Testimonio de Monseñor Matti en la Parroquia de San Nicolás (Pamplona)
Ayer Infocatólica informaba que Nikolaus Matti Abd Alahad, arzobispo y vicario patriarcal de la Iglesia siria ortodoxa, había visitado la Universidad de Navarra, donde compartió su testimonio de lo que están padeciendo los cristianos en Siria.
Por la tarde el arzobispo acudió a la Parroquia de San Nicolás, donde ofreció de nuevo su relato a un numeroso grupo de asistentes. A lo largo de esta semana -y con el apoyo de voluntarios de Ayuda a la Iglesia Necesitada- se está celebrando en esa parroquia pamplonesa una Semana por la Iglesia Perseguida, y la visita de Mons. Matti prometía ser el acto más impactante. Gracias a Dios, pude acudir y no puedo dejar de compartir con vosotros al menos un poco de lo que oí contar. Monseñor no necesitó de intérprete, porque habla perfectamente español.
Comenzó D. Nikolaus su charla diciendo: “En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” y añadió: “Un solo Dios verdadero. Amen.” Así se santiguan para afirmar su fe monoteísta, ya que los musulmanes les consideran infieles, entre otras cosas, porque piensan que los cristianos no son monoteístas.
Nos habló después de Siria, cuna del cristianismo, donde nuestros hermanos en la fe han sido perseguidos primero por los romanos, depsués por los musulmanes en diferentes momentos de la historia…y, finalmente, en el siglo XXI.
Un día nublado llegó una tormenta: la primavera árabe, que “no tenía la belleza de la primavera". Y esta tormenta lo fue especialmente para los cristianos. Nadie pensaba que en pleno siglo XXI podía suceder lo que está pasando allí, sólo cien años después del genocidio que los otomanos hicieron sufrir a los armenios, también por ser cristianos. Monseñor denunció que ahora se está produciendo un nuevo genocidio: “Vivíamos en paz, no teníamos problemas con nuestros vecinos. Viene gente. No son de nuestra tierra. Radicales. Fanáticos. No saben qué significa un ser humano”, gente que solo comprende que “el que no anda según sus leyes es infiel, y tiene que morir".
Comenzó entonces la destrucción de iglesias, capillas, cruces, monasterios, cementerios. Monseñor Matti se preguntaba: “¿Tienen miedo de la cruz?” y él mismo respondía a su pregunta: “Los cristianos, con la cruz somos más fuertes. La cruz es una vida cristiana verdadera que podemos andar a pesar de las tristezas, las tentaciones del diablo…andar sin miedo de lo que puede matar al cuerpo.”
Siguió después relatando cómo fueron los primeros días de esa primavera árabe: mataron, decapitaron, cortaron brazos, “las panzas de las embarazadas (como habían hecho los otomanos)". Nos habló de unos padres cristianos…la madre sostenía en brazos el cuerpo de su hija, y el padre sostenía su cabeza. Había sido decapitada delante de sus padres, porque éstos no habían renunciado a Jesucristo. Después los mataron también a ellos. Así se está viviendo la guerra en Siria. En el siglo XXI.
Decía Monseñor Matti que nos falta fe, que pagamos por nuestros pecados, que el diablo está manejando el mundo como quiere. “La gente no tiene tiempo para Dios, no quieren escucharle. Decimos que somos cristianos y no sabemos dar al Señor su tiempo.” También, claro está, hay intereses de terceros países, intereses económicos…"y quien paga es el pobre, el que no tiene fuerza.” Sin embargo, decía, el cristiano tiene esa fuerza en la debilidad que nos da la gracia de Dios: “Nadie puede quitarnos nuestra fe.”
Quiso D. Nikolaus también llevar nuestra atención a los refugiados en origen, de los que ya hablamos en otro post de este blog, y comparaba la situación de quienes han conseguido llegar a Europa buscando una vida nueva, y con cierta esperanza de encontrarla, con la de quienes son refugiados dentro de su patria, donde tenían casa, trabajo…y ya no tienen nada ni les queda en muchos casos la esperanza de trabajar o mejorar su vida.
Relató también cómo, desde que comenzó el conflicto en Siria hace cuatro años, en varias ocasiones parecía que la llama de la guerra iba a apagarse, pero de nuevo intereses económicos o de otro tipo volvían a encenderla. Denunciaba cómo Turquía no cerró sus fronteras, permitiendo el paso de miles de terroristas a Siria, procedentes de más de 120 países. Algunos de estos terroristas, entrevistados en televisión, creían estar en Palestina, luchando contra Israel, y no sabían que estaban en Siria…decía Mons. Matti que muchos de ellos luchan drogados.
Hablaba de cómo es la vida cotidiana de muchos cristianos hoy en Siria, que buscan vivir con normalidad en medio de una guerra. Cuando van a la Iglesia no saben si van a regresar. Quienes todavía trabajan o estudian, por la mañana, antes de salir, se despiden como si fuera la última vez que van a ver a su madre, a su esposa o esposo…pero necesitan seguir adelante: “Con mucha fe, van” y añadía: “No hay casa que no llore, que no tenga sangre.”
Quiso también Mons. Nikolaus Matti abrirnos los ojos: “Entre los refugiados que han venido a Europa han entrado muchos terroristas.” En este sentido, nos invitaba a reflexionar: mientras Europa está renunciando a la cruz, en Arabia Saudí hay una pena legal mayor por tener un Evangelio que por poseer heroína. No está permitida la construcción de iglesias, pero este país financia la construcción de mezquitas en Europa…“¡Como cristianos debemos defender la cruz!”
Al finalizar su intervención, pedía ayuda para nuestros hermanos cristianos: “¡Están matándonos!", hay que ayudar a los hermanos, vivir nuestra vida cristiana como corresponde. Nos habló de veinte familias cristianas que, procedentes de Siria, Irak y Egipto, viven en Madrid, como él mismo, de la caridad. “Ellos quieren dar algo para ganar algo, quieren trabajar.”
Contaba que en Siria no hay trabajo. Que el invierno es muy duro, con tormentas de nieve. Sin luz. Sin agua. Sin gasolina. Y decía que, quienes han conseguido huir -como eas veinte familias que están en Madrid-, viven con el corazón roto, escuchando que hay bombardeos, sin poder muchas veces comunicarse con su familia, sin saber de ellos…"no dormimos.”
Llegó el turno de preguntas, después de una preciosa oración cantada en arameo, y alguien preguntó cómo pueden mantener los cristianos la fe en esas durísimas circunstancias. Respondió Mons. Matti que los cristianos están más unidos que nunca, sin importar si son católicos, ortodoxos…tienen la fuerza del Evangelio. Se ayudan entre sí, como cuando empezó el cristianismo: “Las iglesias son casas de todos, y las casas de cada uno son de todos.”
Para finalizar este post comparto con vosotros un testimonio gráfico: el del actual Arzobispo de Mosul. Testimonios como el que ayer pude presenciar y como el que nos ofrece Mons. Nona en el vídeo no nos pueden dejar indiferentes. Recordemos lo que nos decía el Padre Douglas también desde Irak: “¡¡¡Despertad!!!”
Armémonos con la coraza de la oración, para que Dios Nuestro Señor nos conceda la caridad que nos falta para sufrir con nuestros hermanos, y derramar en ese Cuerpo llagado nuestras súplicas, y nuestra ayuda. Que nuestra oración sea un bálsamo para quienes sufren persecución, y que sepamos ayudarnos materialmente unos a otros, como aquellos primeros cristianos.
3 comentarios
Tu lo debes saber por mis comentarios, lo que quiero y precio a esa gente. la FE de la iglesia está en ellos, son un ejemplo de todo, su unión a la Pasión de Cristo, corredimiendo en la EUCARISTIA, es inmensa, las almas de los fallecidos gozan ya,de la visión beatifica, la Santisima Trinidad, acompañados por todos los mártires de la historia de la Iglesia, sus almas con Dios están más vivas que las nuestras.Olvidar y perdonar, y practicar la caridad que brilla por su ausencia, entre nosotros, como lo hacen ellos.Ahi está el Espiritu Santo, su Fe es más robusta, compensan la confusión que reina en la Iglesia.Que nos una su Cruz.Me uno a lo expresado por la estimada Palas, ya en la Página tenemos hermanos que amamos y queremos!!!!
Que Dios te bendiga y lo haga con la Iglesia.Que la Resantisima Virgén Maria ruegue por todos, ellos y la Iglesia.Por ahi está el Señor!!!!
Ahi es impensado, una falta de caridad, que el esposo se vaya con otra, que no se pratique la castidad, son ejemplo para toda la Iglesia, de Fidelidad, de Amor a Cristo!!!!!!
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