¿Se puede colaborar cristianamente con el terrorismo refinado?

El cardenal arzobispo de Toledo, Monseñor Antonio Cañizares, ha definido la huelga de hambre del etarra De Juana Chaos como un acto de terrorismo "refinado e inteligente" integrado dentro de un "plan terrorista" para "paralizar a personas e instituciones sociales y generar un estado de ánimo en el que no se actúa con libertad".

A buen entendedor, pocas palabras bastan. La pregunta es: ¿será Monseñor Uriarte buen entendedor? Porque si lo de De Juana ha sido terrorismo refinado, la intervención del obispo de San Sebastián intercediendo ante el gobierno en su favor, sería una colaboración episcopal con el "refinado" asesino. Y lo peor es que dicha colaboración estaría disfrazada de caridad cristiana, lo cual implica una doble prostitución. Prostitución del término "caridad" y prostitución del término "cristiana". Y eso, en un obispo, son palabras mayores.

El terrorismo etarra ha tenido la "virtud" de corromper no sólo a un sector importantísimo de la sociedad vasca, sino también a aquella que debería de haber sido su principal enemigo: la Iglesia vasca. Una Iglesia en la que hubo un pastor que dijo que él amaba más a una ovejas, nacionalistas, que a otras, no nacionalistas. Una Iglesia en la que hay un pastor al que le preocupa más la suerte de un personaje que, tras haber asesinado a muchos, chantajea a todos con su propia vida, que la paz de espíritu de las víctimas de ese personaje.

Los mismos que no atendieron a sus ovejas cuando eran masacradas, hoy se preocupan por la suerte de las serpientes y lobos que las atacaron. Quizás es que se confundieron de oficio. Quien se preocupa más por la salud del lobo que por las heridas de la oveja no puede ser pastor. Hablando de los malos pastores de Israel, dijo Dios a través del profeta Ezequiel: "No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma. No vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida.." (Ez 34,2). ¿Qué no dirá hoy el Señor de quienes, además de eso, se dedican a dar cobijo a los lobos en el cobertizo donde duerme el rebaño?

Eta ha hecho mucho daño a este país. Ha causado mucho dolor, ha desecho muchas vidas. Pero para la salud espiritual del cristiano, es más peligrosa la acción necia del pastor indigno que la bala del asesino. La banda etarra no puede matar el alma. El pastor cobarde y cómplice sí. Y muchas almas se han apartado de la Iglesia en el País Vasco para no sufrir en sus almas el castigo que no les infligieron los asesinos. Alguien tendrá que rendir algún día cuentas por ello.

Luis Fernando Pérez Bustamante