La entrevista de César Vidal a Rafael López Diéguez

No hace falta ser muy listo para entender que el papel de los medios de comunicación en una democracia como la nuestra es fundamental. Y dentro de los medios, la radio sigue teniendo un lugar de privilegio, pues se establece una relación entre locutor y oyente mucho más personal de que la que acontece en la prensa y la televisión. Aunque ha habido grandes maestros en la historia de la radio española, no exagero mucho si digo que Antonio Herrero supone un antes y un después en todo lo relacionado con la información y opinión política y social emitida desde las ondas. Aunque la tertulia política de la radio en España es La Espuela, hoy en Radio Intereconomía, fueron las tertulias matutinas en Antena 3 radio y luego en Cope las que realmente revolucionaron el cotarro.

Todo eso lleva a que si creas un partido político para ocupar un hueco que crees inexistente en el panorama nacional, si no consigues que los medios hablen de ti, aunque sea para mal, pues sencilla y llanamente no existes. Por el contrario, si logras llamar la atención, y no digamos nada el apoyo, de medios de comunicación importantes, y la Cope es la 2ª-3ª cadena más importante del país, tienes medio camino andado. A nadie se le escapa que Ciutadans y Rosa Díez no estarían en los parlamentos catalán y español sin el impulso mediático de Cope.

Desde que AES vio la luz hace unos años, su presencia en prensa, radio y televisión ha sido limitadísima. Poco más que la que puedan tener otras opciones como Familia y Vida, CTC o el Partido SAIN. Cuando apenas te conoce el 2-3% de la población, no puedes pretender que te vote el 5%, que suele ser el mínimo requerido para conseguir una representación política en municipios, parlamentos autonómicos y parlamento nacional. Se produce entonces una especie de círculo vicioso. No eres conocido y por tanto no interesas a los medios, lo cual te hace imposible el ser conocido. Si además hay detrás intereses políticos, empresariales, mediáticos y personales para que no superes la barrera del ninguneamiento mediático, tu futuro es prácticamente inexistente.

En ese sentido, la entrevista que ayer realizó César Vidal a Rafael López-Diéguez, secretario general de Alternativa Española, puede marcar un punto de inflexión importante no sólo para estas próximas elecciones sino para el futuro a medio-largo plazo. Independientemente de la opinión que se tenga del contenido de dicha entrevista, es de justicia reconocer que César Vidal ha sido generoso al dar la voz a una fuerza extra-parlamentaria que quiere representar una opción seria para los cristianos de este país que están hasta el gorro de votar con la nariz tapada. López Diéguez ha estado también en Popular TV y en su día estuvo en Intereconomía -hoy Ariza no le lleva ni sometido a tortura china-, pero es la primera vez que va a un programa de máxima audiencia en una franja horaria vital para cualquier radio generalista española.

Analizando el contenido de los tres cuartos de hora de entrevista, creo que el resultado es positivo para el partido de López-Diéguez. Quedó clara la postura de su partido a favor de la cultura de la vida y de la soberanía y unidad de España dentro de una Europa que no puede convertirse en unos Estados Unidos de América bis. Dedicó, en mi opinión, demasiado tiempo a responder a la pregunta sobre su suegro, don Blas Piñar. Y en la parte dedicada a la economía, que fue la final, quizás no estuvo lo suficientemente listo para evitar quedar como partidario de una política no muy diferente a la que desarrolla la socialdemocracia. Aunque claro, si alguien piensa que una opción política que pretender ser cristiana y católica puede apoyar sin más un liberalismo económico puro y duro, sin control alguno por parte del Estado, es que no conoce bien la Doctrina Social de la Iglesia.

Y en todo caso, por mucho que ahora tengamos una crisis económica que nos puede llevar a la ruina al país entero, el problema esencial de España no está en sus cuentas sino en el abandono de una serie de valores que, con todos los defectos y abusos que se quieran, han sido marca y seña de esta nación durante siglos. Una España que abandona sus raíces cristianas, y el avance de la cultura de la muerte es la señal más clara de ese abandono, sólo puede esperar un destino penoso. Y el partido que monopoliza el ámbito político de la derecha de este país no defiende dichos valores. El Partido Popular no se opone de verdad a los cien mil abortos anuales. El Partido Popular no se opone de verdad al cambio de la institución familiar. El Partido Popular no acaba de ver el daño que el actual sistema autonómico ha causado a la integridad nacional. Y el que dude de eso, que recuerde lo que ha ocurrido en la última final de la Copa del Rey de fútbol.

Llevo tiempo diciéndolo y me reafirmo en ello. Es necesario para los cristianos españoles que ponemos por encima de todo la defensa de un modelo de sociedad arraigado en los valores éticos y morales del evangelio, que tengamos una opción a la cual podamos votar sin necesidad de apelar al voto útil con la nariz tapada. Para las próximas elecciones eso no es posible ni con el PP ni con un Libertas que tiene de cabeza de lista al mandamás de Tele5 en tiempos de las mama-chicho y que va de la mano del partido de Ciutadans, que en cuando a laicismo decimonónico supera al PSOE. Libertas es la excusa perfecta para los que quieren hacer pupa al PP tirando el voto a la basura. AES es una opción ideal para los que quieren empezar desde ya mismo a construir una opción ideal para los que quieren empezar desde ya mismo a construir una alternativa política de raíces cristianas, que sea efectiva y duradera en el tiempo. No es la única, y en lo que de mí dependa daré voz a otras opciones igualmente “votables” para un cristiano, pero en este caso la apelación al voto útil sí tiene sentido. Por eso mi voto en las próximas elecciones será para Alternativa Española.

Luis Fernando Pérez Bustamante