Gran noticia en el seno de la Iglesia.

Llevamos demasiado tiempo escuchando noticias polémicas, malas, controvertidas e incluso escandalosas acerca de la Iglesia Católica y sus miembros. Los medios de comunicación son especialmente "sensibles" a toda información que añade descrédito al cristianismo. Pero no voy a criticarles por ello excepto en aquellos casos donde calumnian o dicen sólo medias verdades. Son hijos de su tiempo y sabemos muy bien que venden más las malas noticias que las buenas. De hecho, muchos blogs católicos, y no excluyo este, comentan más lo malo que lo bueno.

El caso es que hoy quiero comunicar a todos una gran noticia:

En la Iglesia Católica hay infinidad de obispos, sacerdotes, religiosos y laicos que llevan una vida ejemplar, de servicio a Dios y al prójimo. Son muchos más que aquellos que causan escándalo. Se merecen nuestro reconocimiento, nuestro agradecimiento y nuestro apoyo. Ellos son protagonistas de esa maravillosa historia de amor entre Dios y los hombres que alcanzó su mayor esplendor en el Calvario y la tumba vacía.

No son perfectos, porque perfecto sólo es Dios, pero van camino hacia la perfección. Cometen errores y caen, pero saben en qué brazo han de apoyarse para levantarse y corregir el camino. Son los auténticos glóbulos rojos que llevan el oxígeno por las venas de nuestra sociedad. Son los glóbulos blancos que saben cómo combatir las enfermedades, aunque se encuentran en demasiadas ocasiones con que el enfermo se medica no para sanar, sino para atacarles precisamente a ellos. Son hombres y mujeres sin los cuales la humanidad no tendría esperanza alguna. Son los hijos de Dios, embajadores en el mundo de la Nueva Jerusalén que descenderá del cielo. ¡¡ Maranata !!

A todos ellos, gracias por ser como son. Que el Señor les bendiga, les guarde y les santifique para mayor gloria suya.

Luis Fernando Pérez Bustamante