La señora Rafaela, presidenta
De la comisión encargada de hablar con el párroco.
Un grupo de feligreses, presidido por Rafaela, fue el encargado de hablar con el párroco para hacerle llegar las inquietudes de algunos laicos.
En síntesis le pedían que hubiera misa en la parroquia cada día y un horario fijo de confesiones.
El párroco les dijo: “Jesucristo sólo celebró una misa en su vida y fue bastante. Por otra parte, jamás tuvo horario de confesionario. ¿Dónde habéis visto en los evangelios que haya que celebrar misa a diario o tener un horario de confesiones?”
Repuso la señora Rafaela: “lo hemos visto en el mismo capítulo donde se afirma que usted debe tener una casa parroquial para vivir y un sueldo a fin de mes".
El párroco sólo acertó a decir: “Hay gente que no ha asimilado el concilio". La señora Rafaela a su vez exclamó: “algunos con en cuento del concilio hay que ver qué morro echan a la vida".
Y se organizaron para poder acudir a misa al pueblo de al lado.
23 comentarios
UY, uy, uyyyyy... si eso lo hiciera de verdad la gente, ¡cuántas cosas cambiarían!
Sobre el tema del post, estoy acostumbrada a ver parroquias con misa diaria, supongo que será diferente en las parroquias rurales donde un solo sacerdote debe atender cuatro o cinco pueblos pero en ese caso se entiende. Sin embargo, lo de no tener horario de confesión lo veo habitualmente. Por ejemplo, mi párroco del pueblo hace tres celebraciones penitenciales al año y además te confiesa cuando se lo pides, pero horario no tiene.
Pero es que el lema de la "reforma" es el lema de la "reforma": los fieles NO saben lo que les conviene.
Aunque estoy de acuerdo que el oficio de cura es uno oficio como cualquier otro, la administración de las cosas santas no es una administración como cualquier otra.
Muy malo podrá ser el cura -de esos que hasta les suenan mal las campanas- pero lo nuestro como fieles es recibir con alegría eso que no podríamos comprar con todo el oro del mundo.
Si nos dijeran que sólo hay oportunidad de confesarse y comulgar una vez cada cien años, allí estaríamos haciendo fila durante treinta, pidiéndole a Dios no morir en el intento. Pero como hay "servicio" cada mes, lo queremos a domicilio y las 24 horas y encima con la prepotencia de "para eso le pago".
Pues no, doña Rafaela: Ni usted ni Bill Gates juntos podrían pagar lo que "un cura" hace con sus manos, sus palabras y sus oídos. Siéntese y cállese, y dele gracias a Dios de rodillas que la Iglesia hasta tiene campanas, aunque suenen mal.
Me parece que ustedes siguen en una muy cerrada mentalidad preconciliar según la cual el cura hace lo que quiere y los demás a callar, y si protestan es que son malos y no comprenden.
Mucho más concilar la señora Rafaela, que ha aprendido que el concilio trajo una iglesia de todos, en la que todos podían opinar, y donde el sacerdote es sobre todo un servidor de la comunidad.
Por eso, porque cree en una glesia de todos, opina libremente, cosa que a ustedes les molesta bastante.
Me encanta meterme en todos los charcos. La variante que van a hacer por el pueblo me gusta más por el otro lado, en vez de un carril por que no dos o tres o quizás uno para cada uno. Lo siento, opinar es muy libre, técnicamente imposible, conocimientos nulos de ingeniería pero opinar como no.
Lo mismo pasa, salvando las distancias, con un cura en un pueblo:
- sobre el saludo: si más o menos tiempo, si simpático o antipático, si con pobres o con ricos, con los que van o con los que no van. Gustos, una gran gama.
- la homilía: que si larga, que si corta, que poco interés, que la voz...pregunte por el contenido al 90% y le dirá que ha sido muy bonita o muy larga, que es lo mismo que decir que no le ha gustado.
Quiero decirle, Sr. Celeste, que quizás la conciencia bautismal y el compromiso de santidad, o seguimiento a Jesucristo, no está muy asumido por la feligresía y por mis críticas, que no vienen a la Santa Misa. Quedarse en la cascara, en las campanas, solicitar sacramentos a gusto del consumidor y como soy servidor de la Iglesia haré lo que dulcemente este indicado en la misma sin imponer mis opiniones personales pero sin verme obligado por las opiniones de otros que distan mucho de la única opinión de Cristo que habla por su Iglesia. No se si seré muy conciliar, sólo espero ser buen hijo de Dios que lo sirve en su Iglesia.
En la Historia de la Iglesia ha habido hasta el momento 21 concilios ecuménicos, todos igual de válidos e importantes. No hay que olvidarlo.
Lo de pedir y opinar está muy bien. Lo que no está nada bien es esa actitud de "para eso le pago" que ya le conocíamos a doña Rafaela desde antes.
(espero, eso sí, que doña Rafaela sea un personaje ficticio, porque si es de verdad, que el Señor nos libre)
Lo próximo que espero de doña Rafaela es que cuando vaya a confesarse (suponiendo que vaya y no espere a que le manden la absolución por correo) diga que el sacerdote tiene obligación de absolverla sin arrepentimiento que "para eso le paga". O puestos a eso, quiere la comunión en dos especies y el vino en vaso grande, que en el bar por un euro le dan un chato y aquí por dos ni siquiera intición.
Mañana me toca visitar a dos hermanas solteras, Pili y pepi, me da miedo, antes de ir suelo rezar el Rosario cuando me dirijo a su casa. Me montan las pobres cada cirio, que sino las miro, que las visito poco, que soy mu malo, que me rio de ellas. El cura anterior a mí me dijo, para darme ánimos, y tu no conocistes a la madre. Mis dos señoras pasan de los setenta. Rezar por mí y por mis dos ancianitas, para que no me riñan mucho. Gracias
No sé de donde han salido algunas de las características que se le atribuyen, yo creo que he leído todos los post y no las veo por ninguna parte. Como una de las servidumbres de internet es que no se oye el tono de voz me gustaría remarcar que lo de "no sé" es literal, sin segundas. Por ejemplo, ¿de dónde sale que no va a Misa?, ¿de dónde sale que tiene una actitud de "yo pago, yo exijo", incluso la acusación de practicar simonía?, ¿de dónde salen los argumentos de pre o postconciliar? , ¿de dónde sale que se queja por tonterías (a mí me parece que todas sus quejas tienen sentido)? Y unas cuantas más.
Señor Un Cura, con el debido respeto, repase sus comentarios y verá que no ha dicho usted ni una sola cosa buena de sus feligreses. ¿Tan malos son? ¿Eso es lo que piensa de ellos? Pues no sé que decirle, la verdad, en mi parroquia la gente, incluido el párroco, es más normal, con sus cosas buenas y sus cosas malas.
Revise esta frase:
"Repuso la señora Rafaela: “lo hemos visto en el mismo capítulo donde se afirma que usted debe tener una casa parroquial para vivir y un sueldo a fin de mes"."
Esa es la actitud a la que yo llamo "yo pago, yo exijo". Doña Rafaela, a quien yo considero un símbolo y no una persona real, es el tipo de persona que cree que lo que "paga" (no "aporta", ni "contribuye", sino "paga") le da derecho a recibir algo a cambio, como en cualquier mercado. Tratándose de cosas santas -la Misa y la Confesión son cosas santas y eso fue a exigir doña Rafaela- eso se llama simonía.
En mi parroquia por ejemplo, se "paga" el estacionamiento. Ese pago, acorde a los estándares del mercado, nos da derecho a quienes llegamos a tiempo y conseguimos un espacio, a estacionar el auto y a un cierto nivel mínimo de seguridad. No me da derecho a que bendigan el coche, ni aunque el padre ande por allí "sin nada que hacer". Si quiero bendición, la pido con humildad y si buenamente el padre cree que la merezco y la necesito me la dará sin cobrar nada a cambio. No se la negará tampoco al que estacionó en la calle, ni se la dará indiscriminadamente al que tiene auto más grande.
Y si el padre accede a bendecir el auto, tampoco puedo exigirle que "ya que va a echarle agua bendita que le dé una lavada". Eso equivale a exigir un horario fijo de confesiones. Puedo pedir confesión, estoy en mi derecho. Puedo sugerir que haya un horario fijo, para conveniencia pastoral de la feligresía. Puedo incluso sugerir que sea los miércoles de 4 a 6 de la tarde. Pero no puedo "exigir". Porque no estoy pagando, esto no es un mercado, ni el cura es lavador de autos.
Los fieles de mi parroquia son un primor. Los chascarrillos de los que le hablo son de algunos que no bien a misa dominical, ni diaria. Son estas rafaelas y rafaeles personajes que acuden en momentos ocasionales: bodas, bautizos y entierros; y que exigen como si sólo tuvieran derechos para que los case o bautice cuando les venga en gana, sin atenerse al sentido común, no voy a variar la hora de la misa de un sabado por una boda, quieren una misa de difuntos un día concreto y si hay otra intención previa se enojan y quieren que sea ese día y que el otro cambie. Mi queja, mi lamento, mi pena es la mala conciencia de estos alejados que acuden a la Iglesia como si fuera la seguridad social: a exigir. Y si les doy un sobre para que colaboren con la Iglesia sin exigirles una cantidad concreta entonces siempre estoy pidiendo, peseterooo.
Doña Gaby, ahora he entendido su punto de vista pero no estoy de acuerdo. Usted dice que los laicos no tenemos derecho a exigir pero es que sí que lo tenemos, tenemos derecho a recibir de nuestros pastores todos los bienes espirituales que la Iglesia nos ofrece para nuestra salvación. Tenemos derecho a que nuestro pastor predique la fe católica y no lo que él crea (post anterior), tenemos derecho a pedir los sacramentos tal y como la Iglesia establezca (este post). Si la señora Rafaela falta a la caridad o no (que yo creo que no) y si sus respuestas representan un pecado de simonía (que yo creo que tampoco) le recononozco que sería discutible, pero sus ejemplos no contradicen lo que hace la señora Rafaela porque son exageraciones de lo que ella realmente pide.
Justamente el problema de la feligresía es que no entiende (ni quiere entender) el Evangelio en su totalidad. Seguramente usted que sí estudia sabe que por el pecado todos somos reos de muerte y que solo el sacrificio de Cristo nos permite la redención.
Y como el Señor confió a Su Iglesia la administración de estos bienes (por mucho que le pese a doña Rafaela), a los fieles nos toca agradecerle a Dios y a Sus Ministros que nos hagan participes de esa redención. Cuando el sacerdote actúa "in persona Christi", en lugar de Cristo, en la Misa y el confesionario, la única actitud correcta es de sumisión, porque nos estamos sometiendo a Cristo, no al hombre que lo representa. Las ofensas vertidas contra el sacerdote son ofensas contra Dios, y si no nos atreveríamos a pedirle a Jesús que nos atienda en el horario que a nosotros nos conviene, tampoco al sacerdote.
"lo que hagan con uno de estos hermanos míos mas pequeños, a Mi me lo hacen" dijo el Señor. Y si dejamos a este cura "que nos cae mal" por otro que nos es mas simpático, es a Cristo al que estamos dejando.
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