Continuidad en la CEE, posibles cambios en las diócesis
Martínez Camino ha sido reelegido como secretario general y portavoz de la CEE. Todavía no se conocen los detalles de la votación, pero su reelección supone un claro ejemplo de continuidad en Añastro. Hay quien habla de que estamos ante una nueva exhibición de poder de monseñor Rouco Varela, que fue quien le quiso de secretario, pero dado que ese es un cargo que se vota y no hay nadie que les ponga una pistola en la sien a los obispos españoles, lo que podemos asegurar con toda certeza es que el episcopado español quiere seguir por el camino, nunca mejor dicho, marcado en los últimos años. Tiempo habrá para un cambio de estilo, de formas y de caras.
Creo sinceramente que Martínez Camino, cuya labor en la CEE, tras unos inicios “complicados", ha mejorado bastante en los últimos años, tiene ya el suficiente peso por sí mismo como para no depender tanto del padrinazgo rouquista, aunque es obvio que sin el mismo no habría sido posible este segundo mandato. Cabe felicitarle por ello y asegurarle nuestras oraciones para que lo haga mejor, pues ser portavoz de los obispos españoles no es una tarea fácil.
La reelección de Camino también puede implicar algún cambio de destino en la próxima “movida” episcopal a la que asistiremos en los meses siguientes.
Cañizares se va a Roma en enero y para Toledo suena mucho monseñor Osoro, arzobispo de Oviedo. Puede ir él, puede ir Monseñor Barrio, arzobispo de Santiago y yo no descartaría a monseñor Blázquez, obispo de Bilbao, para quien Toledo sería un bombón como premio a su sacrificio en tierras vascas. Valencia también quedará pronto vacante en vista de la edad que tiene ya monseñor García-Gasco. Los nombres que suenan para Toledo sirven igual para Valencia. Si se cubren las sedes primada de España y la valenciana con arzobispos, quedarán libres dos arzobispados. Ahí es donde puede entrar el obispo de Huesca y de Jaca, monseñor Sanz Montes, aunque él sonaba bastante para ir a Alcalá de Henares. Dado que es un hombre de Rouco, puede que el cardenal le quiera cerca. Si monseñor Ureña, que empieza a aparecer en las quinielas, saliera de Zaragoza, la capital maña podría ser un destino perfecto para Sanz. En todo caso, antes o después don Jesús será uno de los puntales de la iglesia española. El actual obispo de Almería, monseñor González Montes, también puede llegar a alguna sede metropolitana.
Con Asenjo en Sevilla parece que Córdoba espera la llegada de monseñor Demetrio Fernández, actual obispo de Tarazona, mientras que a Jerez podría ir monseñor Berzosa, auxiliar de Oviedo y que iba en la terna para ser secretario general de la CEE, aunque yo no le descartaría para ocupar Alcalá, donde tampoco sería extraño ver al propio Martínez Camino, pues estaría a 20 minutos de Añastro. Luego tendremos vacantes en diócesis “menores” que serán cubiertas con sacerdotes elevados al episcopado.
En todo caso, a mí me gusta más comentar los movimientos una vez que se han llevado a cabo que hacer predicciones sobre los mismos. La Iglesia en España ya no es lo que era pero todavía no está del todo claro qué será de aquí a diez años. Yo la querría firme, profética en todos los sentidos, poco dada a compadreos y pactos imposibles, pero a la vez prudente, siendo consciente de que no debe cometer errores que den argumentos a los que quieren sacarla por completo del ámbito de la opinión pública.
Luis Fernando Pérez Bustamante
19 comentarios
El sector no afecto al rouquismo sabe hoy que cada vez tiene menos fuerza en la CEE. Y debería saber que no está nada bien quemar a gente que no ha pedido ser quemada. Con esto digo todo.
Aunque no te atraiga ni las especulaciones ni lo que te voy a comentar, pienso que: Blázquez irá a Toledo, Asurmendi a Bilbao; Sanz a San Sebastián; Mikel garciandia a Vitoria y Carlos Ayerra a Huesca y Jaca.
Además está puestísimo en temas de bioética y defensa de la vida. Creo que es necesario hoy por hoy en ese puesto.
Saber mucho de bioética o de lo que sea no significa ser buen comunicador. Martínez Camino cae fatal a los periodistas y no da buena imagen a la Iglesia.
Y lo de que no lo quiere casi nadie, Isidro, no lo demuestra la votación de aquellos que son quienes le tienen que "querer".
Venga, va, LF, ¿por qué no puede ir Mons. Sanz a San Sebastián?
A Zaragoza como mu lejos, vamos.
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