Ganó...
Ganó la AZUL… jejejeje, con lo que se habían trabajado lo de “La Roja…” Y con esto, se termina el paréntesis deportivo en este blog. En la próxima entrada hablaremos de cosas serias, como de costumbre.
13 comentarios
Por cierto, no quise comentar su entrada anterior pero resultó ser premonitoria.
Y ya que estamos, ¿no había ningún jugador que se llamase algo como como VAN APEEGAR, o VAN ASOLTAAR LEECHES o ya puestos, VAN AMAATAR?
N. del B.: No, esos nombres no me suenan. Pero creo que uno que daba patadas en el pecho era Van Dalo o Van Darra o algo asín. Me alegro haber sido útil a la sociedad y al mundo rural que tan necesitado está del apoyo de nuestras instituciones.
N. del B.: Se las daré de su parte, amable y perspicaz comunicante.
N. del B.: "Rojo y negro", como el libro de Henri Beyle. O los colores de la bandera anarquista. O el de un pedazo de morcilla con mermelada de fresa. O como Patricio Lumumba, el líder comunista congoleño. Que bonitos recuerdos me traen estos colores. Me evocan las montañas monegrinas, las costas suizas, los fiordos del Teide, los desiertos londinenses, las secuoyas (gigantescas) de París (oh, París), el aroma seductor de las noches en el vertedero de New York, New York, (Start spreadin' the news, I'm leavin' today I want to be a part of it, New York, New York...), el untuoso y delicuescente sabor de la mantequilla holandesa (Tulipán, por supuesto)... en fin, tantas y tantas evocaciones, que ya no se de qué estábamos hablando. Feliz Hannukah.
Pa mí que perdieron la auténtica y para salir del paso compraron una de pega en un "Todo a cien" de Johanesburgo.
N. del B.: Es que a ti todo lo tuyo te parece grande y lo de los demás, pequeño. A las copas me refiero, of course.
N. del B.: Eso, eso, a liarla... Dile a tu señora que se ponga al teclado y que nos hable de tu copa.
N. del B.: Si señora, diga usted que sí, que aúpa l'atletí!!!
Me permito comunicarle que el Dr. E.O. está casado, y bien casado.
N. del B.: Calla envidioso, que no sabes reconocer una admiración pura y sin mácula.. y transoceánica.
N. del B.: Por supuesto que soy del Betis, famoso club nocturno de la ciudad de Novosibirsk. No me suena usted... así que entiendo que su admiración es debida a mi hermosa figura y apolíneo perfil. O algo asín. Si no se ríe de mis entradas, me ha fastidiado. Tendré que hacerme implantes en las sienes. Dios proveerá, que para eso está. Besos a los niños.
N. del B.: hace usted muy bien, que no está el patio para besuqueos.
-Y qué manera tan rara de enteder aquello del golpe de pecho y decir: "por mi culpa por mi gran culpa".
N. del B.: Cierto. Parecía que estaba rezando el "Tú pecador".
Espera... me se ha olvidado. No me alcuerdo. Puah.
N. del B.: es lo que tiene el pensamiento creativo, que se comienza hablando de una cosa y se termina sufriendo la condena de una tortilla de cuatro (cuatro, es importante) huevos, salpimentándola con la constitución, estableciendo una serie de proposiciones deshonestas, el semáforo, la mayonesa, que si el sargento me dijo, que si yo no sabía, y en eso estábamos, ¿te acuerdas? pues ayer lo enterramos. O sea.
N. del B.: Mire, para una mujer existen, por ejemplo, los colores "miel", "lima", "primavera", "trébol", "helecho", "musgo", "planta" y "espuma de mar". Todos esos colores, para los hombres son "verde". Pues con el jurgol a mí me pasa parecido. Usted es capaz de ver que es el equipo que jugó contra Francia, yo lo más que veo es que son de España y que van de azul. Límites que tiene un servidor...
N. del B.: Ya me parecía a mí que habría truco. ¿Y si resulta que algún francés fue a la final con su bandera? ¿y si son un efecto óptico? ¿Y si el autor o yo mismo las pusimos con el fotochó para despistar? Son tan multiples y variopintas las posibilidades, que probablemente tendrá usted razón.
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