Hagan el favor de ser teólogos católicos
Que algo está cambiando en la Iglesia para bien no admite mucha discusión, pero hay noticias que confirman que el cambio va más rápido de lo que parece. Los agentes de pastoral familiar les acaban de decir a los teólogos lo siguiente:
Cuarenta años después, pedimos a los teólogos que abandonen discusiones estériles y nos transmitan la enseñanza de la Iglesia. Lo que necesitamos no son discusiones doctrinales, sino ayuda para interiorizar lo que la Iglesia propone a todos los hombres como camino para vivir en plenitud el amor.
En otras palabras, dedíquense a ser teólogos católicos y no otra cosa. Alguno pensará que no es del todo justo meter a todos los teólogos en el mismo saco. Muchos ciertamente no se dedican a negar la doctrina católica sobre moral familiar y sexual. Pero a nadie se le escapa dos cosas. La primera, que el disenso que provocó la Humanae Vitae y que ha seguido más o menos vivo hasta estuvo esencialmente liderado por la casta de los teólogos, en especial de determinadas órdenes religiosas. La segunda, que los teólogos ortodoxos han seguido la política del avestruz de forma bastante miserable durante estas décadas, de tal forma que no han tenido el valor para salir a la opinión pública a defender la fe católica y señalar a sus compañeros de profesión que han desprestigiado enormemente el nombre de teólogo.
En este país existe la asociación de teólogos Juan XXIII y no una asociación de teólogos fieles a la Iglesia. En este país los teólogos heterodoxos escriben un día sí y otro también en los medios mientras que se cuentan con los dedos de una mano -y sobran la mayoría- aquellos que osan defender la fe de la Iglesia de los ataques que vienen de sus colegas. El teólogo ortodoxo, por lo general, vive en su mundo, en una especie de burbuja que le aísla de la vida real de la Iglesia. Se dedican a citarse unos a otros en sus libros y no dan la cara cuando se les necesita.
Por supuesto hay excepciones, pero sólo sirven para confirmar la regla. Es más fácil dejar solos a los obispos para que sean ellos los que tengan que “partirse la cara” con los heterodoxos. Y ciertamente corresponde a los obispos el velar por la sana doctrina, pero no hay ninguna norma que impida a los teólogos fieles al magisterio ejercer de tales en el debate mediático con los que han hecho del disenso doctrinal y eclesial su identidad teológica.
Algunos dirán que los heterodoxos tenían ventaja en los medios de información. Hoy ya no tienen excusa para seguir enterrados en sus despachos y en sus aulas. Ya existen medios de comunicación dispuestos a darles voz y presencia mediática. Veremos si se conciencian de que su labor es necesaria y vital para ganar la batalla de la fe allá donde los fieles acuden a enterarse de cómo van las cosas en la Iglesia. Ya lo dice la Escritura en Judas 3: Queridos, tenía yo mucho empeño en escribiros acerca de nuestra común salvación y me he visto en la necesidad de hacerlo para exhortaros a combatir por la fe que ha sido transmitida a los santos de una vez para siempre. El Reino de Dios es de valientes, no de nenazas que se quedan detrás de las mesas de los despachos o de las aulas. Teólogos fieles a la Iglesia: ¡¡DEN LA CARA!!
Luis Fernando Pérez Bustamante
28 comentarios
Ahora bien, ¿cuánta publicidad se da, por ejemplo, en Religión en libertad, a los libros de eteólogos fieles? ¿Hay algún lugar para comentarlos, para propagandearlos? ¿QUizá nos guste más a todos los fieles discutir sobre los "libros problemáticos"? ¿Quizá nos guste a todos la discusión, el debate?
El teólogo serio, por supuesto, estudia, y dedica su vida a ello, no a discusiones estériles en El País contestando a "pseudoteólogos" apoyados por el progresismo. No está el teólogo para contestar la tendencia malintencionada de El Mundo. No está el teologo para postear en Elplural. No. El teólogo está para investigar, y los hay muy buenos, muy fieles, y desde hace muchos años luchando.
Para las contestaciones a los pseudoteólogos, estamos los fieles, están los periodistas católicos, que en algún momento buscarán algún teólogo para que les apoye. No es el daño el de los teólogos fieles, es el de los pseudoteólogos y el de unos cristianos poco dados a defender la fe, y muuy dados a la búsqueda de un Cristo facilón que no existe.
Un abrazo, Alberto.
Y espero que pronto podamos tener una buena sección de libros en los que sin duda habrá lugar para los "no problemáticos"
Yo creo que el buen teólogo también debe de plantar cara al mal teólogo. No por amor al debate sino por amor a los fieles que siguen los medios y que se quedan sólo con el argumento del malo.
Algunos fieles podemos hacer una labor de contestación a la heterodoxia, pero el buen teólogo no puede dejar de prestar su ayuda a esa labor.
Recuerda que, un teólogo serio contestará seriamente, pero en el lugar serio de la obra teológica. Imagina que se ponga Ladaria a escribir ahora columnitas estilo Magdalena en el País. No es lo conveniente, pues que no está para eso. Lo que si echo de menos, es a periodistas católicos, que en los grandes diarios nacionales, vayan inclinando la balanza, no ya en favor de la doctrina eclesial, sino del rigor científico que, a la postre, y gracias a Dios, coincidirá con la doctrina eclesial.
Hace poco vimos al hermano de Leonardo Boff plantándole cara en los medios escritos de Brasil. Y eso le hace más daño a Leonardo que lo que diga tal o cual obispo.
Y desde luego los teólogos fieles a la Iglesia pueden organizarse para el bien, sacar comunicados en defensa de la fe, etc. Ya basta de que cada vez que sale la palabra "teólogo" en los medios sea sólo para referirse a los que viven en constante enfrentamiento con la fe católica.
Adcemás, los que se trienen que partir la cara por la doctrina son los obispos. Los teólogos son los "intelectuales" de la Iglesia y su trabajo es especular, debatir y eseñar en las aulas, no al gran público.
El oficialismo tiene la idea de que al mal se le combate ignorándolo o haciendo como si no existiera. Otros pensamos que dado que ya es público, públicamente ha de ser refutado.
Recuerdo que González de Cardedal tiene su lugar de vez en cuando en ABC y que ha hecho más daño la inexistencia de laicos que den la cara en los periódicos que la supuesta "no contestación" de los teólofos "fieles".
Siento meterlo aquí, pero considero importante que sepas de un acto en defensa de toda vida que se ha convocado para el Viernes 8 de Agosto en Madrid. Si quieres hacerte eco aquí tienes el manifiesto.
http://www.solidaridad.net/noticias.php?not=5248
hay que tener en cuenta que lo que el mundo espera de los teólogos es "novedades", "cambios", "rupturas", todo lo contrario de lo que es la Teología, que consiste en exponer en forma adecuada el Depòsito de la Fe, que se va desplegando siempre el mismo, desarrollando homogèneamente su identidad a lo largo de la historia de la Iglesia sin contaminarse con el siglo.
Igual que con el Magisterio, la noticia que los medios de este mundo esperan es que un Papa les de la comunión a los divorciados, bendiga las uniones homosexuales o declare que Cristo es un avatar de Buda, Mahoma o el Dalai Lama.
Los progresistas han comprado la lógica del mundo, de hecho, el progresismo no es otra cosa que rendirse a esa lógica del "progreso" permanente, el cambio continuo de ideas y valores, y por tanto, un teòlogo progresista es un oximoron en estado puro.
Necesitamos teólogos de los buenos, y necesitamos también publicistas como vos. Chesterton, Lewis, Tolkien, Pieper, Castellani, no eran "teólogos" profesionales, y son los Padres de la Iglesia del siglo XX.
Son muchas las voces expertas que, en nombre de la teología, se alejan de la recta doctrina. Y es cierto, son pocas las voces expertas que la defiendan.
"Defender la fe de la gente sencilla": así ha resumido magistralmente, el Cardenal Ratzinger, la misión de la Congregación para la doctrina de la fe. Y, sin embargo, habría que notar que esa es una tarea que nos corresponde a todos. La Congregación lo hace en nombre y con la autoridad del Santo Padre. Pero defender la fe es tarea de todo cristiano. Y el aporte que los teólogos fieles a la doctrina de la Iglesia pueden hacer es de gran valor. Y todos esperamos que ellos den ese aporte.
Me parece importante que Luis Fernando ofrezca el espacio de Religión en Libertad para ello. Espero que sean muchos los que acepten ese ofrecimiento y den su aporte para colaborar en la defensa y el anuncio de la fe, "a tiempo y a destiempo", como San Pablo.
Completamente de acuerdo con tu comentario. Solo una salvedad. Muchos obispos también han tenido su parte de culpa ya que han colocado a ciertos teólogos progres en puestos de relevancia dentro de los seminarios. Ganas de ser políticamente correctos o pura y simple cobardía, pero el mensaje en muchos casos fue claro: si quieres promocionar como teólogo hazte progresista.
Ninguna autoridad eclesiástica ha conferido poder para enseñar doctrina católica y predicar el evangelio; es Cristo mismo quién confiere ese poder, y lo hace por medio del Sacramento del Bautismo.
Supongo que el Bautismo tiene suficiente autoridad.
Esos serían, a mi juicio, los pilares fundamentales para que escampase esta borrasca.
Un saludo
El matiz es importante.
Y una cosa es clara. Cuando cito directamente documentos del magisterio, eso no es opinión. Es objetivamente magisterio.
Por otra parte, los que quieren refutarme lo tienen fácil: que usen el magisterio para probar que estoy equivocado.
En todo caso, finalmente es el magisterio quien interpreta al magisterio.
¿seguro que esa nota salio de todos los agentes de pastoral? Me comentaron que en la diocesis de Santiago invitaron a D. Leopoldo Vives a una jornada de pastoral familiar y se habia marchado escandalizado porque en la comida (que es donde sale lo importante) la mayoria de los agentes de pastoral familiar estaban contra la Humanae Vitae y contra el magisterio de Juan Pablo II sobre sexualidad y procreacion.
El problema no es solo de los teologos, hay una generacion de laicos echada a perder desde el punto de vista doctrinal.
Saludos.
Lo que sí conviene recalcar es que quizá por falta de apoyo, el teólogo ortodoxo no sale a defender las tesis doctrinales de la Iglesia. Manifestémosles ese apoyo que creen que no tienen y ayudémosles en todo cuanto podamos para que salgan a la luz sus opiniones, hasta ahora sólo en revistas especializadas, y que harían mucho bien a la Iglesia su publicidad.
La idea de una sección de libros "seguros" es buena. Cuanto antes se debe poner en marcha. Hay que recuperar no sólo a los Padres de la Iglesia sino a todos aquellos trabajos ortodoxos que no dejan lugar a dudas.
No se trata de echarle la culpa al otro. Todos debemos provclamar nuestra fe y nuestra comunión: laicos, sacerdotes, teólogos, obsispos, editoriales católicas, ordenes religiosas. Naturalmente, aunque todos tenemos nuestra responsabilidad, los que mayor cargo ostentan, más responsabilidad adquieren.
Eso quiere decir que, por supuesto, los laicos deben dar ejemplo de vida y de palabra, pero no se les puede pedir heroicidades cuando su obispo calla, el director del seminario de su diócesis es un heterodoxo y la librería "religiosa" de su ciudad vende todo tipo de herejías.
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