Trucos pastorales: el mail semanal
En la vida de la parroquia hay cosas que a uno se le van ocurriendo y que acaban dando mayor o menor resultado. Cuando aprenda a poner categorías en los posts –no se puede pedir todo el primer día- una de ellas será algo así como “Iniciativas pastorales”, donde iré contando las cosas que se me van ocurriendo en aras de una parroquia más fraterna, más fiel a Cristo y a la Iglesia, y más evangelizadora. Tengo que pensar mejor el nombre de la futura categoría (por cierto, admito y pido sugerencias).
Hoy comienzo por una que nos está dando un magnífico resultado: el “mail” semanal a los feligreses.
Creo que llevo escribiendo ese mail semanal algo así como seis años. Normalmente cada mañana de miércoles llega a más de quinientas direcciones de correo electrónico. Con tanta regularidad que si el miércoles no he podido (cosa bien rara), por la noche me llegan correos que me lo reprochan: “¿dónde está el correo de esta semana?”
Suele ser un correo muy sencillo en el que cuento lo que pasa, las cosas que tenemos previstas, los avisos de la semana, sugerencias, necesidades. Lo mismo se da cuenta de las fechas de inscripción de catequesis, que de la necesidad de alimentos para Caritas. Vale para avisar una conferencia, contar las últimas actividades de los jóvenes, sugerir una actividad o informar de alguna cuestión de la diócesis o de la iglesia universal.
No dejo de enviarlo ni en vacaciones. Si estoy en el pueblo con la familia, o me he escapado unos días junto al mar, no falta ese correo aunque sólo sea para decir: estoy unos días fuera y me acuerdo de vosotros.
Las ventajas del correo electrónico son evidentes. Hay familias que muchos fines de semana están fuera del barrio, lo que les puede llevar a descolgarse de la vida de la parroquia. El correo hace que estén al día de la vida de su comunidad. Nos sirve además para avisos “urgentes”: desde una necesidad especial de Caritas a un acontecimiento de última hora.
Hasta la forma de conseguir correos ayuda a ser parroquia. Muchas direcciones se consiguen a través de inscripciones para catequesis, bautizos, bodas. Pero además de esto, en la entrada del templo, en unas mesas, tenemos permanentemente unos formularios donde quienes lo desean pueden anotarse. Como dato curioso, sé que correos llegan a lugares muy lejanos: gente que un día pasó por aquí y desde entonces está suscrita al correo semanal. Si a esta realidad añadimos que bastantes de estos correos se reenvían, la difusión de las cartas del párroco es más que satisfactoria.
El único problema es la constancia. Sirve de poco si no se consigue un hábito regular de comunicación. He de decir que en esto estoy siendo bastante constante. Creo que en más de seis años que llevo con esta actividad han sido rarísimas las semanas en blanco.
¿Y la gente responde? Pues responde. A los correos y a las sugerencias. Más de lo que uno podría imaginarse. A nosotros nos parece una de las mejores cosas que se nos han podido ocurrir. Y el hecho de que sea el párroco directamente el que escriba añade una cercanía especial.
A compañeros curas, a gente que colabora en sus parroquias, os lo ofrezco como sugerencia. Sinceramente creo que vale tanto la pena que llevo en ello más de seis años.
P.D. Solemos colgar el correo semanal en la web de la parroquia. El que envié ayer se puede ver aqui.
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Durante unos días no voy a tener fácil acceso a internet, así que no podré colgar nuevos posts. Saludos y hasta pronto.
5 comentarios
Feliz día del Párroco, Padre.
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Jorge: de dónde saca la conclusión de que no me siento en el confesionario?
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