El pueblo irlandés ha decidido sumarse de forma más clara y rotunda a la apostasía de Occidente. Ya lo hizo al aprobar el “matrimonio” homosexual y lo ha vuelto a hacer al retirar de su constitución la clásula que defendía del derecho a nacer de los hijos de los irlandeses.
Resulta interesante analizar cómo han dado la noticia los cuatro periódicos más importantes de España. Así, de esa manera, describe El País lo que ocurrió ayer en Irlanda.
“La contundencia del resultado, 66,4% frente a 33,6%, supone una histórica victoria de la Irlanda joven y cosmopolita. La victoria representa un nuevo avance para el feminismo global, cuyos millones de ojos estaban puestos desde hace días en este país de apenas 4,7 millones de habitantes, en busca de más inercia para una ola que se antoja imparable. Y entraña, por último, una aparatosa derrota de las poderosas fuerzas ultraconservadoras globales, que habían volcado sus recursos en defender el último fortín del catolicismo más reaccionario“.
Así lo cuenta El Mundo.
“Hemos hecho historia. Esta la democracia en acción", recalcó Leo Varadkar, el Primer Ministro irlandés de 39 años, hijo de inmigrantes indios y abiertamente gay, a la hora de destacar el profundo cambio social experimentado por Irlanda, que hace apenas tres años se pronunció a favor de los matrimonios homosexuales en un consulta popular y con la misma y abrumadora diferencia.
Así el Abc.
«Lo que hemos visto hoy es la culminación de una revolución silenciosa que está teniendo lugar en Irlanda desde hace diez o veinte años. Ha sido un gran ejercicio de democracia y el pueblo ha hablado», dijo el primer ministro irlandés, el democristiano Leo Varadkar.
El apoyo de los ciudadanos ha sido transversal. Una encuesta a pie de urna de la televisión pública irlandesa RTE reveló que, por partidos el «sí» ha sido también la opción más votada: 74,9% en el gobernante Fine Gael, 74,5% en el nacionalista Sinn Féin, y 80,3% en el Partido Laborista. Solo en el conservador Fiana Fáil fue minoría, con el 49,7%. Su líder, Michéal Martin, se puso de lado del Gobierno pero la mayoría de sus diputados estaban en contra o no se pronunciaron.
Así La Razón:
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, ha destacado que tras el referéndum, Irlanda tendrá “una constitución moderna para un país moderno".
A los que han votado ‘No’, Varadkar les ha asegurado que Irlanda “es el mismo país que la semana pasada, solo que un poco más amable, un poco más tolerante y un poco más moral”.
Al tipo de El País habrá que recordarle que Polonia es también un bastión del catolicismo en Europa. Pero eso es casi lo de menos. Se le nota feliz al muchacho. Conseguir que los hospitales irlandeses sean un campo de extermino de los no nacidos es, para él, una derrota del catolicismo. Pues muy bien.
En cuanto al primer ministro irlandés, el “democristiano” gay y abortista, ha conseguido pasar a la historia como el principal responsable de la mayor matanza de irlandeses, que se va a poner en marcha enseguida. A eso le llama ser un país “más moral".
En todo caso, seamos claros, ¿a alguien le sorprende este resultado? A mí no. La descristianización de Europa lleva necesariamente aparejada la desaparición de los últimos vestigos de la civilización cristiana. Mientras que algunos en la Iglesia Católica y todos los de las “iglesias” protestantes históricas han competido para ver quién hablaba mejor del gran destructor de la Cristiandad, Lutero; mientras católicos y protestantes compiten para ver quién es más laudatorio del sistema democrático liberal, incompatible con dicha Cristiandad, la inmensa mayoría de los europeos han vuelto la espalda a Dios, a Cristo, y a cualquier cosa que sea o parezca Iglesia de Cristo.
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