me cierran el restaurante o la farmacia por negarme a tal o cual imposición inmoral... ¿hay una comunidad cristiana generosa, gente que me quiera de verdad, para acogerme y apoyarme?
Los cristianos vencieron al Imperio romano a través de AUTENTICAS COMUNIDADES, amor más fuerte que la muerte... nosotros somos unos individualistas que no sabemos ni como se llama el desconocido al que doy la paz en misa... así no podremos ser mártires.
¿Quiere preparar cristianos capaces de ser mártires? Organice la muchedumbre parroquial en verdaderas comunidades: divida a sus 1.000 feligreses en 100 grupos pequeños de 10 personas, gente que se conoce, se apoya, se quiere y se preocupan unos por otros, que se dan cuenta de que faltas y tienes problemas.
Se puede ser mártir independientemente de lo que te rodee.
Tu preciosa idea del último párrafo, aunque merece ser tomada muy en serio, lo tiene, como tantas otras ideas que se salen del plano cómodo, muy difícil.
No te desanimes. Bienvenido a la comunidad.
Confía en María Nuestra Madre.
Sacerdocio, divino tesoro. Literalmente.
Dios os siga bendiciendo.
Es evidente que esas comunidades que describes apenas existen, salvo núcleos organizativos muy cerrados. También es evidente que cuando has de salir al mundo y ser consecuente ya no sólo con tus creencias sino con una cierta forma de ser, fruto no solo de aquellas sino de la consciencia de tus necesidades más profundas, solo tienes a Dios en tu corazón. Y, acaso, a alguna aislada amistad. Lo que quieran que te ocurra, te ocurrirá.
Si aún permiten a duras penas la existencia de la Iglesia es porque suele ser perfectamente inoperante. Mientras se limite a dar el servicio asistencial que ellos han delegado por pura desidia, tendrá aún una larga vida. La Iglesia hoy, y es muy duro reconocerlo, no es fuente de orientación (no digo ni mucho menos salvación) para la inmensa mayoría.
Disculpas (en la confianza de que no sean aceptadas) de antemano por citar a un protestante.
"Elevemos nuestras oraciones al Señor y mantengamos seca la pólvora".Thomas Cronwell. Sin "acritú", como dijo el Guerra.
Se puede decir con mayúsculas, pero no más claro.
Esa si que es una propuesta: "Vaya usted con Dios, Padre". Excelente.
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