Jaque a la Cope
JAQUE A LA COPE
Plena campaña electoral. Un conocido juez ha ordenado que se proceda a la detención del presidente de la cadena de radio católica más importante de la nación. La base es un sumario por estafa instruido contra él y otros en el juzgado que rige dicho juez. Cuando el presidente de la cadena sale flanqueado por la policía - quizá esposado - de la sede social, le espera un despliegue inusitado de medios de comunicación. De manera inesperada, el foco de la campaña electoral - que no va bien para la izquierda - se desplaza hacia la cadena de radio. Las consecuencias resultan sobrecogedoras. La derecha se ve obligada a consagrar sus esfuerzos a distanciarse del sumario del presidente de la cadena de radio con el que - dicho sea de paso - no tiene nada que ver. La Iglesia Católica en España se ve salpicada de la cabeza a los pies por un escándalo que se le va a echar en cara durante años y cuya repercusión mediática hará palidecer a cualquier otro evento negativo pasado. La cadena de radio - de la que deciden marcharse las principales estrellas hartas desde hace tiempo de un presidente marcado por el estigma de la ilegalidad al que mentes irresponsables han decidido mantener - se desploma para ser absorbida por un grupo mediático. Curiosamente, se trata de un grupo mediático al que el procesado presidente de la cadena de radio se ha referido elogiosamente en los últimos tiempos. Como colofón, centenares de trabajadores de la cadena van a la calle.
Lo que acabo de describir no es el argumento de una novela de acción,
de un thriller político. Es exactamente lo que puede suceder en las próximas semanas si Coronel de Palma no es destituido fulminantemente de la presidencia de la COPE. De la noche a la mañana, la cadena que es líder de audiencia en algunas de las horas más importantes del día, puede colocarse al borde de su desaparición con funestas consecuencias para la Iglesia y para la derecha social de este país, consecuencias que, por añadidura, pueden durar años. Lamentablemente, la única voz crítica que existe actualmente en la radio española - la COPE - se halla en situación de jaque. Fue un jaque que se produjo cuando de manera bastante imprudente se nombró presidente de la cadena a Coronel de Palma a pesar de los asuntos legales que pesaban sobre él. Es un jaque que puede convertirse en mate si Coronel no es destituido inmediatamente antes de que la izquierda, ayudada por Garzón, lo consume.Cor ad cor
11 comentarios
Ahora bien, lo que no sé es si ellos saben que Losantos y Vidal no están por la labor de renovar si sigue Coronel. Aunque tampoco han dicho su última palabra.
Creo que todo sigue como antes de la ejecutiva. Supongo que este fin de semana Federico y César hablarán del asunto.
Con eso digo todo.
Dijo que no había renovado, que en concreto a él le habían ofrecido varios años, pero que el no iba a renovar sino renovaban con él Cesar e Ignacio Villa. Dijo que lo que les gustaría es renovar los 3 hasta el 2008, año en que acaban contrato también Cristina y Abellán. Año además de elecciones.
Luis Fernando, entiendo tu postura con Alfonso (el riesgo que planteas existe de verdad y creo que se materializará), pero creo que tampoco hay que ir tan a saco con Alfonso, dejemos que tranquilamente decidan.
¿Es que no hay nadie capacitado para ocupar su lugar? ¿Por qué correr riesgos?
Pero nada, que con su pan se lo coman. Ya hay otra cadena nacional que quiere hacerse con los servicios del trío principal de la Cope. Si se largan, y no ya para irse a su casa sino a otra emisora, la Cope se vendría abajo estrepitosamente.
Esto no les importa. Los peones, en ajedrez, muchas veces estorban y son sacrificados en aras del interés de sus respectivos reyes.
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