Masacre en Virginia: el rostro del mal
"Me habéis obligado a hacerlo". De poco le habrá valido esa excusa a Cho Seung-Hui cuando haya tenido que rendir cuentas a su Creador, por la matanza que ha causado en la universidad de Virginia donde estudiaba. Este niñato surcoreano de 23 años dejó una nota en su dormitorio en la que atacaba a los "niños ricos", "libertinos" y "tramposos charlatanes" que había en el campus. Esta encarnación del mal ha querido añadir al dolor de la muerte la infamia de: "os lo merecíais".
Es muy típico en los asesinos eso de encontrar una excusa para justificar sus crímenes. El etarra, educado en un entorno social favorable al odio contra lo español, pretende aplacar lo poco que le queda de conciencia, poniendo su violencia al servicio de un ídolo sangriento construido sobre la falsedad histórica. El amante, marido o novio despechado y celoso, modelo "la maté porque era mía", pervierte el afecto convirtiéndolo en instrumento asesino, lo cual hace pensar que nunca amó, pues el amor es entrega al amado y no posesión enfermiza del mismo.
Volviendo a lo ocurrido en Virginia, es obvio que la permisividad para la adquisición de armas en EEUU favorece que ocurran este tipo de cosas. Los Cho Seung-Hui presentes entre nosotros, y no dudemos que los hay, tienen mucho más difícil llegar a causar una matanza de esta magnitud. Pero el eterno debate sobre las armas en aquel país es estéril. Su constitución garantiza el derecho de cada ciudadano a tener armas de fuego para protegerse y, por más que se quiera, una legislación muy restrictiva no pasaría el filtro del Supremo. Podrá gustar más o menos, a mí no me gusta nada, pero es así y tendrán que convivir con las consecuencias de ello.
Lo que sí sería deseable es que hubiera una cierta autocensura mediática para no encumbrar al asesino. No porque se le vaya a alabar, que no va a ser el caso, sino porque se le puede convertir en referencia para otras mentes criminales ávidas de ejemplos a imitar. Miserables como el surcoreano los tiene que haber a cientos en aquel país y aunque sólo unos cuantos llegarán a ser capaces de liarse a tiros con sus semejantes, no serán pocos los que hoy estén más determinados a hacerlo, pues el mal alimenta al mal y, como bien sabemos por ese despojo humano llamado De Juana, la contemplación del dolor ajeno no mina a la mente asesina sino que la fortalece.
Desde el punto de vista de la fe cristiana, es tiempo de acompañar en el dolor a las víctimas y sus familiares, de orar por los fallecidos y de ensalzar y dar gracias por aquellos que, como el profesor Liviu Librescu, dieron su vida para evitar que murieran más. En él se cumple las palabras de Cristo en Juan 15,13: "Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos". Dios se lo sabrá recompensar. Y poco más se puede hacer. No tenemos la solución que evite que esto se vuelva a repetir. Sólo, y desde luego no es poco, podemos ofrecer a Cristo resucitado como consuelo para los que han perdido a un ser querido.
Dios tenga misericordia de todos,
Luis Fernando Pérez Bustamante
28 comentarios
Los que están a favor de la plena libertad para comprar armas dirán que si alguno de los profesores hubieran llevado una, podrían haber matado al asesino antes de que se cargara a mucha más gente.
A mí me parece que la violencia llama siempre a la violencia, pero veo muy complicado, por no decir imposible, que en ese país toquen su constitución para solucionar ese problema
Si empezaran por ahí, quizás se llegaría a lo otro
Cho Seung-Hui, el autor de la masacre de Virginia recibió ayuda psicológica en 2005 tras merodear a mujeres en el campus y mostró tendencias suicidas, tras ese incidente, según sus compañeros de dormitorio.
Según leo más información en inglés (los medios españoles suelen resumir), parece ser que el pájaro este era un resentido al que le producía gran envidia vivir al lado de muchachotes más guapos, más ricos y más preparados que él. Las chicas de su edad no le hacían ni repajolero caso y eso le tenía bastante afectado. Sin duda una personalidad con tendencia al resentimiento y la envidia puede llegar a convertirse en enfermiza, pero antes de que se produzca una enfermedad psicológica real hay una enfermedad moral de base. De hecho, yo tengo el convencimiento de que algunas de las enfermedades psicológicas no son sino el desarrollo patológico de comportamientos morales poco compatibles con el ser "buena gente".
No es fácil aceptar que hay gente sencilla y llanamente mala. Pero la historia está llena de gente así. Y no todos eran locos.
La realidad de nuestra libertad es que podemos permitir que demonios entren en nuestra vida y vivan en nosotros. Entonces, surgen todo tipo de complicaciones. Y de actos malvados.
Hay que rezar mucho también por él. No sea que haya tenido un destello de luz.
En cualquier caso, sólo Dios conoce el corazón y la mente de ese asesino. A su juicio me remito.
Estoy de acuerdo con los que decís que la facilidad para adquirir armas es la madre del cordero.
No me gustaría que pasara desapercibido el párrafo en el que LF habla de los medios de comunicación y el efecto mimético.
Deberían estudiar a fondo este tipo de personalidades y ser capaz de prevenir estos dramas.
Me ha confortado un poco la historia de Librescu. Un gran hombre.
Buenas noches.
http://debellopallico.blogspot.com/
ALEA JACTA EST: ROMA CONCEDE A GRASSUS LA SUERTE DE ELECCIÓN
1) Los psicóticos son enfermos diagnosticados, con una patología y un tratamiento, más o menos eficaz, pero existente. La mayoría inmensa de los psicóticos sufren ellos mucho más de lo que hacen sufrir a los demás, y el 90% no son violentos en absoluto
2) los psicópatas son una categoría de personas a los que la psiquiatría ha intentado encuadrar en una tipología concreta para tratar de entenderlos, pero en absoluto está claro que sean enfermos, esto es, que presenten anomalías en su estado mental. El hombre moderno parece tener miedo a asumir que hay personas depravadas y voluntariamente malvadas, y ante el horror muchas veces preferimos ponernos la venda de decir" está enfermo", como si no quisieramos reconocer que el hombre no es "bueno por naturaleza", como si quisieramos seguir viviendo en la utopía roussoniana aunque la realidad tozuda nos demuestre que no ...
Aunque los psicópatas tengan conocimiento de lo que hacen y libertad para elegir, y por tanto sean responsables, tal vez algún día se descubran los mecanismos de su mente que favorecen la psicopatía. Quizás esté relacionado con una menor capacidad para tener empatía. Y quizás puede tener incluso una base biológica. Cualquiera sabe. Pero desde luego, eso no les impide ser responsables de lo que hacen.
En este caso concreto, parece que había bastante paranoia sin tratar.
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